© 2019 Neil Francey
Podemos desarrollar no sólo un plan de negocios sino también un plan eterno. Con un propósito y un destino más allá de la imaginación finita.
Existe un propósito grande y glorioso en la marcha de los universos a través del espacio. Todas vuestras luchas mortales no tienen lugar en vano. Todos formamos parte de un plan inmenso, de una empresa gigantesca, y la enormidad de la empresa es la que hace que sea imposible ver una gran parte de ella en un momento dado y durante una vida determinada. (LU 32:5.1)
En la mente de Dios hay un plan que incluye a todas las criaturas de todos sus inmensos dominios, y este plan consiste en un propósito eterno de oportunidades sin límites, de progreso ilimitado y de vida sin fin. ¡Y los tesoros infinitos de esta carrera incomparable serán vuestros con tal que os esforcéis por alcanzarlos! (LU 32:5.7)
¡La meta de la eternidad está hacia adelante! ¡La aventura para alcanzar la divinidad se extiende delante de vosotros! ¡La carrera hacia la perfección está en marcha! Quienquiera que lo desee puede participar, y una victoria segura coronará los esfuerzos de todo ser humano que corra la carrera de la fe y de la confianza, … (LU 32:5.8)
Nuestras asignaciones terrenales van mucho más allá del modelo corporativo. Nuestro análisis de la situación no se limita al planeta. Necesitamos ampliar nuestros límites. Somos capaces de llevar una vida dominada por el espíritu incluso ahora.
Aunque tenéis que vivir vuestra vida material hasta el fin, aunque no podéis escapar del cuerpo ni de sus necesidades, sin embargo, en lo que se refiere a vuestros propósitos e ideales, tenéis la facultad de someter cada vez más la naturaleza animal al dominio del Espíritu. Existe en verdad dentro de vosotros una conspiración de fuerzas espirituales, una confederación de poderes divinos, cuyo propósito exclusivo consiste en liberaros definitivamente de la esclavitud material y de los obstáculos finitos. (LU 34:6.9)
El Espíritu nunca fuerza, sólo guía. Si sois un estudiante de buena voluntad, si queréis alcanzar los niveles espirituales y llegar a las alturas divinas, si deseáis sinceramente alcanzar la meta eterna, entonces el Espíritu divino os guiará con suavidad y amor por el camino de la filiación y del progreso espiritual. (LU 34:6.11)
La conciencia de la dominación de una vida humana por el espíritu pronto es acompañada por una manifestación creciente de las características del Espíritu en las reacciones vitales de ese mortal conducido por el espíritu, «porque los frutos del espíritu son el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza». Aunque estos mortales guiados por el espíritu y divinamente iluminados caminan todavía por los humildes senderos del trabajo agotador y cumplen con fidelidad humana los deberes de sus tareas terrenales, ya han empezado a discernir las luces de la vida eterna que brillan en las orillas lejanas de otro mundo; … (LU 34:6.13)
Como mortales, tenemos episodios de conflicto y deseo, y cometemos errores. Pero nuestra estatura suprema, nuestros derechos y las recompensas de un destino último permanecen, y son nuestros si nos esforzamos.
Los hijos de la fe trabajan en unos niveles intelectuales y viven en unos planos espirituales que están muy por encima de los conflictos producidos por unos deseos físicos desenfrenados o anormales. Los vivos deseos normales de los seres animales y los apetitos e impulsos naturales de la naturaleza física no están en conflicto con los logros espirituales incluso más elevados, excepto en la mente de las personas ignorantes, mal instruidas o lamentablemente demasiado escrupulosas. (LU 34:7.7)
Después de emprender el camino de la vida eterna, después de aceptar vuestra tarea y de recibir vuestras órdenes para progresar, no temáis los peligros de la falta de memoria de los hombres ni la inconstancia de los mortales, no os inquietéis por el miedo al fracaso o por las confusiones que causan perplejidad, no vaciléis ni pongáis en duda vuestro estado ni vuestra posición, porque en todas las horas sombrías, en todas las encrucijadas de la lucha por el progreso, el Espíritu de la Verdad siempre hablará, diciendo: «Éste es el camino». (LU 34:7.8)
En lo alto, un proceso de selección de empleo ideal junto con una formación adecuada para el trabajo en cuestión, dan paso a desafíos para la mente y el espíritu. Y las tareas siempre tienen como objetivo la promoción en la carrera de ascensión.
El sistema educativo de Nebadon asegura fundamentalmente vuestra asignación a una tarea, y luego os proporciona la oportunidad de enseñaros el método ideal y divino de realizar mejor esa tarea. Se os encarga una tarea determinada a realizar, y al mismo tiempo se os proporcionan los educadores cualificados para enseñaros el mejor método de ejecutar vuestro trabajo. El plan de educación divino asegura la íntima asociación entre el trabajo y la enseñanza. Os enseñamos la mejor manera de ejecutar las cosas que os mandamos hacer. (LU 37:6.4)
La finalidad de toda esta formación y de toda esta experiencia es la de prepararos para que seáis admitidos en las esferas educativas superiores y más espirituales del superuniverso. El progreso dentro de un reino determinado es individual, pero la transición de una fase a otra se efectúa generalmente por clases. (LU 37:6.5)
La progresión de la eternidad no consiste únicamente en el desarrollo espiritual. La adquisición intelectual también forma parte de la educación universal. La experiencia mental se amplía paralelamente a la expansión del horizonte espiritual. La mente y el espíritu reciben oportunidades semejantes para formarse y avanzar. Pero durante toda esta magnífica preparación mental y espiritual, estáis liberados para siempre de los obstáculos de la carne mortal. Ya no tenéis que arbitrar constantemente las contiendas conflictivas entre vuestras naturalezas espiritual y material divergentes. Por fin estáis cualificados para disfrutar del impulso unificado de una mente glorificada, despojada desde hace mucho tiempo de sus tendencias primitivas animales hacia las cosas materiales. (LU 37:6.6)
La búsqueda de la verdad no confiere necesariamente recompensas materiales.
No se trata tanto de lo que aprendáis en esta primera vida; lo importante es la experiencia de vivir esta vida. Incluso el trabajo en este mundo, por muy importante que sea, no es ni mucho menos tan importante como la manera de hacerlo. No existe ninguna recompensa material para una vida recta, pero existe una profunda satisfacción —una conciencia de haberlo logrado— y ésta trasciende cualquier recompensa material imaginable. (LU 39:4.13)
La risa es una parte tan maravillosa de la vida y a veces de origen inexplicable, que podríamos decir que en realidad es un poco divertida.
Incluso el humor humano se vuelve muy cordial cuando describe episodios que afectan a aquellos que están un poco por debajo de nuestro estado de desarrollo actual, o cuando presenta a nuestros supuestos superiores cayendo víctimas de las experiencias generalmente asociadas a los supuestos inferiores. (LU 48:4.13)
Cuando sentimos la tentación de exagerar nuestra propia importancia, si nos detenemos a contemplar la infinidad de la grandeza y de la nobleza de nuestros Hacedores, nuestra propia glorificación se vuelve supremamente ridícula, rayando incluso en lo humorístico. Una de las funciones del humor es la de ayudarnos a todos a tomarnos menos en serio. El humor es el antídoto divino contra la exaltación del ego. (LU 48:4.15)
El humor debería funcionar como una válvula automática de seguridad para impedir la acumulación de las presiones excesivas debidas a la monotonía de la contemplación seria y continua de sí mismo, asociada a la intensa lucha por el progreso para desarrollarse y por alcanzar noblemente los objetivos. El humor también funciona para disminuir el choque del impacto inesperado de los hechos o de la verdad, de los hechos rígidos e inflexibles y de la verdad flexible y siempre viva. La personalidad mortal, que nunca está segura de lo próximo que se va a encontrar, capta rápidamente a través del humor —ve la cuestión y consigue perspicacia— la naturaleza inesperada de la situación, ya se trate de un hecho o de una verdad. (LU 48:4.18)
Se nos da relativo libre albedrío. Es decir, existen condiciones relacionadas con las capacidades, el bienestar, el tiempo y los resultados monitoreados. Una voluntad irrestricta que pueda exigir derechos perjudiciales para uno mismo y para los demás es inaceptable.
No se os ofrece una elección sin restricciones en cuanto a vuestro futuro camino; pero podéis elegir dentro de los límites de lo que los ministros de transición y sus superiores determinan sabiamente como lo más adecuado para vuestra consecución espiritual futura. El mundo espiritual está gobernado por el principio de respetar la elección de vuestro libre albedrío, a condición de que el camino que escojáis no sea perjudicial para vosotros o nocivo para vuestros compañeros. (LU 48:6.6)
Determinación, dedicación, diligencia. Si hemos dado lo mejor de nosotros nos resulta más fácil aceptar la decepción. Más importante aún, entonces estaremos mejor equipados para enfrentar el próximo desafío de la vida. Un análisis de oportunidades simplificado.
Cuando se planta una semilla, a veces se necesita que muera, que mueran vuestras esperanzas más apreciadas, antes de que pueda renacer para producir los frutos de una vida nueva y de nuevas oportunidades. De ellos aprenderéis a sufrir menos penas y decepciones, primero haciendo menos planes personales respecto a otras personalidades, y luego aceptando vuestra suerte cuando habéis cumplido fielmente con vuestro deber. (LU 48:6.36)
Es importante centrarse en las tareas predominantes de cada etapa de la vida. Este enfoque también eliminará cualquier sentimiento de importancia personal, ya que absorberá energía que está mejor dirigida al trabajo a realizar.
Aprenderéis que aumentáis vuestras cargas y disminuís la posibilidad del éxito tomándoos demasiado en serio. Nada puede tener prioridad sobre el trabajo de la esfera en la que estáis —este mundo o el siguiente. El trabajo de preparación para la siguiente esfera más elevada es muy importante, pero nada es más importante que el trabajo para el mundo en el que estáis viviendo realmente. Pero aunque el trabajo es importante, el yo no lo es. Cuando os sentís importantes, perdéis vuestra energía deteriorando la dignidad de vuestro ego, de manera que queda poca energía para hacer el trabajo. El engreimiento, no la importancia del trabajo, agota a las criaturas inmaduras; el elemento yo es el que agota, y no el esfuerzo por alcanzar los objetivos. Podéis hacer un trabajo importante si no os volvéis engreídos; podéis hacer diversas cosas tan fácilmente como una sola si dejáis fuera a vuestro yo. La variedad es relajante; la monotonía es la que desgasta y agota. Día tras día es lo mismo —o bien la vida, o la alternativa de la muerte. (LU 48:6.37)
La organización tiene una oportunidad enormemente importante e incomparable de fomentar un mundo mejor contribuyendo a esta lista de atributos. Pero, ¿qué muestra su libreta de calificaciones actual? ¿Qué notas le dan los Altísimos? Los ciudadanos están aprendiendo la verdad. Intente clasificar una organización del 1 al 10 según estas cinco características de avance social.
1. La fraternidad social. La multiplicación de los contactos sociales internacionales e interraciales, y de las asociaciones fraternales, a través de los viajes, el comercio y los juegos competitivos. El desarrollo de un idioma común y la multiplicación de los multilingüistas. El intercambio racial y nacional de estudiantes, profesores, industriales y filósofos religiosos.
2. La fecundación intelectual cruzada. La fraternidad es imposible en un mundo cuyos habitantes son tan primitivos que no logran reconocer la locura del egoísmo sin freno. Debe producirse un intercambio de literatura nacional y racial. Cada raza debe familiarizarse con el pensamiento de todas las razas; cada nación debe conocer los sentimientos de todas las naciones. La ignorancia engendra la desconfianza, y la desconfianza es incompatible con la actitud esencial de simpatía y de amor.
3. El despertar ético. Sólo una conciencia ética puede desenmascarar la inmoralidad de la intolerancia humana y lo pecaminoso de las luchas fratricidas. Sólo una conciencia moral puede condenar los males de la envidia nacional y de los celos raciales. Sólo unos seres morales buscarán siempre esa perspicacia espiritual que es esencial para vivir la regla de oro.
4. La sabiduría política. La madurez emocional es esencial para el dominio de sí mismo. Sólo la madurez emocional puede asegurar que las técnicas internacionales del juicio civilizado sustituirán al arbitraje bárbaro de la guerra. Los estadistas sabios trabajarán algún día por el bienestar de la humanidad aunque sigan esforzándose por promover el interés de sus grupos nacionales o raciales. La sagacidad política egoísta es finalmente suicida —perjudicial para todas aquellas cualidades duraderas que aseguran la supervivencia colectiva planetaria.
5. La perspicacia espiritual. La fraternidad de los hombres está basada, después de todo, en el reconocimiento de la paternidad de Dios. La manera más rápida de llevar a cabo la fraternidad de los hombres en Urantia consiste en efectuar la transformación espiritual de la humanidad actual. La única técnica para acelerar la tendencia natural de la evolución social es la de aplicar una presión espiritual desde arriba, acrecentando así la perspicacia moral y elevando al mismo tiempo la capacidad del alma de cada mortal para comprender y amar a todos los demás mortales. La comprensión mutua y el amor fraternal son unos civilizadores trascendentes y unos factores poderosos en la realización mundial de la fraternidad de los hombres. (LU 52:6.3-7)
Los gobernantes civiles aprenderán algún día que los Altísimos gobiernan en los reinos de los hombres. (LU 134:5.3)
El reinado de los Altísimos (los supercontroladores de la evolución política) está destinado a fomentar, entre todos los hombres, el mayor bien para el mayor número de ellos y durante el mayor tiempo posible. (LU 134:5.4)
La soberanía es el poder y crece mediante la organización. Este crecimiento de la organización del poder político es bueno y conveniente, porque tiende a englobar segmentos cada vez mayores del conjunto de la humanidad. Pero este mismo crecimiento de las organizaciones políticas crea un problema en cada etapa intermedia, entre la organización inicial y natural del poder político —la familia— y la consumación final del crecimiento político —el gobierno de toda la humanidad, por toda la humanidad y para toda la humanidad. (LU 134:5.5)
¿Su empresa practica la libertad verdadera o falsa? ¿Las personas que están en la cima de las grandes corporaciones (políticas, industriales, jurídicas, religiosas, educativas, militares, deportivas, de medios, de entretenimiento, de salud, de construcción, de bienes y sociales) practican la libertad verdadera o falsa? Es posible que se requiera mucho estudio cuidadoso para responder a esto. Luego considere las obligaciones de largo alcance y las consecuencias.
La verdadera libertad es la asociada de la auténtica autoestima; la falsa libertad es la consorte de la admiración de sí mismo. La verdadera libertad es el fruto del autocontrol; la falsa libertad es la pretensión de la reafirmación personal. El autocontrol conduce al servicio altruista; la admiración de sí mismo tiende a explotar a los demás para el engrandecimiento egoísta del individuo equivocado que está dispuesto a sacrificar una justa consecución a fin de poseer un poder injusto sobre sus semejantes. (LU 54:1.6)
No existe un error más grande que esa especie de autoengaño que conduce a los seres inteligentes a anhelar ejercer el poder sobre otros seres con el objeto de privar a esas personas de sus libertades naturales. La regla de oro de la equidad humana clama contra todos estos fraudes, injusticias, egoísmos y faltas de rectitud. Sólo una libertad verdadera y auténtica es compatible con el reino del amor y el ministerio de la misericordia. (LU 54:1.8)
¡Cómo se atreve la criatura obstinada a usurpar los derechos de sus semejantes en nombre de la libertad personal, cuando los Gobernantes Supremos del universo se apartan con un respeto misericordioso ante estas prerrogativas de la voluntad y estos potenciales de la personalidad! En el ejercicio de su supuesta libertad personal, ningún ser tiene el derecho de privar a otro ser de aquellos privilegios de la existencia otorgados por los Creadores y debidamente respetados por todos sus asociados, subordinados y sujetos leales. (LU 54:1.9)
Las obligaciones éticas son innatas, divinas y universales. (LU 54:4.4)
En cierto sentido, todas las corporaciones son empresas familiares. Y todas las familias son una entidad social funcional con características comerciales equivalentes.
Si el padre afectuoso de una gran familia elige mostrar misericordia a uno de sus hijos culpable de un grave delito, puede suceder muy bien que la concesión de misericordia a ese hijo que se ha portado mal cause dificultades temporales a todos los otros hijos que se han portado bien. Estas eventualidades son inevitables; este riesgo es inseparable de la situación real de tener un padre amoroso y de ser miembro de un grupo familiar. Cada miembro de una familia se beneficia de la conducta honrada de todos los otros miembros; del mismo modo, cada miembro ha de sufrir las consecuencias temporales inmediatas de la mala conducta de cualquier otro miembro. Las familias, los grupos, las naciones, las razas, los mundos, los sistemas, las constelaciones y los universos son relaciones de asociación que poseen una individualidad; y por lo tanto, cada miembro de cualquier grupo, grande o pequeño, cosecha los beneficios y sufre las consecuencias del bien y del mal que hacen todos los otros miembros del grupo interesado. (LU 54:6.3)
Casi todos los valores duraderos de la civilización tienen sus raíces en la familia. La familia fue el primer grupo pacífico con éxito, pues el hombre y la mujer aprendieron a ajustar sus antagonismos al mismo tiempo que enseñaban a sus hijos ocupaciones pacíficas. (LU 68:2.8)
¿Sus estatutos corporativos se esfuerzan por alcanzar este nivel máximo de desarrollo material? Esto es bastante sencillo de imaginar y probablemente todas las personas estarán de acuerdo en que es lo que les gustaría que sucediera. Imagínese lo emocionados que estaríamos todos si nuestros líderes y gobernantes anunciaran estas medidas.
Las criaturas mortales que viven en un mundo aislado, afligido por el pecado, dominado por el mal y egoísta como Urantia, difícilmente pueden concebir la perfección física, los logros intelectuales y el desarrollo espiritual que caracterizan a estas épocas avanzadas de evolución en una esfera libre de pecado. (LU 55:5.1)
Las etapas avanzadas de un mundo establecido en la luz y la vida representan la cima del desarrollo material evolutivo. En estos mundos cultos no queda nada de la ociosidad y las fricciones de las épocas primitivas anteriores. La pobreza y la desigualdad social casi se han desvanecido, la degeneración ha desaparecido y la delincuencia se observa raramente. La locura ha dejado prácticamente de existir y la debilidad mental es una rareza. (LU 55:5.2)
El estado económico, social y administrativo de estos mundos es de un tipo elevado y perfeccionado. La ciencia, el arte y la industria florecen, y la sociedad es un mecanismo de elevados logros materiales, intelectuales y culturales que funciona sin problemas. La industria se ha desviado en gran parte hacia el servicio de los objetivos superiores de esta magnífica civilización. La vida económica de este mundo se ha vuelto ética. (LU 55:5.3)
La guerra se ha convertido en una cuestión histórica, y ya no existen ni ejércitos ni fuerzas de policía. El gobierno desaparece gradualmente. El autocontrol hace lentamente que las leyes promulgadas por los humanos resulten obsoletas. En un estado intermedio de civilización progresiva, la importancia del gobierno civil y de la reglamentación legal es inversamente proporcional a la moral y a la espiritualidad de los ciudadanos. (LU 55:5.4)
Las escuelas han mejorado considerablemente y están dedicadas a la educación de la mente y a la expansión del alma. Los centros artísticos son exquisitos y las organizaciones musicales magníficas. Los templos para la adoración, con sus escuelas asociadas de filosofía y de religión experiencial, son unas creaciones llenas de belleza y de grandiosidad. Las zonas al aire libre para las asambleas cultuales son igualmente sublimes en la simplicidad de sus detalles artísticos. (LU 55:5.5)
Las instalaciones para los juegos competitivos, el humor y otras fases de las realizaciones personales y colectivas son amplias y apropiadas. Una característica especial de las actividades competitivas en un mundo tan sumamente culto se refiere a los esfuerzos de los individuos y de los grupos por sobresalir en las ciencias y las filosofías de la cosmología. La literatura y la oratoria florecen, y el idioma ha mejorado tanto que es capaz de simbolizar los conceptos así como de expresar las ideas. La vida es de una sencillez refrescante; el hombre ha coordinado por fin un elevado estado de desarrollo mecánico con unos logros intelectuales inspiradores, y ha eclipsado los dos con un logro espiritual exquisito. La búsqueda de la felicidad es una experiencia de alegría y de satisfacción. (LU 55:5.6)
Evite el materialismo absoluto. Vemos evidencia de su naturaleza destructiva. También vemos evidencia de una alternativa equilibrada.
Por eso el materialismo, el ateísmo, es el colmo de la fealdad, la cúspide de la antítesis finita de lo bello. La belleza más elevada consiste en el panorama de la unificación de las variaciones que han nacido de una realidad armoniosa preexistente. (LU 56:10.4)
La verdad es la base de la ciencia y de la filosofía, y representa el fundamento intelectual de la religión. La belleza patrocina el arte, la música y los ritmos significativos de toda experiencia humana. La bondad engloba el sentido de la ética, la moralidad y la religión —el hambre de perfección experiencial. (LU 56:10.10)