© 1997 Jean Royer
© 1997 Association Francophone des Lecteurs du Livre d'Urantia
Pensamientos metafísicos de un agnóstico | Le Lien Urantien — Número 5 — Otoño 1997 | El Espíritu de la Verdad: ¿polo unificador de las religiones? |
Nuestros amigos australianos que publican la excelente revista “Interface International” tienen una sección que debería interesar a muchos francófonos, se llama “consistencia” y examina el Libro de Urantia en su lógica o sin contradicciones. A primera vista, una de las cosas que parece haber más impresionado a muchos lectores es la lógica del libro, pero ¿es tan sólida como queremos creer? ¿No hay contradicciones, verdaderas o aparentes, en estas 2097 páginas? La versión electrónica nos permite verificar lo que de otro modo sería casi imposible o al menos muy aleatorio. Para mí es una prueba, siempre que recordemos dos cosas:
Así que tomo prestado descaradamente el primer ejemplo de nuestros amigos australianos con la esperanza de que desate la investigación aquí:
En la página LU 29:5.7 podemos leer: «Los Organizadores Maestros de la Fuerza soportan temperaturas y operan bajo condiciones físicas que serían intolerables incluso para los centros de poder y controladores físicos de Orvonton, cuyas habilidades son tan variadas. Los únicos otros tipos de seres que se revelan capaces de operar en estos reinos del espacio exterior son los Mensajeros Solitarios y los Espíritus Inspirados de la Trinidad”. ¿Son realmente los únicos? En LU 29:4.36 podemos leer: »Ellos (los Frandalanks) operan indistintamente en el universo central, los superuniversos y los reinos del espacio exterior.« Asimismo, en LU 107:6.5 podemos leer: »_Es perfectamente Es posible que ellos (los Monitores Misteriosos) puedan incluso penetrar los niveles del espacio exterior, ciertamente podrían seguir la presencia gravitacional del Paraíso en estas regiones. ¿Existe alguna contradicción entre estas afirmaciones? Depende de usted pensarlo y encontrar otros problemas de este tipo.
De hecho, la búsqueda de coherencia forma parte de un concepto más amplio, de lo que nuestro amigo Antonio Moya Cerpa llama “el principio de elusividad” que yo traduje libremente como principio de evanescencia. En cualquier estudio relativo a un problema complejo que no sea simplemente formal, lo que al principio parece simple acaba siempre mostrando una fase que se niega a encajar en el molde. Pensábamos que teníamos algo y se nos escapa.
Jean-Royer
NB: los subrayados, negritas y paréntesis son míos.
Pensamientos metafísicos de un agnóstico | Le Lien Urantien — Número 5 — Otoño 1997 | El Espíritu de la Verdad: ¿polo unificador de las religiones? |