© 2016 Kathleen Swadling
© 2016 Asociación Internacional Urantia (IUA)
Presentación de la conferencia ANZURA de 2015 en Sidney
Hemos hablado mucho este fin de semana sobre el viaje de la persona con la fe y acerca de desarrollar los rasgos del carácter requeridos para mantenerse en la senda que nos lleva directos al Paraíso y más allá. Me gustaría centrarme en lo que los creyentes que han tomado la gran decisión de entrar en el reino del cielo hacen colectivamente para ayudar a que un mundo evolutivo avance por la senda que lleva a la era de luz y vida. Voy a referirme a esta senda como el «camino de baldosas amarillas».
Sí, pienso que todos ustedes saben de dónde tomé esta expresión, de esa famosa película para niños, El mago de Oz. La idea de tomar prestado este concepto evolucionó en mi mente mientras estaba contemplando las experiencias que tuve en las etapas por las que pasé al convertirme en una creyente en Dios. Siempre había pensado que esos momentos especiales que ocurrieron en mi vida interior y que me habían ayudado a acercarme a tener fe en Dios eran como finos hilos dorados que conectaban mi núcleo interior con la fuente de la verdad. A medida que emergían más y más hilos dorados, comenzaron a formar una gruesa cuerda dorada. Empecé a sentir como si hubiera encontrado una autopista dorada. Todo lo que llegó anteriormente era como buscar la rampa a la autopista; una vez encontré la rampa y entré en la autopista, ¡estaba de camino!
Ahora sé que era solo una analogía del desarrollo de una fe sólida y firme como una roca. Esta fe me dio el valor de pisar el acelerador y comenzar a recorrer la senda que iba a llevarme hacia el Paraíso y más allá. Luego, pensar en caminos sólidos como una roca y en autopistas doradas me hizo pensar en el camino de baldosas amarillas de El Mago de Oz que llevaba a la Ciudad Esmeralda. Volví a ver la película y me sentí intrigada por los personajes y por el argumento; es un tipo de burda analogía de la búsqueda espiritual. Los personajes de la historia tenían muchos y extraños pequeños rasgos del carácter que eran muy parecidos a los del buscador sincero de la verdad que intenta encontrar las respuestas a las grandes preguntas. Tenemos a Dorothy, la niña confiada, inocente y de corazón puro; el espantapájaros, que no tiene cerebro, y aún así es el que aporta todas las buenas ideas y los comentarios sensatos. El hombre de hojalata, que no tiene corazón pero es el más emocional de todos; y el león, que no tiene valor pero acaba salvando el día con actos heroicos. A medida que se vinculan en compañerismo en su camino por el camino de baldosas amarillas para encontrar todo lo que han perdido en sus vidas, todos los rasgos que ellos pensaban que les faltaban comienzan de hecho a surgir a medida que se enfrentan a situaciones difíciles.
Antes de lanzarme en nuestro viaje colectivo como creyentes del reino, quiero echar un rápido vistazo a cómo alcanzamos ese punto en el que decidimos dedicarnos al servicio de construir la Hermandad del Hombre bajo la Paternidad de Dios.
El viaje de ganar fe en Dios puede forjarse con dudas e indecisión. A medida que surge la conciencia de Dios y luchamos con nuestra confusión y nuestro tormento interiores, quizá comencemos a sentir miedo sobre hacia dónde puede llevarnos todo esto. Quizá tengamos que tomar algunas decisiones importantes y cambiar nuestras vidas. En este punto, podríamos sentirnos tentados a dar la espalda a este camino y enfrascarnos en un pensamiento que podría estar engañándonos a nosotros mismos.
Los hombres y las mujeres modernos e inteligentes rehuyen la religión de Jesús por temor a lo que ésta les hará… Y todos estos temores están bien fundados. En verdad, la religión de Jesús domina y transforma a sus creyentes, pidiendo a los hombres que dediquen su vida a buscar el conocimiento de la voluntad del Padre que está en los cielos, y exigiendo que las energías de la vida se consagren al servicio desinteresado de la fraternidad de los hombres. [LU 195:9.6] negrita añadida
Para los que acaban siendo verdaderos creyentes, llega inevitablemente el momento de nuestro viaje espiritual donde alcanzamos un momento significativo en el que tomamos la decisión de dedicarnos de todo corazón a hacer la voluntad del Padre, en el que decimos:
«Es mi voluntad que se haga tu voluntad.» [LU 111:5.6]
Esta elección de la criatura no supone un abandono de la voluntad. Es una consagración de la voluntad, una expansión de la voluntad, una glorificación de la voluntad, un perfeccionamiento de la voluntad… [LU 111:5.5]
Esta decisión marca nuestra entrada en el Reino de los Cielos – hemos pisado la autopista dorada que nos lleva directos al Paraíso y más allá. ¡Pero cuidado! Miren lo que Jesús dijo a algunos de sus apóstoles y discípulos durante la gira por la Decápolis, cuando les dio consejo sobre cómo enseñar la verdad.
La creencia en el evangelio no impedirá que tengáis dificultades, pero sí asegurará que no tendréis miedo cuando se presenten las dificultades. Si os atrevéis a creer en mí y empezáis a seguirme de todo corazón, al hacerlo os meteréis con toda seguridad en el camino preciso que lleva a las dificultades. No os prometo liberaros de las aguas de la adversidad, pero lo que sí os prometo es atravesarlas todas con vosotros. [LU 159:3.13] negrita añadida
Así que, si alguna vez sienten que alguien se burla de ustedes, alguien a quien le gusta discutir acerca de las personas religiosas que tienen «fe ciega», lean de nuevo este pasaje. Necesitamos embarcarnos en este viaje con los ojos bien abiertos y con mucho valor en nuestro corazón. Estas enseñanzas espirituales iluminadas no son para los de poca fe (recomiendo que lean todos este documento una y otra vez. Está cargado de enseñanzas de Jesús –Documento 159)
Una vez estén seguros de su fe, permitirán inevitablemente que el ajustador que mora en su interior llegue más a su corazón y a su mente para guiarles por el camino. Aprenden a confiar en esa guía interior y se vuelven lo bastante osados para hacer los ajustes que sean necesarios a fin de mantener el rumbo.
Para los estudiantes serios de El libro de Urantia, no podemos evitar sino tomar nota de las numerosas llamadas al servicio. Una y otra vez, las enseñanzas del libro nos revelan que el servicio a nuestros semejantes está indisolublemente ligado al progreso espiritual. La verdadera marca de progreso espiritual es el deseo creciente de hacer el bien a los demás. El amor al Padre y el deseo sincero de hacer su voluntad genera inevitablemente el amor a nuestros semejantes y el deseo de ayudar a llevarlos a la Familia de Dios, o al Reino de los Cielos.
Dios no es solamente el que determina el destino; él es el destino eterno del hombre. Todas las actividades humanas no religiosas intentan doblegar el universo al servicio deformante del yo; el individuo verdaderamente religioso intenta identificar su yo con el universo, y luego dedicar las actividades de ese yo unificado al servicio de la familia universal de sus semejantes, humanos y superhumanos. [LU 5:4.3]
El hombre primitivo hacía pocos esfuerzos por expresar en palabras sus convicciones religiosas. Su religión era danzada más que pensada. Los hombres modernos han elaborado muchas creencias y han creado muchas pruebas de la fe religiosa. Las personas religiosas futuras deberán vivir su religión, dedicarse al servicio sincero de la fraternidad de los hombres. [LU 99:5.9]
Este tipo de enseñanzas nos llevan inevitablemente a plantearnos las sinceras preguntas de ¿CÓMO PUEDO AYUDAR? ¿QUÉ PUEDO HACER PARA SERVIR? He aquí el momento en que podemos tomar decisiones memorables acerca de cómo vamos a dirigir nuestra vida de aquí en adelante. Por supuesto, cada persona obtendrá diferentes respuestas a estas preguntas; todos tenemos diferentes «llamadas», si así lo prefieren. Me gustaría hablar sobre una que está muy cerca y es muy querida, una que sé que está cerca y es muy querida para muchos de los que estamos hoy aquí. Y es la de cómo ayudar a difundir las enseñanzas — las ideas y conceptos contenidos en esta quinta revelación de época a nuestro mundo — las enseñanzas de El libro de Urantia — no las enseñanzas acerca de El libro de Urantia —.
Una persona puede alcanzar el estado de luz y vida en el corto espacio de una vida, como hizo Jesús. Pero para un planeta no es tan fácil. Como sabemos por nuestro estudio de El libro de Urantia, se necesita una edad tras otra. Y necesitamos mucha ayuda, una gran ayuda. De ahí que nuestros gloriosos amigos invisibles nos envíen ayuda periódica en forma de revelaciones de época. Y como sabemos, afirman que El libro de Urantia es la quinta que se ha dado a nuestro mundo.
Se nos dice que:
Ha habido muchos acontecimientos de revelación religiosa pero solo cinco de importancia de época. Son los siguientes: (y enumeran 1. Las enseñanzas de Dalamatia, 2. Las enseñanzas edénicas, 3. Melquisedek de Salem, 4. Jesús de Nazaret y):
5. Los documentos de Urantia. Los documentos, de los cuales éste mismo forma parte, constituyen la presentación más reciente de la verdad a los mortales de Urantia. [LU 92:4.9]
No lo pueden decir más claro. ¿Apreciamos realmente lo que tenemos aquí en El libro de Urantia? ¿Nos damos cuenta de la importancia de esta afirmación de los reveladores? Cielo santo, está en la misma liga que el Príncipe Planetario y su equipo de 100, Adán y Eva, Maquiventa Melquisedek y Jesús. No es un jueguecito de nada. ¡Es algo serio!
Ser consciente por primera vez de esta afirmación fue un punto de inflexión para mí. Tenía que decidir si iba a creer o no en esta afirmación. Si lo creía, entonces sabía que las cosas tendrían que cambiar para mí. No podía quedarme sentada en los laureles y no hacer nada. Si decidía que era un engaño, entonces tenía que dejar el libro a un lado y considerarlo uno de los mayores fraudes que se habían hecho jamás. Obviamente decidí que era lo que afirmaba ser y me dispuse a reacondicionar mi vida para poder dedicarme a la misión de ayudar a nuestros amigos invisibles a establecerlo de alguna manera en nuestra sociedad.
Nos dan muchos avisos en el libro acerca de la necesidad de una nueva verdad para este mundo. El viejo conjunto de ideas sobre Dios se nos ha quedado pequeño y, si no obtenemos uno nuevo —bueno, si hemos leído los documentos sobre los problemas modernos de este mundo sabemos lo que puede pasarle a la sociedad cuando falta una religión firme que se ajuste al pensamiento de hoy día.
Mantener un sistema social duradero sin una moral basada en las realidades espirituales es igual de imposible que mantener el sistema solar sin la gravedad. [LU 195:5.9]
El materialismo niega a Dios, el laicismo se limita a ignorarlo; al menos ésta fue su actitud primitiva. Más recientemente, el laicismo ha tomado una actitud más militante, pretendiendo ocupar el lugar de la religión, cuya esclavitud totalitaria rechazó anteriormente. El laicismo del siglo veinte tiende a afirmar que el hombre no necesita a Dios. ¡Pero cuidado! Esta filosofía atea de la sociedad humana sólo conducirá a la inquietud, a la animosidad, a la infelicidad, a la guerra y a un desastre mundial. [LU 195:8.5]
A continuación, tenemos muchas súplicas y llamadas que sacuden nuestra conciencia. Estas llamadas vienen de los reveladores mismos (los representantes de Cristo Miguel, el Ser Supremo y la Trinidad paradisíaca). Están desafiando a los devotos de hoy día de las enseñanzas de Urantia a que se unan a ellos para convertirse en el enlace material de la cadena de este proyecto de época. Echemos un vistazo a estos párrafos:
Toda Urantia está esperando la proclamación del mensaje ennoblecedor de Miguel, sin las trabas de las doctrinas y los dogmas acumulados durante diecinueve siglos de contacto con las religiones de origen evolutivo. Ha llegado la hora de presentar al budismo, al cristianismo, al hinduismo, e incluso a los pueblos de todas las religiones, no el evangelio acerca de Jesús, sino la realidad viviente y espiritual del evangelio de Jesús. [LU 94:12.7]
Pero el cristianismo paganizado y socializado necesita un nuevo contacto con las enseñanzas no comprometidas de Jesús; languidece por falta de una visión nueva de la vida del Maestro en la Tierra. Una revelación nueva y más completa de la religión de Jesús está destinada a conquistar un imperio de laicismo materialista y a derrocar un influjo mundial de naturalismo mecanicista. Urantia se estremece actualmente al borde mismo de una de sus épocas más asombrosas y apasionantes de reajuste social, de reanimación moral y de iluminación espiritual. [LU 195:9.2] negrita añadida
La sociedad de Urantia nunca puede esperar estabilizarse como en las épocas pasadas. El navío social ha zarpado de las bahías abrigadas de la tradición establecida, y ha empezado a navegar en el alta mar del destino evolutivo; el alma del hombre necesita, como nunca antes en toda la historia del mundo, escudriñar cuidadosamente sus mapas de moralidad y observar esmeradamente la brújula de su orientación religiosa. La misión suprema de la religión, como influencia social, consiste en estabilizar los ideales de la humanidad durante esos peligrosos períodos de transición entre una fase de civilización y la siguiente, entre un nivel de cultura y el siguiente. [LU 99:1.3]
El desafío religioso de la época actual es para aquellos hombres y mujeres previsores, con visión de futuro y con perspicacia espiritual, que se atrevan a construir una nueva y atrayente filosofía de la vida a partir de los conceptos modernos ampliados y exquisitamente integrados de la verdad cósmica, la belleza universal y la bondad divina. [LU 2:7.10] negrita añadida
La religión necesita nuevos dirigentes, hombres y mujeres espirituales que se atrevan a depender únicamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. Si el cristianismo insiste en olvidar su misión espiritual mientras continúa ocupándose de los problemas sociales y materiales, el renacimiento espiritual tendrá que esperar la llegada de esos nuevos instructores de la religión de Jesús que se consagrarán exclusivamente a la regeneración espiritual de los hombres. Entonces, esas almas nacidas del espíritu proporcionarán rápidamente la dirección y la inspiración necesarias para la reorganización social, moral, económica y política del mundo. [LU 195:9.4] negrita añadida
¡Estas son llamadas al despertar! Justo a medida que empecé a sentir que había encontrado la autopista dorada de mi propio viaje espiritual personal, comencé a ver que surgía un «camino de baldosas amarillas». Este es el camino que ha estado en nuestro mundo desde el comienzo de la vida en nuestro planeta. Es el camino que han recorrido héroes pasados y devotos de revelaciones anteriores, es el mismo camino que recorrieron Andón y Fonta y la posterior raza andónica; Van y Amadón y los leales que sobrevivieron a la rebelión planetaria; Adán y Eva y la raza adánica, que florecieron y se extendieron siguiendo los pasos de la caída del Edén, Melquisedek y Abraham y todos los misioneros de Salem que llevaron las enseñanzas de la fe en el Dios único a los cuatro puntos cardinales, Jesús y los apóstoles y los discípulos que acabaron derrocando imperios y que se las arreglaron de alguna manera para mantener viva una buena parte de la llama parpadeante del mensaje de Jesús, para llevar esperanza a incontables millones de creyentes hasta este mismo día.
Todos los miles de líderes y seguidores devotos que surgieron en las páginas de la historia, todos esos héroes de la revelación, conocidos y desconocidos, que han sido decisivos para mantener viva la luz de la verdad en nuestro mundo, todos ellos han recorrido este camino que lleva a Urantia a la era de luz y vida.
¿Cómo podemos nosotros, que vivimos estos tiempos apasionantes y hemos aceptado la revelación Urantia como la quinta revelación de época en esta larga línea que es la historia religiosa del planeta; que hemos nacido de nuevo y entrado en el «Reino de los Cielos»; los que no podemos evitar oír la llamada al servicio de las enseñanzas de Urantia, no querer pisar ese camino de baldosas amarillas y unir nuestras manos para abrazar el mayor viaje de esta nuestra vida material?
En mi mente, no hay ningún proyecto de este planeta, en este momento, que sea más importante que ayudar a los demás a captar el mensaje de este libro.
¿Cómo podemos leer estos pasajes y no sentirnos atraídos o inspirados a saltar al carro para ayudar a Miguel y a nuestros amigos invisibles que nos trajeron esta revelación, y compartir estas nuevas ideas y nuevos conceptos con nuestros semejantes?
No hay reglas difíciles ni rápidas acerca de lo que la gente debería hacer en sus elecciones de servicio cuando se trata de compartir las enseñanzas de El libro de Urantia. Todos necesitamos decidir el camino por nosotros mismos. El movimiento Urantia y los grupos Urantia no son una Iglesia y no tenemos jerarquía eclesiástica, de modo que nadie va a decirle a nadie qué hacer. La mayoría de nosotros no queremos que esta revelación se convierta en «otra religión más». El mundo ya tiene bastantes. Tampoco creo que sea la intención de los reveladores.
Esta nueva revelación está planeada para ensanchar el marco conceptual de la humanidad acerca de la deidad y del cosmos, para revelar conceptos elevados de religión y de Dios que están en línea con el pensamiento moderno, para aclarar la historia de nuestro planeta y para reformular las enseñanzas de Jesús de modo que tengamos una idea mejor de lo que se supone que fue la cuarta revelación de época. No se trata de señalar el sinnúmero de religiones y de escuelas de pensamiento y decirles que se equivocan; que tenemos la respuesta correcta, sino más bien embellecer las verdades de las religiones existentes y añadir algo a ellas; en resumen, esta revelación tiene el poder de establecer una nueva filosofía de vida que se presenta en El libro de Urantia.
El gran dilema para muchos estudiantes del libro que quieren servir es saber lo que han de hacer. Hay un gran abanico de servicio tanto a nivel individual como organizativo. He aquí algunas sugerencias:
Hay mucha publicidad en varios boletines sobre los esfuerzos de diseminación del libro físico, noticias sobre traducciones y esfuerzos de distribución del libro en todo el mundo. Son proyectos muy tangibles que requieren muchos recursos tanto económicos como humanos. La historia de El libro de Urantia y de las organizaciones Urantia tiene de momento muchas historias inspiradoras acerca del trabajo de grupos e individuos que han establecido o están estableciendo modos y medios de hacer que el libro se traduzca y circule en los diferentes canales editoriales. Estos proyectos han estado sentando los cimientos de la revelación.
Los reveladores y las organizaciones Urantia hacen mucho hincapié en fomentar el estudio de El libro de Urantia. Se aconsejó a los primeros líderes del movimiento Urantia, por la época en que se imprimió el libro, que crearan miles de grupos de estudio. Uno de los puntos de la Declaración de Fideicomiso de la Fundación Urantia es «diseminar los principios, enseñanzas y doctrinas de El libro de Urantia«. La Declaración de la Misión de la Asociación Urantia Internacional es «fomentar el estudio de El libro de Urantia y diseminar sus enseñanzas».
¿Por qué ese hincapié en el estudio? Bueno, realmente no «captamos» el verdadero impacto de estas enseñanzas de El libro de Urantia con lecturas superficiales e insuficientes. El libro está planeado para ser estudiado. Es más bien un libro de texto o una enciclopedia. No es una novela; es una fuente de información, un manual para vivir. Puede ser un compañero para toda la vida y, al estudiarlo en su totalidad, al leerlo una y otra vez, nuestra comprensión se amplía y profundiza y eso puede llevar a mayores oportunidades de expandir nuestro entendimiento de la realidad espiritual.
Leer este libro no es de ningún modo un «arreglo rápido» o un billete instantáneo a la iluminación espiritual. Las personas solo se iluminan leyendo el libro hasta el punto en que abrazan e interiorizan las enseñanzas y su crecimiento espiritual emana de ellos en su vida diaria a través de los «frutos del espíritu».
Creo firmemente que, en estos primeros años de la revelación, en los años de esta época y lugar en los que tanta gente no parece estar interesada en cosas que tengan que ver con Dios o con la religión, que los estudiantes actuales del libro que se toman tiempo para estudiarlo en profundidad se están preparando sin darse cuenta para convertirse en instructores de estas enseñanzas. A través del estudio personal constante y la socialización frecuente con otros estudiantes, ganamos práctica en hablar sobre las enseñanzas. La interacción social con otros lectores puede ser como encontrar a una familia de personas que hablan todas el mismo idioma. Podemos hablar en la «jerga» de El libro de Urantia con otros y aprender mucho al implicarnos en ideas e interpretaciones y en compartirlas. Es una manera muy benigna, sólida y segura de obtener buenas nociones de las enseñanzas del libro.
Y por supuesto, para hacer posible que se den estas oportunidades de estudio y socialización, necesitamos tener personas que estén preparadas para organizar tales eventos. Hay incontables oportunidades de servir de esta manera, por ejemplo, organizando y asistiendo a grupos de estudio y conferencias. La meta principal de este tipo de actividades de servicio es asistir a personas a que sean conocedoras y elocuentes — y finalmente se sientan seguras — para poder compartir las enseñanzas en su vida cotidiana de cualquier manera en que se sientan impulsadas.
La meta de prepararse para ser un lector auténtico de El libro de Urantia, o lector avanzado, o incluso «experto» del libro, aparte del beneficio del progreso espiritual individual, es que podemos compartir mejor las enseñanzas, ideas y conceptos del libro. Ni siquiera es necesario mencionar el libro. Personalmente, creo que este es uno de los resultados más importantes de implicarse en grupos de estudio y en la socialización con otros lectores. No se trata solo de desarrollo personal; puede llevar a servir a la comunidad en general de la manera en que los reveladores nos llaman a servir. Y no es necesariamente hablar a la gente sobre El libro de Urantia; de hecho, en muchos casos esa puede ser una mala idea. ¿Cuántos de nosotros hemos intentado hablar a la gente acerca de El libro de Urantia y hemos perdido amigos o nos hemos encontrado hablando ante un público indiferente de ojos vidriosos, o hemos conseguido la mirada de «bicho raro»? Es muy difícil hablar de El libro de Urantia sin parecer loco. Necesitamos descubrir técnicas para compartir las enseñanzas de este libro, y no es algo que suceda de la noche a la mañana. Me encanta esta cita:
A medida que pasan los días, todo verdadero creyente se vuelve más hábil en atraer a sus semejantes hacia el amor de la verdad eterna. ¿Sois hoy más ingeniosos que ayer en revelar la bondad a la humanidad? ¿Sabéis recomendar mejor la rectitud este año que el año pasado? ¿Os estáis volviendo cada vez más artistas en vuestra técnica para conducir a las almas hambrientas hacia el reino espiritual? [LU 156:5.15]
Si vamos a hablar del libro, he descubierto que es mejor hablar sobre lo que hace por nuestra alma. Es mejor dar un testimonio de nuestra propia experiencia o, si nos presionan para conocer de qué se «trata», darles una visión general filosófica o simplificada de los conceptos y valores clave, un poco como cuando se le explica algo avanzado a un niño. Necesitamos encontrar maneras de llegar a cada persona usando términos con los que estén familiarizados, lo que significa que necesitamos interesarnos en ellos y averiguar lo que piensan y creen antes de intentar engatusarlos con un montón de historias raras y terminología extraña. Si siguen presionándonos para obtener más información «sobre» el libro, me gusta animarles a que le echen un vistazo ellos mismos, animarles a que tengan una experiencia de primera mano con él. Y es muy importante estar al tanto de lo que Jesús le dijo a Ganid sobre no intentar hablar a la gente «sobre» el reino si todavía no están allí. Esta cita alude a este punto.
Cuando Ganid preguntó a su maestro por qué mostraba tan poco interés por este pagano, Jesús respondió: «Ganid, este hombre no tenía hambre de la verdad. No estaba descontento de sí mismo. No estaba preparado para pedir ayuda… No se puede revelar a Dios a los que no lo buscan; no se puede conducir a las alegrías de la salvación a un alma que no lo desea. Es preciso que el hombre tenga hambre de la verdad como resultado de las experiencias de la vida … Si conocemos a Dios, nuestra verdadera tarea en la Tierra consiste en vivir de tal manera que permitamos al Padre revelarse en nuestra vida…[LU 132:7.2]
Si alguien de fuera del movimiento Urantia es crítico con la manera en que hacemos tanto hincapié en los grupos de estudio o en cómo nos reunimos en eventos sociales y de estudio como nos reunimos ahora; si piensan que somos interesados, que somos de un culto o que no hacemos lo bastante para llegar al mundo en general y ayudar a millones de personas que sufren privaciones, mi respuesta a eso es que ellos no entienden lo que estamos intentando conseguir. La cuestión principal de lo que las organizaciones Urantia están intentando conseguir al promover este tipo de eventos es ayudar al mundo en general. La gran cuestión de este ejercicio es hacer que crezca un grupo de personas que puedan convertirse en instructores y líderes de la nueva revelación; personas que puedan llevar estas enseñanzas al mundo de manera que la gente pueda captarlas.
Una gran parte de nuestro estudio del libro nos muestra cómo Jesús emprendía la enseñanza de su evangelio y enseñaba a sus apóstoles a tratar con sus semejantes. Les amonestaba para que no hicieran todo tipo de cosas perjudiciales. Su técnica era hacerse amigo de las personas, interesarse por ellos, averiguar cómo pensaban y qué creían antes de intentar ayudarles con su mensaje salvador. Siempre adaptaba su mensaje al nivel que su oyente podía captar. Haríamos bien aprendiendo de las técnicas de Jesús. Estas citas ilustran esta cuestión:
Seguir a Jesús» significa compartir personalmente su fe religiosa y entrar en el espíritu de la vida del Maestro, consagrada al servicio desinteresado de los hombres. Una de las cosas más importantes de la vida humana consiste en averiguar lo que Jesús creía, en descubrir sus ideales, y en esforzarse por alcanzar el elevado objetivo de su vida. De todos los conocimientos humanos, el que posee mayor valor es el de conocer la vida religiosa de Jesús y la manera en que la vivió. [LU 196:1.3]
(Durante su estancia en Roma, Jesús seleccionó a un grupo de líderes religiosos de entre los cínicos, los estoicos y los mitríacos)
He aquí el método que utilizó para instruirlos: ni una sola vez atacó sus errores ni tampoco mencionó nunca los defectos de sus enseñanzas. En cada caso seleccionaba la verdad que había en lo que enseñaban, y luego procedía a embellecer e iluminar esta verdad en sus mentes de tal manera que en muy poco tiempo este realzamiento de la verdad desplazaba eficazmente el error que la acompañaba; así es como estos hombres y mujeres enseñados por Jesús fueron preparados para reconocer posteriormente verdades adicionales y similares en las enseñanzas de los primeros misioneros cristianos. [LU 132:0.4]
Aunque estéis eficazmente preparados para afrontar las situaciones difíciles de la vida, no podéis esperar mucho éxito a menos que estéis provistos de esa sabiduría de la mente y de ese encanto de la personalidad que os permita conseguir el apoyo y la cooperación sincera de vuestros semejantes. Tanto en el trabajo seglar como en el trabajo religioso, no podéis esperar mucho éxito a menos que aprendáis a persuadir a vuestros semejantes, a convencer a los hombres. Simplemente debéis de tener tacto y tolerancia. [LU 160:1.9]
Así que, como los personales de El mago de Oz, nos embarcamos inocentemente en nuestro viaje a la búsqueda de respuestas a las grandes preguntas, y nos topamos con la aventura más increíble de nuestra vida. Nos enfrentamos a los obstáculos y dificultades de nuestro viaje y tomamos decisiones valientes que están alineadas con la voluntad del Padre celestial; acumulamos hilos dorados morontiales que conectan nuestro corazón y nuestra mente con la fuente de toda la verdad; desarrollamos el valor y la sabiduría necesarios para mantenernos en ese sólido cimiento de fe que nos llevará siempre hacia adelante.
Y cuando nos unimos en este viaje en servicio a nuestros semejantes, nos volvemos un poco como nuestros amigos Dorothy, el espantapájaros, el hombre de hojalata y el león, que se ayudaban mutuamente a ser fuertes y valientes y a seguir por el «camino de baldosas amarillas».
La fe arrastra con mucho gusto a la razón hasta donde la razón puede llegar; luego la fe continúa con la sabiduría hasta el máximo límite filosófico; y después se atreve a lanzarse a un viaje sin límites y sin fin por el universo en compañía únicamente de la VERDAD. [LU 103:9.7]