© 1976 Mario C. J. Harrington
© 1976 The Urantia Book Fellowship (anteriormente Urantia Brotherhood)
Han transcurrido cuarenta años desde que la Quinta Revelación de Época fue dada a nuestro mundo. Paso a paso, una nueva generación está asumiendo el mando de nuestras naciones. Consideremos que durante ese período hemos visto otra guerra mundial y varios otros enfrentamientos militares importantes. Esto debería impulsarnos a recordar que «Urantia se estremece actualmente al borde mismo de una de sus épocas más asombrosas y apasionantes de reajuste social, de reanimación moral y de iluminación espiritual.» (LU 195:9.2).
Por lo tanto, debemos reflexionar sobre el papel especial que el Altísimo Asistente está desempeñando en nuestro planeta al liderar los doce cuerpos de maestros serafines de supervisión planetaria. La tarea de coordinar los múltiples talentos de los diferentes grupos en tiempos como estos merece nuestra mayor admiración y aprecio, ya que casi todas las instituciones que hemos llegado a aceptar están experimentando profundas transformaciones que nos llevarán a su debido tiempo a un mundo asentado en luz y vida.
Debido a los contrastes cada vez mayores en los niveles de vida entre los países que tienen industrias y los países en dificultades del Tercer Mundo, veremos un cambio significativo de los maestros serafines en la asistencia al desarrollo regional de África, Asia Oriental y Occidental y América Latina. Este cambio de dirección requerirá la colaboración por excelencia de los ángeles del progreso, los ángeles de la vida nacional y los ángeles del futuro en los asuntos de los hombres.
Porque, de hecho, en la próxima etapa de nuestra evolución, la autodeterminación que ha sido el toque de atención del nacionalismo evolucionará gradualmente hacia la soberanía política de regiones bañadas por océanos o mares. Las naciones del Tercer Mundo están descubriendo que su integración puede acelerarse mediante la cooperación económica y social. En América Latina y Asia occidental, las tradiciones, el idioma, la cultura y la religión comunes mejorarán su sentido innato de hermandad. Este avance ayudará a restablecer el equilibrio requerido en Urantia lejos de un mundo bipolar. Si bien podemos lamentar temporalmente esta inclinación hacia el regionalismo como un aplazamiento de un gobierno planetario, debemos ser conscientes de que las fuerzas centrífugas tienen que alcanzar su máximo antes de que pueda tener lugar la unificación planetaria. Como estudiantes de El Libro de URANTIA, nos fortalece espiritualmente el conocimiento de que los cambios venideros en las estructuras eventualmente traerán la hermandad del hombre en Urantia. «El reinado de los Altísimos (los supercontroladores de la evolución política) está destinado a fomentar, entre todos los hombres, el mayor bien para el mayor número de ellos y durante el mayor tiempo posible.» (LU 134:5.4).
—Mario C.J. Harrington