© 2013 Meredith J. Sprunger
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| Maxien Quiz n°13 Las preguntas | Le Lien Urantien — Número 63 — Verano 2013 | Poncio Pilato (segunda parte) |
Hay tres enfoques para la evaluación crítica de la validez de los hechos, significados y valores: el método científico de la validez de los hechos, el método filosófico de la coherencia de la validez; y el método religioso de la verdad intuitiva. Estas tres pruebas utilizan todas las fuentes de conocimiento, pero cada una enfatiza sólo una faceta de la realidad.
Las principales etapas del método científico son: observación, hipótesis, intención experimental, experimentación, evaluación y verificación. Es intersensual e intersubjetivo, la objetividad es de fundamental importancia. El aspecto del método científico basado en la observación tiene sus raíces en nuestra percepción empírica de los potenciales.
Los dos procedimientos racionales de deducción e inducción son herramientas científicas importantes. La simple correlación, realización o asociación no son criterios adecuados para establecer relaciones de causa y efecto. El pensamiento racional también es fundamental en las áreas de diseño, seguimiento y evaluación experimental. El valor de la percepción determina en gran medida el área que se examina y la intuición creativa es esencialmente responsable de la naturaleza de la hipótesis proyectada. El valor del conocimiento también juega un papel importante en la evaluación de la evidencia experimental. Todas las fuentes de conocimiento y habilidades utilizadas por los científicos funcionan adecuadamente sólo en una unidad compuesta y holística. Debido a la naturaleza objetiva del método científico, generalmente hay acuerdo en sus resultados.
Al evaluar los significados, el método filosófico de la coherencia proporciona una prueba de validez más completa. El método de la coherencia es dialéctico pero es un proceso de razonamiento arraigado en las tres fuentes principales del conocimiento perceptivo. El filósofo considera nuestro conocimiento total empírico-científico, pero no identifica completamente la validez con los hechos científicos. Los filósofos utilizan formas superiores de pensamiento racional, pero no confunden la autenticidad únicamente con la lógica de la validez. El método coherente utiliza toda nuestra capacidad de pensamiento creativo y comprensión de valores, pero no equipara la veracidad con la mera percepción mítica o intuitiva. Nuestra sabiduría filosófica más elevada se realiza cuando nuestro conocimiento total es sopesado y evaluado en un proceso dialéctico que culmina en decisiones relevantes. El método filosófico no trae uniformidad de opinión porque la mente y la experiencia de cada persona es diferente, por lo que se le da importancia diferencial a las fuentes básicas de conocimiento. Sin embargo, tiende hacia la unidad en la investigación filosófica porque se reconocen y utilizan las fuentes comunes de conocimiento y disciplinas cognitivas.
El máximo acercamiento humano a la realidad es el método religioso de la verdad intuitiva. Aquellos que tengan hambre de conocimiento y crecimiento espiritual buscarán la verdad y la guía divina. El conocimiento es la adquisición de la mente que tiene las restricciones de la experiencia finita; la verdad es una percepción espiritual de la realidad que trasciende las limitaciones intelectuales. La percepción del alma de la verdad fortalece el razonamiento filosófico. La sensibilidad espiritual intuitiva crea visiones de la verdad que la fe apoya y transmuta en realidad viva. La verdad es dominante en la mente dotada espiritualmente. Más allá de los hechos y la razón que gobiernan nuestra vida diaria, tenemos conocimientos intuitivos de la realidad espiritual y los valores supremos. Nuestra experiencia noética de la verdad, la belleza y la bondad es superior a todos los demás conocimientos sobre la dirección de nuestras vidas. Es el fundamento sobre el cual se establece y desarrolla la fe. Es una experiencia personal con la Verdad, el Camino y la Vida.
Sin embargo, los seres humanos no tienen una forma infalible de distinguir entre la verdad intuitiva y otras formas de conocimiento y guía interior; por lo tanto, todos nuestros sentimientos, actitudes y acciones deben ser controlados y verificados mediante razonamientos filosóficos coherentes y hechos científicos. La experiencia es la prueba definitiva de la verdad. A medida que la experiencia fortalece la fe en los fundamentos espirituales del universo, podemos enfrentar la derrota, el sufrimiento y el futuro desconocido con valentía y confianza.
La verdad es dinámica, es una realidad espiritual viva. Trasciende el conocimiento y otros niveles puramente materiales de la realidad. La verdad no puede captarse ni definirse con palabras, sino que puede conocerse a través de la experiencia vivida. Debido a que los seres humanos moramos espiritualmente en nosotros, podemos conocer la verdad, vivir la verdad, experimentar el crecimiento de la verdad en el alma y apreciar su influencia liberadora en la mente; pero la verdad no puede quedar aprisionada en credos, dogmas o teología. La verdad puede transmitirse de persona a persona a través de la comunicación interpersonal; pero cuando intentamos colocar la verdad viva en formas impersonales y estáticas, como la palabra escrita o impresa, que es de naturaleza material, se degrada al nivel intelectual del conocimiento o sabiduría humanos. Entonces la verdad se transmuta del poder espiritual viviente a su sombra material intelectual. Sólo la verdad muerta puede captarse en conceptos teológicos. De esta manera, la experiencia religiosa se reduce a la filosofía religiosa.
Es posible que una persona que lea esta verdad muerta o estática la asimile en el nivel intelectual del conocimiento o la transforme nuevamente en verdad: poder espiritual vivo. Tanto el conocimiento como la verdad tienen un lugar en la vida humana; son complementarios. Sin embargo, los médicos no confunden a los seres humanos vivos con la naturaleza estática de los cadáveres. Del mismo modo, las personas religiosas no deberían equiparar las fórmulas muertas de la teología con el poder vivo de la verdad. Pero así como la disección de cadáveres ayuda enormemente a la práctica de la medicina, en teología el estudio analítico de las formas estáticas de la verdad puede ser de inmenso valor para la práctica viva de la religión.
Hay dos tipos básicos de experiencia religiosa. Las actividades religiosas basadas en el miedo, la emoción, la tradición, la construcción de instituciones y la teología son funciones religiosas intelectuales-humanistas. Estas devociones religiosas centradas en la experiencia personal y la comunión con el Espíritu Interior del Padre Universal y la realización de los frutos del espíritu en la vida diaria son expresiones religiosas espiritual-divinas. La religión intelectual está dominada por el conocimiento de Dios de segunda mano, las creencias teológicas y el servicio institucional. La religión espiritual está motivada por la experiencia de primera mano de Dios, la fe viva y el servicio a la humanidad dondequiera que esté y en cualquier actividad en la que se encuentre. El primero enfatiza la intelectualización o adoctrinamiento de formas muertas de la verdad que han sido degradadas al nivel de los aspectos humanos del conocimiento o la sabiduría; el otro vive según la verdad espiritual que es espontánea, dinámica y creativa en su expresión en la personalidad humana. Todas las religiones planetarias son una mezcla de orientaciones religiosas humanistas y divinas. Cada individuo expresa una combinación única de estas formas de experiencia religiosa.
Resumen de la presentación: La psicología espiritual es guiada y validada por fuentes fundamentales de conocimiento. Hechos, significados y valores se correlacionan en la experiencia humana. Invariablemente, el hecho de no incluir cualquiera de estas fuentes de la realidad distorsiona el resultado del pensamiento y la acción. El materialista, el racionalista y el místico no comprenden la profundidad de la realidad universal. Todo conocimiento humano es relativo pero razonablemente cierto.
Las pruebas ordinarias de verdad carecen de validez. La crítica científica, filosófica y las evaluaciones religiosas de la verdad son todas necesarias e interdependientes. La verdad tiene una cualidad espiritual dinámica y viva que no puede ser capturada por un lenguaje y credos impersonales. La experiencia religiosa es una mezcla de funciones intelectuales-humanísticas y experiencia espiritual-divina. La psicología espiritual se ocupa principalmente de las experiencias espirituales personales. Esta es la única experiencia religiosa que tiene una relación directa con la Realidad Última que tiene el poder de transformar la vida y la sociedad.
Meredith J. Sprunger
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