El evangelio del reino se basa en la experiencia religiosa personal de Jesús de Galilea. No fue la única manera en que compartió su vida espiritual. Mostró los frutos del espíritu por donde pasaba. El secreto de su comunión ininterrumpida con nuestro Padre era la oración y la adoración.
En otras palabras, Jesús estaba abierto hacia dentro y hacia fuera al mismo tiempo. Su vida es un ejemplo único e inspirador de una fuerte vida interior con valientes manifestaciones de vida exterior. ¿No es ese el camino que estamos llamados a seguir?
Necesitamos una vida interior transformadora, pero también necesitamos esfuerzos personales conscientes y esforzados para adaptarla al trabajo conjunto cósmico en medio de nuestras actividades cotidianas. Para ello, diferentes grupos pequeños ofrecen posibilidades interesantes. Los grupos pueden ser muy útiles para aprender y difundir actitudes amorosas.
Un ejemplo es el grupo que comenzó en Finlandia en agosto de 1989. Las pautas y principios provienen del Centro para la Curación de Actitudes, Tiburon, CA. Son modificados por las enseñanzas de El Libro de Urantia y ahora se llevan a cabo dentro de una parroquia luterana. El grupo tiene reuniones semanales.
Los «Evergreens» están acostumbrados a encontrar un punto de vista espiritual útil para afrontar los problemas de la vida.
El objetivo del grupo es animarnos y apoyarnos a cada uno de nosotros.
cuidar la relación personal con Dios (interacción con el Padre) y
adoptar una actitud positiva hacia uno mismo y hacia los demás (interacción coincidente con otras personas).
La siguiente es una modificación de las pautas del Center for Attitudinal Healing:
Queremos aprender a ser e interactuar positivamente.
Nuestro propósito es trabajar en nosotros mismos, apoyarnos unos a otros y practicar la escucha sin prejuicios y el intercambio de nuestras propias experiencias.
Entendemos que es importante el proceso de aprendizaje de cada persona, no nuestro juicio sobre el mismo. Ser aceptado tal como somos hace que sea más fácil aceptar a los demás que juzgarlos.
Cuando arriesgamos y exponemos nuestro propio estado emocional, nuestra experiencia nos da la oportunidad de encontrar la unidad.
Nos respetamos unos a otros como personas únicas y reconocemos que cada uno se conoce a sí mismo mejor que nadie. Si escuchamos la voz interior, encontraremos nuestra mejor respuesta.
Estamos aquí para apoyarnos mutuamente en nuestra guía interior y ayudarnos mutuamente a centrarnos en lo que es significativo para cada uno de nosotros en lugar de confrontar o predicar.
Preferimos compartir lo que nos funciona en lugar de dar consejos. Dejamos que otras personas encuentren sus propias respuestas.
Los roles de estudiante y maestro son intercambiables y fluctúan independientemente de la edad o la experiencia.
Toda la información compartida en grupo es confidencial.
Estamos de acuerdo en tener presente que siempre tenemos la posibilidad de aspirar a la paz en lugar del conflicto, apoyar el amor en lugar del miedo.
«La idealización de la verdad, la belleza y la bondad, y el intento de servirlas, no son un sustituto de la experiencia religiosa auténtica —la realidad espiritual.» (LU 196:3.23)