© 2022 Sophie Malicot
© 2022 Association Francophone des Lecteurs du Livre d'Urantia
Globos con la inscripción “Feliz cumpleaños” y carteles a la vista “Micaël” guiaron a los participantes en la fiesta del 24 de agosto. Éramos 11 lectores, de diferentes grupos. Reunión en el salón porque el calor seguía muy presente y no era posible permanecer fuera. Después de un café de bienvenida para la reunión, se dirigieron palabras de apertura a los participantes y sus Ajustadores del Pensamiento, así como a Jesús. Luego comenzamos el estudio propuesto por Sophie, abordando las situaciones plurales en las que Jesús vino a entregarse. Desde las recomendaciones de Emmanuel hasta la genealogía de Jesús, desde la situación sociopolítica hasta la evolución del concepto hebreo de Yahvé, nos acercamos a este espacio-tiempo, con las dificultades de medir las diferencias de moral, costumbres, situaciones y mentalidades. Un buen ejercicio para comprender la medida de la obra del Supremo, y su inquebrantable línea de progresión más perceptible en una escala de 2500 años.
La comida del mediodía comenzó con el compartir del vino y del pan, en el acercamiento al espíritu que el Maestro proponía, es decir en conexión con él pero sin la camisa de fuerza ritual que envuelve el soplo del Espíritu de Gracia y de Verdad. Al contrario, fluyeron palabras libres, subrayando la importancia de combinar la unidad de la fraternidad con la riqueza de las diferencias plurales que conlleva la unicidad de cada persona. Se subrayó una palabra sobre el equilibrio entre estas dos aportaciones del Maestro: el Espíritu de Gracia, que da su dulzura y templanza, y el Espíritu de Verdad, cuya intransigencia no es discutible. Luego compartir lo que todos habían traído además de lo que habían preparado los anfitriones. Resultado: ¡teníamos comida para 3 días!
Por la tarde el estudio continuó y concluyó. Luego comenzaron los intercambios para compartir unos con otros en gran fraternidad. Cierta dificultad para separarse, asegurando que estos encuentros son esenciales, vitales por la fuerza interior que estimulan. Conclusión: nos vemos el año que viene.
Gracias a todos, es decir a los participantes visibles e invisibles.
Y gracias a nuestro Maestro Jesús.
Sophie Malicot