© 1994 Meredith Sprunger
© 1994 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
El alma casi ha desaparecido de la teología contemporánea. El Libro de Urantia ofrece una descripción del alma que parece sentar las bases para un uso significativo del término nuevamente en el lenguaje religioso.
Un editorial con este título apareció en la edición de enero de 1994 de Theology Today, escrito por Patrick D. Miller, en el que observa: «No escuchamos mucho sobre el alma en los círculos teológicos en estos días». La televisión, el arte y la literatura prestan más atención al alma que la teología. La desaparición del alma en el lenguaje teológico es en gran medida el resultado de la falta de evidencia empírica sobre el alma en la psicología contemporánea y de los intentos teológicos de descartar el dualismo del pensamiento paulino sobre la naturaleza humana. Los teólogos han optado por el yo como un término más holístico y preciso.
La televisión, el arte y la literatura prestan más atención al alma que la teología. La desaparición del alma en el lenguaje teológico es en gran medida el resultado de la falta de evidencia empírica sobre el alma en la psicología contemporánea y de los intentos teológicos de descartar el dualismo del pensamiento paulino sobre la naturaleza humana.
Los autores de El Libro de Urantia dan una descripción del alma que parece sentar las bases para un uso significativo del término en el lenguaje religioso. El alma, nos dicen, es una creación dual del Espíritu de Dios que mora en nosotros y de las decisiones humanas que están en armonía con la realidad espiritual. Este esfuerzo combinado crea una nueva realidad, una actualización de las decisiones humanas, que es en parte material y en parte espiritual. Esta realidad de transición existe entre lo material y lo espiritual y se denomina «morontial». A medida que el alma evoluciona, tiene cada vez mayor influencia en el pensamiento y la acción humanos. Es un aspecto clave del desarrollo personal. Con el tiempo, en las personas dirigidas por el espíritu, sirve como una especie de segunda mente o mente morontial. El alma en evolución es el aspecto indígena de la personalidad humana que es indestructible.
Cuando las mareas de la adversidad, el egoísmo, la crueldad, el odio, la maldad y los celos humanos sacuden el alma de los mortales, podéis tener la seguridad de que existe un bastión interior, la ciudadela del espíritu, que es absolutamente inatacable; al menos esto es cierto para todo ser humano que ha confiado la custodia de su alma al espíritu interior del Dios eterno. (LU 100:2.7)
El significado semántico fundamental de la psicología es «el estudio del alma». Quizás haya llegado el momento de que la teología devuelva al alma un lugar significativo en nuestro pensamiento y discurso sobre los seres humanos. El Libro de Urantia abre la puerta a una mejor comprensión de la interrelación de la mente, el alma y el espíritu en la psicología humana.