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| En Passant | Volumen 7 - No. 2 — Índice | La hipótesis de Gaia y los Documentos de Urantia: ¿una convergencia? |
Pero si la revelación ha de engrandecer y elevar las religiones de la evolución, entonces estas visitas divinas deben presentar unas enseñanzas que no estén demasiado alejadas de las ideas y reacciones de la época en que son presentadas. Por eso la revelación debe mantenerse siempre en contacto con la evolución, y lo hace de hecho. La religión revelada ha de estar siempre limitada por la capacidad del hombre para recibirla. (LU 92:4.1)
Pero los instructores de una nueva verdad han cometido a menudo el error de intentar abarcar demasiado, de intentar sustituir la lenta evolución por la revolución repentina. Los misioneros de Melquisedek en Mesopotamia propusieron un nivel moral demasiado elevado para el pueblo; intentaron abarcar demasiado, y su noble causa terminó en el fracaso… (LU 95:1.8)
Todo el principio de la evolución biológica hace imposible que el hombre primitivo aparezca en los mundos habitados provisto de un gran dominio de sí mismo… La lentitud de la evolución, del progreso cultural humano, demuestra la eficacia de ese freno —la inercia material— que actúa con tanta eficiencia para retrasar las velocidades peligrosas del progreso… Pues cuando la cultura avanza demasiado deprisa, cuando los logros materiales van más rápidos que la evolución de la sabiduría y la adoración, la civilización contiene en sí misma las semillas del retroceso; y a menos que esa civilización sea reforzada por un rápido aumento de la sabiduría experiencial, esas sociedades humanas descenderán desde los niveles elevados, pero prematuros, que han alcanzado, y las «edades de las tinieblas» del interregno de la sabiduría presenciarán el restablecimiento inexorable del desequilibrio entre la libertad del yo y el dominio de sí mismo. (LU 118:8.5-6)
Hay suficientes advertencias en estas citas de los Documentos para indicar las razones por las que han sido escritos de una manera tan extraña.
¡Un ejemplo de esta extrañeza es que las restricciones impuestas a los reveladores que proscriben la revelación del conocimiento no ganado, no se anuncian hasta la página 1110! Otros ejemplos de esta extrañeza son los anuncios dispersos sobre el estado de la verdad y la revelación que se presentaron en los diagramas de flujo del número anterior de esta revista.
Para obtener una apreciación real de por qué los Documentos son como son, puede ser útil pensar en los efectos que esta revelación podría haber tenido si llevara una prueba absoluta e indiscutible de su autenticidad de una manera que nadie pudiera cuestionar.
Para ilustrar esta posibilidad, los reveladores proporcionaron muchos detalles sobre Séforis, una ciudad reconstruida por Herodes a solo unas pocas millas de Nazaret. Esta ciudad sigue siendo objeto de una excavación arqueológica que ya ha demostrado que Séforis fue una ciudad sofisticada, de carácter predominantemente griego. El nuevo conocimiento contrasta fuertemente con el concepto de larga data de que Jesús se crió en un ambiente sencillo y de estilo campesino entre los galileos que se sabe que fueron despreciados en Jerusalén. Las preguntas que ahora se hacen son: ¿Podía Jesús hablar griego? ¿Asistió al teatro o vio las obras que habrían sido parte de la vida cotidiana en esa ciudad?
Poco se sabía de Séforis hasta hace poco. Habría sido sencillo para los reveladores incluir las distancias exactas desde Nazaret hasta el anfiteatro y otros edificios importantes que posiblemente no podrían haberse conocido en el momento de recibir los Documentos. Dadas suficientesindiscutibles, habría sido imposible que los académicos y los líderes de la iglesia ignoraran la revelación.
Los reveladores optaron por no hacer esto. Más bien, eligieron aplicar los frenos a su manera. ¿Quién puede argumentar que no estaban tan justificados?
Ahora es evidente que estos Documentos de Urantia no pueden apreciarse adecuadamente sin un estudio prolongado e intensivo. Una vez que los despojamos de lo que es realmente material superfluo, innecesario para los verdaderos propósitos de la revelación, encontramos un núcleo que es pura brillantez, muy diferente a cualquier otra cosa que haya estado disponible para la humanidad.
Pero incluso cuando hemos encontrado ese núcleo, también descubrimos que la fe es esencial antes de que podamos construir nuestras vidas en torno a su mensaje. También encontramos entre sus mensajes que la fe es una necesidad absoluta si vamos a tomar una decisión de verdadero libre albedrío para recorrer el camino que Jesús recorrió, uno de total confianza en el que llamó «Padre».
«La manera más rápida de llevar a cabo la fraternidad de los hombres en Urantia consiste en efectuar la transformación espiritual de la humanidad actual». (LU 52:6.7)
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