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Bienvenidos a la edición de mayo de 2023 del Journal de la Asociación Urantia, una publicación dedicada a los pensamientos, observaciones y experiencias de estudiantes de El libro de Urantia de todo el mundo. Nuestros colaboradores exploran una amplia gama de temas relacionados con la quinta revelación de época, y demuestran tanto una extraordinaria diversidad de pensamiento como una enérgica unidad de propósito.
Nuestro primer artículo tiene que ver con la fascinante interfaz entre ciencia y religión. «Llegar a conocernos mejor: las bases neurofisiológicas del autocontrol», de Helena Bañas, doctora en medicina, explora la naturaleza del cerebro y la consciencia en relación con las fuerzas espirituales que operan dentro de la mente. En particular, subraya cómo el poder de la personalidad, en conjunción con el espíritu interior, puede realmente cambiar la estructura física del cerebro, un proceso conocido como neuroplasticidad.
Helena explica que creamos conscientemente cambios físicos en nosotros mismos, para bien o para mal, mediante procesos habituales, como tomar decisiones repetitivas y prestar nuestra atención concentrada a un concepto concreto. Pero el verdadero secreto del autocontrol positivo y, por tanto, del cambio beneficioso de la estructura cerebral, se consigue aprovechando el poder del espíritu interior mediante actos de amor y adoración.
El siguiente es un artículo de Zshonette Reed titulado «La lucha ideológica», en el cual aborda la necesidad de contrarrestar proactivamente las ideas erróneas fomentadas por la rebelión de Lucifer. Zshonette argumenta que el quid de la actual lucha ideológica en Urantia tiene mucho que ver con la confusión reinante sobre la verdadera y la falsa libertad. La pregunta que plantea es: ¿qué podemos hacer al respecto? Y su solución, en parte, es examinar y juzgar las teorías e ideas individuales más que a los individuos…
Zshonette explica que gran parte de la confusión se debe a la naturaleza insidiosa de la filosofía luciferina y al grado en que ha impregnado todos los aspectos de la sociedad y el gobierno. Sostiene que no podemos ser complacientes con estas ideas erróneas y medias verdades sino que, por el contrario, debemos adoptar una postura activa y decidida para desafiarlas de forma razonable y lógica.
El tercer artículo, «Nacer del espíritu y la madurez espiritual», de Mamadou Diagne, es un breve debate sobre lo que significa ser maduro espiritualmente. Mamadou subraya el importante papel de la religión para mantener la idea de nacer del espíritu y acercarse a Dios. Pero también señala el defecto de las religiones cuando dan más importancia a los aspectos materiales y culturales que a los espirituales y fraternales, un defecto que conduce a la inmadurez espiritual. Este problema conceptual, dice, puede superarse fomentando en nosotros el deseo de conocer y realizar la verdadera naturaleza de Dios como Fuente primordial de toda realidad, y dándonos cuenta de que podemos vivir en asociación con esta misma Fuente.
En última instancia, como Mamadou afirma, somos dueños de nuestro destino. «Mientras que el nacimiento biológico humano se hace sin nuestra voluntad, el nacimiento del espíritu se hace siempre con nuestra voluntad, con nuestro consentimiento.»
En el siguiente artículo, es útil recordar que un hábito que favorece el crecimiento religioso es el de compartir nuestra vida espiritual con otros semejantes (LU 100:1.8). Justo eso es lo que hace Christopher Ross en su artículo «¡Señor mío y Dios mío!», en el que describe un encuentro espiritual significativo que experimentó antes de encontrarse con El libro de Urantia. En su búsqueda de comprensión, Christopher hace una evaluación crítica de su experiencia a la luz del conocimiento bíblico y, más tarde, de El libro de Urantia. En resumen, acepta su experiencia como una revelación genuina del Espíritu aunque, como todas las experiencias espirituales, nunca podamos demostrárselas a nadie más. Sin embargo, nos consuela saber que «los que conocen a Dios han experimentado el hecho de su presencia. Esos mortales conocedores de Dios guardan en su experiencia personal la única prueba fehaciente de la existencia del Dios vivo» (LU 1:2.8).
El último artículo es mío. «La otra vida» es un breve resumen de lo que podemos esperar encontrarnos una vez resucitamos en mansonia número uno y, a juzgar por las palabras de los narradores de El libro de Urantia, no será una transición fácil. La vida en Urantia dista mucho de la vida en un mundo «más normal» y tendremos que hacer muchos ajustes posteriores. No obstante, nos dicen tanto explícita como implícitamente las lecciones que debemos aprender en los mundos mansión. La buena noticia es que podemos empezar estos cambios en nuestra propia vida aquí mismo, en Urantia.