© 2012 Lucienne Leker
© 2012 Association Francophone des Lecteurs du Livre d'Urantia
Cuando puedo decir, quiero,
Sin que mis manos se extiendan con avidez
No para tomar sino para ofrecer
Y servir con humildad.
Cuando puedo decir, me encanta,
Sin que mi corazón tiemble con el deseo de ser amado.
Pero me iría si estuviera solo,
Amor que fluye, sin cerrarse nunca.
Cuando puedo decir, lo sé,
Sin dejar que mi mente toque las apariencias,
Pero únete a mi alma
Y escuchar su canción, en el silencio.
Cuando pueda decir, me voy,
Sin mis lágrimas escondiendo el horizonte de mis ojos,
Nubla mi corazón con arrepentimientos
Y con miedo, a la hora del adiós.
Entonces podrás abrirme tu puerta de par en par,
Oh libertad.
Lucienne Leker