© 2012 Eduardo Altuzarra
© 2012 Asociación Urantia de España
El XI Encuentro de lectores | Luz y Vida — Núm. 29 — Junio 2012 — Índice | Experiencia y conclusiones del Simposio de Liderazgo |
De Eduardo Altuzarra
En principio, se trata de exponer de una manera muy breve lo que bien puede ser una buena diseminación, desde mi punto de vista, de El Libro de Urantia y su estudio en profundidad representado por personas que, a través de la experiencia, poseen la capacidad del discernimiento y la coherencia, y dominan las artes de la unificación, la organización y la cooperación.
En algo más de cincuenta años, The Urantia Book ha sido traducido a la mayoría de los idiomas actuales. Las más de 7.000 millones de personas de este planeta van a tener la oportunidad de leer, en un futuro no muy lejano, los documentos revelados en su lengua de origen.
Según pienso, hay que tener muy en cuenta que, antes de tomar una iniciativa de liderazgo, debemos primero reflexionar acerca de qué se ha aprendido de El Libro de Urantia y qué nos motiva a actuar como resultado de ese aprendizaje.
De adquirir el compromiso de divulgar los documentos revelados, es deseable asumir la responsabilidad de desarrollarlo con la misma filosofía que poseía Jesús. Desplegar su teoría y hacer todo lo que se encuentre a nuestro alcance, de lo que Él practicaba:
Era razonable, accesible, práctico y con un correcto sentido común. Era amable y firme de carácter. Poseía una personalidad bien equilibrada. Era inmune a las decepciones e insensible a las persecuciones. Los fracasos aparentes no le afectaban.
Estaba sobrecargado de entusiasmo divino, pero nunca se volvió fanático. Era emocionalmente activo, pero nunca caprichoso. Era imaginativo pero siempre práctico. Se enfrentaba con franqueza a las realidades de la vida, pero nunca era insulso ni prosaico. Era valiente pero nunca temerario; prudente, pero nunca cobarde. Era compasivo pero no sensiblero; excepcional pero no excéntrico. Era piadoso pero no beato. Estaba tan bien equilibrado porque estaba perfectamente unificado.
Jesús no tenía miedo. No era extravagante, errático ni excéntrico. No era caprichoso, antojadizo o histérico. En toda su enseñanza y en todas las cosas que hacía siempre había una discriminación exquisita, asociada a un extraordinario sentido de la corrección. LU 100:7.3-4
La diseminación de El Libro de Urantia no debe ser lenta ni demasiado rápida, sería un acto suicida. Tiene que desarrollarse a un ritmo de crecimiento progresivo y constante. La publicidad no debe ser ni excesiva ni subversiva. Con el tiempo, El Libro de Urantia estará a disposición de miles de personas.
Sería una buena idea establecer un ambicioso macroproyecto coordinado por el conocimiento, la paciencia y la perspicacia de las personas implicadas y la certeza de su proyección. Se trata de presentar los documentos de un modo inteligente, respetuoso, sabio y amoroso.
Sus miembros deben aportar cooperación, ya que eso supone una ventaja mayor que la suma de las actuaciones individuales. Cuando un proyecto es compartido en una dirección común y se tiene sentido de comunidad, se puede llegar a donde deseamos de una manera más fácil y más rápida.
Resumen Esquemático del Proyecto
Documentos revelados: El Libro de Urantia
La organización tiene que introducir valoraciones al conocimiento. Se requiere la introducción de cambios en los convencionalismos y anular los anacrónicos sistemas de persuasión. Casi todos los lectores de El Libro de Urantia aprenden cada día un poco más de la realidad de la vida. En este caso se trata de organizarse.
Preparar el terreno no es ni más ni menos que expertos o educadores aúnen criterios para desarrollar un proyecto base, que llegue a desencadenar una divulgación coherente, y que a su vez estos miembros participen en la formación de grupos de estudio compuestos por nuevos y futuros candidatos a formar parte del movimiento.
Los responsables en la formación de los neófitos serán personas que fomenten la fraternidad entre los seres humanos. De carácter sincero, bondadoso, humilde, comprensivo y dialogante. Que posean una mente con una visión de la realidad que desarrolle intuición, perspicacia, valentía, discernimiento, asesoramiento, culto a Dios y sapiencia.
Con el tiempo, la asimilación en profundidad de los correspondientes Documentos lleva al estudiante a obtener una serie de cualidades para enseñar comentarios que nacen de los textos vivos, adaptados a la conciencia humana que esclarecen los pensamientos mediante la luz de la Verdad.
Creando Escuela:
Hay que tratar aspectos innovadores, desarrollar un método pedagógico para llegar a la psicología espiritual, para poner en práctica todos los elementos físicos mentales y espirituales que el ser humano posee en digna y correcta proporción en su interior.
Crear escuela para aprendices no es tarea fácil, pero tampoco es imposible. Difundir la Verdad y hablar de la Realidad es una labor deseable.
El procedimiento se debe adoptar en función de las circunstancias y de las realidades, tanto culturales e históricas, como sociales y religiosas del lugar y del entorno. Se trata de trasmitir un nuevo pensamiento.
El Método debe consistir en hacer ver LA REALIDAD desde los pilares que la sostienen: la ciencia, la filosofía y la religión. Desde las cosas, los significados y los valores. Desde la razón, la lógica y la fe. Desde el conocimiento, la sabiduría y la verdad.
En principio, hay que instaurar una serie de relaciones amistosas de las que se obtengan diálogos que formen el clima de cordialidad social y la honestidad sincera, necesarios para el intercambiando de temas sobre la vida, la muerte, la espiritualidad, etc., así como de las vicisitudes de la propia persona.
Las preguntas cortas y sencillas hacia la persona en sí sobre la variedad de cuestiones que se puedan desarrollar, ayudan de muy buenas maneras a escudriñar el alma del semejante. También hay que portar una aptitud que ayude a calmar la sed del alma de aquellas personas que necesitan bienestar espiritual. Intentar descubrir el nivel religioso permite conocer las necesidades espirituales del ser humano.
Estos caminos hay que recorrerlos con actitud comprensiva, ejercitando los buenos ejemplos de vida y aplicando altas dosis de paciencia. Con ello se consigue colocar El Libro de Urantia en el umbral de la puerta de la persona candidata a leer su texto.
A partir de esos momentos, se prepara al interesado mediante un manual que le ayude a comprender los nuevos términos a los que va a tener que hacer frente debido a la complejidad del contenido de El Libro de Urantia.
El Manual debe proporcionar un mapa experiencial para la vida, un prototipo para el desarrollo progresivo del carácter y la perspectiva cósmica esencial para vivir la regla de oro desde su nivel de interpretación más elevado.
El manual contiene una serie de explicaciones, definiciones, imágenes y gráficos ilustrados según interpretaciones personales, que van a ayudar al candidato a comprender e interpretar los diversos documentos del libro.
Las explicaciones previas, así como la visión de esquemas proyectan sobre la mente humana nuevas ideas, nuevos pensamientos y nuevas perspectivas que establecerán en el candidato los «cimientos» sobre los que construirá su nuevo destino.
También debe facilitar a los participantes un marco universal para el desarrollo espiritual que satisfaga las aspiraciones intelectuales, morales y espirituales de todos los que lo adoptan, sin tener en cuenta nacionalidad, religión, cultura o raza, debido a la conexión profunda y sincera que inspira con lo divino, de modo que el servicio se convierta en la respuesta instintiva de una perspectiva espiritualmente reverente.
El aprendizaje no tiene que ser traumático ni conflictivo. Tiene que ser algo así como un bálsamo universal para el espíritu que impulsa en los participantes la pasión por el autodesarrollo equilibrado e intencional, con el propósito de convertirse en lo mejor que puedan ser en beneficio de esta generación y de las siguientes.
En definitiva, se trata de educar en una nueva «gramática», en una nueva pronunciación, y en una nueva escritura. Algo así como aprender un nuevo idioma. En el fondo, se intenta desarrollar nuevas capacidades intelectuales, morales y religiosas para poder cultivar la inteligencia universal y obtener una mejor perspectiva cósmica.
Pedagogía
El proceso bien se puede dividir en tres etapas:
Educación: consiste en propiciar nuevos pensamientos. Es una etapa en la que se ponen en práctica una labor de investigación espiritual en la que, mediante cortas exposiciones, se plantean preguntas y se emiten respuestas relacionadas con las inquietudes de los asistentes. Se mantienen relaciones amistosas y se establece un clima de confianza fraterna. Esta preparación da claridad a nuevos pensamientos y a nuevas ideas. De todo el proceso, a lo largo del tiempo nacen nuevos compromisos, que llevarán a los asistentes a formar parte de los grupos de estudio.
La práctica diaria implica trabajo y esfuerzo. Querer desarrollar el plan, poder con esa responsabilidad y comprometerse en elevar la capacidad espiritual. Nada es gratuito.
Hay que aleccionar haciendo ver que nuestras experiencias comienzan en la tierra y continúan a través de un universo multidimensional para concluir en la eternidad. Que a lo largo de esta andadura nuestro único compromiso debería ser el de encontrar y conocer al creador de todas las cosas, al Padre Universal, con el propósito de creer en nuestra semejanza con Él.
Esquema del Proyecto
Los responsables de la captación y formación de los futuros lectores de El Libro de Urantia, serán personas que fomenten la fraternidad entre los seres humanos.
Grupo de estudio: nos transporta a tener conciencia del Padre y requiere desarrollar en justa proporción la capacidad de tres reacciones innatas en la mente cósmica:
Llevar a buen puerto esta misión, o sea, el éxito del plan, implica que no debemos nunca olvidarnos de la dedicación y el esfuerzo diarios. Y aquí me viene a la memoria aquello que me enseñaron hace años:
Si dejas de practicar un día, tú notarás la diferencia.
Si dejas de practicar dos días, lo notarán los que te critican
Si dejas de practicar tres días, lo notarán todos los que te conocen.
Incrementar el desarrollo intelectual - el discernimiento científico - es elevar la calidad de nuestra forma de pensar, a la vez que exploramos nuestras creencias y las de los demás en función de lo que nos revela El Libro de Urantia.
Acrecentar el altruismo y la ética - la conciencia moral - es ennoblecer la disposición, las intenciones y los objetivos, desarrollando madurez emocional. Estos aspectos hacen reconocer y poner atención en aquellos modelos de proceder que no ayudan al crecimiento de una personalidad equilibrada.
Aumentar el concepto religioso - la intuición espiritual - es expandir conceptos de comunión, como son la meditación, la oración y la adoración. Esto ayuda a sincronizarn os con la divinidad del Ajustador residente, aumentando la alegría de vivir y las diversiones honestas.
Enseñanza: se establece para profundizar en la lectura y estudio de El Libro de Urantia en todo su contenido, ya que se trata de ampliar los verdaderos valores espirituales que van a iluminar la evolución y el progreso del ser humano: la psicología espiritual.
Para aumentar los verdaderos valores espirituales, tenemos que tener en cuenta una serie de factores de comportamiento humano. Por ejemplo, la fe. La fe es uno de los pilares de nuestra naturaleza. Poseer una fe viva nos ayuda a obtener una personalidad proporcionada y consciente del Padre.
Otro puede ser la aptitud. Tener la intención de expresar las cualidades de la divinidad y vivir como miembro de la fraternidad espiritual de los hijos de Dios en la tierra es hacer la voluntad del Padre.
La constancia es otro factor. La perseverancia cada vez mayor en el desarrollo de la personalidad. Es progreso individual reflejado en la sociedad mediante la unidad y la cooperación religiosa. Esto ayuda a la coexistencia pacífica y al avance social entre todas las naciones.
Valoración: Ostentar un criterio invariable para valorar los pensamientos, las palabras y las acciones. Esto hace que prospere nuestra alma humana y ayuda a acercarnos al Padre.
Normas: Estas tareas deben ir encaminadas a tratar a todos los seres humanos con la actitud compasiva y comprensiva de un padre sabio y cariñoso, así como saber mantener siempre la cualidad de un estudiante, aún sabiendo que enseñamos a otros.
Acción: Es el compromiso responsable para lograr los objetivos deseados. El propósito de desarrollar la conciencia divina es para estar completamente preparados y, de ese modo, favorecer con nuestros mejores esfuerzos el avance de la civilización. Este es el reto, la responsabilidad y el privilegio de cada generación.
Las experiencias son lo más importante en el progreso y evolución de nuestra vida. Si no somos conscientes de ellas perdemos mucho en el camino. Ellas ayudan al desarrollo del carácter, a la inteligencia universal y a la perspectiva cósmica.
Hay que prestar mucha atención a los actos y a las consecuencias.
En LU 2:7.11 se dice que:
La salud, la cordura y la felicidad son integraciones de la verdad, la belleza y la bondad tal como se encuentran combinadas en la experiencia humana. Estos niveles de vida eficaz llegan a conseguirse mediante la unificación de los sistemas energéticos, los sistemas de las ideas y los sistemas del espíritu.
En el uso diario de nuestros actos nos acompañan los sentidos físicos, la moral y la experiencia religiosa. Los resultados nos aportan lecciones para nuestra ciencia, nuestra filosofía y nuestra religión.
Aquellos que no conocen la realidad se pierden en la ficción, en fantasías y en falsas ilusiones.
Aquellos que la conocen y no la colocan sobre los pilares que la soportan, se engañan y se desvían del camino y aquellos que la viven cimentada sobre la ciencia, la filosofía y la religión que muestra El Libro de Urantia, encuentran la manera más real de relacionarse.
Iluminar la evolución y el progreso humano no es ni más ni menos que adquirir conciencia divina, o sea, ciencia, filosofía y religión en sentido proporcional. El resultado de adquirir estas habilidades es un renovado carácter dentro de la personalidad del ser.
Los seres humanos que logren desarrollar, en el tiempo, todos los propósitos pedagógicos establecidos en el proyecto, tendrán todas las posibilidades de llegar a alcanzar una psicología espiritual y un ejemplo de vida, necesaria para poder continuar la labor de divulgar las enseñanzas de un modo correcto y acertado, con la fe, la fuerza y la voluntad de un verdadero hijo del Padre Universal.
¡Que con nuestra dedicación, paciencia y perseverancia, hagamos posible que llegue sin mucha demora la paternidad de Dios y la fraternidad entre todos los seres humanos!
Agradecimientos: a Moussa Ndiaye (Senegal) y a Sheila Keene (EE.UU.) por algunas de sus ideas tomadas para componer esta presentación.
El XI Encuentro de lectores | Luz y Vida — Núm. 29 — Junio 2012 — Índice | Experiencia y conclusiones del Simposio de Liderazgo |