© 1996 François Dupont
© 1996 Association Francophone des Lecteurs du Livre d'Urantia
Concepción artística del Universo Maestro | Le Lien Urantien — Número 2 — Otoño 1996 | Reunión de traductores del Libro de URANTIA organizada por la Fundación UrANTIA en PARÍS en abril de 1996 |
Del 9 al 12 de agosto de 1996 tuvo lugar en Nasville-Tennessee (EE.UU.) la 3ª conferencia de la I.U.A. Allí se reunieron asociaciones nacionales de diferentes estados.
Una sesión de planificación estratégica la precedió el 8 de agosto, encabezada por representantes de las distintas delegaciones nacionales. En cuestión: la definición de objetivos y el desarrollo de un plan encaminado a la difusión y promoción del Libro Urantia durante los próximos 5 a 10 años.
Estos dos eventos tuvieron lugar en el campus de la Universidad de Vanderbilt, un lugar propicio tanto para contactos cálidos como para meditaciones más personales.
Bajo el título “En el camino hacia el servicio” se desplegó un tríptico Consagración-Integración-Transformación, que formó la base de la conferencia.
Tras las comunicaciones prácticas, la mañana comenzó con el estudio sucesivo de una de las partes del tríptico.
Por la tarde se formaron pequeños grupos para desarrollar en profundidad el tema presentado anteriormente.
Sin embargo, se han introducido dos nuevas posibilidades:
El 9 de agosto, Michäel Hanian (Rusia) inauguró la Conferencia de Estudio desarrollando el primer tema, dedicado a la Consagración.
El Padre Universal no impone nunca ninguna forma de reconocimiento arbitrario, de adoración formal, ni de servicio servil a las criaturas volitivas inteligentes de los universos. Los habitantes evolutivos de los mundos del tiempo y del espacio deben reconocerlo, amarlo y adorarlo voluntariamente —en su propio corazón— por sí mismos. El Creador se niega a coaccionar el libre albedrío espiritual de sus criaturas materiales o forzarlas a que se sometan. La dedicación afectuosa de la voluntad humana a hacer la voluntad del Padre es el regalo más selecto que el hombre puede hacerle a Dios; de hecho, una consagración así de la voluntad de la criatura constituye el único obsequio posible de verdadero valor que el hombre puede hacerle al Padre Paradisiaco. En Dios, el hombre vive, se mueve y tiene su existencia{5}; no hay nada que el hombre pueda darle a Dios, salvo esta elección de someterse a la voluntad del Padre, y estas decisiones, efectuadas por las criaturas volitivas inteligentes de los universos, constituyen la realidad de esa verdadera adoración que tanto satisface la naturaleza del Padre Creador, dominada por el amor. (LU 1:1.2)
Destacó el vínculo entre la curiosidad intelectual y la profundidad del contenido que surge del enfoque del Libro Urantia. El resultado de sus dos investigaciones conduce a una nueva percepción de Dios, del Hombre y de la Vida.
Para lograrlo, sería deseable que la voluntad individual pudiera apoyarse en diversos procesos de reflexión e investigación. El lector podría encontrar allí un viático hecho de confianza y, por lo tanto, tendría libertad para dedicarle sus cualidades de inteligencia, corazón y fuerza de alma. Estos pasos necesariamente coincidirán con la voluntad del Padre Universal, pero no sucederán sin un constante “refinamiento”. Dios creó el Supremo. A través de una voluntad reorientada, el Hombre puede contribuir a su evolución, puede acelerarla hacia la plenitud final del Supremo.
El 10 de agosto, Nienke Begemann (Países Bajos) continuó la segunda mañana sobre el segundo tema, el de la Integración.
Se trata de armonizar los tres niveles de la realidad finita de nuestra personalidad: el físico, el mental y el espiritual. Al permitir que el Ajustador Divino y el Espíritu de la Verdad iluminen nuestro pensamiento y estructuren nuestra alma, facilitamos la aparición de sucesivas mutaciones en nuestro sistema de pensamiento.
El 11 de agosto, Neill Francey (Australia) cerró la última parte del tríptico evocando el tema de la Transformación.
Esto se hará de forma lenta o abrupta, caso por caso, dependiendo de los individuos y personalidades encontrados, siendo el objetivo final, a largo plazo, el logro de la perfección.
Mientras tanto, estas transformaciones, grandes o pequeñas, espectaculares o modestas, preparan nuestra personalidad para posibilidades hasta ahora inimaginables. De estas nuevas aperturas surgirán ahora nuestras opciones intelectuales, morales y espirituales.
Atravesaremos así las sucesivas espirales de la evolución humana.
Se fortalecerá nuestra comprensión de la ciudadanía cósmica, así como nuestro diálogo con Dios Padre. En cuanto a los soportes o vehículos de estas transformaciones, los encontraremos en la vida y enseñanzas de Jesús que incluyen, entre otros: humildad, comunión, meditación, perdón, fraternidad internacional y social, expectativa confiada, etc.
En los universos, Dios Padre es, en potencia, el supercontrolador de la materia, la mente y el espíritu. Dios sólo trata directamente con las personalidades de su inmensa creación de criaturas volitivas por medio de su extenso circuito de personalidad, pero (fuera del Paraíso) sólo se puede contactar con él en las presencias de sus entidades fragmentadas, la voluntad de Dios fuera en los universos. Este espíritu paradisiaco, que reside en la mente de los mortales del tiempo y fomenta allí la evolución del alma inmortal de las criaturas supervivientes, tiene la naturaleza y la divinidad del Padre Universal. Pero la mente de estas criaturas evolutivas tiene su origen en los universos locales, y debe conseguir la perfección divina llevando a cabo aquellas transformaciones experienciales de alcance espiritual que se producen inevitablemente cuando la criatura elige hacer la voluntad del Padre que está en los cielos. (LU 1:3.6)
Francois Dupont
1 de septiembre de 1996 — BRUSELAS
Concepción artística del Universo Maestro | Le Lien Urantien — Número 2 — Otoño 1996 | Reunión de traductores del Libro de URANTIA organizada por la Fundación UrANTIA en PARÍS en abril de 1996 |