© 2016 Susan Lyon
© 2016 Asociación Urantia Internacional (IUA)
Recientemente compré por Internet algunos artículos deportivos para el cumpleaños de mi yerno Tim. Hace unos años creé una cuenta Amazon-Smile. Cada vez que necesito ir de compras por cumpleaños, festivos o cualquier otro acontecimiento familiar, puedo hacer algo que me ha sido económicamente muy difícil de hacer en el pasado: apoyar una causa. Criar a mis cuatro hijos sola hizo que me fuera casi imposible donar a organizaciones y causas tales como la Fundación Urantia y todos sus proyectos de traducción. Ahora Amazon me ayuda a conseguirlo al tomar un 0,5% de los beneficios del total de mi compra, que luego envían a la Fundación Urantia. Cuando necesito comprar para alguien, compruebo primero Amazon-Smile para ver si tienen algo que podría ser un regalo apropiado, y generalmente no me decepcionan. Aprecio la gran variedad disponible y los precios razonables.
Sé que algunos de mis amigos han creado cuentas similares con Amazon-Smile para apoyar a la Asociación Urantia Internacional. Animaría a todos a que aprovechen esta gran oportunidad. Muchas personas que actúan como una extensa red de manera colectiva y que dan sus recursos y su tiempo pueden ser más efectivas que unos pocos donantes ricos que llevan la pesada carga de gastos y de hacer todo el trabajo de plantar las semillas de la quinta revelación de época. Amazon agradece a sus clientes todos los éxitos maravillosos que han tenido, y están dando a su vez a la comunidad al permitir que cada cliente use su poder adquisitivo para apoyar una de sus propias causas. Todos tenemos familia y amigos para los que comprar a lo largo del año, ¡así que es una ocasión perfecta para que todos marquemos una gran diferencia!
Todos sabemos cómo funciona Internet: vamos a nuestra computadora para comprar o para buscar algo en línea, y todo ese marketing intuitivo se pone a trabajar entre bambalinas para sugerirnos el siguiente artículo en el que hacer clic. Da un poco de miedo, pero Internet también es una gran fuente de información, así que todos tendemos a estar dispuestos a pagar el precio de que invadan nuestra privacidad. Bueno, en esta ocasión particular de compra, apareció en Amazon una sugerencia de la edición en tapa blanda de El libro de Urantia. Me di cuenta de que había más de 500 reseñas de ese artículo en particular, así que decidí leerlas. Acabé pasando un par de horas y apenas rasqué un poco la superficie. Se habían añadido muchas reseñas desde que envié la mía, hace unos tres años. Me interesaba ver la acogida actual y las respuestas al libro que Amazon estaba recibiendo del público general estos días. Hace unos años, Mo Siegel hizo una petición a toda la comunidad de creyentes para que pusieran una reseña del libro en Amazon, así que hay muchos testimonios brillantes que esperaríamos de lectores veteranos y a los que todos conocemos o de los que hemos oído hablar. Lo que encontré más conmovedor es que hay un enorme tesoro escondido de comentarios de nuevos lectores que revelan que se han impactado y transformado enormemente al leer El libro de Urantia. Quizá no le han puesto cinco estrellas, pero me sentí inspirada cuando leí algunas de estas breves reseñas. Toda la maravilla, todo el entusiasmo y todos los elogios me recordaron a mis propios sentimientos allá por 1978, cuando tuve la profunda experiencia de leer el libro por primera vez. Fue una de las grandes influencias duraderas que cambió el curso de mi vida. Fueron los cimientos básicos sobre los que construí mi fe e influyeron en la persona en la que me había convertido. Es la razón de que conociera al amor de mi vida hace diez años, y juntos lo usamos como una herramienta poderosa para renovar nuestra esperanza y fe cada día. Me proporciona un modelo para todas las relaciones amorosas saludables y una visión real de lo que el mundo puede llegar a ser; un mundo donde toda la humanidad pueda vivir en paz. Un comentario de cinco estrellas expresó mis sentimientos exactamente: «no hay bastantes estrellas para catalogarlo; ¡este libro es épico!».
Siempre hay algunos detractores que son críticos, pero tuve que reírme a carcajadas con un tipo en particular que escribió: «Este libro te hará dejar de leer del todo, no sabía en lo que estaba pensando». ¡El pobrecillo obviamente no sabía que se estaba enfrentando a un libro de 2097 páginas cuando lo pidió! Muy gracioso, pero me quedé realmente pasmada con el número de personas que escribieron una reseña honrada del libro que admitían que era más de lo que habían esperado en tamaño y dificultad, y aún así muchos expresaban que sentían que merecía la pena el esfuerzo de leer el libro hasta el final solo por los grandes elogios que había recibido de otros lectores. También tenían la sensación de que era algo muy importante. Uno de los comentarios decía: «Difícil de leer, pero fascinante… te hace seguir leyéndolo». Otra persona añadió: «Parece verdadero. Responde a preguntas que ni siquiera te habías dado cuenta que tenías». Y otro lector decía: «El libro más importante de todos los tiempos, aunque algunas partes son difíciles de comprender».
Un rasgo común entre los que alababan El libro de Urantia era el esfuerzo que habían puesto en buscar la verdad durante muchos años, o que habían experimentado amargas decepciones en la vida, o que en general se sentían perdidos. Quizá no sabían lo que buscaban hasta que encontraron la paz y el consuelo de la fe. Una cosa era segura; para ellos, descubrir el libro parecía mucho más dulce debido a los valles que habían recorrido en su vida y las vías muertas que habían encontrado en su búsqueda. Una persona hablaba de su viaje de esta manera:
«Soy un nuevo estudiante de El libro de Urantia y, después de un par de años, mi vida se ha transformado enormemente. Este libro te desafiará a examinar lo que crees que sabes sobre el mundo, la espiritualidad, Dios y toda la creación. Desde luego que me desafió. Debido a esto me gustaría insistir a todos los que leen este libro a que lo lean, lo cierren, lo lean, piensen, absorban y lean otra vez. Se necesita un tiempo para que el lenguaje poco habitual fluya a través de tu mente, pero una vez me abrí a los mensajes contenidos en esta revelación epocal ya no he sido el mismo. Lo digo como alguien que solo ha sentido desdén por el cristianismo y como buscador de muchos años de una fe con la que me pudiera comprometer. Ser estudiante de El libro de Urantia ha hecho que Dios florezca en mi espíritu y que el amor guíe mi vida. Este libro lo cambiará todo y responderá a muchas preguntas profundas si le dejas. Recomiendo encarecidamente leer este libro. Un maravilloso compañero para este libro es el libro de Sheila Keene-Lund, El cielo no es la última parada, que pone los principios básicos de El libro de Urantia en lenguaje llano. Los dos han hecho que mi vida sea rica y llena de significado de una forma que no habría podido imaginar.»
Un caballero tuvo una calma y aplomo inusuales al tener que someterse a una operación de corazón – esta actitud tranquila de ausencia de temor que expresó en su reseña es un beneficio común asociado con la fe…
«Hace 18 años me encontré con este libro, justo un poco antes de tener que pasar por la sustitución de una válvula coronaria. Cuando el doctor me preguntó por mi estado de ánimo y por mi ansiedad la noche anterior, le dije que mi única preocupación era tener un infarto, pero que si moría en la mesa de operaciones no estaba preocupado porque sabía a dónde iba y lo que estaba ante mí. Me miró con la mirada más profunda y casi pude leer sus pensamientos: «Quizá tendría que operar la cabeza de este tipo en lugar de su corazón.» ¿Temo a Dios? No; ¿por qué debería temer al puro Amor, la Comprensión y la Misericordia? ¿Tengo miedo de ir al infierno cuando muera? No; ¿por qué debería temer un lugar que no existe? Has leído sobre Lucifer, Satanás, el Diablo, Belcebú, etc., y piensas que son nombres diferentes para la misma entidad, pero no lo son – son todos entidades distintas. Curioso, ¿verdad? Es placentero leer acerca de un Hijo Creador de Dios, del orden de los Migueles, que vivió una vida mortal aquí como Jesús de Nazaret (es enormemente interesante el porqué). A mitad del libro, engullida allí, está la descripción de la estrella de Belén que señala el nacimiento de Jesús el 21 de agosto del año 7 a.C. Lo que el libro afirma es que la «estrella» fue en realidad la conjunción de Saturno y Júpiter del 29 de mayo, 29 de septiembre y 5 de diciembre. Bien, le pedí a un amigo con conocimientos de informática que lo comprobara para mí desde El Cairo (Egipto). Lo comprobó usando un software de mapeo llamado Mystars. ¿Su respuesta? «Las conjunciones tuvieron lugar y fueron visibles a las 0200 horas del 29 de mayo, a las 1800 horas del 29 de septiembre y a las 1300 horas del 5 de diciembre.» ¡Asombroso! Esto podría hacer que la gente se preguntara por qué un hecho tan comprobable se «insertó» en un tomo de 2097 páginas. La Parte III fue una «validación» significativa para mí, en el sentido de que el libro se recopiló entre 1934 y 1935, se publicó originalmente en 1955, y todos los días, de maneras demasiado numerosas para mencionarlas aquí, esa «vieja» información está siendo validada por la ciencia moderna de hoy. Por supuesto no es necesario leerlo, pero si tienes una mente curiosa y eres un adepto de la lógica y el razonamiento, este libro es una auténtica mina de oro.»
En mi opinión, hay una historia que destaca de entre las demás. En un párrafo, un veterano americano de la guerra de Vietnam tocó mi corazón y me emocionó al comprender los trágicos efectos que la guerra tiene en nuestras tropas – buena gente que han vivido lo inimaginable – y que regresan a casa para darse cuenta de que todo ha cambiado. Pero son ellos los que han cambiado, y no saben cómo curar su dolor o recuperar la paz. Ganó experiencia y la pagó con su sangre, sus heridas y su inocencia. Es demasiado importante para dejarla ir, y por eso es inseparable de su identidad. Este veterano hablaba de encontrar su camino a través de un laberinto de numerosas técnicas disfuncionales que usó para sobrellevar su dolor, y literalmente conmovió mi alma hasta la compasión. Su fuerza y su esperanza, forjadas en el yunque de la desesperación y de la desesperanza, fueron parte normal de su existencia hasta que encontró la luz sanadora de la verdad en El libro de Urantia. Creo que estamos creando una legión de héroes valientes cada vez que vamos a la guerra, pero en el proceso estamos creando una lista enormemente dolorosa de vidas perdidas o rotas. La cruz que soportan es la que llevan durante todo el camino a casa, si es que regresan. Todos conocemos la tasa de suicidios de las tropas que regresan, debido a que no pueden encontrar una manera de restablecer sus vidas a través del dolor. Lean esta historia de un verdadero héroe americano. ¡Vaya una victoria de la fe!
«Durante muchos años después de regresar de Vietnam, busqué un medio y manera de restaurar la paz y la cordura. Algo que pudiera ayudarme a dar sentido a lo que acababa de experimentar. Recorrí muchos caminos, y el más largo fue la autodestrucción y la negación. Intenté encontrar respuestas por muchos medios, de los que ninguno era bueno y en mi interior ya lo sabía. Luché contra la depresión, la automedicación y el sentimiento de que algo necesitaba estar bien en mi alma; pensaba que había perdido parte de mí mismo. Un día entré en una biblioteca pública sin saber lo que estaba buscando, no tenía en mente ningún propósito. A medida que caminaba por los pasillos, mis ojos se fijaron en un libro con círculos concéntricos azules. Solo puedo decir que me sentí atraído hacia él. Supe instintivamente que había algo importante en él. Lo abrí al azar y empecé a leer un párrafo de uno de los documentos. Inmediatamente y sin ninguna duda supe que estaba leyendo la verdad. Es difícil describir el sentimiento que me invadió, fue como morir lentamente de sed y salvarse de repente gracias a una fuente de agua fresca y clara. No leí más que ese primer párrafo e inmediatamente fui al mostrador y lo reservé. Cuando llegué a casa, lo abrí y comencé a leer; lo que encontré era tan profundo e intenso que me di cuenta de que era imposible que pudiera terminar el libro en el plazo de reserva normal de dos semanas. Entonces fui a la información de contacto, llamé a la Fundación y pedí mi propio ejemplar. Sentí que necesitaba comenzar por el principio, cosa que hice, y leí cada palabra escrita. Tengo la habilidad de leer bastante rápido, y aún así no pude leer más de unos párrafos cada vez sin caer dormido, totalmente agotado por el esfuerzo. Me llevó un año acabar de leer el libro casi cada día. Casi todo lo que leí me parecía casi incomprensible por entonces, pero sabía instintivamente que era verdad. Para cuando lo terminé, me di cuenta de que había leído el libro más profundo de mi vida … y aún así me sentí como si apenas hubiera absorbido nada en el mejor de los casos. Volví inmediatamente al principio y comencé a leerlo de nuevo; la segunda vez me llevó aproximadamente seis meses terminarlo. Comencé a entender más y más a medida que pasaban las páginas y el tiempo. Eso fue hace muchos años y ahora leo un documento o una parte desde el sitio web todos los días. La lectura de El libro de Urantia es el viaje de toda una vida, se convierte en parte de la existencia cotidiana. Pienso en partes de él a todas horas, a veces cuando me despierto cada mañana. Decir que cambió mi vida sería quedarse corto. Algunos de ustedes lo considerarán de la misma manera.» De Zane Gregg, 11 de octubre de 2015.
Creo que es no solo una oportunidad, sino también una obligación sagrada de la comunidad Urantia, ayudar de todas las maneras posibles. Les invito a leer las reseñas de Amazon. Verán que las semillas que hemos plantado a lo largo de muchos años están comenzando a echar raíces y crecer. Estamos viendo resultados en nuestra vida, algo que habíamos dudado que sucedería cuando ministramos a los demás mientras vamos de paso. Disfruten la lectura de todas las que quieran, espero que se tomen el tiempo de sentirse afortunados, y luego vayan a donde su corazón les lleve para servir a nuestra comunidad humana. No olviden a los que están en la cárcel, a los enfermos, a los indefensos y a los pobres. Compartir las verdades y los hechos de El libro de Urantia es importante cuando hay receptividad, pero hay muchos necesitados (como los veteranos) y tenemos la receta para ayudarles a recuperarse plenamente y vivir una vida con abundantes frutos del espíritu. Solo necesitamos realmente compartir la receta con ellos, ¡y luego creo que comenzaremos a ver una transformación maravillosa en su vida!
Mezclen con amor. Asegúrense de dar tiempo suficiente para hornear hasta la perfección dorada, y pronto su cocina estará llena de la mayor y deliciosa fragancia espiritual.
Por supuesto, estoy predicando a los convencidos, pero igual que ustedes esperarían que todos los que conocen formaran una fila para recibir un regalo si les tocara la lotería, durante años me he sentido perpleja sobre por qué esa misma gente no leería con entusiasmo un libro que les decimos que cambiará totalmente su vida. ¿Cuántas veces podemos decirlo? Me tocó la lotería de la verdad en 1978. Este libro es un verdadero regalo del cielo. No teman, Dios ha visto nuestra necesidad y ha respondido literalmente a ella. Está vivo y poderosamente implicado en este mundo. No estamos solos ni olvidados. Dios ha hablado de una manera moderna que es además brillante, conmovedora y accesible para todos. Es nuestro Padre celestial, como nos dijo Jesús hace 2000 años. Ojalá la gente se diera cuenta de la profunda experiencia que se están perdiendo al no tomar en consideración El libro de Urantia. Los que hemos leído el libro sabemos que lo que parece imposible e increíble es posible, y por suerte nuestras referencias en Amazon están comenzando a ser escuchadas por otros. Es muy aleccionador saber que gente de todo el mundo están comenzando a despertar y a descubrir este trascendente regalo de verdad.