© 1977 Patsy y Tucky Hayes
© 1977 The Urantia Book Fellowship (anteriormente Urantia Brotherhood)
Las familias genéticas y las familias de grupos de estudio son talleres de Nuestro Padre. Proporcionan ajuste del yo a otros yo. Permiten cultivar el amor de nuestro Padre a través del cual los Ajustadores del Pensamiento, el Espíritu de la Verdad y nuestros otros benefactores espirituales pueden ayudarnos a lograr la elevación de la humanidad.
El hogar brinda la primera oportunidad para fomentar la devoción fraterna entre los miembros. El grupo de estudio 5, cuyos miembros buscan lealmente vivir un servicio amoroso, también se encuentran experimentando relaciones amorosas similares. Al hablar con sus apóstoles acerca del amor y la familia, Jesús dijo: «La gente de otra época comprenderá mejor el evangelio del reino cuando éste sea presentado en unos términos que expresen la relación familiar —cuando el hombre comprenda la religión como la enseñanza de la paternidad de Dios y la fraternidad de los hombres, la filiación con Dios».» (LU 142:7.4) Somos el pueblo de otra época.
Los grupos de estudio maduros, como familias «verdaderas», promueven el amor fraternal y el cumplimiento de la «regla de oro» fomentando activamente la revelación de la hermandad del hombre en la tierra. Este es un logro valioso. Pero Jesús advierte a sus seguidores que amen a los hombres como él nos ama a nosotros: que los amen con un afecto paternal y fraternal. Si vamos a representar a Jesús ante nuestra familia de hombres, él espera que mostremos las reacciones supremas de afecto paternal, fe asegurada y amor perfecto.
Nuestro grado de comprensión de la realidad universal es directamente proporcional a nuestros esfuerzos de fe por conocer y comprender nuestra relación con nuestro Padre. Jesús nos proporcionó la verdad de que el modelo familiar es la mejor manera de ilustrar la relación del hombre con Dios.
En grupos de estudio bien desarrollados encontramos entre miembros fieles las mismas expresiones de las características del «verdadero» amor familiar que Jesús señaló a sus apóstoles. Algunos de estos hechos son: provisiones para compañerismo y lealtad, amor y misericordia, placer y seguridad, educación y entrenamiento, y provisión para el futuro. Estas características se desarrollan en grupos de estudio a través de altos niveles de interacción y comunicación entre diversas personalidades que juntan sus recursos para avanzar en su vida espiritual interior.
A través de la pequeñez y la intimidad personal de nuestras «familias» de grupos de estudio, nosotros, los individuos, podemos estudiar juntos libremente las verdades de El Libro de URANTIA y aprender mucho sobre cómo aplicar esas verdades personalmente socializándolas amorosamente y compartiéndolas con la humanidad. El hogar familiar y la atmósfera del grupo de estudio nos brindan un campo de práctica en el cual desarrollar el «afecto sorprendente» y la «devoción asombrosa» al servicio amoroso de la humanidad que Jesús demostró y enseñó a sus seguidores a manifestar.
Jesús espera que los mortales nacidos del espíritu sean uno. Así como su Espíritu de Verdad está en nosotros, así somos uno en él. Así como nuestro Ajustador del Pensamiento está en Dios, así también nosotros somos uno en nuestro Padre. Comprometámonos a ser uno en nuestras familias del hogar, del grupo de estudio, de la familia planetaria humana; y como uno con nuestras familias Universales de tiempo y espacio.
—Patsy y Tucky Hayes