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© 2019 Fundación Urantia
Grupos de estudio y traducciones | Volumen 13, Número 3, Oct. 2019 — Índice | En recuerdo de Mark Bloomfield |
De Sebastián Nozzi, coordinador continental europeo (Alemania); Karmo Kalda, presidente de la conferencia (Estonia); y Peep Sõber, traductor (Estonia)
Nota de la redacción: la segunda Conferencia Urantia Europea (sin contar la conferencia internacional mundial que se celebró en Ámsterdam en 2018) tuvo lugar del 11 al 14 de julio en el hotel Tallink City de Tallin (Estonia), estuvo patrocinada por la Asociación Urantia Internacional (AUI), la Fundación Urantia y Truthbook, y organizada por la Asociación Urantia de Estonia. En este artículo tres lectores estrechamente vinculados a la conferencia comparten sus pensamientos sobre lo que hizo que la conferencia fuera un éxito.
El pasado julio tuvo lugar la segunda conferencia europea de la AUI en Tallin (Estonia), que dio la bienvenida a 87 lectores procedentes de 15 países. Las charlas y las actividades en grupo se tradujeron a cinco idiomas: estonio, finés, francés, lituano y español.
La conferencia fue un gran éxito y recibió reacciones positivas de participantes y conferenciantes por igual. Marca también un hito importante en la historia de los eventos europeos.
Se enciende la chispa: la primera conferencia europea patrocinada por la AUI tuvo lugar en Budapest (Hungría) en 2016. Tuvo éxito y atrajo a visitantes de otros lugares del mundo, en particular de Norteamérica. En verdad se percibió como una conferencia internacional. Sirvió para infundir energía a los europeos y nos animó a organizar conferencias europeas con regularidad en el futuro.
A finales de 2017 muchos líderes europeos se reunieron para hacer planes para la siguiente conferencia europea. Se propusieron muchas ciudades pero la mayoría carecía de una organización local que tuviera el potencial de llevar a término la idea. Yo estaba presente cuando Karmo Kalda, en representación de la asociación estonia, dio un paso adelante y dijo: «nosotros podemos organizar la próxima conferencia europea». Esto me causó una impresión tal que voté por el proyecto.
Hecha en Europa: la conferencia de Tallin fue una colaboración entre personas de diferentes asociaciones. Jaap Terra, el organizador principal de la conferencia de Ámsterdam de 2018, ofreció su ayuda y su experiencia a Karmo. Los holandeses actuaron como capacitadores y ayudaron a establecer el terreno para comenzar el trabajo.
Igualmente positiva fue la colaboración natural entre las asociaciones estonia y finlandesa. Risto Mäntynen, el presidente de la asociación finlandesa, participó en aspectos clave como por ejemplo el diseño del logo y de la web, el programa, la elección de los conferenciantes, etc. Los finlandeses también se responsabilizaron de organizar la posconferencia.
La presidenta del comité Urantia Young Adults International, que es holandesa, organizó la preconferencia. Yo no asistí, pero cuando me reuní con el grupo que asistió muchos informaron sobre eventos y momentos que transformaron su vida.
Y finalmente el presidente de conferencias de la AUI, Antonio Schefer, se aseguró de la buena marcha del proceso, guio la organización y tuvo cuidado de muchos otros aspectos relacionados con la conferencia.
En su mayor parte este evento fue «hecho en Europa», pero con toda justicia debería decir que no habría sido posible y solo la mitad de divertido sin el apoyo de las organizaciones internacionales patrocinadoras (como la AUI y la Fundación Urantia) y sin la ayuda, apoyo, participación y presencia de nuestros hermanos y hermanas internacionales.
El efecto Tallin: el tema de la conferencia fue «la siembra de semillas». El tema es lo bastante genérico para que se presentaran diferentes puntos de vista sobre él (como así fue cuando se veía el programa). También es algo que el movimiento en Europa necesita desesperadamente para crecer. Realmente esta cuestión provoca la reflexión: ¿cómo sembrar semillas en Europa?
La conferencia de Tallin fue un buen ejemplo de «siembra de semillas». Muestra que un equipo pequeño pero entregado puede sembrar semillas y hacer que una idea se convierta en un evento real. Con tiempo, paciencia, dedicación, planificación y puesta en marcha, lo que comienza como una idea (la semilla) puede crecer en una visión que finalmente se materializa en la realidad.
Pero por muy impresionante que sea el trabajo hecho por el equipo estonio, no es lo que llamo el «efecto Tallin». Surgieron muchas cosas maravillosas durante y después de esta conferencia. Hay muchas historias y cada una es tan única como las personas involucradas en ellas. Se reunieron viejos amigos, se formaron nuevas amistades, hubo personas que se sintieron inspiradas y recibimos nuevas energías y entusiasmo para comenzar nuevos proyectos o para resucitar proyectos abandonados. Mantener la llama viva en nuestro corazón y hacer algo positivo con ella: eso es lo que llamo el «efecto Tallin».
Conclusión: la conferencia de Tallin marcó un hito importante en la historia del movimiento Urantia en Europa. Este nivel de éxito y cooperación muestra que, a pesar de nuestros retos, nos estamos moviendo en la dirección correcta hacia un movimiento Urantia europeo más dinámico, integrado y sinérgico.
Mi agradecimiento a todos los que dieron servicio para hacerlo posible.
Las personas que han organizados eventos como nuestra conferencia suelen decir que se necesita mucho trabajo y resolver problemas. Sí, hubo problemas y dificultades, pero no en la etapa de los conceptos. Después de la reunión de 2017 en Sitges (Cataluña), Antonio Schefer me pidió que preparara una visión general de nuestro enfoque de la conferencia, y tenía en mente la imagen completa de lo que debería ser. Cuando se lo presenté a otros lectores estonios no tenían nada más que añadir. No creo que se me ocurrieran esos conceptos a mí solo. Alguien (quizá los ángeles) debió ponerlos en mi mente.
Actitud: creo que todo empieza con la actitud. El deber que hemos tomado no debe verse tanto como un deber sino como una oportunidad de hacer algo mejor en este mundo, y esa es la actitud que hemos de llevar al proyecto. Cuando tuvimos nuestra primera reunión preparatoria con el equipo organizador estonio resalté que las personas que fueran a Tallin no serían simplemente asistentes a la conferencia, sino también hermanos y hermanas que deben sentir que están en buenas manos. Debíamos vernos como una mamá gallina que cobija a los polluelos bajo sus alas.
Aspectos culturales: siempre que hablo con alguien que ha asistido a una conferencia no suelen recordar los temas de las presentaciones pero sí recuerdan a la gente, las emociones y la alegría. No siempre tenemos tiempo para llegar antes o quedarnos después para conocer la ciudad o el país que estamos visitando, de modo que durante la conferencia ofrecimos la oportunidad de hacer una visita y pasar tiempo conociéndonos.
Finanzas: dicho de manera sencilla, el presupuesto debe estar siempre equilibrado o en superávit.
Agradecimientos: ¡gracias, Antonio, por confiar en nosotros! ¡Gracias a todos los presentadores! ¡Gracias a los que asistieron! ¡Y gracias a todos los que nos apoyaron de muchas maneras!
A primeros de los 70 algunos lectores finlandeses desconocidos donaron un libro al líder de un grupo espiritualista del que yo era miembro. Traer ese tipo de libro (un libro religioso) cruzando la frontera soviética hasta Tallin podría haber sido delito, pero los finlandeses tuvieron suerte porque los guardias de la frontera no vieron el libro. Estos lectores no conocían a nuestro líder pero de alguna manera habían conseguido su dirección particular y plantaron una semilla en el terreno correcto.
La gente de aquel entonces tenía más hambre espiritual de la que tienen ahora que viven en un país libre. No obstante, después de haber traducido todo el libro para poderlo leer, yo fui el único que apreció su gran valor. Pero a veces incluso un hombre en el momento y lugar adecuados basta para comenzar el proceso de crecimiento hacia la siguiente etapa. Durante los preparativos de esta conferencia me quedé asombrado en la manera en que una pequeña semilla plantada hace unos 50 años pudo movilizar a la gente para venir aquí desde tantos países para asistir a una conferencia.
Hay pocos lectores aquí, y nuestra asociación local es pequeña si la comparamos con otras, así que queríamos que el concepto de nuestra conferencia fuera práctico: crecimiento interior cualitativo y crecimiento exterior cuantitativo. Queríamos saber cómo nuestros hermanos y hermanas habían conseguido lo que tenían y compartir con todos lo que habíamos hecho.
¿Podemos crecer a partir del estado actual de las dos maneras? Sí, pero una cosa es obvia: la nueva calidad puede surgir de nuestro mundo interior, y para acelerar este proceso necesitamos relaciones: con Dios a través del espíritu interior (dirección vertical) y con otros lectores (dirección horizontal). Por lo tanto las conferencias son una necesidad básica.
Una vez en Chicago en una conferencia internacional insistí a mi compañero alemán de habitación sobre lo extraño que era que los lectores europeos solo pudieran reunirse en América. Ahora esto ha cambiado y esperamos que la práctica de celebrar conferencias europeas continúe.
Para muchos lectores europeos fue su primera vez en una conferencia, y solo puedo imaginar lo inspirador que fue para ellos.
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