© 2022 Stephen Sawyer
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| Otro y mayor Juan (o Juana) el Bautista | Volumen 22, Número 1, 2022 (verano) — Índice | Cómo encontré el libro |
por Stephen Sawyer
Cuando Jesús nos enseñó que éramos, por fe, hijos del Dios vivo, nos sacó de la vida de miedo y superstición que nos envolvió totalmente como mortales durante incontables siglos.
Dado este estatus de dignidad divina hace más de dos mil años, todavía hay innumerables hermanos y hermanas que se quedan atrás porque descartan o malinterpretan esta profunda y eterna verdad de que somos, de hecho, hijos e hijas de Dios.
Tenemos el poder de elegir nuestras actitudes cuando nos enfrentamos al mal. Cuando realmente experimentemos esta verdad salvadora, permaneceremos en silencio ante nuestros falsos acusadores, oraremos por quienes abusan de nosotros y perdonaremos a los demás incluso si nos crucifican.
Jesús permaneció en majestuoso silencio y dignidad ante Herodes. Cuando permaneció así, incluso cuando fue objeto de burlas y golpes, los vastos ejércitos del Cielo lo observaron no sólo con horror sino también con asombro.
Cuando Jesús fue crucificado, dijo: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».
«Divine Dignity» está dedicado a todos los que han sido falsamente acusados y traicionados.
¶ Referencias
- Artículo obtenido de El sitio de la Fellowship
| Otro y mayor Juan (o Juana) el Bautista | Volumen 22, Número 1, 2022 (verano) — Índice | Cómo encontré el libro |