© 2008 Carmelo Martínez, Eduardo Altuzarra, Santiago Rodríguez, Andrés Pérez, Antonio Moya
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¿Qué se espera de nosotros? | Luz y Vida — Núm. 12 — Febrero 2008 — Índice | Noticias sobre la Conferencia Internacional UAI |
De varios autores
Participantes:
Carmelo: He releído estos días en Luz y Vida la discusión que tuvimos en este mismo foro sobre cuántos sobreviven. Y acabo de leer una frase clara y contundente al respecto. Está al final del segundo párrafo completo de LU 110:3.5 y dice así:
«Sólo la resistencia consciente a la guía del Ajustador puede impedir la supervivencia del alma inmortal en evolución.»
Los reveladores fueron muchas veces ambiguos y serpenteantes en sus afirmaciones. Escribieron muchas frases que hay que leer y releer y a las que se les encuentran múltiples significados e interpretaciones. Sin embargo en otras ocasiones fueron claros y contundentes, sin resquicio para la duda o la interpretación. Éste me parece a mí uno de esos casos. Ahí os la dejo para vuestra reflexión.
Eduardo: Yo también he vuelto a releer el tema en «Luz y Vida» y pienso de la misma manera que aquel día. Todos tenemos un guía y nuestro deber es tratar de «pillarle», todos nosotros sabemos más o menos cómo hacerlo. A los que no han llegado a este nivel de creencia o conocimiento ya les llegará, y desde luego tengo la leve intuición de que en algún momento de la vida de cada ser humano, siempre tiene que existir un instante en el que lo demanden de una manera o de otra. Y doy por hecho que, como bien dice ese párrafo, sólo una resistencia persistente en tratar de hacer la voluntad del Padre llega a truncar la carrera ascendente de todo mortal. Estoy de acuerdo en que los reveladores a veces son poco esclarecedores en sus comentarios, pero desde luego hay que saber extraer el grano de entre la paja a lo largo de las 2096 páginas.
Santi: Cierto, Carmelo. El problema radica en que dice la «resistencia consciente a la guia del Ajustador», es decir, no parece necesario que ni siquiera seas consciente de la existencia/presencia del Ajustador… Nada más indicaba que de la precisión del lenguaje es de donde me asaltan o asaltaban las dudas. Es decir, en otra parte te deja clara que la posibilidad de la muerte espiritual también existe en la carne; y aquí se insiste en que es la resistencia consciente a la «guía del ajustador», es decir que ni siquiera has de ser consciente de su presencia ni mucho menos de su existencia.
Andrés: Queridos amigos: sigo pensando que, por muy cabezotas que seamos en esta existencia, no tenemos los elementos necesarios para poder tomar esa opción, por eso tienen que pasar muchas vidas o existencias en otros planos, para poder tomar tan drástica decisión. También puede pasar que no pillemos todo lo que quiere decir ese «tocho infumable» y estemos equivocando los términos.
Carmelo: Santi, no sé si te entiendo bien. Creo que dices que se puede oponer resistencia consciente a la guía del Ajustador sin saber siquiera que existe. Yo estoy de acuerdo con esta afirmación, pero es una cuestión interesante que podemos someter a la consideración de este foro.
Mi opinión es que se puede ser consciente de la «guía del Ajustador», de «esa luz que ilumina al hombre», de esa conciencia vaga y difusa del bien y del mal que todo humano tiene, sin tener la más remota idea de estar residido por semejante regalo del Padre. Y que se puede - conscientemente - rechazar esa guía, aunque me parece que la consciencia de ese rechazo se da con muy poca frecuencia, si es que se llega a dar en este mundo.
Aprovecho lo que dice Andrés para insistir en mi opinión al respecto.
La voluntad de Padre es que se lleve a cabo ese inmenso (infinito?) plan para todo lo creado, para lo finito, lo absonito y lo último (¿y más allá?). La visión que tenemos de ese plan en estos momentos y en este mundo es ridículamente pequeña. Sólo sabemos decir que ese plan es para el bien y la felicidad de todos los hijos de Dios y que se basa en el amor, la fraternidad universal y el apoyo mutuo. Tenemos además, los que leemos el Libro, una cierta visión de la Realidad y de los universos del tiempo y el espacio (de lo absonito para adelante, ni idea). Nuestro concepto de bien y de mal es «superlocal», se centra en este planeta, en esta sociedad y en esta cultura. Nuestra capacidad de influir en la creación es mínima, casi nula, acorde con nuestra condición de recién nacidos. Estamos destinados a influir poderosamente a medida que crezcamos, pero ahora somos… una mente pequeña para un poder pequeño. Somos bebés de guardería.
¿Podemos rechazar - conscientemente sumarnos al plan del Padre? Teóricamente, sí, pero en la práctica…
Antonio: He leído todos vuestros comentarios al tema que ha planteado Carmelo. Tal como está la frase, parece ser que sólo la resistencia consciente a la guía del Ajustador… Tengo que ser consciente de que me resisto, de que rechazo la guía del Ajustador. ¿O quizás no es esto? ¿'Tengo pues que ser consciente de que el Ajustador me guía, para ser culpable de rechazar su guía? ¿ O basta con ser consciente del bien y del mal? Si éste fuera el caso, si basta con ser consciente del bien y del mal, cuando escojo hacer el mal estaría resistiéndome a la guía del Ajustador, aunque no sepa que estoy habitado por tal espíritu.
Para mí, el bien siempre construye, y el mal siempre destruye. Cualquier acto nuestro, si destruye, no debe ir por buen camino. La «resistencia consciente» ¿podría ser a hacer el bien? Habría que ver qué dicen los Reveladores acerca de qué es la guía del Ajustador, cómo nos guía, qué entienden ellos por guía, etc. Porque, SI NO SÉ que el Ajustador trata de guiarme, y yo lo rechazo, no puedo ser culpable de resistirme a su guía. ¿«Sólo la resistencia consciente a la guía» podría significar «sólo la resistencia consciente a hacer el bien»…? ¿O no creéis que sea eso?
Carmelo: No sé muy bien qué dicen exactamente los reveladores sobre la guía del Ajustador, pero sí tengo claro su mensaje general: el Ajustador nos guía hacia la voluntad del Padre, que no es otra que realizar su plan. Y por definición, el bien es hacer la voluntad del Padre y el mal ir en el sentido contrario. Recordad además los tres grados de este camino en contra: el mal, ir en contra por error; el pecado, ir en contra conscientemente; y la iniquidad, ir en contra consciente y repetidamente.
La guía del Ajustador es esa noción interior del bien y del mal que tenemos todos los humanos desde los 5 años y pico (en Urantia). El problema es que el bien que podemos conocer en esta primera vida es sólo una sombra (una «cualificación» como dicen los reveladores) del bien absoluto, y la mente que tenemos los humanos es una «cualificación» extrema de la mente absoluta del Espíritu Infinito. Capacidades, pues, y visión limitadas.
El bien y el mal no existen en sí mismos sino en función y en relación a los demás (como todo); si no podemos conocer las repercusiones (todas las repercusiones) de nuestros actos porque nuestra mente es limitada y nuestro conocimiento también, no tenemos todos los elementos de decisión y por lo tanto no podemos demostrar si nos adherimos o no voluntariamente al plan de Padre, y habrá dudas sobre nosotros; tendremos todas las oportunidades para demostrar nuestras intenciones, y dadas nuestras limitaciones actuales, es más que probable que quien nos juzgue tenga dudas sobre nuestra decisión. De hecho cuando nuestra decisión es firme y definitiva, nos fusionamos con nuestro Ajustador. Y si esto ocurre 4 ó 5 vidas después de ésta, parece difícil pensar que podamos decidir en contra antes. Es verdad que algunos (muy pocos en esta edad) se fusionan ya en esta primera vida, por lo que es lógico pensar que habrá quien tome la decisión contraria ya en esta vida, pero serán muy pocos si es que hay alguno. Son, en todo caso, los que han evolucionado más mentalmente, los más avanzados, los que más ven y conocen. Hay probablemente un mínimo de visión y de conocimientos para ser capaces de tomar semejante decisión, mínimos que la inmensa mayoría no alcanzamos.
Conscientemente significa sabiendo lo que hacemos; ¿lo podemos saber en esta vida con lo poco que somos y conocemos?
Santi: Estoy ordenando conceptos, y en breve os enviaré lo que a mí me parece, pero quiero darle un vistazo a alguno de los siguientes asuntos que creo que están relacionados:
Estamos de acuerdo en la primera parte, sobre lo que estoy reflexionando, porque no tengo tan claro es que ese rechazo no sea consciente, aunque evidentemente habrá grados y habrá, atenuantes, pero creo que pudiera darse con cierta frecuencia, lo que igual no es definitivo del todo, veremos… Estamos de acuerdo en la primera parte, sobre lo que estoy reflexionando, porque no tengo tan claro es que ese rechazo no sea consciente, aunque evidentemente habrá grados y habrá, atenuantes, pero creo que pudiera darse con cierta frecuencia, lo que igual no es definitivo del todo, veremos…
Eduardo: Parece ser que todos mantenemos dudas acerca de cómo se sobrevive. Yo en su día comente que se me quedó la sangre helada cuando leía, en el principio, los primeros documentos del LU. Yo he comenzado desde el principio y me ha llamado la atención el párrafo siguiente que se encuentra en el Dto. 2, Apartado 3, párrafo 3. De hecho no tiene desperdicio todo él.
El cese de la existencia se decreta habitualmente en el momento del juicio dispensación, o juicio de época, del planeta o de los planetas. En un mundo como Urantia tiene lugar al final de una dispensación planetaria. El cese de la existencia se puede decretar en esos momentos mediante la acción coordinada de todos los tribunales con jurisdicción que se extienden desde el consejo planetario, pasando por las cortes del Hijo Creador, hasta los tribunales de juicio de los Ancianos de los Días. El mandato de disolución parte de las cortes superiores del súper después de una confirmación ininterrumpida de la acusación que se originó en la esfera de residencia del malhechor; luego, cuando la sentencia de extinción ha sido confirmada en las alturas, la ejecución se lleva a cabo mediante la acción directa de aquellos jueces que residen en la sede del superuniverso y que actuan desde allí.
Más adelante dice:
Es falso pensar que los sacrificios de sus Hijos o la intercesión de sus criaturas subordinadas convenzan a Dios para que ame a sus hijos, «porque el Padre mismo os ama». En respuesta a este afecto paternal, Dios envia a los maravillosos Ajustadores para que residan en la mente de los hombres. El amor de Dios es universal; «cualquiera que lo desee puede venir». El querría «que todos los hombres se salvaran por medio del conocimiento de la verdad». «No desea que ninguno perezca.» LU 2:5.2
Parece ser que el deseo del Padre es que todos se salven, pero que si alguno no «llega» yo interpreto que tampoco le va a dar un «infarto». Vamos, que es real, por lo menos para mí, que si no tienes en cuenta la existencia de Dios y no te interesa conocer su plan corres el riesgo de perderte la ascensión al Paraíso.
Amigos, se trata de entender lo que nos dicen los reveladores. Yo pienso que debemos desarrollar el tema desde el principio, he de ir anotando y enviando las reseñas que vayamos encontrando interesantes y esclarecedoras.
Leed el documento 34, Apartados 5, 6 y 7. Ahí envío algo de ellos:
En todo mortal existe una naturaleza doble: la herencia de las tendencias animales y el impulso elevado del don espiritual. Durante la corta vida que vivís en Urantia, estos dos impulsos opuestos y diferentes rara vez se pueden conciliar plenamente; dificilmente se pueden armonizar y unificar; pero durante toda vuestra vida, el Espiritu combinado aporta siempre su ministerio para ayudaros a someter la carne cada vez más a la guía del Espiritu. Aunque tenéis que vivir vuestra vida material basta el fin, aunque no podéis escapar del cuerpo ni de sus necesidades, sin embargo, en lo que se refiere a vuestros propósitos e ideales, tenéis la facultad de someter cada vez más la naturaleza animal al dominio del Espiritu. Existe en verdad dentro de vosotros una conspiración de fuerzas espirituales, una confederación de poderes divinos, cuyo propósito exclusivo consiste en liberaros definitivamente de la esclavitud materialy de los obstáculos finitos. LU 34:6.9
En otro párrafo dice:
Los mortales de un mundo normal no experimentan una guerra constante entre su naturaleza física y su naturaleza espiritual. Tienen que enfrentarse a la necesidad de elevarse desde los niveles de existencia animal hasta los planos superiores de la vida espiritual, pero esta ascensión se parece más a un entrenamiento educativo cuando se la compara con los intensos conflictos que sufren los mortales de Urantia en este terreno de las naturalezas material y espiritual divergentes. LU 34:7.3
Santiago: Pienso que la decisión de continuidad (que no es la que te lleva inmediatamente a la fusión con el Ajustador) se da en la mayoría de los casos en la vida aquí en Urantia.
El bien y el mal están relacionados con el pecado, pero no son lo mismo, y esto aunque tenga que ver, no te condena a no continuar tu existencia.
Cierto es que la decisión del cese de las personalidades no sobrevivientes se da en los finales dispensacionales, pero también es cierto que puede que mucho antes la criatura ha dejado de ser.
Eduardo: Queridos amigos, más de lo mismo: en el documento 40, prácticamente todo él.
En algunos apartados dice:
Cuando los mortales del tiempo no consiguen la supervivencia eterna de su alma en asociación planetaria con el don espiritual del Padre Universal, este fracaso nunca se debe de ninguna manera a una negligencia en el deber, el ministerio, el servicio o la devoción del Ajustador. En el momento de la muerte física, estos Monitores abandonados regresan a Divinington y, posteriormente, después del juicio del no sobreviviente, pueden ser destinados de nuevo a los mundos del tiempo y del espacio. A veces, después de repetidos servicios de este tipo o con posterioridad a alguna experiencia excepcional, como por ejemplo trabajar como Ajustador interior de un Hijo donador encarnado, estos eficaces Ajustadores son personalizados por el Padre Universal. LU 40:4.1
En otro se dice:
En cuanto a las posibilidades de supervivencia de los mortales, que quede claro para siempre: todas las almas pertenecientes a cada fase posible de la existencia mortal sobrevivirán a condición de que manifiesten la buena voluntad de cooperar con su Ajustador interior y muestren el deseo de encontrar a Dios y de alcanzar la perfección divina, aunque estos deseos sólo sean los primeros débiles parpadeos de la comprensión primitiva de esa «verdadera luz que ilumina a todo hombre que entra en el mundo». LU 40:5.19
Fijaos que cosas más bonitas y que «piropos» nos dedican. De todas formas, aquí son bien claros y hablan precisamente de nosotros:
Las razas mortales figuran como representantes de la orden más bumilde de la creación inteligente y personal. Vosotros, los mortales, sois divinamente amados, y cada uno de vosotros puede escoger aceptar el destino seguro de una experiencia gloriosa, pero todavia no pertenecéis por naturaleza a la orden divina; sois totalmente mortales. Seréis considerados como hijos ascendentes en el instante en que tenga lugar la fusión, pero antes del acontecimiento de la amalgamación final del alma mortal sobreviviente con algún tipo de espiritu eterno e inmortal, el estado de los mortales del tiempo y del espacio es el de hijos por la fe.
Es un hecho solemne y celestial que unas criaturas tan bumildes y materiales como los seres humanos de Urantia sean hijos de Dios, hijos del Altísimo por la fe. «Mirad la clase de amor que el Padre nos ha otorgado para que seamos llamados hijos de Dios». «A todos los que lo han recibido les ha dado el poder de conocer que son hijos de Dios». Aunque «todavía no es evidente lo que llegaréis a ser» incluso abora «sois los hijos de Dios por la fe»; «pues no habéis recibido el espiritu de la esclavitud para temer de nuevo, sino que habéis recibido el espiritu de la filiación por medio del cual exclamáis «Padre nuestro»». El profeta de antaño dijo en nombre del Dios eterno: «Incluso a ellos les daré un lugar en mi casa y un nombre mejor que el de hijos; les daré un nombre perpetuo, un nombre que nunca perecerá». «Y puesto que sois hijos, Dios ha enviado al espiritu de su Hijo a vuestros corazones».
Todos los mundos evolutivos habitados por los mortales albergan a estos hijos de Dios por la fe, hijos de la gracia y de la misericordia, seres humanos que pertenecen a la familia divina y que son llamados en consecuencia hijos de Dios. Los mortales de Urantia tienen derecho a considerarse como hijos de Dios porque:
1. Sois los hijos de una promesa espiritual, los hijos por la fe; habéis aceptado el estado de la filiación. Creéis en la realidad de vuestra filiación, y vuestra filiación con Dios se vuelve asi eternamente real.
2. Un Hijo Creador surgido de Dios se volvió uno de vosotros; es de hecho vuestro hermano mayor; y si os convertis, en espiritu, en bermanos verdaderamente emparentados con Cristo, el victorioso Miguel, entonces también debéis ser, en espiritu, los hijos de ese Padre que tenéis en comun, el mismo Padre Universal de todos.
3. Sois hijos porque el espiritu de un Hijo ha sido derramado sobre vosotros, ha sido conferido de manera gratuita y segura a todas las razas de Urantia. Este espiritu siempre os atrae hacia el Hijo divino, que es su fuente, y hacia el Padre Paradisiaco, que es la fuente de ese Hijo divino.
4. El Padre Universal os ha dado, por su libre albedrío divino, vuestra personalidad de criatura. Habéis sido dotados de una parte de esa divina espontaneidad de acción, basada en el libre albedrio, que Dios comparte con todos aquellos que pueden convertirse en sus hijos.
5. Dentro de vosotros reside un fragmento del Padre Universal, y estáis así directamente emparentados con el Padre divino de todos los Hijos de Dios. LU 40:6.1-8
Santiago: Todas estas valiosas reseñas me hace abundar más en la idea de que «no todos sobreviven», porque parece cierto y evidente que el mínimo necesario puede estar muy bajo, pero hay un mínimo, y siempre se requiere no el conocimiento del ser humano, pero sí la voluntad de querer aspirar a Dios (de alguna manera más o menos rudimentaria), pero la constante y continuada postura de "no me interesan esos temas, eso no me preocupa, o yo no necesito nada de eso, es para mentes débiles, yo soy autosuficente, el orgullo es el comienzo del pecado…
Eduardo: Os envío un párrafo sacado del Dto. 49, Apartado 6. Considero que este apartado es esclarecedor para el tema:
Los supervivientes dormidos de una era planetaria son repersonalizados así en los llamamientos dispensacionales. Pero en cuanto a las personalidades no salvables de un reino, ningún espiritu inmortal se encuentra presente para actuar con los guardianes colectivos del destino, y esto representa el cese de la existencia de la criatura. Aunque algunos de vuestros relatos han descrito que estos acontecimientos tienen lugar en los planetas de la muerte física, todos se producen en realidad en los mundos de las mansiones. LU 49:6.7
También dice, aunque no bien al caso (recuerdo que en este foro lo hemos tratado anteriormente) que:
2. Los mortales de las órdenes individuales de ascensión. El progreso individual de los seres humanos se mide por la conquista y la travesía sucesivas (el dominio) de los siete círculos cósmicos. Estos círculos de progresión humana son unos niveles de valores intelectuales, sociales, espirituales y de perspicacia cósmica asociados. Empezando por el séptimo círculo, los mortales se esfuerzan por alcanziar el primero, y a todos los que han llegado al tercero se les asignan de inmediato unos guardianes personales del destino. Estos mortales pueden ser repersonalizados en la vida morontial, independientemente de los juicios dispensacionales o de otro tipo.
Durante las épocas primitivas de un mundo evolutivo, pocos mortales van a juicio al tercer día. Pero a medida que pasan las eras, a los mortales que progresan se les asignan cada ver más guardianes personales del destino, y un numero creciente de estas criaturas evolutivas son repersonalizadas asi en el primer mundo de las mansiones al tercer día después de su muerte natural. En tales ocasiones, el regreso del Ajustador señala el despertar del alma humana, y esto supone la repersonalización de los muertos tan literalmente como cuando se pasa lista en masa al final de una dispensación en los mundos evolutivos. LU 49:6.8-9
He estado leyendo los documentos relacionados con el Ajustador del Pensamiento (documentos 107, 108, 109, 110 y 111) en los que se encuentran «La tarea del Ajustador en la mente humana» (LU 110:4) y «Los siete círculos psíquicos» (110-6). Todos ellos son importantes para el tema que nos ocupa, tienen alguna relación con la sobrevivencia y desde luego las grandes dificultades que tienen para podernos «chivar» alguna idea. Pero el que más me ha esclarecido ideas ha sido el documento 112 con todos sus apartados. Un párrafo dice:
En los mundos evolutivos, la individualidad es material; es una cosa en el universo y, como tal, está sometida a las leyes de la existencia material. Es un hecho en el tiempo y es sensible a las vicisitudes del mismo. Las decisiones sobre la supervivencia han de ser expresadas aquí. En el estado morontial, el yo se ha convertido en una realidad universal nueva y más duradera, y su crecimiento continuo está basado en una sintonización creciente con los circuitos mentales y espirituales de los universos. Las decisiones sobre la supervivencia deben confirmarse ahora. Cuando el yo alcanza el nivel espiritual, se ha vuelto un valor seguro en el universo, y este nuevo valor está basado en el hecho de que las decisiones sobre la supervivencia se han tomado, un hecho que está atestiguado por la fusión eterna con el Ajustador del Pensamiento. Después de baber alcanzado el estado de un verdadero valor en el universo, la criatura se vuelve potencialmente libre de buscar el valor universal más elevado-Dios. LU 112:7.6
Os comento que el documento 113 tampoco tiene desperdicio, es muy orientativo. La Cuarta Parte la dejo en vuestras manos.
He revisado y reflexionado sobre los textos que habéis enviado y sigo sin ver que tengamos capacidad suficiente en esta primera vida. Mi esquema mental es el siguiente:
Estamos en nuestra primera vida y destinados a recorrer todas las etapas de la realidad (finita, absonita y última)
Nuestra mente, nuestra visión de la realidad y nuestra capacidad de acción sobre el universo van a crecer hasta niveles insospechados por nosotros ahora.
En este momento y en esta vida, todo lo anterior está en sus mínimos. Somos lo más bajo, poco más que animales, sólo la capacidad de conocer y adorar al Padre nos separa de ellos.
Muy probablemente se espera de nosotros que no rechacemos totalmente recorrer este futuro que nos espera, y la única forma de rechazarlo, me parece a mí, es ser consciente de ese futuro y decir plena y definitivamente que no. Todo lo demás sirve para sobrevivir, provisionalmente, claro, porque tendremos que ratificar nuestra decisión sucesivamente en las próximas vidas, a medida que tengamos más capacidad, hasta fusionarnos finalmente, o no, con el Ajustador. La decisión se toma sólo una vez, no hay segunda oportunidad, pero no creo que se nos pida hacerlo totalmente en esta primera vida. No recuerdo ningún pasaje donde se diga o del que se pueda deducir tal cosa.
El último párrafo que cita Eduardo es sumamente interesante y de los que hay que mirar con lupa y leer con todo detenimiento. Las palabras son aquí muy importantes. Permitidme que ponga el texto original, mi traducción y después mi interpretación:
«On the evolutionary worlds, selfhood is material; it is a thing in the universe and as such is subject to the laws of material existence. It is a fact in time and is responsive to the vicissitudes thereof. Survival decisions must here be formulated. In the morontia state the self has become a new and more enduring universe reality, and its continuing growth is predicated on its increasing attunement to the mind and spirit circuits of universe. Survival decisions are now being confirmed. When the self attains the spiritual level, it has become a secure value in the universe, and this new value is predicated upon the fact that survival decisions have been made, which fact has been witnessed by eternal fusion with the Though Adjuster. And baving achieved the status of a true universe value, the creature becomes liberated in potencial for the seeking of the bighest universe value -God.»
«En los mundos evolutivos, la individualidad es material; es una cosa en el universo y como tal, está sometida a las leyes de la existencia material. Es un hecho en el tiempo y es sensible a las vicisitudes del mismo. Las decisiones sobre la supervivencia deben formularse aquí. En el estado moroncial, el yo se ha convertido en una realidad del universo nueva y más duradera y su crecimiento continuado está basado en su sintonización creciente con los circuitos de mente y espiritu del universo. Las decisiones sobre la supervivencia se confirman ahora. Cuando el yo alcanæa el nivel espiritual, se ha convertido en un valor seguro en el universo y este valor nuevo se basa en el hecho de que las decisiones sobre la supervivencia se han tomado, un hecho que se atestigua por la fusión eterna con el Ajustador del Pensamiento. Y babiendo logrado el estatus de un valor verdadero del universo, la criatura resulta liberada en potencial para buscar el valor más alto del universo -Dios.» LU 112:7.6
El texto marca una decisión en tres etapas: 1) vida material, formulación; 2) vida moroncial, ratificación; 3) llegada al estado espiritual, fusión. Y en este momento, libertad. ¿Qué pasa, que antes no éramos libres?
Formular significa en inglés «reducir a formula o expresar algo como tal» y «poner en forma de afirmación O expresión sistematizada». En español, según el DRAE en su primera acepción, «reducir a términos claros y precisos un mandato, una proposición, una denuncia, etc.» Yo entiendo ese «formular» como «expresar sistemáticamente», o sea, algo que no es cosa de un momento o de un arrebato, sino algo que marca la vida, la forma de vivir. Puesto en forma negativa, que no vivamos sistemáticamente en contra del Padre. Pero debemos ser conscientes de vivir sistemáticamente en contra del Padre, y esto es lo que a mí me parece difícil en esta vida.
De todas formas, la decisión es provisional. Debemos confirmarla (una y otra vez diría yo) en las vidas moronciales. Este «confirmar» yo lo entiendo como «hacer firme». Y hacer firme es interiorizar de tal forma la decisión que ya no hay posibilidad de vuelta atrás. Supongo que esto es un proceso, una repetición de actos, no un acto puntual.
Y cuando la decisión es totalmente firme, hemos alcanzado el nivel espiritual (lo que no quiere decir que seamos ya espíritus de primera etapa) y nos fusionamos con el Ajustador.
Fijaos también en la progresión del yo. En la vida material es una cosa de tiempo y sometida a sus vicisitudes (la muerte del cuerpo, por ejemplo). En la vida moroncial es algo más real y duradero gracias a sintonizarse cada vez más con los circuitos de conocimiento (y crecimiento) del universo. Y cuando llega la fusión se alcanza el nivel espiritual y se es libre. Antes estábamos a prueba y no se podía confiar totalmente en nosotros (no éramos un «valor seguro»); ahora somos totalmente confiables, y por lo tanto, libres ante el universo donde haremos la voluntad del Padre tal y como la interpretamos personalmente; es la libertad de ser hijos (de verdad, verdaderos) de Dios.
Santi: Bueno, pues yo por mi parte, y abundando «en los temores» de Edu, tengo que decir que mi conclusión (al menos de momento) es que No todos sobreviven.
Antonio: Anoche me acordaba de una cosa que no sé si aquí se ha dicho ya (yo no lo recuerdo) Es concretamente nuestra situación planetaria, la «suerte» que hemos tenido de «caer» en este mundo.
A lo dicho y redicho sobre «quiénes sobrevivirán», habría que añadir dos cosillas más:
Los pueblos de Urantia sufren las consecuencias de una doble privación de ayuda… La sublevación de Caligastia provocó una confusión mundial y les robó a todas las generaciones posteriores la asistencia moral que les bubiera proporcionado una sociedad bien ordenada. Pero la falta de Adán fue aun más desastrosa, ya que privó a las rąas de ese tipo superior de naturaleza física que habría estado más de acuerdo con las aspiraciones espirituales.
Los mortales de Urantia están obligados a sufrir esta lucha acentuada entre el espíritu y la carne porque sus lejanos antepasados no fueron más plenamente adamizados por la donación edénica.
El plan divino preveía que las razas mortales de Urantia tuvieran una naturaleza física más sensible al espíritu de manera natural.
A pesar de este doble desastre para la naturaleza del hombre y su entorno… (LU 34:7.4-6)
Padecemos, de entrada, sólo por nacer aquí, un doble desastre: una sociedad MAL ordenada (gracias a Caligastia) y una naturaleza física NADA sensible al espíritu (gracias a Adán) En un entorno semejante, y con una naturaleza semejante, ¿qué quieren Vds. que hagan estos desgraciados? ¿Encima no van a sobrevivir, porque son malos O inconscientes o consumistas?
Los Dioses toman buena nota del lugar de nacimiento, del entorno, de la herencia, y de las demás características del individuo. Si han de ser justos, no puede ser de otra manera.
Siempre recuerdo al respecto las palabras de Jesús en la cruz: «Padre, perdónalos, porque NO saben lo que hacen». Y quien NO sabe lo que hace, ¿qué es?.. Un ignorante, un inconsciente. ¿ Vas a castigarlo por no saber lo que hace? Para reflexionar…
Eduardo: Después de haber leído a todos, me atrevo a decir que, dado lo expuesto, no hay que tener miedo, que aquí a los terrícolas no nos quitan la existencia así a la primera de cambio ¿no? De momento parece ser, según versiones, que podemos estar tranquilos y contentos que con nosotros no se meten dadas las «circunstancias». Al que no logra alma, no le van a pedir explicaciones porque le consideran un animal ignorante y al que lo logra, está salvado de momento porque ha decidido buscar a Dios ¿no? Pues qué bien, que todo sea tan simple y sencillo, yo me alegro por ello. Tenía una «pesadilla» encima. Pienso que el tema ha dado mucho de sí y ha aclarado dudas.
Quisiera ir puntualizando ciertos matices y establecer un cierto orden. Mi esquema mental es el siguiente:
Una decisión en tres etapas:
Hagamos unos apuntes previos en el tema, lo que a continuación comento sucede en nuestro mundo Urantia:
Como indiqué antes, el proceso pasa por las siguientes etapas:
(Continuará en el próximo número)
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