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Tomás de Aquino y algunas especulaciones sobre el origen de El libro de Urantia | Journal — Mayo 2024 — Índice | Cómo afrontar los conflictos en la vida espiritual |
James Woodward, EE.UU.
An Experiential Exploration of Relaxation, Meditation, Prayer, and Worship and Its Benefits to Soul, Heart, Mind, and Body
Definiciones
Aunque puede ser prematuro pronosticar una amplia aceptación de El libro de Urantia, está aumentando claramente su visibilidad debido a décadas de sabios esfuerzos de difusión y, por supuesto, a Internet. La primera página del Prólogo, sin embargo, contiene cuatro afirmaciones que llaman la atención sobre el grave problema de la confusión en Urantia. Se nos notifica (y advierte) que el progreso en nuestro mundo dependerá de la evolución de la sabiduría y la revelación humanas. Nuestra propia comunidad de lectores/creyentes también está confundida acerca de ciertos términos y definiciones que se encuentran en las enseñanzas. Debemos resolver esta confusión entre los devotos de El libro de Urantia mientras seguimos llevando los mensajes avanzados a la corriente principal. Con este espíritu, propongo mi teoría personal: la morontia es similar a la supermoralidad.
Las criaturas mortales en evolución experimentan un ansia irresistible por simbolizar sus conceptos finitos de Dios. La consciencia del hombre del deber moral y su idealismo espiritual representan un nivel de valores —una realidad experiencial— que es difícil de simbolizar. LU 0:2.1 [todas las negritas son énfasis del autor]
Se nos ofrece aquí un primer indicio de las grandes novedades que los autores desarrollarán a lo largo del libro. Debido a su dificultad para utilizar el lenguaje humano, inventan una nueva palabra-símbolo para describir ese nivel de valor: morontia, una realidad no revelada anteriormente que enlaza «los niveles material y espiritual de existencia de las criaturas». (LU 48:1.1)
El término morontia y sus diversas formas se utilizan mucho en el libro. A pesar de más de 800 referencias y muchas revelaciones detalladas, parte de nuestra comprensión sigue siendo confusa, e incluso se ha malinterpretado su significado. Respetados maestros de El libro de Urantia han emitido opiniones sagaces, basadas sobre todo en la etimología. Dado que la palabra transmite un doble significado, la falta de consenso es comprensible. Pero los reveladores, como siempre, son claros en lo que pretenden; presentan significados definitivos en contexto, repartidos en muchos documentos y páginas.
Una nota preliminar: hay significado en nuestra etimología de morontia, pero no deberíamos intentar definir este término complejo únicamente a partir del origen/significado de las palabras humanas, pues eso da lugar a una comprensión monocular. Se nos recuerda que la actualización a la mente morontial aporta una perspectiva estereoscópica: «La mota es más que una filosofía superior; es con respecto a la filosofía lo que dos ojos con respecto a uno. Tiene un efecto estereoscópico sobre los significados y los valores» (LU 48:6.28). El significado estereoscópico de morontia se revela plenamente a través de la etimología y el contexto de revelación. El lenguaje es importante. Las asombrosas revelaciones de El libro de Urantia no pudieron darse hasta que el intelecto humano se hizo cósmicamente enseñable. Y entonces, para impartir verdades avanzadas, se seleccionaron cuidadosamente palabras humanas, algunas redefinidas y otras nuevas inventadas. Crecemos intelectual y espiritualmente adoptando el uso del lenguaje y los significados del narrador, en especial cuando entretejen terminología acuñada con nuestras mejores palabras para iluminarnos.
La mayoría de las referencias morontiales se refieren a realidades semifísicas, pero se trata de un símbolo verbal polifacético; como un cristal pulido, revela colores vibrantes cuando lo contemplamos. En cuanto a la mente y el alma del hombre, no puede pasarse por alto el vínculo entre la moralidad y la morontia. Sean testigos de la magnitud cósmica del nacimiento del alma, una nueva realidad personal y el bautismo en la vida morontial, desencadenado por nuestra primera elección moral. La moral y la moralidad (y la morontia) están entretejidas en enseñanzas muy significativas: «El alma del hombre no puede existir sin pensamiento moral y sin actividad espiritual» (LU 133:6.5). Se nos enseña que el alma es una realidad morontial y esta es una conexión clara con la moralidad. Nuestra carrera morontial está dedicada a adquirir sabiduría: «y puesto que la sabiduría es un superconocimiento» (LU 160:2.7), y mota es «sensibilidad superfilosófica» (LU 102:3.2), esto sugiere la supermoralidad: la esencia de la enseñanza cósmica del hecho, el significado y el valor; la verdad, la belleza y la bondad, etc. Esta tesis propone que morontia, cuando no se refiere a realidades semifísicas, denota supermoralidad (palabra mía), sinónimo de posmoral, una interesante «palabra única» que visitaremos.
La supermoralidad puede estar asociada a la mota en el sentido estereoscópico y superaditivo de combinar elementos (superconocimiento y superfilosofía) para lograr resultados no predecibles. Tal vez por eso un arcángel nos informa: «Los planos más bajos de la mota de la morontia se unen directamente con los niveles más altos de la filosofía humana» (LU 48:7.1). Sin embargo, al autor no se le permitió compartir «la mota completa», sino solo los paralelismos humanos; no «los niveles más altos de la visión interior cósmica y la mota de la morontia» (LU 48:7.31). Solo la experiencia de la muerte puede prepararnos plenamente para algunas cosas.
Un análisis de morontia por etimología conecta el «mor» con moral (como hace claramente el libro); el «ont» puede estar conectado con ontología o ser/existencia. La «ia» o «tia» crea un sustantivo, que puede ser una persona, un lugar, una cosa o una idea, pero en la nomenclatura de El libro de Urantia nuestra tarea se complica porque el sufijo también se usa para una realidad recién revelada. La etimología nos lleva a la ensalada de palabras, incluso sostiene ilusiones como vincular morontia con imbécil, pero el contexto a lo largo del texto da el significado cósmico que nuestros maestros desean transmitir. Nuestra comprensión de la morontia debe ser forzosamente que describe tanto una realidad semimaterial avanzada como una sensibilidad avanzada en el ámbito de nuestra mente (por ejemplo, superfilosófica, véase LU 102:3.2). Se nos informa de cuerpos y estructuras morontiales en mundos de la próxima vida, así como de un nivel progresivo de la mente que nos envuelve plenamente después de Urantia. También se nos informa de que la mente morontial (el pensamiento por encima del nivel humano) puede alcanzarse durante nuestra primera vida, que de hecho nos convertimos en «recién nacidos morontiales» con nuestra primera elección moral. El grado de diferencia de realidad entre lo material y lo morontial podría compararse con, digamos, las larvas y las mariposas.
Moralidad y morontia
Los vínculos más directos entre moral y morontia son:
La voluntad moral contiene en sí decisiones basadas en el conocimiento razonado, acrecentadas por la sabiduría y sancionadas por la fe religiosa. Estas elecciones son actos de naturaleza moral y prueban la existencia de la personalidad moral, la precursora de la personalidad de la morontia y finalmente del verdadero estatus de espíritu. LU 101:6.3
La moralidad es el terreno preexistente esencial de la consciencia personal de Dios, de la comprensión personal de la presencia interior del Ajustador, pero esa moralidad no es la fuente de la experiencia religiosa ni de la visión interior espiritual resultante. La naturaleza moral es supranimal pero subespiritual. La moralidad equivale a reconocer el deber, a comprender la existencia del bien y el mal. La zona moral está a medio camino entre el tipo animal y el tipo humano de mente, igual que la morontia existe entre la esfera material y la espiritual de logro de la personalidad. LU 196:3.25
Estas afirmaciones son muy concisas; la etimología puede ser interpretativa, pero el contexto expone el caso con claridad. He aquí otro vínculo entre moral y morontia:
Y finalmente, culminar todos estos procedimientos de multisocialización con una mejora concurrente de la visión interior espiritual en lo que concierne al aumento de todos los aspectos de la dotación personal mediante acciones en grupo de vinculación espiritual y coordinación en la morontia. Cuando dos criaturas morales se asocian, no se limitan a duplicar intelectual, social y espiritualmente sus potenciales personales de consecución en el universo, sino que casi cuadriplican sus posibilidades de logro y realización. LU 43:8.11
Uno de los grandes conceptos de la quinta revelación es la visión interior espiritual, la inestimable técnica mediante la cual percibimos los supersignificados y los supervalores. A veces nuestros maestros utilizan la técnica de «definir con guiones». Esta referencia define la visión interior espiritual con guiones, iluminando aún más el profundo significado de la moral.
La evaluación moral con significado religioso —la visión interior espiritual— implica que el individuo elige entre el bien y el mal, entre la verdad y el error, entre lo material y lo espiritual, entre lo humano y lo divino, entre el tiempo y la eternidad. LU 196:3.17
El discernimiento moral personal en cuanto a los ideales espirituales no solo desencadena el nacimiento de nuestra alma morontial, sino que, según la cita anterior, también puede elevarnos a la divinidad y a la eternidad.
He aquí otra enseñanza en la que los reveladores amplían las definiciones para incluir el pensamiento moral, la existencia morontial y la función supermortal en los mundos posteriores a Urantia. La cita anterior ya afirma que nuestra naturaleza moral es superanimal. Continúan estableciendo el vínculo entre moral y morontia:
Debéis comprender que la vida en la morontia de un mortal ascendente empieza realmente en los mundos habitados con la concepción del alma, en el momento en que la mente de criatura con estatus moral es habitada por el Ajustador de espíritu. A partir de ese momento el alma del mortal adquiere la capacidad potencial de actuar a nivel supramortal, incluso de ser reconocida en los niveles más altos de las esferas de la morontia del universo local. LU 48:6.2
Las siguientes citas establecen aún más la conexión entre moralidad y morontia:
La religión verdadera es ese convencimiento sublime y profundo del interior del alma que amonesta imperiosamente al hombre contra el error de no creer en las realidades morontiales que constituyen sus conceptos éticos y morales más elevados, su interpretación más alta de los mayores valores de la vida y de las realidades más profundas del universo. Una religión así es simplemente la experiencia de entregar la lealtad intelectual a los dictados más altos de la consciencia espiritual. LU 101:9.3
La consciencia moral no es más que un nombre para designar el reconocimiento y la percepción por parte del hombre de aquellos valores éticos y morontiales emergentes que tiene el deber de acatar en el control y la orientación de su conducta diaria. LU 101:9.5
La fe se convierte en la conexión entre la consciencia moral y el concepto espiritual de la realidad imperecedera. La religión se convierte en la vía de escape del hombre de las limitaciones materiales del mundo temporal y natural hacia las realidades supernas del mundo eterno y espiritual por medio y a través del proceso de salvación, la transformación progresiva en la morontia. LU 101:9.9
Los reveladores llaman hábilmente nuestra atención sobre la conexión
moral/morontial con dos pasajes muy alejados entre sí, con lo que enfatizan la necesidad de estudiar toda la revelación. Utilizan un término humano popular para que podamos comprender mejor la raíz de su nueva palabra:
Puedo informaros de que en Uversa enseñamos cuarenta y ocho razones para permitir que el mal siga el curso pleno de su propia ruina moral y extinción espiritual. LU 54:5.14
La muerte espiritual (la del alma). Cuando un hombre mortal rechaza la supervivencia, y lo hace de forma definitiva, es declarado insolvente espiritual y en quiebra morontial… los regidores de Orvonton ordenan la liberación inmediata de su Monitor interior. LU 112:3.2
La astuta yuxtaposición es intencionada. Están familiarizados con nuestro lenguaje y se amplía una enseñanza clave: ¡la moralidad (morontia) es fundamental tanto para el nacimiento como para la muerte del alma!
He aquí una interesante «palabra única», un único uso en el texto. Aunque la morontia no se menciona específicamente, puede inferirse, vinculada a una definición ilustrada de religión:
La religión no se fundamenta en los hechos de la ciencia, las obligaciones de la sociedad, las suposiciones de la filosofía ni los deberes implícitos de la moralidad. La religión es un campo independiente de respuesta humana a las situaciones de la vida y se pone de manifiesto indefectiblemente en todas las etapas del desarrollo humano que son posmorales. LU 5:5.2
El estado morontial es posmoral. La rectitud, la ética, la virtud y la moralidad están todas relacionadas en las enseñanzas de El libro de Urantia, aunque no indistintamente. Pero he aquí un ejemplo que apoya esta noción:
La coordinación de ideas-decisiones, ideales lógicos y verdad divina constituye la posesión de un carácter recto, condición indispensable para la admisión del mortal a las realidades en expansión permanente y cada vez más espirituales de los mundos de la morontia. LU 101:6.7
El siguiente pasaje clave redobla la importancia fundacional de la moralidad, un nivel de realidad descrito como deber, junto con las otras dos intuiciones cósmicas innatas de causalidad y adoración:
La inteligencia por sí sola no puede explicar la naturaleza moral. La moralidad, la virtud, es propia de la personalidad humana. La intuición moral, la comprensión del deber, es un componente de la dotación humana de mente y está asociada a los otros elementos inalienables de la naturaleza humana: la curiosidad científica y la visión interior espiritual. La capacidad mental del hombre trasciende con mucho la de sus primos animales, pero es su naturaleza moral y religiosa la que lo distingue especialmente del mundo animal. LU 16:7.1
Los siguientes pasajes sugieren que la revelación más reciente «amplía infaliblemente» las obligaciones morales de las revelaciones anteriores (el nuevo concepto de morontia no es simplemente moralidad ampliada), sino que se califica de moralidad cósmica. Además, el Supremo se añade a la mezcla de moralidad:
Aceptar la ciudadanía cósmica con alegría. Reconocer honradamente vuestras obligaciones progresivas hacia el Ser Supremo, ser conscientes de la mutua dependencia entre el hombre evolutivo y la evolución de la Deidad. Aquí radica el nacimiento de la moralidad cósmica y la comprensión inicial del deber universal. LU 110:3.10
Ninguna supuesta revelación religiosa se puede considerar auténtica si no reconoce las exigencias de obligación ética creadas y fomentadas por las religiones evolutivas precedentes. La revelación amplía infaliblemente el horizonte ético de la religión evolucionada al tiempo que expande infaliblemente las obligaciones morales de todas las revelaciones anteriores. LU 101:9.1
La relación temporal del hombre con el Supremo es el fundamento de la moralidad cósmica, la sensibilidad universal al deber y su aceptación. Es una moralidad que trasciende al sentido temporal del bien y el mal relativos; es una moralidad basada directamente en la apreciación por parte de la criatura autoconsciente de una obligación experiencial hacia la Deidad experiencial. LU 117:4.8
La moralidad humana puede reconocer valores, pero solo la religión puede conservar, exaltar y espiritualizar esos valores. Con todo, la religión es algo más que moralidad hecha emoción. La religión es a la moralidad lo que el amor al deber, lo que la filiación a la servidumbre, lo que la esencia a la sustancia. LU 102:5.3
He aquí más sobre la conexión, quizá la síntesis, de la moralidad y nuestra relación con el Ajustador residente (Padre), la mente cósmica otorgada por la Madre y el carácter moral del Hijo Creador:
La evolución moral no depende exclusivamente de la revelación. El hombre puede extraer conceptos morales elevados de su propia experiencia. El hombre puede incluso hacer evolucionar valores espirituales y derivar visión interior cósmica de su experiencia personal de vida porque un espíritu divino mora en su interior. LU 95:3.2
La evolución material os ha proporcionado una máquina de vida, vuestro cuerpo. El Padre mismo os ha dotado de la realidad de espíritu más pura que se conoce en el universo, vuestro Ajustador del Pensamiento. En cambio la mente ha sido puesta en vuestras manos, sometida a vuestras propias decisiones, y por la mente vivís o morís. Dentro de esa mente y con esa mente tomáis las decisiones morales que os harán semejantes al Ajustador, es decir, semejantes a Dios. LU 111:1.4
La consciencia moral de uno mismo es la verdadera autorrealización humana y constituye el fundamento del alma humana. El alma es la parte del hombre que representa el valor potencial de supervivencia de la experiencia humana. La elección moral y el logro espiritual, la aptitud para conocer a Dios y el anhelo de ser como él, son las características del alma. El alma del hombre no puede existir sin pensamiento moral y sin actividad espiritual. Un alma estancada es un alma moribunda. Pero el alma del hombre es distinta del espíritu divino que mora dentro de la mente. El espíritu divino llega simultáneamente con la primera actividad moral de la mente humana, y entonces nace el alma.
La salvación o la perdición de un alma dependen de que la consciencia moral alcance o no el estatus de supervivencia a través de una alianza eterna con su dotación asociada de espíritu inmortal. La salvación es la espiritualización de la autorrealización de la consciencia moral, que adquiere así valor de supervivencia. Todos los conflictos del alma consisten en una falta de armonía entre la consciencia moral o espiritual de uno mismo y la consciencia puramente intelectual de uno mismo. LU 133:6.5-6
El Espíritu de la Verdad se ocupa principalmente de revelar la naturaleza de espíritu del Padre y el carácter moral del Hijo. LU 194:3.1
La aventura de descubrir nuevos hechos, significados y valores es el deleite del alma de un buscador de la verdad. Este ejercicio fue diseñado para estimular la reflexión sobre un tema muy importante. Al diseminar las enseñanzas avanzadas de El libro de Urantia deberíamos estar sincronizados entre nosotros… y con nuestros maestros sobrehumanos.
Nota: Recientemente la Fundación Urantia completó su traducción de El libro de Urantia al chino simplificado. Según el director del proyecto, Richard Zhu: «La traducción de morontia fue realmente un gran reto, no utilicé la transliteración, sino que seguí la metodología que los reveladores utilizaron para traducir, Tomé los conceptos chinos de espíritu (属灵) y material (物质) y utilicé un carácter «灵» de «属灵» y un carácter «质» de «物质» y formé un concepto completamente nuevo «灵质» que significa un vasto nivel que está entre lo material y lo espiritual».
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