© 2009 Trevor Swadling
© 2009 Carmelo Martínez, por la traducción
© 2009 Asociación Urantia de España
He llamado al tema que estoy a punto de presentar «Cuántos mortales sobreviven». Es un tema que queda abierto a preguntas y discusiones. Antes de continuar con mi presentación, me gustaría decir que no he llegado a conclusiones rígidas sobre este tema, aunque debo admitir que después de investigarlo, leo ahora ciertas secciones de El Libro de Urantia con una luz diferente. Me gustaría recalcar también que para seguir este tema se debería tener en mente que:
Deberíamos tratar los pasajes que cito de El Libro de Urantia como hechos, pero sabiendo que estos hechos se han ordenado de forma que sirva de respaldo para este tema. Algunos de los hechos son parciales, a pesar de lo cual la imagen resultante está totalmente abierta a la conjetura. Podría muy bien haber también otros hechos ocultos en el libro que tanto yo como otros hayamos pasado por alto y que podrían invalidar esta presentación. Pero aun así, si esta presentación ha conseguido estimular a pensar y además a hacer un estudio más profundo de El Libro de Urantia, creo que habrá servido a su propósito. Así que, con esto en mente, seguiré adelante.
Hace no mucho, leí un pasaje de El Libro de Urantia que me hizo pensar en el índice de supervivencia de los mortales. Estaba viendo un programa de la serie «El mundo que nos rodea». Muchos de nosotros hemos visto reportajes sobre la naturaleza en la televisión como éste de «El mundo que nos rodea» o los de Jaque Cruseou que nos muestran con todo detalle los hábitos e instintos de nuestros primos animales. El que estaba viendo era sobre los hábitos de reproducción y el índice de supervivencia de las tortugas gigantes de las islas del Pacífico; de cómo ponen instintivamente cientos de huevos sabiendo que sólo un puñado de ellos sobrevivirá para perpetuar la especie. Pues bien, si estudiamos las formas inferiores de vida de nuestro planeta, veremos que tienden a tener más cantidad de descendencia para asegurar su supervivencia, y si estudiamos a continuación una escala más o menos simplificada de la inteligencia, la descendencia tiende a disminuir de acuerdo con la capacidad intelectual. Esto parece ser una línea y un patrón comunes en la evolución de la vida. Si tenemos en cuenta entonces el lado que ha salido de la moneda y echamos una mirada amplia a la cosmología presentada en los documentos URANTIA, hablando en términos generales, los seres espiritualmente más altos de la escala, que son menos en número, tienen menos posibilidad de error o insurrección comparado con lo que pueden fallar, y de hecho fallan, los seres que están más cerca de nosotros, pues se dice en 35:9:
«Nuestro universo local ha tenido la desgracia de que más de setecientos Hijos del orden Lanonandec se han rebelado contra el gobierno del universo, precipitando asi la confusión en varios sistemas y sobre numerosos planetas. De todo este número de fracasos, sólo tres eran Soberanos de Sistema; prácticamente todos estos Hijos pertenecian a los órdenes segundo y tercero, Principes Planetarios y Lanonandec terciarios.»
«El gran número de estos Hijos que han faltado a su integridad no es indicio de ningún defecto en su condición de criaturas. Podrían haber sido hechos divinamente perfectos, pero fueron creados asi para que pudiesen entender mejor y acercarse más a las criaturas evolutivas que moran en los mundos del tiempo y el espacio.» LU 35:9.6-7
Y a su vez, en 53:7 dice:
«La mayor pérdida se produjo en las filas angélicas, pero la mayoría de los órdenes inferiores de inteligencia estuvo implicada en la deslealtad. De los 681.217 Hijos Materiales perdidos en Satania, el noventa y cinco por ciento fueron bajas de la rebelión de Lucifer. Se perdieron grandes cantidades de criaturas intermedias en aquellos planetas individuales cuyos Principes Planetarios se unieron a la causa de Lucifer.» LU 53:7.8
Dejemos esto ahora a un lado y volvamos al pasaje que leí en El Libro de Urantia y que me hizo empezar a pensar sobre el índice de supervivencia de los mortales. Empezando en 53:7, leí:
«Pasaron más de dos años del tiempo del sistema desde el comienzo de la »guerra en el cielo« hasta la investidura del sucesor de Lucifer. Pero finalmente llegó el nuevo Soberano y aterrizó en el mar de cristal con su equipo. Yo estaba entre los reservas movilizados en Edentia por Gabriel y recuerdo bien el primer mensaje de Lanaforge al Padre de la Constelación de Norlatiadek. Decía: »No se ha perdido ni un solo ciudadano de Jerusem. Todos los mortales ascendentes han sobrevivido a la dura prueba y han emergido de la crucial prueba triunfadores y totalmente victoriosos". Y continuación a Sálvington, Uversa y el Paraiso, fue este mensaje de reafirmación de que la experiencia de supervivencia de la ascensión mortal es la mayor garantía contra la rebelión y la salvaguardia más segura contra el pecado. Este noble grupo de fieles mortales de Jerusem ascendía exactamente a 187.432.811.» LU 53:7.12
Al día siguiente, después de leer este documento sobre la rebelión de Lucifer y de contemplar las repercusiones en nuestro mundo, se me ocurrió de repente que este número de 187 millones de ciudadanos de Jerusem parecía increíblemente pequeño. Esta cifra parecía entrar en conflicto con mis ideas preconcebidas sobre el índice de supervivencia de los mortales, pues en 112:5.7-9 se dice:
Si hay dudas en algún momento sobre la conveniencia de hacer avanzar una identidad humana a los mundos mansión, los gobiernos del universo dictaminan invariablemente a favor del interés personal de ese individuo; hacen avanzar resueltamente a dicha alma al estatus de ser transicional, mientras continuan sus observaciones de la intención en la moroncia y el propósito espiritual emergentes. Es seguro así que se consigue justicia divina y que se concede a la misericordia divina una nueva oportunidad para extender su ministerio.
Los gobiernos de Orvonton y Nébadon no alegan perfección absoluta en el trabajo de detalle del plan universal de repersonalización de los mortales, pero si alegan manifestar paciencia, tolerancia, comprensión y compasión misericordiosa, y las manifiestan de hecho. Preferimos asumir el riesgo de rebelión en un sistema antes que exponernos al peligro de privar a un solo mortal luchador de cualquier mundo evolutivo de la alegría eterna de proseguir la carrera ascendente.
Esto no significa que los seres humanos vayan a disfrutar de una segunda oportunidad frente al recharo de una primera; de ninguna manera. Pero si significa que todas las criaturas con voluntad han de experimentar una oportunidad verdadera de hacer una elección indudable, autoconsciente y final. Los Jueces soberanos de los universos no privarán del estatus de personalidad a ningún ser que no haya hecho la elección eterna de manera finaly plena; el alma del hombre se le debe dar y se le dará una oportunidad plena y amplia de revelar su intención verdadera y su propósito real. LU 112:5.7-9
Así que me puse a intentar resolver lo que me parecía que era un conflicto. Quise rebatir la idea de que esta cifra de 187 millones indicaba que sólo un pequeño porcentaje de mortales sobrevivía de hecho. Mi primera búsqueda fue para descubrir lo que significa ser ciudadano de Jerusem. Leemos en 47:10.5:
«Siete veces experimentan estos mortales que pasan por toda la carrera de los mundos mansión el sueño del ajuste y el despertar de la resurrección. Pero la última sala de resurrección, la cámara del despertar final, se dejó atrás en el séptimo mundo mansión. Los cambios de forma ya no volverán a necesitar la pérdida de la conciencia o la interrupción en la continuidad de la memoria personal.» LU 47:10.5
Y en 47:9.3:
«_Empieza abora la formación de promociones para graduarse para Jerusem. Habéis ido de mundo en mundo como individuos, pero abora os preparáis para partir hacia Jerusem en grupos… »
El personal de la séptima mansonia se congrega en el mar de cristal para presenciar vuestra partida hacia Jerusem con el estatus de residentes. Puede que hayáis visitado Jerusem cientos o miles de veces, pero siempre como invitados; nunca antes os habiais dirigido hacia la capital del sistema en compañía de un grupo de vuestros compañeros que daban un eterno adiós a toda su carrera en las mansonias como mortales ascendentes. Pronto seréis bienvenidos en el campo de recepción del mundo sede como ciudadanos de Jerusem._» LU 47:9.3-4
Sabemos ahora, por haber leído el documento sobre los siete mundos mansión, que esto implica que atravesar estas esferas supone un tiempo bastante grande y que también nuestra estancia en Jerusem es de duración considerable. Aunque no nos dan ninguna cifra sobre cuánto tiempo lleva atravesar los mundos mansión, sí nos dicen que Juan Bautista atravesó los mundos mansión y que es un ciudadano de Jerusem que sirve en el consejo de los 24, así que sabemos definitivamente que lo hizo en menos de 2.000 años, aunque sus experiencias fueron muy diferentes, dadas sus circunstancias, a las de un ascendente medio. La afirmación de 48:8.3 nos conduce de vuelta al asunto de que no llegamos allí a pasar el rato.
El plan de supervivencia de los mortales tiene un objetivo práctico y útil; no sois los receptores de toda esta labor divina y toda esta capacitación concienzuda para que podáis sobrevivir sólo para disfrutar de la felicidad sin fin y la calma eterna. Hay una meta de servicio trascendente oculta más alla del horizonte de la presente edad del universo. Si los Dioses bubieran planeado llevaros meramente a una larga excursión de alegria eterna, ciertamente no babrian transformado en tan gran medida todo el universo en una vasta e intrincada escuela de capacitación práctica, requiriendo que una parte sustancial de la creación celestial fuera de enseñantes e instructores, y pasar a continuación edades y edades dirigiéndoos, uno a uno, por esta gigantesca escuela en el universo de capacitación experiencial. Promover el programa de progresion mortal parece ser una de las ocupaciones principales del universo organizado presente, y la mayoría de los innumerables órdenes de inteligencias creadas se ocupa directa o indirectamente de hacer avanzar alguna fase de este plan progresivo de perfección. LU 48:8.3
Al atravesar la escala ascendente de existencia viva desde el hombre mortal hasta el abrazo de la Deidad, vivís de hecho la vida misma de toda fase y etapa posible de la existencia de la criatura perfeccionada dentro de los límites de la edad universal presente… LU 48:8.4
Dejando esto aparte ahora, veamos si podemos echar una mirada a algunas cifras de población. Posiblemente podamos llegar a saber, más o menos, cuántos mortales rondaban por aquí en los tiempos de la rebelión de Lucifer. En la página 741 se nos cuenta que había 500 millones de mortales vivos en Urantia en estos tiempos. Si pasamos a 49:0.3, veremos que nos dan alguna información que podríamos usar para llegar a una idea aproximada de la población de Satania:
La propia Satania es un sistema sin terminar que contiene sólo 619 mundos habitados. Dichos planetas se numeran en serie de acuerdo con su registro como mundos habitados, como mundos habitados por criaturas con voluntad. De esta forma, se dio a Urantia el número 606 de Satania, lo que significa el mundo sexcentésimo sexto del sistema local en el que el largo proceso de la vida evolutiva culminó con la aparición de seres humanos. Hay treinta y seis planetas no habitados que se acercan a la etapa de dotación de vida y varios están siendo preparados abora para los Portadores de Vida. Hay cerca de doscientas esferas que están evolucionando de forma que pueden estar preparadas para la implantación de vida en los siguientes millones de años.
No todos los planetas son adecuados para albergar vida mortal. Los pequeños, que tienen una alta velocidad de revolución axial, son totalmente inadecuados como bábitats de vida. En varios de los sistemas físicos de Satania, los planetas que giran alrededor del sol central son demasiado grandes para ser habitados, al ocasionar su gran masa una gravedad opresiva. Muchas de estas enormes esferas tienen satélites, a veces media docena o más, y estas lunas son frecuentemente de un tamaño muy cercano al de Urantia, de modo que son casi ideales para ser habitadas.
El mundo habitado más antiguo de Satania, el mundo número uno, es Anova, uno de los cuarenta y cuatro satélites que giran alrededor de un enorme planeta oscuro pero expuesto a la luz diferencial de tres soles vecinos. Anova está en una etapa avanzada de civilización progresiva. LU 49:0.3-5
Sabemos ahora que en los tiempos de la rebelión de Lucifer había definitivamente 606 planetas habitados y sabiendo que nuestro planeta es el 606º de los 619, lo que apunta a que somos bastante recientes, pienso que podemos usar sin temor a equivocarme la cifra de 500 millones como población de cada planeta de Satania. Hagamos que nuestro número de planetas sea 600. Me parece que podemos trabajar bastante seguros con esta cifra. Antes de que calculemos ningún número, la siguiente cuestión que viene a la mente es saber cuántos ciudadanos de Jerusem residen de hecho en Jerusem en un momento dado y cuántos están fuera en una misión. En LU 66:2.4 se nos dice que en el momento de la selección de los 100 para ir a Urantia con el príncipe Caligastia, se ofrecieron voluntarios 785.000 mortales ascendentes. Sin embargo, estos 100 escogidos eran mortales ascendentes no fusionados y eran ciudadanos provisionales. No se nos dan muchas cifras sobre la asignación a misiones y aunque un autor se refiere a los mundos mansión como esferas de detención y a que los ciudadanos de Jerusem están confinados al universo local, otro autor nos informa de que hay estudiantes visitantes que salen desde Uversa, la capital de nuestro superuniverso. Asumamos ahora que la cifra de 187 millones es el 1% de los ciudadanos de Jerusem y que el restante 99% ha salido a realizar alguna misión. Usando ahora estas cifras conservadoras que hemos dado previamente — 500 millones en cada planeta, 600 planetas, una generación, lo que da 300.000 millones de los que el 99% que ha salido en misiónterminamos con un índice de supervivencia del 6,23%. Llevándolo a 12 generaciones, tenemos un índice de supervivencia del 0,5%. Si dejamos ahora todos los demás planetas a un lado y tomamos sólo nuestro planeta con su población actual de 5.000 millones, la dividimos por dos y cogemos una calculadora para desarrollar la cifra en un periodo de 12 generaciones - unos simples 300 años - terminaremos con 2.500 millones X 12 que es igual a 30.000 millones -62,3%—. Hagamos el cálculo entonces a lo largo de un periodo de mil años, tiempo mucho más corto que una dispensación, y la cifra llegará a los 840.000 millones, lo que nos dará un índice de supervivencia del 2,2%. Si alguien tiene tiempo y mente analítica para las matemáticas podría quizá acercarse más a obtener el índice se supervivencia de los mortales de un espacio fijo de tiempo, aunque asumo que el índice de supervivencia aumentará en función del avance de cada planeta a la era de luz y vida, y que en alguna etapa se estabilizará. A tener en cuenta también que el índice de supervivencia de los 582 mundos que no cayeron completamente en la rebelión de Lucifer podría ser más grande. Debido al largo periodo de capacitación, quizá como conclusión, haría la sugerencia de que posiblemente de los billones y billones de almas sólo un porcentaje pequeño de ellas se presentan en Jerusem. En otras palabras, es posible que en algún momento entre esta vida, el primer mundo mansión y Jerusem, grandes cantidades de almas elijan de hecho no continuar con su carrera de ascensión.