© 2007 Mariano Pérez
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Luz y Vida — Núm. 11 — Presentación | Luz y Vida — Núm. 11 — Diciembre 2007 — Índice | ¿Cuántos sobreviven? |
Estimados amigos: hace pocos meses, cinco miembros del grupo de estudio de de Madrid tuvimos la fortuna (y estoy convencido de que el acierto también) de viajar a Israel, también llamado «Tierra Santa» por otros. Fue un viaje corto pero intenso, y en el que al final del mismo, todos nos quedamos con ganas de más. Fueron varios los tipos de experiencias vividas: por un lado, conocer de primera mano el problema político y social, en buena parte gracias a nuestro guía; por otro lado, ver la convivencia de las diferentes culturas y religiones del país, que aunque parezca mentira conviven en paz, a nivel de ciudadanía, respetando cada uno lo de los otros. También fue una experiencia enriquecedora en cuanto a conocer geográficamente la zona. Ver los lugares donde sin duda estuvo nuestro Soberano Miguel de Nebadón nos hacía vivir todo ello con mucha más intensidad.
Pero vayamos por partes. En primer lugar, hay que tener en cuenta que 2000 años de guerras y distintos imperios han sepultado buena parte de los lugares originales, sobre todo en ciudades como Jerusalén, que alberga varias capas en su subsuelo, y por otra parte la configuración de los lugares nada tiene que ver con lo que había en la época de Jesús. Y aún así, ciertos lugares atraen, seguramente por la predisposición, seguramente por el fervor religioso que también es contagioso; pero en cualquier caso inundan el pensamiento y el corazón del visitante.
Nosotros, aparte de todo esto, nos propusimos durante nuestras excursiones una misión: contrastar los lugares denominados «santos», es decir, donde Jesús estuvo en algún momento importante de su vida en Urantia, u ocurrieron hechos significativos, con la situación geográfica más o menos concreta de los mismos, que nos revela El Libro de Urantia. Preferíamos saber si tal o cual lugar que íbamos a visitar era el lugar autentico, o si por el contrario se trataba del lugar que por tradición fue escogido por la Iglesia en algún momento, como el lugar donde sucedieron los hechos. Y nuestra sorpresa fue grande al comprobar que en varios casos en los que es posible contrastar la información, no tienen nada que ver los lugares «oficiales» con los que nos informa el libro azul. Bien es cierto que, aun con esfuerzos posteriores de investigación, en algún caso no podemos decir donde está el lugar exacto de algún sitio importante —necesitaríamos viajar allí de nuevo— pero lo que sí podemos decir es donde no es, es decir, que el lugar que indica la tradición no es el real.
Todo esto me ha llevado a realizar este trabajo, con la única intención de compartir con todos esta información, para que algún día, si alguien se anima a viajar al lugar, tenga una visión adelantada y más clara de lo que va a ver, y quién sabe si podría aportar más luz al misterio. Aunque entiendo que el lugar donde ocurrieron ciertos hechos —sean o no los reales— no es significativo ni cambia las cosas; no es menos cierto que, cuando el visitante «buscador» esta en ellos, quiere «sentir» dicho lugar como el de verdad, como el autentico, y no como un mal plagio.
Este trabajo no sólo es de información recogida sobre el terreno, sino que ha sido necesario un trabajo de estudio posterior en el LU, los evangelios, Internet…Por cierto, esto me ha llevado a una conclusión: que cuando un lugar importante en la vida de Jesús no corresponde con el tradicional o de los evangelios, nuestros reveladores parecen dar varias pistas sobre su ubicación, y en verdad, con estas pistas, con toda la información sobre el terreno, jah! y con una brújula, es más fácil ubicar el lugar más o menos exacto. Esto nos pasa, por ejemplo, con la sepultura del maestro, la crucifixión y la casa donde vivió en Nazaret.
Para una mejor compresión del estudio, relacionaré los lugares de mayor interés, el suceso especial que tuvo lugar allí y su ubicación tradicional, siempre relacionado con nuestro Soberano, ya que descarto los relacionados exclusivamente con sus parientes o apóstoles por carecer de interés, al menos para mí. Posteriormente trataré de comparar ambas informaciones: la «oficial» y la del Libro de Urantia, y que cada uno saque sus conjeturas.
La selección es la siguiente:
Nº | SUCESO | LUGAR TRADICION |
---|---|---|
1 | Anunciación de Gabriel a María y principalhogar de la infancia y juventud de Jesús -Nazareth- | Cueva en Iglesia de Anunciación en Nazareth |
2 | Bautismo de Jesús por Juan el Bautista | Río Jordán -cerca del Mar muerto- |
3 | Transfiguración -Jesús iluminado y acompañado por Moisés y Elías- | Monte Tabor - monte aislado cercano a Nazareth |
4 | Vía dolorosa -camino recorrido por Jesús con la cruz- | Calles de Jerusalén |
5 | Crucifixión -Gólgota o Calvario- | Iglesia del Santo Sepulcro en el interior de la ciudad vieja |
6 | Santo sepulcro -tumba donde depositaron el cuerpo de Jesús- | Iglesia del Santo Sepulcro en el interior de la ciudad vieja |
7 | Ascensión de Jesús -cuando subió a los cielos- | Capilla de la ascensión en el Monte de los Olivos |
La tradición cristiana parece que no identifica el lugar donde tuvo lugar la anunciación con el hogar de la familia de Jesús; simplemente este último no figura en ningún lugar que sepamos. Si nos atenemos al LU sacamos la conclusión de que ambos lugares son el mismo. La actual Iglesia de la Anunciación es el principal lugar de visita, aunque hay otra ortodoxa, lo cual ya nos da que pensar. También muy cerca de allí se encuentran unas excavaciones donde encontraron restos de herramientas y útiles de carpintería de la época, y lo presentan como el posible taller de José. El LU nos da algunas pistas sobre la ubicación del hogar de Jesús -LU 122:5.9- y el taller -LU 123:1.6-. Lo primero que hay que localizar es el monte más alto al norte de la ciudad, y aquí ya viene la primera dificultad. El más alto al norte queda un poco a las afueras de Nazaret, aunque es posible ( y es una hipótesis) que la ciudad vieja no estuviera exactamente donde el núcleo principal actual, o que las distancias sean más largas de lo que nos imaginamos. Si tomamos el monte Har Nadav (de 1.600 pies) que enlaza con el Har Yona (de 1.812 pies) como el mismo monte, o incluso por separado contemplando las dos hipótesis, tendríamos que la casa de Jesús estaría bastante alejada del lugar tradicional, es decir, más al noreste, y no en pleno centro, ya que nos dice que se encontraba al sureste del promontorio de esta colina, en el medio entre la carretera a Caná y la base de la colina, y en cualquier caso a las afueras de la ciudad. En cuanto a la referencia de la fuente, solo sé que hay una «Fuente de Maria» cerca de allí; pero no quiere decir que fuera la fuente de antaño y al parecer plaza de paso de caravanas. Ciertamente es uno de los lugares en que he indagado más posteriormente -el Google Earth es maravilloso- y más frustrado me he quedado, y con ganas de ir a quedarme unos días allí a analizar sobre el terreno toda esta información.
En este suceso se ve con mucha más claridad el error, si es que se puede llamar así, ya que el lugar escogido es reconocido como tradicional más que como real. Esto pasa en varios casos, es decir, que ante el desconocimiento o ante la falta de información existente, se escogía un lugar para que sirviera de veneración, normalmente acompañado de una Iglesia. No es este el caso del lugar de peregrinación al río Jordán, es decir, no tiene una iglesia como tal, aunque es muy visitado por los turistas, los cuales en muchos casos se bautizan con túnica incluida (la cual alquilan lógicamente), bien por su religión o simplemente por seguir la costumbre. Se le considera un río sagrado, al cual no se puede entrar con bañador normal, en fin, cosas del comercio; algo constante esto último en todas las visitas y muy bien estudiado por el pueblo israelí o palestino.
El lugar tradicional está a unos kilómetros al norte del Mar Muerto, donde desemboca el río, y cerca de Jerico, que queda al este. Según El Libro de Urantia-LU 135:8.1- el lugar estaría a la altura de la ciudad de Pella en Jordania, es decir, unos 70 kilómetros al norte del lugar marcado por la tradición. Como podéis ver, hay una distancia considerable; pero no será el único caso.
El suceso de la transfiguración de Jesús, aparte de la confusión de Pedro en cuanto a la los seres que visitaron a su maestro, que en realidad se trataba de Gabriel y el Padre Melquisedec, en vez de Moisés y Elías, es otro claro error en cuanto a su ubicación. En este caso según el LU, este hecho ocurrió en el monte Hermón, a mitad de camino de su alta y nevada cumbre en invierno, y no en el Monte Tabor como tradicionalmente se le ha asignado, el cual está a 85 kilómetros más al sur. En realidad los evangelios canónicos -Mateo, Marcos y Lucas- hablan de un cerro alto, pero nunca se menciona su nombre. Más bien ha sido la tradición popular la que lo ha situado en el monte Tabor, por ser un monte aislado del resto y que se encuentra en Galilea, no lejos de Nazaret. ¡Ah! Y, cómo no, en su cima también tiene su Iglesia dedicada al suceso.
Si hay algún lugar en Israel que más «cargado» esté de lugares de adoración, sobre la figura de Jesús o su entorno, ese es sin duda Jerusalén.
Uno de ellos se distribuye a lo largo de algunas calles de la ciudad: La Vía dolorosa. Este supuesto camino recorrido por Jesús dirección al Gólgota es otra muestra más de la designación de los «lugares santos» como una necesidad de situarlos en algún lugar, más que como un lugar real con base histórica O arqueológica. La ubicación tradicional del recorrido por la calles de Jerusalén es la consecuencia de situar el recorrido desde la Torre Antonia -que sí corresponde con su verdadera situación histórica al noroeste del Templo- hasta el Gólgota.
La ubicación errónea de este último, es lo que hace que gran parte del recorrido de la Vía Dolorosa no se corresponda con la realidad, basada en el LU. Tan solo correspondería hasta la III estación, el resto hasta el Santo Sepulcro forma parte de lo dicho anteriormente.
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