© 2016 Jan Herca, Santiago Rodríguez, Efraín Vivanco, Josep Bosch, Carmelo Martínez, Iván Înigo
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Luz y Vida — Núm. 43 — Presentación | Luz y Vida — Núm. 43 — Marzo 2016 — Índice | Eugenesia para estos tiempos |
De varios autores
(Conversación mantenida en la lista «El rincón de Urantia», enero 2016)
Participantes:
La noticia es espectacular como pocas.
http://www.abc.es/ciencia/abci-descubren-planeta-gigante-sistema-solar-201601201910_noticia.html
http://www.elmundo.es/ciencia/2016/01/20/569fbdae268e3eab3f8b4596.html
Estamos ante una noticia de proporciones increíbles para la comunidad científica, no solo por el hecho del descubrimiento en sí, sino por el tipo de planeta que se ha descubierto, que destroza literalmente todo lo que se conocía acerca de cómo era nuestro sistema solar y cómo se había formado.
Recomiendo encarecidamente leer las secciones LU 57:5 y LU 57:6 del libro, porque una de las cosas que llevo oyendo desde hace mucho a detractores del libro es que algunas partes de su material científico son claros errores. El libro dice claramente que el sistema solar tenía originalmente doce planetas, y que incluso robó tres planetas más a otro sistema solar cercano (el auténtico culpable de la formación del nuestro). Durante mucho tiempo esa cifra no encajaba con los ocho / nueve planetas máximo que la ciencia había descubierto.
Este nuevo hallazgo podría poner patas arriba la ciencia planetaria actual y sería la mayor prueba a favor de la ciencia «loca» que algunos critican del libro.
Estoy tan emocionado y deseoso de seguir leyendo los noticiarios que no sigo con más datos. Por favor, animaos a leer sobre este apasionante tema y meted comentarios al hilo.
Gracias Jan, por la noticia.
Ciertamente a los que nos gusta la ciencia, las noticias y las investigaciones que apoyan los contenidos de ciencia de El Libro de Urantia nos gustan especialmente (al menos a mi), porque es como una palmadita en la espalda que genera una satisfacción personal, un pequeño logro (que en realidad solo alimenta nuestro ego), y no quiero decir con esto que tengamos que impedir que esto nos suceda, ni mucho menos. Satisfacer al ego en su justa medida creo que es adecuado.
La realidad es que hay otras muchas ocasiones en las que El Libro de Urantia es completamente contradictorio con la ciencia actual, especialmente en todo lo que tiene que ver con la época en la que han ocurrido las cosas en las que coincide con la ciencia al uso, y fundamentalmente en la cosmología (origen, forma, tamaño, leyes que lo rigen y elementos que componen el universo), con la que hay «enormes» discrepancias.
Hemos de considerar siempre las limitaciones de la revelación, para tratar de comprender por qué no han sido todo lo claros en la revelación que nos hubiera gustado personalmente. Hemos de esperar para ver cómo el conocimiento humano se aproxima a las enseñanzas de El Libro de Urantia. Y esto posiblemente ocurrirá cuando haya muchos científicos lectores del libro que comiencen a apostar por enfoques e ideas nuevas para la ciencia pero basadas en su lectura.
Los «detractores» de El Libro de Urantia lo son porque no han querido entender muchas de las cosas importantes que vierte el libro, y usan parte de su contenido como excusa para no enfrentarse a lo que les haría salir de su zona de comodidad personal. Por consiguiente, si no encontraran argumentos a su favor en los contenidos científicos, buscarían y encontrarán otros argumentos para desacreditarlo, porque El Libro de Urantia no es «ley», no es «palabra de Dios» y, por muy revelado que sea, siempre han de aparecer elementos suficientes para que el que quiera creer crea y lo encuentre razonable, y que el que no quiera creer no lo haga y también lo encuentre razonable. Si no fuera así, nuestra libertad de elección frente a lo espiritual no sería realmente ni libre ni voluntaria.
No quiero restar importancia a lo que dice El Libro de Urantia, que es muy importante para los que creemos en sus contenidos, pero creo que lo que realmente tiene importancia y valor es lo que despierta en el lector.
El que lo ha leído y lo critica es que no ha sido capaz de despertar a nada de todo lo que expone el propio libro; él sabrá por qué…
El que busque en El Libro de Urantia la demostración de la existencia de la realidad espiritual está en la misma tesitura que el que le pedía milagros a Jesús.
Los detractores del libro lo son porque no han encontrado la demostración que esperan. Quieren sustituir la razón por el acto volitivo de querer creer. Y la confianza, la fe, la decisión de querer creer en un Dios, está al margen de cualquier razonamiento para que el respeto del libre albedrío sea total.
Totalmente de acuerdo en lo que dices, Santiago. Y debo decir que para mí el que el libro diga algunas cosas que científicamente estuvieran por descubrir no suponen esa prueba de que es cierto. Para mí su validez siempre ha estado en la belleza de muchos de sus mensajes espirituales. Pero hay muchas personas que tienen menor sensibilidad para detectar la belleza a las que por lo menos ciertas declaraciones del libro podrían ayudar a comprender que este libro es especial.
La declaración rotunda del libro de que nuestro sistema solar tiene doce planetas, y potencialmente 15, es una declaración que no está basada en limitaciones de revelación o que se ofrece en un lenguaje adaptado o de cierta manera que requiera de una revisión futura por la ciencia. Es una declaración de esas que yo llamo «revelaciones directas». Aquí o hay esos planetas o el libro simplemente y llanamente es erróneo o no cuenta la verdad en un asunto que no era necesario para nuestra evolución espiritual. Que haya 10, 12 ó 50 planetas en nuestro sistema solar no tiene el menor interés para nuestra alma como seres espirituales que somos.
Pero si puede tener interés como prueba para los más descreídos de que esta revelación es cierta. Y yo creo que en el fondo todo revelador siempre quiere que su revelación se crea. Así que suelen dejar algunas perlas por el camino buscando ese efecto.
Estoy convencido de que, con nuevo instrumental y grandes científicos, en un futuro próximo se llegará a descubrir si la formación del sistema solar es como la cuenta el libro. Y en ese momento la gente volverá al libro con otros ojos. Hay cosas científicas matizables en el libro, y cosas que no. Las primeras están para dificultar que se crea en él. Las segundas, para facilitar que se crea en él. Porque la fe no es una cosa de manos en la herida. Es una cosa de lucha interior, aun cuando no haya herida en la que meter la mano.
Pero ayer, curiosamente, ha sido uno de esos días en que ha habido herida.
Un tema de lo más interesante y en la imagen que adjunto ya nos muestra 12 planetas en nuestro sistema (uno sin nombre) con lo que con este nuevo detectado, entraríamos a por los 15.
Gracias Jan, por esta científica y hermosa noticia, que corrobora una vez más que la Quinta Revelación es real y creíble; porque para mí El Libro de Urantia es coherente y por lo tanto aceptable, y no creo que ninguna parte del libro sea una falacia.
Pero yo me pregunto: si con este nuevo planeta serían diez los conocidos, incluyendo al degradado Plutón, o integrarían la lista de los doce Ceres y Caronte, como dice Josep, o faltan por descubrir dos; o dos se desintegraron formando los cinturones de asteroides. ¿Qué dicen ustedes?
Hola, Efraín. Creo recordar que el cinturón de asteroides nunca había llegado a ser planeta, o sea que sería uno que no se llegó a formar. Lo que no entiendo es Ceres, que parece estar ahí.
Por el enlace, es curioso ver que el mismo astrónomo que provocó la defenestración de Plutón sea el que precisamente intenta demostrar que el llamado planeta X no existe, haya llegado a la conclusión que realmente está.
En cuanto a El Libro de Urantia y sus aseveraciones científicas, yo también creo que son ciertas, aunque no me condiciona que lo sean y no le resto credibilidad si no lo fueran. Para mí el libro es una revelación pero, por encima de todo, es mi guía para no perder el tren, aun subiéndome al último vagón y a escondidas, jajaja.
Muchas veces el problema de contraste de la información científica de El Libro de Urantia con la ciencia «oficial» es de definiciones.
La definición de planeta que hace la UAI (Unión Astronómica Internacional), no confundir con la AIU (Asociación Internacional Urantia) y las dudas y cambios los podéis ver aquí https://es.wikipedia.org/wiki/Redefinición_de_planeta_de_2006.
Lo más parecido a una definición de planeta que podemos encontrar en El Libro de Urantia está en LU 15:6.14.
Si las definiciones no coinciden, la clasificación de esferas puede perfectamente ser diferente sin que por eso las informaciones sean contradictorias.
El sistema solar es como es, y los reveladores lo conocen «de primera mano» o mejor, «de primera vista». La ciencia terrícola lo va descubriendo a medida que es capaz de penetrar más y más en el conocimiento del espacio que nos rodea mediante mejores telescopios y el envío de naves no tripuladas. Pero creo que hasta la órbita de Plutón, incluso un poco más allá, ambos conocimientos coinciden en lo esencial. Otra cosa es cómo se clasifiquen las diferentes esferas conocidas de acuerdo con las definiciones al uso.
Lo que tiene de trascendente este descubrimiento, en mi modesta opinión, es que marca (una vez más) una línea. Los que ven contradicción entre la ciencia y El Libro de Urantia deberían ser más prudentes y aceptar que la ciencia humana es una materia en desarrollo y que, crean o no crean en la veracidad de lo que nos dice el libro, se pueden esperar nuevos descubrimientos que «pongan patas arriba», o al menos desmientan o maticen, algunas verdades aceptadas (incluso como absolutas) en un momento dado.
Tampoco los lectores debemos echar las campanas al vuelo. El Libro de Urantia no es un libro científico, y los que esperen convencerse de su verdad por su información sobre ciencia lo tienen crudo. En este sentido, no está de más releer la sección 4 del documento 101. Como bien habéis dicho algunos, lo que convence (y transforma) del libro es la experiencia personal, que en esencia es descubrir al Padre en nosotros.
PD. Por cierto, Josep, puedes leer en el párrafo LU 57:6.5 que el cinturón de asteroides fue inicialmente un planeta, el quinto de Monmatia.
Permitidme algunas aclaraciones para quienes no conocen mucho sobre el tema.
Plutón se considero inicialmente planeta y luego dejó de serlo por su muy pequeño tamaño, casi como el de una luna, y por su plano de rotación, que no coincide con el del resto. Parece como si fuera simplemente una luna que salió rebotada en ese baile de masas que tiene lugar en las épocas de formación planetaria.
El concepto de planeta de la ciencia actual y del libro yo creo que no es muy distinto. Se entiende por planeta todo aquello que está en la rotación principal de la estrella, aunque también se postula la posibilidad de la existencia de planetas vagabundos. Ceres es uno de los tres enormes cuerpos que representan el 50% de la masa de asteroides que hay más allá de Marte, y que en mi opinión evidencian que el cinturón se formo por la ruptura de un planeta y no por una acreción fallida, como parece postular la ciencia actual. Es el mismo fenómeno que dio lugar a los anillos de Saturno, que no son más que los restos de una luna que se fragmentó.
Luego, sin contar con Plutón, teníamos ya nueve planetas de los doce que se mencionan en el libro. Si Plutón fuera una luna desviada de otro planeta, eso seguiría dejándonos con tres planetas más por descubrir.
Respecto a los otros tres planetas pertenecientes a la antigua Angona y que nuestro sistema Monmatia robó, el libro no aclara si ahora forman parte de Monmatia o si después de ser robados se convirtieron en planetas vagabundos, todos ellos o algunos de ellos. Los que se convirtieran en planetas vagabundos a estas alturas ya estarán lejísimos de nosotros y no serán siquiera detectables. Lo robados e incorporados a nuestro sistema sí que podrían serlo y estar gravitando en orbitas muy lejanas.
Lo curioso del descubrimiento es que deduce que el tamaño de la masa del planeta debe ser enorme, algo sumamente inaudito. El propio libro dice que la masa de los planetas más interiores y más exteriores era definitivamente más pequeña que la de los gigantes centrales. Mi conjetura es que ese planeta o bien es uno de los capturados a Angona, o bien los cálculos no están bien y lo que se cree un planeta en realidad es la influencia de tres pequeños, los tres que nos faltan.
Decir como curiosidad que el profesor Brown estaba convencido de que el noveno planeta era una leyenda y su trabajo estaba orientado a tratar de demostrar que no existía. Su sorpresa vino cuando, al recabar datos, han tenido que admitir la evidencia de lo contrario. Y digo yo: ¿de dónde ha venido esta obsesión científica por la existencia de un noveno planeta? Creo que la respuesta la tenemos delante, ¿¿no?
Estoy de acuerdo con Santiago Rodriguez, y añado que seamos impulsores de la verdad de la quinta revelación y sobre todo pacientes. Yo también creo que hay que incluir el interés de científicos en El Libro de Urantia, pero lentamente, y para ello debemos perseverar, pues si no ocurrirá como con Adán y Eva, que fracasaron parcialmente por precipitarse y sabemos que la quinta revelación es por evolución y no revolución. Creo que si esperamos el tiempo que requiera, la humanidad descubrirá lentamente que es cierto que son doce planetas. No recuerdo bien, pero es cierto que el libro que apreciamos dice que otro sol se cruzó por nuestra cercanía solar y produjo algún efecto. Eso también lo descubrirá la ciencia.
Y antes y durante esos descubrimientos será importante que la humanidad esté preparada para la verdad de El Libro de Urantia, no de forma abrupta. Ya que si no resultará inestable y volveremos al retrógrado estado de creer sin sentir.
He leído las noticias y ¿es un planeta gaseoso? Eso creo que significa que procede de un sol, según me parece… otro sol. Como dice la quinta revelación.
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