© 2006 Michel Rouanet
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El humano y su doble | Le Lien Urantien — Número 38 — Invierno 2006 | La experiencia de un lector, una experiencia de la que aprender |
¿Por qué y cómo adorar a Dios? A veces puede parecer difícil responder simplemente a la pregunta de por qué y especialmente cómo adorar al Padre Universal.
Os hacéis conscientes de que el hombre es una criatura hermana vuestra porque ya sois conscientes de que Dios es vuestro Padre Creador. La paternidad es la relación por la que llegamos al reconocimiento de la fraternidad. Y la Paternidad se vuelve, o puede volverse, una realidad universal para todas las criaturas morales porque el Padre mismo ha conferido la personalidad a todos esos seres y los ha colocado bajo el dominio del circuito universal de la personalidad. Adoramos a Dios en primer lugar porque él es, luego porque está en nosotros, y finalmente porque estamos en él. ([LU 16:9.14)
Al responder aparentemente a la pregunta del por qué, esta explicación parece ofrecernos una técnica de adoración, un cómo: el de un triple movimiento del alma en relación a Dios.
Intentemos una investigación, un trabajo interpretativo, una hermenéutica, un paseo solitario por el camino del significado:
En primer lugar, adoramos a Dios porque él es el gran YO SOY, personalidad arquetípica de toda personalidad, Padre del Amor eterno e infinito de todo Ser, Huésped del Paraíso; Centro de todas las cosas, gran Arquitecto del universo, Soporte Infinito; Fuera del espacio-tiempo, él es el perfecto Creador del Tiempo y del Espacio, de los Orígenes y del Destino Universales. Fuente del Bien, Bello y Verdadero, de Amor y Perdón que dispensa eterna e infinitamente a todos los seres.
Personalidad tautológica y Absoluta emanante.
El Ser en el origen de mi ser, pero el Ser fuera de mi ser, YO SOY.
Primer impulso de mi alma.
El mayor acto de amor que Él hizo a todos es ofrecernos el don invaluable de Su presencia, dentro de nosotros mismos. El Centro de todo ser está de hecho en el centro de nosotros mismos. Ya no estamos solos, estamos acompañados por la eternidad por nuestro alter ego divino que sólo aspira a ser uno con nosotros. ¿Quizás esta experiencia de fusión sea parcialmente accesible mientras estamos en este mismo momento en una situación de adoración?
Dondequiera que estemos, sea cual sea el lugar, habitación, oficina, metro, colina, iglesia, mezquita, pagoda, templo, la Tierra o la Luna, en la cima de las montañas o bajo el mar, podemos comunicarnos directamente con Él.
Aquel que tantos hombres han buscado, este Grial, esta Piedra filosofal, este Gran Misterio esotérico, este crudo destilador que transforma nuestra mente en alma, siempre nos ha traído de vuelta de tantas peregrinaciones, de tantos viajes iniciáticos, de tantas cruzadas. , de tantas búsquedas a través de montañas, continentes y mares hacia….nosotros mismos: nuestro Monitor divino, nuestro Cambiador/Ajustador/Controlador del Pensamiento.
Nosotros dos que nos convertiremos en yo, algún día pronto.
El Ser en mi ser, yo soy.
Segundo movimiento del alma.
Dios necesita hombres. Porque Dios somos Nosotros, hombres y mujeres, verde azul rojo negro blanco, eléctrico magnético, en la tierra o en el aire, cristianos musulmanes taoístas sintoístas bahá’ís compañeros filántropos, científicos filósofos clérigos religiosos, barrenderos y líderes empresariales, lo positivo y lo negativos, los Seres de aquí y de otros lugares, la gran comunión cósmica de los Santos, la Umma universal, la gran Iglesia universal…
El Ser Supremo, esta Madre cósmica que crece desde la grandeza de cada uno, una Realidad que emerge y que incluso supera la simple suma de nuestras realidades. Estamos en Ella, totalmente parte de la Deidad en evolución, con nosotros y gracias a nosotros. Esta fraternidad humana y cósmica que nos conecta desde los 4 rincones del gran Universo, del gran Oriente al Occidente, del Cenit al Nadir, del centro a la periferia y viceversa; que nos conecta desde el principio de los tiempos, hasta el día de hoy y por la eternidad venidera…este Reino de los Cielos que viene.
El Ser de nuestros seres, NOSOTROS somos YO.
Tercer movimiento del alma.
Os hacéis conscientes de que el hombre es una criatura hermana vuestra porque ya sois conscientes de que Dios es vuestro Padre Creador. La paternidad es la relación por la que llegamos al reconocimiento de la fraternidad. Y la Paternidad se vuelve, o puede volverse, una realidad universal para todas las criaturas morales porque el Padre mismo ha conferido la personalidad a todos esos seres y los ha colocado bajo el dominio del circuito universal de la personalidad. Adoramos a Dios en primer lugar porque él es, luego porque está en nosotros, y finalmente porque estamos en él. ([LU 16:9.14)
Una frase de ruta sencilla extraída de multitud de otras frases que constituyen un corpus de 2097 páginas. Una breve hoja de ruta.
Un viaje diario en tres etapas.
Una invitación paradójica a viajar fuera del espacio y del tiempo y sin embargo aquí y ahora, a través de la técnica de la adoración, en 3 tiempos que se vuelven uno, en 3 impulsos simultáneos del alma hacia Dios, en 3 relaciones Hombre-Dios que son solo uno.
El alma en adoración es como la hoja que se ilumina, calienta y crece al sol.
¿ENTONCES? ¿Cuándo empezamos?
michel r.
El humano y su doble | Le Lien Urantien — Número 38 — Invierno 2006 | La experiencia de un lector, una experiencia de la que aprender |