© 1996 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
| Serie de sermones sobre crecimiento espiritual, parte 1 | Otoño 1996 — Índice | Interfaz: Servir a Dios dentro de la Iglesia |
Oh, venid, cantemos al Señor un cántico nuevo, porque las antiguas letanías a la deidad tribal imaginada por nuestros antepasados ya no hablan a nuestra mente ni a nuestro corazón.
Nos regocijamos de que nuestro Soberano Creador nos haya bendecido con una imagen ampliada de la Deidad y la Realidad.
El Padre Universal no es una deidad parroquial de ira y enojo sino un Dios de amor y perfección infinita.
No es un ser humano al que se pueda persuadir o con quien podamos hacer tratos y acuerdos.
El Padre Primordial es la Realidad Absoluta y en sus relaciones personales con nosotros transmite sólo lo que es verdadero, hermoso y bueno.
El Padre de Todos no hace acepción de personas, grupos, naciones o planetas, sino que ofrece los mismos dones del espíritu y los potenciales de la eternidad a todos.
A cada uno le dice: «Sed justos y amorosos, y esforzaos por alcanzar la perfección así como yo soy perfecto, porque vosotros sois mis hijos e hijas mortales».
Te damos gracias, Misericordioso Señor, por el esplendor de tu creación, por tu paciente y seguro plan de salvación, y por la oportunidad de ser copartícipes contigo en la eternidad.
Te adoramos en la belleza de la santidad y nos renovamos para las luchas de la experiencia de construcción del alma en el planeta Tierra. (96)
| Serie de sermones sobre crecimiento espiritual, parte 1 | Otoño 1996 — Índice | Interfaz: Servir a Dios dentro de la Iglesia |