(De una presentación realizada en la reunión de UCNOW de 2018 en el lago Wallowa por Michael Hill) Para obtener más información sobre Urantian Communities Northwest, consulte https://www.ucnow.net/
Las relaciones son los hilos del telar del tiempo que tejen el tapiz que es el Supremo.
LU 117:6.24 El Ser Supremo es nuestra deidad, la Deidad del logro de la perfección experiencial evolutiva. Él es la culminación del «agotamiento de todos los potenciales finitos» y «el logro del equilibrio perfecto en todos los universos».
LU 22:7.11 El Ser Supremo es la unificación de las tres fases de la realidad de la deidad: Dios el Supremo, el Todopoderoso Supremo y la Mente Suprema
LU 0:9.2 «El Supremo es la unificación de la Trinidad tal como la comprenden los seres finitos»
LU 0:7.9 Cuando finalmente se actualice, esta Deidad evolutiva constituirá la fusión eterna de lo finito y lo infinito, la unión eterna e indisoluble del poder experiencial y la personalidad espiritual.
LU 117:7.16 …Ciertamente, sin embargo, la personalidad del Ser Supremo será definitivamente contactable en alguna localidad específica, aunque la ubicuidad de su presencia de Deidad probablemente continuará impregnar el universo de los universos.
Realidad del Supremo - LU 130:4.2 «La causalidad en el mundo físico, la conciencia de sí en el mundo intelectual y el yo progresivo en el mundo espiritual —estas realidades, proyectadas a escala universal, combinadas en una conexión eterna y experimentadas con cualidades perfectas y valores divinos— constituyen la realidad del Supremo.»
¶ Growing The Supreme – Relación con Dios Lo que debemos hacer
LU 115:0.1 Con Dios Padre, la gran relación que existe es la filiación. Con Dios Supremo, la realización es el requisito previo para conseguir una posición —uno tiene que hacer algo, así como ser algo.
LU 116:1.1 La experiencia de la personalidad de cada criatura evolutiva es una fase de la experiencia del Todopoderoso Supremo. Nuestras decisiones-acciones impiden o fomentan la actualización del Supremo.
LU 116:0.3 Y tal crecimiento experiencial implica una asociación criatura-Creador: Dios y el hombre en asociación.
a. Y esa asociación está representada en el ajustador y nosotros.
-i. Buscamos conocer la voluntad de Dios y asociarnos con él para formar la forma en que vivimos nuestras vidas: esta es nuestra intención de relación con la Deidad.
b. LU 0:8.9 Además, es a través de Dios Séptuplo que nosotros, los mortales, podemos alcanzar la presencia de Dios, que comienza con nuestro reconocimiento de la divinidad de nuestro Hijo Creador, Miguel y nuestra Divina Madre Espíritu.
c. Entonces, hay dos caminos para que podamos hacer crecer nuestra relación con Dios: con el ajustador y con nuestro Hijo Creador, Miguel, que es el primer peldaño en la escalera de Dios Séptuplo, así como con nuestra Madre Divina Espíritu.
d. LU 110:6.4 Para hacer crecer nuestra relación con el Supremo, necesitamos tener vidas con un
i. mente de equilibrio perfecto,
ii. alojado en un cuerpo de hábitos limpios,
iii. energías neuronales estabilizadas,
IV. y función química equilibrada —
v. porque es cuando los poderes físicos, mentales y espirituales están en triuna armonía de desarrollo, que se nos puede impartir un máximo de luz y verdad
LU 100:1.5 Y esto constituye la base de nuestro crecimiento religioso. Y sabemos que los comportamientos esenciales para el crecimiento religioso son
a. vida progresiva de autorrealización,
b. la coordinación de las propensiones naturales,
c. el ejercicio de la curiosidad y el disfrute de la aventura razonable,
d. la experiencia de sentimientos de satisfacción,
e. el funcionamiento del estímulo del miedo de la atención y la conciencia,
f. la maravilla-señuelo, y una conciencia normal de pequeñez, humildad.
g. El crecimiento también se basa en el descubrimiento de la individualidad acompañado de la autocrítica: la conciencia, porque la conciencia es realmente la crítica de uno mismo por los propios valores-hábitos, ideales personales.
LU 100:1.8 También se nos habla de los hábitos religiosos de pensar y actuar [que] contribuyen a la economía del crecimiento espiritual. Y estan:
i. sensibilidad cultivada a los valores divinos,
ii. reconocimiento de la vida religiosa en los demás,
iii. meditación reflexiva sobre significados cósmicos,
iv. resolución de problemas de adoración,
v. compartir la vida espiritual de uno con sus semejantes,
vi. evitar el egoísmo,
vii. negativa a presumir de la misericordia divina, viviendo como en la presencia de Dios.
Y sabemos que nuestro éxito en el crecimiento de nuestra relación con Dios es el grado en que manifestamos los frutos del espíritu en nuestras vidas.
a. LU 117:6.17 Los frutos del espíritu son la sustancia del Supremo tal como es realizable en la experiencia humana.
Y esos frutos son:
a. LU 34:6.13 amor, gozo, paz, longanimidad, mansedumbre, bondad, fe, mansedumbre y templanza
b. LU 193:2.2 servicio amoroso, devoción desinteresada, lealtad valiente, justicia sincera, honestidad ilustrada, esperanza imperecedera, confianza confiada, ministerio misericordioso, bondad inagotable, tolerancia perdonadora y paz duradera
c. LU 115:7.2 El plan del Padre para nosotros ha ordenado
i. progreso finito sobre el esfuerzo,
ii. logro de la criatura sobre la perseverancia,
iii. y el desarrollo de la personalidad sobre la fe.
LU 110:6.17 La fe hace real la filiación con Dios; se requiere acción –completar las decisiones– para la conciencia de parentesco con el Ser Supremo, un componente esencial para el logro del círculo.
¶ Growing The Supreme – Relaciones con los demás Lo que podemos hacer
Miguel en su otorgamiento como Jesús nos mostró a todos cómo relacionarnos con los demás.
Es cómo somos con los demás lo que aumenta o retarda el crecimiento del Supremo.
a. Es en nuestras relaciones con los demás que podemos mostrar los frutos del espíritu.
b. Nuestra capacidad, elecciones y acciones al expresar los frutos del espíritu es esa medida de nuestro éxito en llegar a ser como Dios como mortales.
c. Y el éxito en este esfuerzo define nuestra divinidad mortal; al hacerlo hacemos realidad la voluntad de Dios
Es nuestro éxito en el autodominio y el mantenimiento de los hábitos espirituales lo que constituye el terreno para el crecimiento espiritual que nos ayuda a hacer brillar los frutos del espíritu en nuestras relaciones con los demás, lo que al mismo tiempo nutre la actualización del Supremo.
Entonces, ¿qué hacemos para lograr este crecimiento dentro de nosotros mismos, el crecimiento en nuestra relación con el Supremo y el crecimiento en la mejora de nuestras relaciones con los demás?
Creo que ese proceso comienza con el autodominio.
a. Jesús dijo a los apóstoles: LU 143:2.3 En verdad, en verdad os digo que aquel que se gobierna a sí mismo es más grande que el que conquista una ciudad. El dominio de sí mismo es la medida de la naturaleza moral de un hombre, y el indicador de su desarrollo espiritual.
b. LU 28:6.13 Y se nos dice que la Confiabilidad es la verdadera medida del autodominio, [es] el carácter.
LU 133:6.5 Es nuestra alma la que se refleja en sí misma, discierne la verdad y percibe el espíritu.
LU 132:3.5 Se nos dice que la verdadera fe se basa en una reflexión profunda, en una autocrítica sincera y en una conciencia moral intransigente.
a. Cada uno de nosotros podemos hacer crecer nuestro lado de nuestra relación con Dios a medida que practicamos la reflexión, la autoevaluación y la conciencia moral sostenida. Nuestro logro de estos esfuerzos hace crecer al Supremo y condiciona el crecimiento de nuestras relaciones, humanas y divinas.