© 2019 Gaétan Charland
© 2019 Fundación Urantia
Decisiones destacadas de la reunión de julio de la Junta de Fideicomisarios - 2019 | Volumen 13, Número 3, Oct. 2019 — Índice | La II Conferencia Europea de la AUI en Tallin |
De Gaétan Charland, fideicomisario asociado, Quebec (Canadá)
Cuando encontré El libro de Urantia en 1979 me mostraron una versión en francés de la cuarta parte del libro, «La vida y las enseñanzas de Jesús». Por aquel entonces no estaba interesado en leer la historia de la vida de Jesús, pues ya había leído esa historia en la Biblia; eran las otras partes del libro las que me interesaban.
Sin que yo lo supiera en ese momento, la versión francesa de El libro de Urantia no estaba disponible debido a algunos problemas con la impresión. Por suerte, como el inglés es mi segundo idioma pude leer la versión original.
Me llevó un año y medio completar la primera lectura. En 1987 asistí a mi primer grupo de estudio, en el que el anfitrión estaba leyendo el texto en inglés. No fue hasta 1999, cuando creé mi propio grupo de estudio, cuando entré en contacto con la traducción al francés de El libro de Urantia, pues los demás lectores del grupo la estaban leyendo.
Me sentí un poco desconcertado, porque algunas de las palabras en la versión francesa no transmitían el significado correcto del inglés. Por ejemplo, la pensée era la traducción de «the mind» (la mente), cuando le mental hubiera sido una mejor opción. Curiosamente esta palabra (junta con muchas otras palabras y expresiones) no molestaba a los demás lectores del grupo, pues no habían leído el libro en inglés.
Por suerte la traducción al francés se ha revisado dos veces desde su publicación en 1962. El trabajo de la primera revisión comenzó en 1978 y terminó en 1994. La segunda revisión comenzó en 2012 y se publicó en 2014.
Cuando se publicó la última revisión, los miembros de mi grupo de estudio y yo la comparamos con la versión anterior y con el original en inglés. Recuerdo a un lector que estaba profundamente apegado a su primer libro y que esperó unos años antes de cambiar a la nueva revisión. Como anfitrión del grupo de estudio, nunca lo presioné para que adquiriera la nueva revisión, pero a través del estudio y de las comparaciones con el texto original finalmente hizo la transición. Cuando le pregunté por qué, dijo que la nueva versión tenía más sentido y permitía comprender mejor el significado de los conceptos espirituales, filosóficos y religiosos.
Me di cuenta de que el apego sentimental que tenemos a nuestro primer Libro de Urantia puede convertirse en un obstáculo en el deseo de aumentar la consciencia cósmica y ensalzar la percepción espiritual. Esa meta puede verse eclipsada por la falta de comprensión si palabras como por ejemplo Ajustador del Pensamiento, fusión y otras no tienen el mismo significado que las palabras originales. Siempre hay lugar para mejorar en los esfuerzos humanos de traducir un libro con tal inmensidad de enseñanzas y conceptos profundos. Estos obstáculos en la traducción, si bien son inevitables, son la razón principal para que haya un proceso de revisión.
Después de conocer la manera en que la Fundación Urantia lleva a cabo las traducciones y las revisiones tengo el mayor de los respetos por esos trabajadores amorosos e incansables que dedican un buena parte de su tiempo a hacer que El libro de Urantia esté disponible para personas de otros idiomas y otras culturas.
Me asombra la cantidad de lectores y de tiempo medido en años que se ha dedicado a la última revisión del texto en español. En mi opinión el control de calidad y los esfuerzos realizados en esta revisión sobrepasan en mucho todos los procesos de revisión que la Fundación Urantia ha realizado hasta la fecha. Ninguna persona por sí sola puede lograr esta calidad de trabajo; el trabajo en equipo es esencial en el proceso de traducir y revisar.
Los reveladores de El libro de Urantia lo explican mejor de lo que pueda hacerlo yo, así que me tomo la libertad de compartir con ustedes este pasaje del Prólogo:
EN LA MENTE de los mortales de Urantia — éste es el nombre de vuestro mundo — existe una gran confusión en cuanto al significado de palabras tales como Dios, divinidad y deidad. Los seres humanos se sienten aún más confundidos e inseguros con respecto a las relaciones entre las personalidades divinas designadas con estos numerosos apelativos. Debido a esta pobreza conceptual acompañada de tanta confusión de ideas, se me ha encargado formular esta exposición preliminar para explicar los significados que deberán atribuirse a ciertos símbolos verbales que se van a utilizar más adelante en estos documentos, que el cuerpo de reveladores de la verdad, de Orvonton, ha sido autorizado a traducir al idioma inglés de Urantia. LU 0:0.1
En primer lugar, ¿podemos tomarnos un momento para apreciar el trabajo de los traductores celestiales? Ahora imaginen el trabajo que conlleva traducir el texto del inglés a otro idioma, la dificultad de encontrar las palabras correctas, de expresar el significado correcto de un concepto espiritual difícil, las largas horas que se pasan revisando, consultando con otros y orando para conseguir esclarecimiento cuando hay dudas.
Seamos agradecidos y apreciemos a esas almas amorosas que han dedicado gran parte de su tiempo a hacer que la revelación sea accesible para nosotros en el idioma que hablamos. Dejemos que nuestra lectura esté guiada por el Espíritu de la Verdad y el amor del Padre.
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