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El liderazgo en el movimiento Urantia | Luz y Vida — Núm. 29 — Junio 2012 — Índice | Si no soy yo, ¿quién? |
OPORTUNIDAD DE COMPROBAR LA HERMANDAD A NIVEL MUNDIAL DEL MOVIMIENTO SOBRE EL LIBRO DE URANTIA.
«…La persona religiosa sincera tiene conciencia de ser ciudadana del universo y se da cuenta de que se pone en contacto con unas fuentes de poder sobrehumano. Se siente emocionada y estimulada ante la seguridad de pertenecer a una hermandad superior y ennoblecida de hijos de Dios…» (LU 100:6.3)
CONDUCTA, ACTITUD, COMPROMISO DE LOS PARTICIPANTES ANTE LA 5ª REVELACIÓN. CASI TODOS LOS PARTICIPANTES DESARROLLABAN ALGUNA LABOR PARA LA CONTRIBUCION DEL CONOCIMIENTO DEL LIBRO Y SUS ENSEÑANZAS.
«El yo se ha abandonado al impulso misterioso de una motivación que lo abarca todo, que impone una autodisciplina más intensa, disminuye los conflictos emocionales y hace que la vida mortal sea digna de ser vivida…» (LU 100:6.4)
«La religión no es una técnica para conseguir una paz mental estática y feliz; es un impulso destinado a organizar el alma para un servicio dinámico. Es el reclutamiento de la totalidad del yo para el servicio leal de amar a Dios y servir a los hombres…» (LU 100:3.1)
Para mí, el Simposio de Liderazgo de Chicago fue la manifestación más numerosa de almas leales a los objetivos y a los principios de los reveladores. A buen seguro nos observaban con satisfacción, convencidos de que la semilla que sembraron en las primeras décadas del siglo pasado en la ciudad de Chicago estaba dando sus frutos. Pero sería injusto enaltecer este encuentro a nivel mundial y menospreciar cualquier otro tipo de evento relacionado con la 5ª revelación.
No solo hablo de los encuentros nacionales que tienen su importancia, hablo incluso de los grupos de estudio. Me gustaría haceros llegar unas reflexiones respecto a la importancia de los grupos de estudio de El Libro de Urantia.
Escuché en este simposio a alguien decir que los grupos de estudio son al movimiento de Urantia como la familia es a la sociedad. El grupo de estudio es la primera y más básica asociación de seres humanos que se sienten impulsados a compartir un ideal, es la célula que crece y se multiplica.
Pero los que no pertenecen a ningún grupo de estudio se pueden preguntar: ¿Y cuáles son las ventajas de pertenecer a un grupo de estudio en mi zona? Si yo, con mi libro, con su lectura, ya tengo bastante, ¿para qué necesito a nadie más?
En primer lugar, para contestar a esto habría que preguntar al que así piensa: ¿Tú quieres hacer la voluntad del Padre? ¿Tú quieres llegar a ser como Él? Entonces tendrás que desarrollar una de sus cualidades amorosas: COMPARTIR.
«La personalidad divina no es egocéntrica; la distribución de sí misma y el compartir la personalidad caracterizan la individualidad divina con libre albedrío. Las criaturas anhelan asociarse con otras criaturas personales; los Creadores se sienten inducidos a compartir la divinidad con sus hijos del universo; la personalidad del Infinito se revela bajo la forma de Padre Universal, el cual comparte la realidad de su ser y la igualdad de su yo con dos personalidades coordinadas, el Hijo Eterno y el Actor Conjunto.» (LU 10:1.3)
«Los seres morontiales ascendentes aprenden a socializar sus anhelos y ambiciones, que fueran antes puramente egoistas y egocéntricos». LU 44:8.4
Compartir es una virtud o cualidad divina, sin lugar a dudas, y cuando se trata de compartir los conocimientos de la revelación de la Verdad, aunque sea una Verdad parcial, hacen que ese acto sea supremo. Pero no solo por el hecho de compartir sin mas, que ya es positivo de por sí, sino porque en los grupos de estudio, en sus reuniones, todos aprendemos unos de otros. Se estudia el libro en verdad, se analiza, se intercambian opiniones, diferentes puntos de vista, que hacen que nos enriquezcamos con los demás. En mi andadura por el grupo de estudio al que pertenezco, he comprobado en multitud de ocasiones esto que acabo de decir. Por ejemplo: Tenía una idea propia sobre cualquier concepto o frase del libro, y después de oír las distintas intervenciones he cambiado mi forma de ver la idea que tenia preconcebida, o incluso la he comprendido porque no la comprendía bien, o en otros casos la he ampliado.
Esto en cuanto a los beneficios intelectuales, de comprensión del libro, pero no son los únicos, claro que no. A medida que uno va participando en las sesiones del grupo, se va formando una hermosa amistad. Una amistad de personas que comparten la misma Fe, los mismos anhelos, los mismos ideales. Ya dejan de ser lectores para ser amigos; aún más allá, pasan a ser Hermanos en espíritu ¿Y con quién se puede compartir mejor las enseñanzas de la Verdad viviente que con tus propios hermanos?
Pero mantener un grupo de estudio y que se vayan incorporando otros lectores cuando sientan la llamada en su interior, requiere, a mi modo de ver, algunos patrones importantes que tener en cuenta. Un grupo, para que sea próspero y crezca, debe tener una buena cimentación. Los principios por los que se debe regir un grupo de estudio, en mi opinión y bajo mi experiencia, son: seriedad, orden, mínimo de organización y un responsable (coordinador).
Vamos a ver estos cuatro principios:
Seriedad: Los miembros del grupo de estudio deben ser conscientes de que estan llevando a cabo una actividad importante, casi sagrada, diría yo. Pare ello es aconsejable que se tomen un minuto o más después de los saludos de rigor, para comenzar la actividad. Es decir, tiene que haber un momento a partir del cual se diga: A partir de ahora vamos a comenzar con el objetivo de la reunión. Es de alguna forma darle cierto significado «transcendente». Ese minuto de silencio, cada uno lo toma como mejor entiende. Para mí personalmente, es pedirle a la divinidad que me dé inspiración y concentración en lo que va a venir a continuación, para que todos saquemos el máximo provecho. Si se empieza de cualquier manera, si se interrumpe el tema que se está tratando con conversaciones intrascendentes que no tienen nada que ver, se estará perdiendo seriedad y dejando de dar importancia al encuentro en sí.
Orden: Lo anterior enlaza con el orden. Es totalmente aconsejable que en cada reunión se establezca el tema o temas a tratar en la siguiente reunión. Es decir, no debemos reunirnos y decir: «Vamos a hablar de El Libro de Urantia», sin más, pensando «como son tantas las enseñanzas que tiene, ya se nos irá ocurriendo algo». Esto no funciona. Puede ir bien durante alguna reunión, pero está abocado al fracaso. El orden es fundamental en nuestras vidas y en los grupos de estudio también.
Organización: Por otro lado, es importante que, sumado a lo anterior sobre los temas que tratar, alguien sea el que se responsabilice de presentarlo. Voy a tratar de explicar por qué. Si no hay nadie que exponga o presente el documento correspondiente, preparado previamente, y nos limitamos a decir: en la próxima reunión hablaremos del documento X, puede funcionar bien durante bastante tiempo, si es que todos se leen el documento antes, pero la ventaja de que alguien se prepare el documento antes y lo exponga, como mejor sepa, siendo el último recurso leerlo, hace que se vaya fomentando una participación y una implicación cada vez más creciente. Esto debe hacerlo el que quiera y le apetezca, de forma rotativa, pero siempre voluntariamente, (no como una obligación). A1 preparar los temas, el lector no solo escucha o lee, estudia, investiga antes, prepara, diseña. En definitiva: da rienda a su creatividad. Esto hace que vaya siendo más atractivo, aunque a veces no tengas mucho tiempo, pero siempre se da más importancia a lo que más nos cuesta. Como dice un dicho colombiano: Lo que nada nos cuesta volvámoslo fiesta.
Cualquier acto o actividad son importantes e incluso sublimes, por nuestros pensamientos y por nuestra conducta. Somos nosotros los que los hacemos importantes.
Al final de cada reunión se debe acordar la siguiente fecha de reunión, la que venga mejor a la mayoría, y el día de la semana y hora más adecuado para todos. Normalmente esto se hace al principio de la creación del grupo. Es decir, se busca un día (viernes, sábado, domingo), la hora que mejor convenga y la frecuencia. Respecto a esto último yo aconsejo que más vale reunirse una vez al mes y cogerlo con ganas, que no reunirse todas las semanas y terminar «quemados», ya que dejas otros compromisos, reuniones, vida social, etc., y además no daría tiempo a preparar los documentos.
Coordinador: No es un cargo, no es un título, no es un puesto ni mucho menos un empleo: es únicamente un grado de compromiso. Pero esta figura es vital; si no, no hay nadie que se encargue de organizar al principio el grupo, de mandar los correos a la gente para recordarles la próxima reunión, de moderar las reuniones si es necesario, de acordar al final de cada reunión la próxima fecha, los documentos que tratar y quién los va a presentar, así como dar la información de bienvenida a cualquiera que sienta interés por incorporarse al grupo; en definitiva, de mantener al grupo vivo. Si no, el grupo no prosperará.
En este sentido, el Simposio de Liderazgo, (esta a veces malinterpretada palabra), vino a animar a aquellos que, sin complejos, sin falsa modestia, comprometidos porque tienen ausencia de miedo, y que de alguna forma quieren contribuir a la hermosa obra que tiene la Hermandad de hombres y mujeres que han leído El Libro de Urantia y que sienten en lo más profundo de su alma que esa es la Verdad, que ese es el Camino. Muchos de los participantes, de una u otra forma, ya estaban contribuyendo a esta Gran Obra, y también estos se sintieron llamados a dar otro impulso más para el movimiento de la 5ª revelación. Ese fue mi caso, cuando después del Simposio le pedí a Olga información de los lectores por zonas geográficas en España, que en algún momento hubieran contactado con la Asociación, para tratar de incentivar la formación de grupos de estudio, y su respuesta fue ofrecerme, no un cargo, no un titulo, sino un grado mayor de compromiso, como responsable para los grupos de estudio del país. Y aquí estoy para ayudar a todos aquellos que quieran comenzar esta fascinante aventura de pertenecer a un grupo de estudio.
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