© 2018 Khatukhira Bernard
© 2018 Fundación Urantia
La Fundación Urantia asistirá al Parlamento de las Religiones del Mundo 2018 | Volumen 12, Número 3, Oct. 2018 — Índice | Anuncios |
De Khatukhira Bernard (Uganda)
Para cuando descubrí El libro de Urantia en la mesita de noche de mi padre en 1997, él llevaba leyéndolo 17 años. Me dijo que se lo había enviado un amigo que vio un folleto sobre él en la biblioteca de la universidad de Makerere en 1980.
Comencé a leer el libro y me interesé mucho en su mensaje y sus enseñanzas, me parecía que daban mucha información y llenaban y nutrían espiritualmente. El libro me enseñó muchas cosas, tanto físicas como espirituales.
El libro de Urantia se volvió algo personal para mí, pues me ayudó a conocer y comprender quién soy, mi propósito en la vida y mi relación con Dios y con todo el universo. Esta revelación me permitió ser cada vez más libre espiritualmente y más ilustrado. Me motivó a reconocer y usar mi libre albedrío en las relaciones diarias con mis semejantes, y me dio un nuevo significado de Dios y del cosmos y me hizo comprenderlos más a fondo.
El libro sigue guiándome para comprender el trabajo del mundo sobrenatural y de los seres celestiales, y cómo encaja todo en el plan maestro de Dios. Con este conocimiento y esta sabiduría sigo adquiriendo humildad, amabilidad, consciencia de mí mismo, amor y cuidado por mis semejantes, que me guían en mi trabajo diario. Con esa abundante providencia de Dios he compartido el amor, la bondad y la sabiduría de Dios con mis semejantes en casa, en mi lugar de trabajo y con todos los que me relaciono. Descubrí que compartir las enseñanzas de El libro de Urantia es tan gratificante e iluminador que creé un grupo de estudio que se reúne periódicamente en fraternidad. A través del grupo y de la Escuela de El libro de Urantia en Internet (UBIS) he hecho muchos amigos aquí en Uganda y en el mundo en general.
Con el conocimiento de Dios que evolucionará siempre en mí, ahora soy consciente de que no estoy solo en el universo, de que soy un mortal ascendente con un destino de perfección que ni siquiera se ha revelado plenamente (tal como se describe en el documento 31, sección 3, «Los mortales glorificados») y de que atravesaré los mundos mansión como el paso siguiente del camino a ese destino. Ser consciente de esto me hace esforzarme por ser perfecto cada día como el Padre celestial es perfecto, y me da un sentido de pertenencia pues sé que sirvo y disfruto a un ser supremo perfecto, amoroso y solícito.
El libro de Urantia me ha enseñado las luchas del hombre a lo largo de las edades y cómo las personalidades superhumanas trabajan para guiarnos y atender las necesidades de nuestra vida, tanto espirituales como físicas. Si no fuera por el libro no habría conocido con esa profundidad la naturaleza y las maneras de actuar de estos seres.
En resumen, El libro de Urantia es mi guía para comprender a Dios y sus maneras de actuar. Es el centro de información que me conecta con el mundo celestial. Por encima de todo, me ayuda a interpretar y a dar respuesta a la mayoría de misterios del mundo, del universo y de los seres celestiales y a cómo trabajan juntos para implementar el plan maestro de Dios. Por eso doy las gracias a los autores y guardianes/defensores del libro por su existencia.
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