© 1977 Ed Harrigan
© 1977 The Urantia Book Fellowship (anteriormente Urantia Brotherhood)
Una mirada por la ventana de mi sala de estar ofrece una vista de varias laderas escarpadas de montañas suavizadas con una capa blanca de nieve en polvo. La belleza nos rodea en el campo y la bondad abunda en los amigos sinceros que pasan por nuestra puerta. Pero el verdadero regalo es el potencial de crecimiento: realizar y descubrir una nueva conciencia de mayor intimidad con nuestra amistad más esclarecedora, la de nuestro Hijo Creador, Miguel de Nebadon,
Creo que la oración, más que cualquier otro ejercicio consciente diario, revela el secreto para una mayor comprensión de la verdad en las palabras y enseñanzas de la Parte IV de El Libro de URANTIA. Miremos más profundamente en las maravillosas propiedades asociadas a la oración.
Si tu hijo necesita un pez y tontamente pide un sustituto dañino porque tal vez esté en la misma red que el pez, relató Jesús, ¿le darías lo que quería o lo que necesitaba? Muchas veces nuestras oraciones no satisfacen nuestras necesidades porque nuestra comprensión no es completa. El Libro de URANTIA nos enseña que nuestra oración es plenamente recibida por el oído espiritual apropiado incluso antes de que se formulen las palabras. En otras palabras, nuestra preocupación por lo que debemos decir en oración o si debemos orar en grupo o solos es innecesaria. El ejercicio de desarrollar estados de ánimo de oración varias veces durante el día parece ser más importante para el crecimiento personal que la secuencia de palabras utilizadas. Si desea conocer mejor a un amigo, es importante visitarlo con frecuencia; La conversación naturalmente fluirá más fácilmente a medida que se familiarice y se sienta más cómodo. Dios finalmente se convertirá en el mejor amigo que jamás conoceremos.
Me gustan mis momentos leyendo El Libro de URANTIA porque son singularmente refrescantes. El pensamiento profundo también refresca la mente con una sensación de logro y adquisición. La adoración es otra técnica para elevar la mente con renovación divina. Lo que estos tres tienen en común es que son personales.
Las verdades recibidas personalmente superan con creces la instrucción de cualquier tipo. Un Dios que llega a nuestros procesos de pensamiento desde dentro es capaz de efectuar una motivación como ninguna influencia externa puede hacerlo. Por eso los mensajes de Jesús llegan tan profundamente a nuestras almas, porque él habla desde nuestro interior a través del Espíritu de la Verdad.
La oración se convierte en nuestra comunicación de retorno en este mismo canal directo y personal. Y Dios recibe nuestras oraciones tan íntima y personalmente como nosotros recibimos sus mensajes vivificantes.
Cada pájaro cantor tiene una melodía única para saludar el amanecer, así como cada persona tiene su manera de expresar sus pensamientos a través de la oración.
La oración, a diferencia de la lógica económica, no encuentra mejores oportunidades en el pasado o en el futuro. Tampoco sigue una fórmula de éxito que exija uniformidad con cada posible candidato.
La oración es tan creativa como personal. La oración es tan eficaz como sincera. La oración llega a su destino no en la forma en que está redactada sino en el pensamiento previsto.
—Ed Harrigan