© 2003 Myriam Delcroix
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La versión oculta de la cuarta parte del Libro de Urantia | Le Lien Urantien — Número 27 — Otoño 2003 | Dudas y dudas |
Entre todas las creencias corruptoras que probablemente estaban asociadas a lo que podría haber sido un monoteísmo emergente, ninguna era más debilitante que la creencia en la transmigración, en la doctrina de la reencarnación del alma, que provenía del DRAVIDIAN DECCANO [LU 94:2.3-7] .
La raza naranja era muy religiosa en la doctrina de la reencarnación. Algunas razas más recientes creían y creen que los hombres morían de 3 a 7 veces. Esta creencia (un remanente de las enseñanzas de Adán sobre los 7 mundos de las casas), así como los vestigios de la religión revelada, se pueden encontrar entre las doctrinas, por lo demás absurdas, de los bárbaros del siglo XX. [LU 86:4.6]
En la época de Jesús la gente creía en esta doctrina así como en el concepto de KARMA.
Los antiguos educadores judíos, así como Platón, Filón y muchos otros (esenios) toleraron la teoría de que los hombres pueden cosechar en una encarnación lo que han sembrado en otra existencia anterior. Se creía que expiaban en una vida los pecados cometidos en vidas anteriores. Al maestro le resultaba difícil hacer creer a los hombres que sus almas no tenían existencia previa. [1811:5: La curación del mendigo ciego].
En todo Nebadón, ningún mortal se reencarna así. En todo este universo sólo existen los espornagias, que son animales altamente evolucionados que viven en mundos morontiales y que están reencarnados. Son una excepción única en todo el universo. [LU 46:7.6]
Efectivamente el alma se encarna en diferentes cuerpos a lo largo de la lenta evolución hacia Dios; sólo en los mundos morontiales poseerá 570 cuerpos, todos los cuales estarán adornados con bienes adicionales de acuerdo con su progresión espiritual [542.2]; Sin embargo, estas diferentes transformaciones no son en modo alguno reencarnaciones sino una continuación en la evolución del alma a la que se adaptan estos diferentes cuerpos.
En efecto, el alma debe progresar de esfera en esfera, desde fuera hacia dentro. [LU 5:1.9]
Siempre más cerca de Dios.
Jesús consideraba a Urantia como el valle del nacimiento de las almas [LU 149:5.5]. Durante su visita a Éfeso, un erudito pensador griego le hizo esta pregunta: ¿Qué es el alma? Jesús le respondió extensamente y le explicó, entre otras cosas, que el nacimiento del alma se producía durante la primera actividad moral. En efecto, durante esto llega al ser el Ajustador, el espíritu divino y esta es la ocasión para el nacimiento del alma. [LU 133:6.5]
Pero ¿cómo es posible entonces que muchas personas estén más evolucionadas que otras, intelectual o espiritualmente? Si no existen almas jóvenes con poca experiencia y almas viejas con muchas vidas pasadas, ¿cómo es posible que existan tantas diferencias entre los seres humanos?
Es cierto que si nuestra pareja Adán hubiera tenido éxito en la misión que les fue encomendada en Urantia, todo nuestro planeta se beneficiaría hoy del beneficio de la propagación de la sangre adámica, y que hoy habría más uniformidad en la mente humana.
Dios, sin embargo, suplió esta carencia otorgando después de Pentecostés una chispa de su espíritu a cada mente humana (en Urantia). Esta esencia divina nos permite a cada uno de nosotros evolucionar en nuestra medida. [1187.2]
Es cierto que la educación, la herencia, etc. son importantes en la mente humana… ¡pero no es suficiente!
Los seres divinos que inspiraron este libro han descubierto que los Ajustadores del Pensamiento experimentados a menudo habitan en la mente humana de tipo superior. Por lo tanto, los factores hereditarios humanos juegan un papel considerable en la selección y asignación de los Ajustadores. [LU 108:1.1]
Pero no basta con tener un Ajustador con gran experiencia, el ser también debe tener un acercamiento hacia él.
Está escrito en la página [LU 133:7.11]: el hecho de que los individuos difieran tanto en las acciones de sus vidas no sólo indica dones hereditarios y diferentes influencias de quienes los rodean, también denota el grado de unificación con el espíritu interior. del padre.
El tipo de Ajustador tiene mucha influencia en la personalidad. A lo largo de los tiempos, muchos grandes pensadores, líderes intelectuales y espirituales han debido su influencia principalmente a la superioridad y experiencia previa de sus Ajustadores internos. [LU 109:4.3]
Por lo tanto, si un ser humano adquiere más experiencia en diversos campos, ya sean intelectuales o espirituales, esto se debe a su herencia, a su entorno, a su educación, a la propagación de la sangre adámica, todo potenciado por el contacto con un Ajustador experimentado, pero no por la transmigración de su alma de cuerpo en cuerpo y de siglos en siglos.
Este ser humano fue elegido como anfitrión por su Monitor de Pensamiento debido a:
Qué felices, entonces, se sienten estos ajustadores cuando pueden comunicarse directamente con su sujeto sin necesidad de símbolos y otros métodos tortuosos. [LU 108:6.7]
Antes de terminar, un rápido vistazo al lado científico.
El físico J. CHARON ante la reencarnación parte de un descubrimiento fundamental:
Los electrones que nos constituyen contienen un espacio-tiempo que ya no obedece a las leyes de nuestro universo cotidiano. Toda nuestra mente está formada por cada una de estas partículas.
Si a esto le sumamos que la duración de la existencia de un electrón es ilimitada y que cada electrón de nuestro cuerpo contiene todo el recuerdo de sus vidas anteriores, llegamos inexorablemente a una cierta idea de la reencarnación.
Nuestro «yo consciente», dice Jean CHARON, es sólo una pequeña parte de nuestra memoria inconsciente. Lo que ayer llamábamos «instinto», aunque sigue siendo cierto en determinados casos, suele ser una memoria hereditaria transmitida por los cromosomas de la memoria al sistema nervioso.
Los cromosomas son el constituyente del núcleo de la célula. Están compuestos de ácido desoxirribonucleico (ADN) donde creemos ver la sede fundamental de la vida.
Los cromosomas son verdaderas bandas magnéticas del ordenador celular donde:
Los genes que los constituyen son los soportes de la herencia.
Un ejemplo entre muchos otros nos lo ofrece una obra de Robert CHARROUX titulada “El libro del misterioso desconocido” en el capítulo relativo a los cromosomas de la memoria.
“En una finca había varios puntos de agua. Una perra tenía la costumbre de beber de un punto muy concreto y siempre comía su comida en un cuenco azul, aunque había cuencos de otros colores a su disposición (porque había otros perros en la casa).
Murió al dar a luz a varios cachorros pequeños, algunos de los cuales sobrevivieron. Estos cachorros, una vez crecidos, iban a beber exclusivamente del mismo punto de agua que su madre y comían del mismo cuenco azul.
¡Memoria hereditaria sin duda!
Así es como una persona que se encuentra en un lugar puede tener de repente la impresión de haber conocido ese lugar, sin haber estado nunca allí.
Así surgen situaciones de déjà vu o ya vividas gracias a los eones contenidos en nuestros cromosomas de memoria y que nos han sido transmitidos desde el principio de los tiempos.
Pero este es un tema demasiado complejo para resumirlo en una sola página. Recomiendo encarecidamente la lectura de las obras de Jean CHARON “el mundo eterno de los eones” y TCHOU “los poderes desconocidos del hombre” entre muchas otras;
P.D. No puedo dejar de fumar: ¿los cromosomas de mi memoria recuerdan a un antepasado indio que fumaba la pipa de la paz más de lo necesario?
Myriam Del Croix
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