© 2008 Mariano Pérez
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Luz y Vida — Núm. 12 — Presentación | Luz y Vida — Núm. 12 — Febrero 2008 — Índice | ¿Qué se espera de nosotros? |
Como sabemos, tuvo lugar en el llamado Gólgota o lugar de la Calavera. La tradición cristiana sitúa este lugar en el mismo recinto que el sepulcro, a escasos metros uno de otro, lo cual ya lo hace bastante inverosímil; pero si se investiga el porqué de la elección de ese lugar, resulta aún más chocante. Al parecer Helena, la madre de Constantino, convertida al cristianismo, tuvo un sueño en el que se revelaba que ese era el lugar donde ocurrieron los hechos; había que situarlo en alguna parte y ella fue a Jerusalén con esa misión, allá por el año 326. Al parecer el Gólgota «oficial» se encontraba fuera de las murallas de la ciudad en la época de Jesús, pero posteriormente esa parte fue amurallada, por lo que ahora se encuentra en una parte muy céntrica de la antigua ciudad de Jerusalén, en la Iglesia del Santo Sepulcro. Cualquier consulta a mapas posteriores situarán erróneamente el Gólgota en este lugar, pero claro, el error ya estaba cometido. Sin embargo, algunos historiadores concuerdan en que el Gólgota no está donde lo sitúa la tradición sino en las afueras de la ciudad, por el norte, cerca de una puerta de la misma: la de Damasco. Según el LU, fue por esa puerta por donde salió Jesús hacia su muerte, y precisamente hay una elevación del terreno cerca con unas pequeñas cuencas que la hacen tomar el aspecto de algo parecido a una calavera (vean foto)
Sin embargo, si nos atenemos estrictamente a las explicaciones del LU (páginas 2013 y 2026), donde relaciona la situación del Gólgota con respecto a la tumba en el jardín de José de Arimatea, la conclusión es otra. El Gólgota estaría a la izquierda de la carretera a Samaria, actual calle Derekh Shekhem, a la que se accede saliendo por la puerta de Damasco y no a la derecha donde se encuentra la de la foto anterior. Desafortunadamente, al lado izquierdo sólo hay edificios actualmente, seguidos por una explanada con paradas de autobuses, pero si parece lógico que las crucifixiones se hicieran al lado de la carretera o camino por donde pasaban los caminantes, de forma que sirviera de escarmiento, a la vez que podían permitir insultar a los condenados.
A estas alturas, tenemos que el lugar tradicional llamado Santo Sepulcro situado en la Iglesia del mismo nombre, en el centro antiguo de Jerusalén, es una farsa, según el libro azul. Si seguimos las explicaciones de las páginas mencionadas en el apartado anterior, nos sitúa el huerto de José de Arimatea más al norte del camino a Samaria, pero cerca del Gólgota y al otro lado de la carretera, concretamente al lado oriental de la misma. La tumba, nos dice, estaba tallada en roca maciza. Hay un lugar que creemos cumple con casi todos estos datos, un lugar que existe en la actualidad, llamado la Tumba del Jardín, a la que un grupo religioso ingles, le asigna, como la tumba real de Jesús. Está en un lugar, que bien podría ser un huerto de la época de Jesús, con restos de cisterna para agua, prensa de aceituna y de uva, es decir, los ingredientes de un huerto de un hombre rico de la época de Jesús. La tumba fue re-excavada en 1867, teniendo que ser reparada la entrada. Los datos de la misma en cuanto a su dimensión son diferentes, según la traducción del LU que cojamos. En la primera traducción de 1995 nos habla de 3 metros cuadrados, y en la de Antonio Moya nos habla de 9 metros cuadrados. Hechas diversas consultas nos da como buena la traducción de Antonio. Esta última dimensión, si se corresponde con el espacio interior que allí vimos.
Todos los demás datos que nos brinda el LU son coincidentes con este lugar, con una única duda pendiente: si la pared donde esta la entrada da hacía el este cardinal; algo que no pudimos comprobar en su momento por ignorar dicho dato. No estamos seguros; más bien parece apuntar al sur o quizá sur-este. Con la colaboración de Rafael Mondejar, hemos intentado que nos informe la Asociación que cuida el lugar; pero no nos han respondido. Quizá si alguien va por allí nos lo pueda verificar.
Si este dato se corroborara, podríamos decir que, las posibilidades de que el lugar llamado la Tumba del Jardín, sea el auténtico, se acercarían al 100%.
En cualquier caso, si podemos decir que, éste es el lugar que más me impacto, donde más me pareció estar en un lugar de la época del Maestro, y donde algunos fieles tienen verdaderas experiencias personales impactantes, de las cuales fuimos testigos.
Este lugar donde se produjo la «ascensión», o mejor dicho, la desaparición del cuerpo morontial de Jesús, a la vista de sus apóstoles; según la tradición se sitúa también en el Monte de los Olivos, en las afueras de Jerusalén, en su parte oriental; coincidiendo en este sentido con el LU. Pero lo que no coincide es el lugar exacto. Ciertamente, aunque el libro de Urantia no da mucha exactitud en su ubicación, solamente que se encuentra a dos tercios de la subida y por encima del huerto de Getsemani pag. 2057-, es más que suficiente para dar por falso el lugar llamado la Capilla de la Ascensión, que cristianos y musulmanes sitúan como lugar donde se produjo dicho suceso. Esta capilla se encuentra en la cima del Monte de los Olivos. Al parecer la única referencia «oficial» escrita, ésta en Los hechos de los apóstoles, que se limitan a decir que éstos, después de la Ascensión, bajaron del Monte de los Olivos.
A la altura del monte, que el LU sitúa la desaparición de Jesús, no hay ningún edificio religioso o iglesia, lo cual es muy raro, ya que el mismo esta lleno de ellos: Tumba de Maria, Iglesia de las naciones, de Maria Magdalena, de Dominus Flevit, Pater noster, y otros.
Desde luego que hay muchos otros sucesos importantes en la vida de Jesús en Urantia, y sus lugares correspondientes, como su nacimiento, milagros de los panes y peces, del agua en vino, el sermón de las bienaventuranzas, la última cena, etc; pero como ya apunte anteriormente no siempre el LU da información al respecto, por lo que no se puede decir nada a favor, ni en contra, de la veracidad de esos lugares.
Espero que este trabajo haya sido de vuestro agrado, y sirva, a algún aventurero buscador, que algún día viaje a estos maravillosos lugares.
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