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Documento 30. Las personalidades del gran universo |
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Documento 32. La evolución de los universos locales |
31:0.1 EL CUERPO de los Finalitarios Mortales representa el destino actualmente conocido de los mortales ascendentes del tiempo fusionados con su Ajustador. Pero existen otros grupos que también están asignados a este cuerpo. El cuerpo finalitario primario está compuesto como sigue:[1][2]
31:0.2 1. Los Nativos de Havona.
31:0.3 2. Los Mensajeros de Gravedad.[1]
31:0.4 3. Los Mortales Glorificados.
31:0.5 4. Los Serafines Adoptados.
31:0.6 5. Los Hijos Materiales Glorificados.
31:0.7 6. Las Criaturas Intermedias Glorificadas.
31:0.8 Estos seis grupos de seres glorificados componen este cuerpo único que tiene un destino eterno. Creemos conocer su trabajo futuro, pero no estamos seguros. Aunque el Cuerpo de la Finalidad de los Mortales se está movilizando en el Paraíso, y aunque ahora ejercen tan ampliamente su ministerio en los universos del espacio y administran los mundos establecidos en la luz y la vida, su destino futuro debe ser los universos que se están organizando actualmente en el espacio exterior. Al menos esto es lo que se conjetura en Uversa.[2]
31:0.9 El cuerpo está organizado con arreglo a las asociaciones de trabajo de los mundos del espacio y de acuerdo con la experiencia asociativa adquirida durante toda la larga y agitada carrera ascendente. Todas las criaturas ascendentes admitidas en este cuerpo son recibidas en un pie de igualdad, pero esta elevada igualdad no abroga de ninguna manera la individualidad ni destruye la identidad personal. Al comunicarnos con un finalitario podemos discernir inmediatamente si es un mortal ascendente, un nativo de Havona, un serafín adoptado, una criatura intermedia o un Hijo Material.[3][4]
31:0.10 Durante la presente época del universo, los finalitarios regresan a servir en los universos del tiempo. Se les destina a trabajar sucesivamente en los diferentes superuniversos, pero nunca en su superuniverso nativo hasta que no han servido en las otras seis supercreaciones. Así pueden adquirir el concepto séptuple del Ser Supremo.[5][1][3][4]
31:0.11 Una o más compañías de finalitarios mortales están constantemente de servicio en Urantia. No existe ningún ámbito de servicio universal al que no sean destinados; ejercen su actividad en todo el universo, con períodos iguales y alternos de deberes asignados y de servicio libre.[6]
31:0.12 No tenemos ninguna idea de la naturaleza de la organización futura de este grupo extraordinario, pero los finalitarios son en la actualidad un cuerpo totalmente autónomo. Eligen a sus propios jefes y directores permanentes, periódicos y de trabajo. Ninguna influencia exterior puede nunca hacer presión sobre su política, y sólo prestan su juramento de lealtad a la Trinidad del Paraíso.[3]
31:0.13 Los finalitarios mantienen sus propias sedes centrales en el Paraíso, en los superuniversos, en los universos locales y en todas las capitales divisionarias. Forman una orden distinta de creación evolutiva. No los dirigimos ni los controlamos directamente y, sin embargo, son absolutamente leales y siempre cooperan con todos nuestros planes. Son en verdad las almas probadas y sinceras del tiempo y del espacio en vías de reunirse —la sal evolutiva del universo— y son para siempre impermeables al mal y están protegidos contra el pecado.
31:1.1 Muchos nativos de Havona que sirven como instructores en las escuelas del universo central donde se forma a los peregrinos se vinculan profundamente con los mortales ascendentes y se sienten aún más fascinados por el trabajo y el destino futuros del Cuerpo de los Finalitarios Mortales. En la sede administrativa que tiene este cuerpo en el Paraíso se mantiene un registro para los voluntarios de Havona, presidido por el asociado de Grandfanda. Hoy encontraríais a millones y millones de nativos de Havona en esta lista de espera. Estos seres perfectos, que han sido creados de manera directa y divina, son de una gran ayuda para el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad, y realizarán indudablemente servicios más importantes en el lejano futuro. Proporcionan el punto de vista de los seres nacidos en la perfección y en la plenitud divina. Los finalitarios abarcan así las dos fases de la existencia experiencial —la perfecta y la perfeccionada.[3][5]
31:1.2 Los nativos de Havona deben conseguir ciertos desarrollos experienciales, en contacto con los seres evolutivos, que crearán en ellos la capacidad para recibir el don de un fragmento del espíritu del Padre Universal. El Cuerpo Finalitario de los Mortales sólo tiene como miembros permanentes a aquellos seres que han fusionado con el espíritu de la Fuente-Centro Primera o que, al igual que los Mensajeros de Gravedad, poseen de manera innata este espíritu de Dios Padre.[1][6]
31:1.3 El cuerpo recibe a los habitantes del universo central en la proporción de uno por mil —una compañía de finalitarios. El cuerpo está organizado para el servicio temporal en compañías de mil, y el número de criaturas ascendentes es de 997 por un nativo de Havona y un Mensajero de Gravedad. Los finalitarios están movilizados así en compañías, pero el juramento de la finalidad se toma individualmente. Es un juramento que tiene implicaciones profundas y es de una importancia eterna. El nativo de Havona presta el mismo juramento y se une para siempre al cuerpo.[7][1][3][7]
31:1.4 Los reclutas de Havona siguen a la compañía en la que están destinados; allá donde va el grupo, van ellos. Y deberíais ver su entusiasmo por su nuevo trabajo como finalitarios. La posibilidad de alcanzar el Cuerpo de la Finalidad es una de las magníficas emociones de Havona; la posibilidad de convertirse en un finalitario es una de las aventuras supremas de estas razas perfectas.
31:1.5 A los nativos de Havona también los reciben en la misma proporción en el Cuerpo de los Finalitarios Trinitizados Conjuntos de Vicegerington y en el Cuerpo de los Finalitarios Trascendentales del Paraíso. Los ciudadanos de Havona consideran estos tres destinos, junto con su posible admisión en el Cuerpo de los Finalitarios de Havona, como las metas supremas de sus carreras celestiales.
31:2.1 En cualquier momento y lugar donde los Mensajeros de Gravedad ejercen su actividad, los finalitarios están al mando. Todos los Mensajeros de Gravedad están bajo la jurisdicción exclusiva de Grandfanda, y sólo están asignados al Cuerpo primario de la Finalidad. En el momento actual son inapreciables para los finalitarios, y se les podrá utilizar para todo en el eterno futuro. Ningún otro grupo de criaturas inteligentes posee un cuerpo así de mensajeros personalizados capaces de trascender el tiempo y el espacio. Los tipos similares de mensajeros-registradores destinados en otros cuerpos finalitarios no están personalizados; están absonitizados.[8][1][2][3][5][18][28]
31:2.2 Los Mensajeros de Gravedad proceden de Divinington y son Ajustadores modificados y personalizados, pero ningún miembro de nuestro grupo de Uversa se comprometería a explicar la naturaleza de uno de estos mensajeros. Sabemos que son unos seres extremadamente personales, divinos, inteligentes y conmovedoramente comprensivos, pero no comprendemos la técnica que utilizan para atravesar instantáneamente el espacio. Parecen ser capaces de utilizar todas las energías, todos los circuitos e incluso la gravedad. Los Finalitarios del cuerpo de los mortales no pueden desafiar el tiempo y el espacio, pero se encuentran asociadas con ellos y sometidas a su mando unas personalidades espirituales casi infinitas que sí pueden hacerlo. Nos permitimos llamar personalidades a los Mensajeros de Gravedad, pero en realidad son seres superespirituales, unas personalidades sin límites ni trabas. Comparados con los Mensajeros Solitarios, son un tipo de personalidad totalmente diferente.[8][18][1][2][3][8]
31:2.3 Los Mensajeros de Gravedad pueden estar vinculados a una compañía finalitaria en cantidades ilimitadas, pero sólo un mensajero, el jefe de sus compañeros, es enrolado en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad. Sin embargo, este jefe tiene asignado un estado mayor permanente de 999 compañeros mensajeros y, según lo requieran las circunstancias, puede recurrir a las reservas de la orden para obtener un número ilimitado de ayudantes.[1][3]
31:2.4 Los Mensajeros de Gravedad y los finalitarios mortales glorificados llegan a tener un afecto profundo y conmovedor los unos por los otros; tienen muchas cosas en común: unos son la personalización directa de un fragmento del Padre Universal; los otros, una personalidad de criatura que existe en el alma inmortal sobreviviente fusionada con un fragmento del mismo Padre Universal, el Ajustador del Pensamiento espiritual.[8][1]
31:3.1 Los mortales ascendentes fusionados con su Ajustador componen la mayor parte del Cuerpo primario de la Finalidad. Junto con los serafines adoptados y glorificados, ascienden generalmente a 990 en cada compañía finalitaria. La proporción de mortales y de ángeles varía en cada grupo, aunque los mortales son mucho más numerosos que los serafines. Los nativos de Havona, los Hijos Materiales glorificados, las criaturas intermedias glorificadas, los Mensajeros de Gravedad y el miembro desconocido que falta sólo constituyen el uno por ciento del cuerpo; cada compañía de mil finalitarios sólo tiene sitio para diez de estas personalidades no mortales y no seráficas.[1][3]
31:3.2 Nosotros los de Uversa no conocemos el «destino finalitario» de los mortales ascendentes del tiempo. En el momento actual residen en el Paraíso y sirven temporalmente en el Cuerpo de Luz y de Vida, pero un programa tan extraordinario de formación ascendente y una disciplina universal tan prolongada deben estar destinados a cualificarlos para unas pruebas de confianza aún más grandes y unos servicios de responsabilidad aún más sublimes.[3]
31:3.3 A pesar de que estos mortales ascendentes han alcanzado el Paraíso, han sido enrolados en el Cuerpo de la Finalidad y han sido enviados de vuelta en gran número para participar en la dirección de los universos locales y para ayudar en la administración de los asuntos superuniversales —en presencia incluso de este destino aparente, subsiste el hecho significativo de que sólo están registrados como espíritus de la sexta fase. Falta indudablemente una etapa más en la carrera del Cuerpo de los Mortales de la Finalidad. No conocemos la naturaleza de dicha etapa, pero hemos tenido en cuenta tres hechos sobre los que llamamos aquí la atención:[1][5]
31:3.4 1. Sabemos por los archivos que los mortales son espíritus del primer grado durante su estancia en los sectores menores, que ascienden al segundo grado cuando son trasladados a los sectores mayores, y al tercero cuando avanzan hasta los mundos educativos centrales del superuniverso. Los mortales se vuelven espíritus graduados o de cuarto grado después de llegar al sexto círculo de Havona, y se convierten en espíritus de quinto grado cuando encuentran al Padre Universal. Posteriormente consiguen la sexta fase de la existencia espiritual al prestar el juramento que los enrola para siempre en la tarea para la eternidad del Cuerpo de la Finalidad de los Mortales.
31:3.5 Observamos que la clasificación o designación de los espíritus está determinada por el progreso efectivo desde un reino de servicio universal a otro reino de servicio universal, o desde un universo a otro universo; y suponemos que la concesión de la clasificación como espíritus del séptimo grado en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad se producirá al mismo tiempo que sus miembros asciendan a la misión eterna de servir en unas esferas hasta ahora no registradas y no reveladas, y que esto coincidirá con el hecho de alcanzar a Dios Supremo. Pero aparte de estas conjeturas audaces, realmente no sabemos mucho más que vosotros sobre todo esto; nuestro conocimiento sobre la carrera de los mortales no va más allá del destino paradisiaco actual.
31:3.6 2. Los finalitarios mortales han cumplido plenamente con el mandato de todos los tiempos: «Sed perfectos»[1]; han ascendido el sendero universal de la consecución humana; han encontrado a Dios, y han sido debidamente admitidos en el Cuerpo de la Finalidad. Estos seres han alcanzado el límite actual de la progresión espiritual, pero no la finalidad del estado espiritual último. Han llegado al límite actual de la perfección de las criaturas, pero no a la finalidad del servicio de las criaturas. Han experimentado la plenitud de la adoración de la Deidad, pero no la finalidad de alcanzar experiencialmente a la Deidad.[24]
31:3.7 3. Los mortales glorificados del Cuerpo Paradisiaco de la Finalidad son seres ascendentes que poseen el conocimiento experiencial de cada etapa de la realidad y la filosofía de vida más completa posible de la existencia inteligente, mientras que durante las eras de esta ascensión desde los mundos materiales más humildes hasta las alturas espirituales del Paraíso, estas criaturas sobrevivientes han sido instruidas hasta los límites de su capacidad en todos los detalles de todos los principios divinos relacionados con la administración justa y eficaz, así como misericordiosa y paciente, de toda la creación universal del tiempo y del espacio.[3][10]
31:3.8 Estimamos que los seres humanos tienen derecho a compartir nuestras opiniones, y que tenéis la libertad de conjeturar con nosotros sobre el misterio del destino último del Cuerpo Paradisiaco de la Finalidad. Nos parece evidente que las tareas actuales de las criaturas evolutivas perfeccionadas comparten la naturaleza de los cursos postgraduados de comprensión universal y de administración superuniversal; y todos nos preguntamos: «¿Por qué los Dioses se preocupan tanto por instruir tan minuciosamente a los mortales sobrevivientes en la técnica de dirigir el universo?»[2][10][9]
31:4.1 A muchos fieles guardianes seráficos de los mortales se les permite recorrer la carrera ascendente con sus pupilos humanos, y muchos de estos ángeles guardianes, después de haber fusionado con el Padre, se unen a sus sujetos para prestar el juramento finalitario de la eternidad y aceptar para siempre el destino de sus asociados mortales. Los ángeles que pasan por la experiencia ascendente de los seres mortales pueden compartir el destino de la naturaleza humana; pueden ser igualmente enrolados de manera eterna en este Cuerpo de la Finalidad. Un gran número de serafines adoptados y glorificados forman parte de los diversos cuerpos finalitarios no mortales.[1][3][5]
31:5.1 Existe una disposición en los universos del tiempo y del espacio por la que, cuando los ciudadanos adámicos de los sistemas locales tardan mucho en recibir una misión planetaria, pueden iniciar una petición para ser liberados del estado de ciudadanos permanentes. Si se les concede, se unen a los peregrinos ascendentes en las capitales de los universos, y desde allí se dirigen hacia el Paraíso y el Cuerpo de la Finalidad.[1][3][5]
31:5.2 Cuando un mundo evolutivo avanzado alcanza las épocas finales de la era de luz y de vida, los Hijos Materiales, el Adán y la Eva Planetarios, pueden elegir humanizarse, recibir sus Ajustadores, y emprender el recorrido evolutivo de la ascensión universal que conduce al Cuerpo de los Finalitarios Mortales. Algunos de estos Hijos Materiales han fracasado parcialmente o han fallado técnicamente en su misión como aceleradores biológicos, como le sucedió a Adán en Urantia; entonces se ven obligados a tomar el camino natural de los pueblos del reino, recibir sus Ajustadores, pasar por la muerte, progresar por la fe a través del régimen ascendente, y alcanzar posteriormente el Paraíso y el Cuerpo de la Finalidad.
31:5.3 A estos Hijos Materiales no se les encuentra en muchas compañías finalitarias. Su presencia confiere un gran potencial a las posibilidades de servicio elevado de ese grupo, y son invariablemente elegidos como jefes. Si los dos miembros de la pareja edénica están destinados en el mismo grupo, generalmente se les permite trabajar juntos como una sola personalidad. Estas parejas ascendentes tienen mucho más éxito que los mortales ascendentes en la aventura de la trinitización.
31:6.1 En muchos planetas las criaturas intermedias son engendradas en gran número, pero raras veces se quedan en su mundo nativo después de que éste se establece en la luz y la vida. En ese momento, o poco después, son liberados de su estado de ciudadanos permanentes y empiezan su ascensión hacia el Paraíso, pasando por los mundos morontiales, el superuniverso y Havona, en compañía de los mortales del tiempo y del espacio.[1]
31:6.2 El origen y la naturaleza de las criaturas intermedias de los diversos universos son muy diferentes, pero todas están destinadas a uno u otro de los cuerpos paradisiacos de la finalidad. Todos los intermedios secundarios fusionan finalmente con su Ajustador y son enrolados en el cuerpo de los mortales. Muchas compañías finalitarias tienen en su grupo a uno de estos seres glorificados.[3][5]
31:7.1 En la época actual, cada compañía finalitaria contiene 999 personalidades que han prestado juramento, que son miembros permanentes. La plaza vacante está ocupada por el jefe de los Evángeles de Luz[2] destinados en esa compañía y encargados de una misión determinada. Pero estos seres sólo son miembros transitorios del cuerpo.[1][3]
31:7.2 Toda personalidad celestial destinada al servicio de cualquier cuerpo finalitario se denomina Evángel de Luz. Estos seres no prestan el juramento finalitario, y aunque están sujetos a la organización del cuerpo, no están vinculados a él de manera permanente. Este grupo puede incluir a los Mensajeros Solitarios, los supernafines, los seconafines, los Ciudadanos del Paraíso o sus descendientes trinitizados —cualquier ser que sea necesario para ejecutar una tarea finalitaria transitoria. No sabemos si estos seres van a estar vinculados a la misión eterna del cuerpo. Al final de su misión, estos Evángeles de Luz recuperan su estado anterior.[3][5]
31:7.3 En el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad, tal como está constituido actualmente, hay exactamente seis clases de miembros permanentes. Los finalitarios, como se podría esperar, especulan mucho sobre la identidad de sus camaradas futuros, pero hay poco acuerdo entre ellos.[12]
31:7.4 Nosotros los de Uversa conjeturamos a menudo sobre la identidad del séptimo grupo de finalitarios. Albergamos muchas ideas, entre ellas la posible asignación de algunos cuerpos de los numerosos grupos trinitizados que se están acumulando en el Paraíso, en Vicegerington y en el circuito interior de Havona. Se conjetura incluso que al Cuerpo de la Finalidad se le permitirá trinitizar a muchos seres que lo ayudan en el trabajo de la administración universal, en el caso de que sean destinados al servicio de los universos que están actualmente en proceso de formación.[1][2][28]
31:7.5 Uno de nosotros mantiene la opinión de que esta plaza vacante del cuerpo será ocupada por algún tipo de ser que tendrá su origen en el nuevo universo donde realizarán su servicio futuro; otro tiende a creer que esta plaza la ocupará algún tipo de personalidad del Paraíso aún no creada, existenciada o trinitizada. Pero es muy probable que tengamos que esperar a que los finalitarios entren en su séptima fase de consecución espiritual para saberlo realmente.[28]
31:8.1 Una parte de la experiencia como finalitario en el Paraíso de un mortal perfeccionado consiste en el esfuerzo por conseguir comprender la naturaleza y la función de más de mil grupos de superciudadanos trascendentales del Paraíso, unos seres existenciados con atributos absonitos. En su asociación con estas superpersonalidades, los finalitarios ascendentes reciben una gran ayuda del útil asesoramiento de numerosas órdenes de ministros trascendentales que tienen la tarea de presentar a los finalitarios evolucionados a sus nuevos hermanos del Paraíso. Toda la orden de los Trascendentales vive en el oeste del Paraíso en una inmensa zona que ocupan de manera exclusiva.[18][3][10][11][12][28]
31:8.2 Cuando hablamos de los Trascendentales, no sólo estamos restringidos por las limitaciones de la comprensión humana, sino también por los términos del mandato que regula estas revelaciones sobre las personalidades del Paraíso. Estos seres no están relacionados de ninguna manera con la ascensión de los mortales hasta Havona. La inmensa multitud de Trascendentales del Paraíso no tiene absolutamente nada que ver con los asuntos de Havona o de los siete superuniversos, pues se ocupan solamente de la superadministración de los asuntos del universo maestro.[13][18][28]
31:8.3 Tú, como eres una criatura, puedes concebir a un Creador, pero difícilmente puedes comprender que existe un enorme agregado diversificado de seres inteligentes que no son ni Creadores ni criaturas. Estos Trascendentales no crean seres, ni ellos mismos fueron nunca creados. Al hablar de su origen, y a fin de evitar la utilización de un nuevo término —de una denominación arbitraria y sin sentido— creemos que es mejor decir que los Trascendentales simplemente se existencian. Puede ser muy bien que el Absoluto de la Deidad haya estado relacionado con su origen y pueda estar implicado en su destino, pero estos seres únicos no están actualmente dominados por el Absoluto de la Deidad. Están sometidos a Dios Último, y su estancia actual en el Paraíso está supervisada y dirigida en todos los aspectos por la Trinidad.[14][2][13][21][28]
31:8.4 Aunque todos los mortales que alcanzan el Paraíso fraternizan a menudo con los Trascendentales, tal como lo hacen con los Ciudadanos del Paraíso, sucede que el primer contacto formal de un hombre con un Trascendental se produce durante el acontecimiento memorable en el que, como miembro de un nuevo grupo finalitario, el ascendente mortal se encuentra en el círculo de recepción finalitario donde el jefe de los Trascendentales toma el juramento trinitario de la eternidad; este jefe es el que preside a los Arquitectos del Universo Maestro.[2][28][30]
31:9.1 Los Arquitectos del Universo Maestro son el cuerpo gobernante de los Trascendentales del Paraíso. Este cuerpo gobernante asciende a 28.011 personalidades que poseen unas mentes maestras, unos espíritus magníficos y unas facultades absonitas celestiales. El Arquitecto Maestro más antiguo, dignatario que preside este grupo magnífico, es el jefe que coordina todas las inteligencias del Paraíso por debajo del nivel de la Deidad.[15][3][11][14][15][16][18][23][28]
31:9.2 La decimosexta proscripción del mandato que autoriza estas narraciones dice: «Si se considera prudente, se puede revelar la existencia de los Arquitectos del Universo Maestro y de sus asociados, pero su origen, su naturaleza y su destino no se pueden revelar plenamente». Podemos informaros sin embargo que estos Arquitectos Maestros existen en siete niveles de lo absonito. Estos siete grupos están clasificados como sigue:[13][2][3][23][28]
31:9.3 1. El Nivel del Paraíso. Sólo el primer Arquitecto existenciado, el más antiguo, ejerce su actividad en este nivel superior de lo absonito. Esta personalidad última —ni Creador ni criatura— se existenció en los albores de la eternidad, y ahora actúa como coordinador exquisito del Paraíso y de sus veintiún mundos de actividades asociadas.[4][11][22][28]
31:9.4 2. El Nivel de Havona. La segunda existenciación de Arquitectos produjo tres planificadores maestros y administradores absonitos, y siempre se han dedicado a la coordinación de los mil millones de esferas perfectas del universo central. La tradición del Paraíso afirma que estos tres Arquitectos, con el asesoramiento del Arquitecto más antiguo existenciado anteriormente, contribuyeron a la planificación de Havona, pero realmente no lo sabemos.[16][11][22][28]
31:9.5 3. El Nivel de los Superuniversos. El tercer nivel absonito abarca a los siete Arquitectos Maestros de los siete superuniversos, que pasan actualmente, como grupo, un período de tiempo casi igual en compañía de los Siete Espíritus Maestros en el Paraíso y con los Siete Ejecutivos Supremos en los siete mundos especiales del Espíritu Infinito. Son los supercoordinadores del gran universo.[18][22]
31:9.6 4. El Primer Nivel de Espacio. Este grupo asciende a setenta Arquitectos, y conjeturamos que se ocupan de los planes últimos para el primer universo del espacio exterior, que está ahora en vías de movilización más allá de las fronteras de los siete superuniversos actuales.[22][26][28]
31:9.7 5. El Segundo Nivel de Espacio. Este quinto cuerpo de Arquitectos asciende a 490 miembros, y conjeturamos de nuevo que deben ocuparse del segundo universo del espacio exterior, donde nuestros físicos ya han detectado unas claras movilizaciones de energía.[22]
31:9.8 6. El Tercer Nivel de Espacio. Este sexto grupo de Arquitectos Maestros asciende a 3.430 miembros, y deducimos igualmente que deben estar ocupados con los planes gigantescos del tercer universo del espacio exterior.[22]
31:9.9 7. El Cuarto Nivel de Espacio. Este cuerpo, el último y el más numeroso, consta de 24.010 Arquitectos Maestros, y si nuestras conjeturas anteriores son válidas, debe estar relacionado con el cuarto y último de los universos del espacio exterior, cada uno de los cuales es más grande que el anterior.[16][17][22]
31:9.10 Estos siete grupos de Arquitectos Maestros suman un total de 28.011 planificadores de universos. En el Paraíso existe una tradición según la cual allá por la lejana eternidad se intentó la existenciación del Arquitecto Maestro número 28.012, pero este ser no consiguió absonitizarse, ya que el Absoluto Universal se incautó de su personalidad. Es posible que la serie ascendente de los Arquitectos Maestros alcanzara el límite de la absonidad con el Arquitecto número 28.011, y que la tentativa 28.012 se encontró con el nivel matemático de la presencia del Absoluto. En otras palabras, en el nivel de existenciación 28.012, la cualidad de la absonidad equivalía al nivel del Universal y alcanzó el valor del Absoluto.[7][11][17][21][23][28]
31:9.11 Los tres Arquitectos supervisores de Havona actúan, en su organización funcional, como ayudantes asociados del Arquitecto solitario del Paraíso. Los siete Arquitectos de los superuniversos actúan como coordinados de los tres supervisores de Havona. Los setenta planificadores de los universos del primer nivel del espacio exterior sirven actualmente como ayudantes asociados de los siete Arquitectos de los siete superuniversos.[26]
31:9.12 Los Arquitectos del Universo Maestro tienen a su disposición numerosos grupos de ayudantes y colaboradores, incluyendo a dos extensas órdenes de organizadores de la fuerza, los existenciados primarios y los trascendentales asociados. Estos Organizadores de la Fuerza Maestros no deben ser confundidos con los directores del poder, los cuales están relacionados con el gran universo.[12][18][28]
31:9.13 Todos los seres engendrados por la unión de los hijos del tiempo con los hijos de la eternidad, tales como los descendientes trinitizados por los finalitarios y los Ciudadanos del Paraíso, se convierten en los pupilos de los Arquitectos Maestros. Pero de todas las demás criaturas o entidades reveladas que ejercen su actividad en los universos actualmente organizados, sólo los Mensajeros Solitarios y los Espíritus Inspirados Trinitarios mantienen una asociación orgánica con los Trascendentales y con los Arquitectos del Universo Maestro.[23]
31:9.14 Los Arquitectos Maestros contribuyen a que se apruebe técnicamente la concesión a los Hijos Creadores de sus emplazamientos espaciales para que organicen sus universos locales. Existe una asociación muy estrecha entre los Arquitectos Maestros y los Hijos Creadores Paradisiacos y, aunque esta relación no se ha revelado, se os ha informado acerca de la asociación de los Arquitectos con los Creadores Supremos del gran universo en la relación de la primera Trinidad experiencial. Estos dos grupos, junto con el Ser Supremo evolutivo y experiencial, forman la Trinidad Última de valores trascendentales y de significados del universo maestro.[2][12]
31:10.1 El Arquitecto Maestro más antiguo tiene la supervisión de los siete Cuerpos de la Finalidad, que son los siguientes:[1][3][5][18][19]
31:10.2 1. El Cuerpo de los Finalitarios Mortales.
31:10.3 2. El Cuerpo de los Finalitarios del Paraíso.[20]
31:10.4 3. El Cuerpo de los Finalitarios Trinitizados.
31:10.5 4. El Cuerpo de los Finalitarios Trinitizados Conjuntos.
31:10.6 5. El Cuerpo de los Finalitarios de Havona.
31:10.7 6. El Cuerpo de los Finalitarios Trascendentales.
31:10.8 7. El Cuerpo de los Hijos del Destino No Revelados.
31:10.9 Cada uno de estos cuerpos del destino tiene un jefe que lo preside, y los siete constituyen el Consejo Supremo del Destino en el Paraíso; y durante la presente era del universo, Grandfanda es el jefe de este cuerpo supremo que asigna las misiones universales a los hijos del destino último.[2][3]
31:10.10 La reunión de estos siete cuerpos finalitarios indica la movilización, dentro de la realidad, de unos potenciales, personalidades, mentes, espíritus, absonitos y realidades experienciales, que trascienden probablemente incluso las funciones futuras del Ser Supremo en el universo maestro. Estos siete cuerpos finalitarios indican probablemente la actividad actual de la Trinidad Última, ocupada en reunir las fuerzas de lo finito y de lo absonito como preparación para unos desarrollos inconcebibles en los universos del espacio exterior. Nada que se parezca a esta movilización ha tenido lugar desde los tiempos cercanos a la eternidad, cuando la Trinidad del Paraíso movilizó de manera similar a las personalidades entonces existentes del Paraíso y de Havona, y las nombró como administradoras y gobernantes de los siete superuniversos del tiempo y del espacio entonces en proyecto. Los siete cuerpos finalitarios representan la respuesta de divinidad del gran universo a las necesidades futuras de los potenciales no desarrollados en los universos exteriores donde tendrán lugar futuras actividades eternas.[18][2][7][21][22]
31:10.11 Nos aventuramos a pronosticar la existencia de unos universos exteriores futuros y aún mayores de mundos habitados, de nuevas esferas pobladas de nuevos tipos de seres exquisitos y únicos, de un universo material de una ultimidad sublime, de una inmensa creación a la que sólo le faltará un detalle importante —la presencia de una experiencia finita real en la vida universal de la existencia ascendente. Ese universo nacerá con una enorme desventaja experiencial: la privación de participar en la evolución del Todopoderoso Supremo. Todos estos universos exteriores disfrutarán del ministerio incomparable y del supercontrol celestial del Ser Supremo, pero el hecho mismo de su presencia activa impedirá la participación de dichos universos en la manifestación de la Deidad Suprema.[4][6][23][24]
31:10.12 Durante la presente era del universo, las personalidades evolutivas del gran universo sufren muchas dificultades debido a la manifestación incompleta de la soberanía de Dios Supremo, pero todos estamos participando en la experiencia única de su evolución. Evolucionamos en él, y él evoluciona en nosotros. En algún momento del eterno futuro, la evolución de la Deidad Suprema será un hecho consumado de la historia universal, y la oportunidad de participar en esta maravillosa experiencia habrá desaparecido de la escena de la acción cósmica.[19][4][6][24]
31:10.13 Pero aquellos de nosotros que hayan adquirido esta experiencia única durante la juventud del universo, la atesorarán a lo largo de toda la eternidad futura. Muchos de nosotros especulan que la misión de las reservas de mortales ascendentes y perfeccionados del Cuerpo de la Finalidad, que se acumulan gradualmente, en asociación con los otros seis cuerpos que se están reclutando de manera similar, quizás podría ser la de administrar estos universos exteriores, en un esfuerzo por compensar sus deficiencias experienciales por no haber participado en la evolución espacio-temporal del Ser Supremo.[20][4]
31:10.14 Estas deficiencias son inevitables en todos los niveles de la existencia universal. Durante la presente era del universo, nosotros, los de los niveles superiores de las existencias espirituales, descendemos ahora para administrar los universos evolutivos y aportar nuestro ministerio a los mortales ascendentes, esforzándonos así por compensar sus deficiencias en las realidades de la experiencia espiritual superior.
31:10.15 Pero aunque realmente no sabemos nada sobre los planes de los Arquitectos del Universo Maestro respecto a estas creaciones exteriores, sin embargo estamos seguros de tres cosas:[23]
31:10.16 1. Existe realmente un sistema nuevo e inmenso de universos que se está organizando gradualmente en los dominios del espacio exterior. En efecto, con vuestros telescopios se pueden ver nuevos tipos de creaciones físicas, enormes círculos gigantescos de universos pululantes tras universos, mucho más allá de los límites actuales de las creaciones pobladas y organizadas. En la actualidad, estas creaciones exteriores son totalmente físicas; están aparentemente deshabitadas y parecen estar desprovistas de administración por parte de las criaturas.[21]
31:10.17 2. Durante épocas y épocas continúa la movilización en el Paraíso, inexplicada y totalmente misteriosa, de los seres perfeccionados y ascendentes del tiempo y del espacio, en asociación con los otros seis cuerpos finalitarios.
31:10.18 3. En concomitancia con estas operaciones, la Persona Suprema de la Deidad está aumentando su poder como soberano todopoderoso de las supercreaciones.
31:10.19 Cuando vemos este desarrollo trino, que engloba a las criaturas, a los universos y a la Deidad, ¿podemos ser criticados por indicar de antemano que algo nuevo y no revelado se acerca a su culminación en el universo maestro? ¿No es natural que asociemos esta movilización y esta organización seculares de los universos físicos, a una escala hasta ahora desconocida, y la emergencia de la personalidad del Ser Supremo, con este prodigioso plan de elevar a los mortales del tiempo hasta la perfección divina, y con su movilización posterior en el Paraíso en el Cuerpo de la Finalidad —un nombramiento y un destino envueltos en un misterio universal? En toda Uversa se cree cada vez más que los Cuerpos de la Finalidad en vías de reunirse están destinados a algún servicio futuro en los universos del espacio exterior, donde ya somos capaces de identificar la agrupación de, al menos, setenta mil agregados de materia, cada uno de los cuales es mayor que cualquiera de los superuniversos actuales.[22][23][3][22][25][26][27][28]
31:10.20 Los mortales evolutivos nacen en los planetas del espacio, pasan por los mundos morontiales, ascienden a los universos espirituales, atraviesan las esferas de Havona, encuentran a Dios, alcanzan el Paraíso y son enrolados en el Cuerpo primario de la Finalidad, para esperar allí la siguiente misión de servicio universal. Hay otros seis cuerpos de la finalidad que se están reuniendo, pero Grandfanda, el primer ascendente mortal, preside como jefe paradisiaco todas las órdenes de finalitarios. Cuando vemos este espectáculo sublime, todos exclamamos: !Qué glorioso destino para los hijos temporales de origen animal, los hijos materiales del espacio![2][7][29][30][31]
31:10.21 [Patrocinado conjuntamente por un Consejero Divino y Uno que no tiene Nombre ni Número, autorizados para actuar así por los Ancianos de los Días de Uversa.]
31:10.22 Estos treinta y un documentos que describen la naturaleza de la Deidad, la realidad del Paraíso, la organización y el funcionamiento del universo central y de los superuniversos, las personalidades del gran universo y el elevado destino de los mortales evolutivos, fueron patrocinados, formulados y traducidos al inglés por una elevada comisión compuesta por veinticuatro administradores de Orvonton que actúan de acuerdo con un mandato promulgado por los Ancianos de los Días de Uversa, ordenando que hiciéramos esto en Urantia, planeta 606 de Satania, en Norlatiadek de Nebadon, en el año 1934 d. de J.C.[7][24][25][32][33][34]
Documento 30. Las personalidades del gran universo |
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Documento 32. La evolución de los universos locales |