© 1993 Meredith Sprunger
© 1993 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
Sobre la aceptación de la realidad evolutiva | Otoño 1993 — Índice | Definición de los términos de igualdad |
En este número de la Revista se abordan algunos de los eternos problemas que hombres y mujeres tienen para entenderse entre sí, incluido el lenguaje sexista de El Libro de Urantia y las denominaciones de género de la deidad. Las últimas décadas han sido testigos de dos desarrollos científico-culturales contradictorios en materia de género:
(1) Amplia evidencia científica indica que hombres y mujeres tienen diferentes capacidades cerebro-mente.
(2) Fuertes argumentos educativo-políticos que niegan que tales diferencias existan.
Anne Moir y David Jessel en Brain Sex señalan: «Existe evidencia sólida y consistente de científicos de todo el mundo de que una influencia bioquímica en el útero determina y dirige la estructura y función de nuestro cerebro». (p. 180) Continúan diciendo que hasta que no enfrentemos el hecho de quiénes somos y nuestras capacidades únicas como hombres y mujeres, seremos capaces de construir relaciones sólidas en el matrimonio y la sociedad.
Los autores del Libro de Urantia armonizan estos dos puntos de vista contradictorios sobre el género al estar de acuerdo con la evidencia científica de que hombres y mujeres tienen diferentes puntos de vista y reacciones en la vida, pero mantienen con el movimiento de liberación de la mujer que debería haber libertad e igualdad social, educativa, económica y política. de ambos sexos.
Los autores del Libro de Urantia armonizan estos dos puntos de vista contradictorios sobre el género al estar de acuerdo con la evidencia científica de que hombres y mujeres tienen diferentes puntos de vista y reacciones ante la vida, pero sostienen con el movimiento de liberación de la mujer que debe haber libertad e igualdad social, educativa, económica y política. ambos sexos. Hombres y mujeres son esencialmente complementarios: «…estas dos variantes fundamentales de la humanidad siempre continuarán intrigándose, estimulándose, alentándose y ayudándose una a la otra; siempre dependerán mutuamente de su cooperación para resolver los complicados problemas del universo y para superar las numerosas dificultades cósmicas». (LU 84:6.6)
Con suerte, nuestra cultura también aprenderá a vivir con el hecho de que hombres y mujeres tienen diferentes orientaciones mentales y de personalidad y brindarán a cada sexo la libertad y la igualdad para contribuir creativamente a la solución de nuestros numerosos problemas sociales. Estas asociaciones duales aumentan enormemente la versatilidad y el potencial de la humanidad.
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