© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
El espacio es un otorgamiento del Paraíso.
«El espacio no es ni una condición subabsoluta dentro del Absoluto No Cualificado, ni la presencia de éste, ni tampoco es una función del Último. Es una dádiva del Paraíso, y se cree que el espacio del gran universo y el de todas las regiones exteriores realmente se impregna de la ancestral potencia espacial del Absoluto No Cualificado. Desde un acceso cercano al Paraíso periférico, este espacio ocupado se extiende horizontalmente hacia afuera a través del cuarto nivel espacial y más allá de la periferia del universo maestro, pero no sabemos cuánto más." LU 11:7.4
El Paraíso es el núcleo de las zonas quiescentes que separan el espacio ocupado del espacio desocupado.
«El Paraíso es realmente el núcleo inmóvil de las zonas relativamente quiescentes que existen entre el espacio ocupado y el espacio desocupado. Geográficamente estas zonas parecen ser una extensión relativa del Paraíso, pero probablemente tengan algún movimiento. Sabemos muy poco acerca de ellas, pero observamos que estas zonas de reducida moción espacial separan el espacio ocupado del espacio desocupado. Zonas similares existieron antaño entre los niveles del espacio ocupado, pero ahora son menos quiescentes.» LU 11:7.2
«El espacio no existe en ninguna de las superficies del Paraíso. Si uno «mirara» directamente hacia arriba desde la superficie superior del Paraíso, no «vería» nada sino espacio desocupado que entra o que sale, y que en este momento entra. El espacio no toca el Paraíso; sólo las zonas quiescentes del espacio intermedio entran en contacto con la Isla central.» LU 11:7.1
Corte vertical del espacio ocupado y desocupado total.
«Un corte vertical del espacio total se asemejaría ligeramente a una cruz maltesa, donde los brazos horizontales representan el espacio ocupado (universo) y los brazos verticales representan el espacio desocupado (depósito). Las áreas entre los cuatro brazos los separarían en forma semejante a como las zonas del espacio intermedio separan el espacio ocupado del desocupado. Estas zonas quietas del espacio intermedio se van agrandando cada vez más a medida que aumenta la distancia del Paraíso y finalmente abarcan las fronteras de todo el espacio y encierran completamente tanto los depósitos espaciales como toda la extensión horizontal del espacio ocupado.» LU 11:7.3
«Si imagináis un plano en forma de V, finito pero inconcebiblemente grande, ubicado en ángulo recto respecto de las superficies superior e inferior del Paraíso, con la punta casi tangente al Paraíso Periférico, y luego imaginad ese plano en revolución elíptica alrededor del Paraíso, su revolución esbozaría aproximadamente el volumen del espacio ocupado.» LU 11:7.5
Las extensiones verticales del espacio desocupado se contraen a medida que el espacio desocupado se transmite en el espacio ocupado y las extensiones horizontales del espacio ocupado se expanden, y viceversa.
«No conocemos el mecanismo mismo de la respiración espacial; meramente observamos que el entero espacio se contrae y se expande alternativamente. Esta respiración afecta tanto la extensión horizontal del espacio ocupado como las extensiones verticales del espacio desocupado que existen en los vastos depósitos de espacio por encima y por debajo del Paraíso. Para intentar imaginar el perfil de volumen de estas reservas espaciales, podríais pensar en un reloj de arena.» LU 11:6.1
«Cuando los universos de la extensión horizontal del espacio ocupado se expanden, los depósitos de la extensión vertical del espacio no ocupado se contraen, y viceversa. Hay una confluencia de espacio ocupado y no ocupado justo debajo del Paraíso bajo. Ambos tipos de espacio confluyen allí a través de los canales que regulan y trasmutan, donde se operan cambios que hacen no ocupable el espacio ocupable, y viceversa, en los ciclos de contracción y expansión del cosmos.» LU 11:6.2
Descripción del espacio desocupado-desocupado por aquellas fuerzas, energías, poderes y presencias que se sabe existen en el espacio ocupado.
«Espacio «desocupado» significa: no ocupado por aquellas fuerzas, energías, poderes y presencias que se sabe existen en el espacio ocupado. No sabemos si el espacio vertical (depósito) esté destinado siempre a funcionar como el contrapeso del espacio horizontal (universo); no sabemos si hay una intención creadora respecto del espacio desocupado; realmente sabemos muy poco acerca de los depósitos del espacio, meramente que existen, y que parecen contrabalancear los ciclos espaciales de expansión-contracción del universo de los universos.» LU 11:6.3
Ciclos de respiración del espacio—aproximadamente dos mil millones de años.
«Los ciclos de respiración del espacio duran en cada fase por poco más de mil millones de años urantianos. Durante una fase los universos se expanden; durante la siguiente, se contraen. El espacio ocupado se está aproximando ahora a un punto medio de la fase de expansión, en tanto el espacio desocupado se aproxima al punto medio de la fase de contracción, y se nos ha informado de que los límites extremos de ambas extensiones espaciales están ahora, en teoría, aproximadamente equidistantes del Paraíso. Los depósitos de espacio desocupado se extienden ahora en sentido vertical por encima del Paraíso superior y por debajo del Paraíso bajo tanto como el espacio ocupado del universo se extiende horizontalmente hacia fuera desde el Paraíso periférico hasta el cuarto nivel del espacio exterior e incluso más allá.» LU 11:6.4
«Durante mil millones de años del tiempo urantiano, los depósitos de espacio se contraen mientras que el universo maestro y las actividades de fuerza de todo el espacio horizontal se expanden. Por lo tanto, hacen falta un poco más de dos mil millones de años de Urantia para concluir el ciclo completo de expansión-contracción.» LU 11:6.5
Los errores y distorsiones de las observaciones y cálculos se deben a la respiración del espacio.
«La relación presente de vuestro sol y sus planetas asociados, aunque revela muchos movimientos relativos y absolutos en el espacio, tiende a dar la impresión a los observadores astronómicos que estáis relativamente estacionarios en el espacio y que los conjuntos y sucesiones estelares circundantes vuelan hacia afuera a velocidades cada vez mayores a medida que calculáis hacia afuera en el espacio. Pero tal no es el caso. Vosotros no reconocéis la presente expansión uniforme hacia afuera de las creaciones físicas de todo el espacio ocupado. Vuestra propia creación local (Nebadon) participa de este movimiento de expansión universal hacia afuera. Los siete superuniversos participan en los ciclos de respiración espacial de dos mil millones de años, juntamente con las regiones exteriores del universo maestro.» LU 12:4.12
«Aunque vuestros estimados espectroscópicos de las velocidades astronómicas son bastante confiables cuando se aplican a los dominios estelares pertenecientes a vuestro superuniverso y a sus superuniversos asociados, tales cómputos con referencia a los dominios del espacio exterior carecen completamente de crédito. Las líneas espectrales se desplazan de lo normal hacia el violeta por una estrella que se aproxima; asimismo esas líneas son desplazadas hacia el rojo por una estrella que se aleja. Muchas influencias se interponen dando la impresión de que la velocidad recesional de los universos exteriores aumenta en la proporción de más de ciento sesenta kilómetros por segundo por cada millón de años-luz que aumente en distancia. Con este método de cómputo, y cuando haya telescopios más poderosos, parecerá que estos sistemas remotísimos se están alejando de esta parte del universo a la increíble velocidad de aproximadamente cincuenta mil kilómetros por segundo. Pero esta aparente velocidad de recesión no es real; resulta de numerosos factores de error que incluyen los ángulos de observación y otras distorsiones espacio-temporales.» LU 12:4.14
«Pero la más grande de las distorsiones surge porque los vastos universos del espacio exterior en los reinos próximos a los dominios de los siete superuniversos parecen estar girando en dirección opuesta a la del gran universo. Es decir, estas miríadas de nebulosas y sus soles y esferas acompañantes están presentemente girando en el sentido de las manecillas del reloj alrededor de la creación central. Los siete superuniversos giran alrededor del Paraíso en dirección opuesta a las manecillas del reloj. Parece que el segundo universo exterior de galaxias, al igual que los siete superuniversos, gira en dirección contraria a las manecillas del reloj alrededor del Paraíso. Y los observadores astronómicos de Uversa piensan que detectan pruebas de movimientos revolutivos en un tercer cinturón exterior de remotísimo espacio que está comenzando a mostrar tendencias direccionales en el sentido de las manecillas del reloj.» LU 12:4.15
El trabajo que se hace en la respiración del espacio es trabajo espacial, no trabajo de poder-energía.
«Cuando los universos se expanden y se contraen, las masas materiales en el espacio ocupado se mueven alternativamente a favor y en contra de la atracción de la gravedad del Paraíso. El trabajo realizado en el movimiento de la masa de energía material de la creación es trabajo espacial, pero no trabajo de poder-energía.» LU 12:4.13
Descripción general. LU 11:0.1
Su forma y su dimensión es elíptica, plana.
« El Paraíso difiere en su forma de los cuerpos espaciales habitados: no es esférico. Es definidamente elipsoide, siendo un sexto más largo en su diámetro norte-sur que en su diámetro este-oeste. La Isla central es esencialmente plana, y la distancia desde la superficie superior hasta la superficie inferior es un décimo del diámetro este-oeste.» LU 11:2.2
Su composición—estacionario, único; compuesto de absolutum.
«La Isla eterna está compuesta de una sola forma de materialización —sistemas estacionarios de realidad. Esta substancia literal del Paraíso es una organización homogénea de potencia espacial que no se encuentra en ninguna otra parte del vasto universo de los universos. Ha recibido muchos nombres en diferentes universos, y los Melquisedek de Nebadon desde hace mucho tiempo la han denominado como absolutum. Este material del Paraíso no está ni muerto ni vivo; es la expresión original no espiritual de la Primera Fuente y Centro; es Paraíso, y el Paraíso no tiene duplicado.» LU 11:2.9
Su relación con el espacio, el tiempo, el movimiento y la distancia.
«Nos parece que la Primera Fuente y Centro ha concentrado todo el potencial absoluto para la realidad cósmica en el Paraíso como parte de su técnica de autoliberación de las limitaciones de la infinidad, como medio para posibilitar la creación subinfinita, incluso espacio-temporal. Pero de ello no se desprende que el Paraíso esté limitado por el tiempo y el espacio tan sólo porque el universo de los universos revela estas cualidades. El Paraíso existe sin tiempo y no tiene ubicación en el espacio.» LU 11:2.10
«A grandes rasgos: el espacio al parecer se origina apenas debajo del Paraíso bajo; y el tiempo, apenas encima del Paraíso superior. El tiempo, tal como vosotros lo entendéis, no es un rasgo de la existencia en el Paraíso, aunque los habitantes de la Isla Central están plenamente conscientes de la secuencia de eventos sin tiempo. El movimiento no es inherente al Paraíso; es volitivo. Pero el concepto de distancia, incluso distancia absoluta, tiene gran significado en cuanto se lo pueda aplicar a ubicaciones relativas en el Paraíso. El Paraíso no es espacial; por lo tanto sus áreas son absolutas y por consiguiente útiles de muchas maneras más allá del concepto de la mente mortal.» LU 11:2.11
Sus divisiones geográficas.
Condiciones y movimientos del espacio que rodea al Paraíso.
«Desde la periferia del Paraíso hasta los límites interiores de los siete superuniversos se encuentran las siguientes siete condiciones y movimientos del espacio:
«1. Las zonas quietas del espacio medio que lindan con el Paraíso.
«2. El movimiento procesional en el sentido de las manecillas del reloj de los tres circuitos del Paraíso y los siete de Havona.
«3. La zona espacial semi-quieta que separa los circuitos de Havona de los cuerpos oscuros de gravedad del universo central.
«4. El cinturón interior de los cuerpos oscuros de gravedad que se mueven en sentido opuesto al de las manecillas del reloj.
«5. La segunda zona espacial única que divide las dos sendas espaciales de los cuerpos oscuros de gravedad.
«6. El cinturón exterior de los cuerpos oscuros de gravedad, que giran en el sentido de las manecillas del reloj alrededor del Paraíso.
«7. Una tercera zona espacial —una zona semi-quieta— que separa el cinturón exterior de los cuerpos oscuros de gravedad de los circuitos más interiores de los siete superuniversos.» (152.3.1) 14:1.1
Havona—el universo central y eterno, compuesto por mil millones de mundos.
«Havona, el universo central, no es una creación del tiempo; es una existencia eterna. Este universo sin principio ni fin consta de mil millones de esferas de perfección sublime y está rodeado por los enormes cuerpos oscuros de gravedad. En el centro de Havona está la estacionaria y absolutamente establilizada Isla del Paraíso, rodeada por sus veintiún satélites. Debido a las enormes masas de cuerpos oscuros de gravedad que la rodean en el límite del universo central, el contenido de masa de esta creación central es muchísimo mayor que la totalidad de masa conocida de los siete sectores del gran universo.» LU 12:1.10
Disposición—siete circuitos concéntricos no superpuestos.
«Los mil millones de mundos de Havona están dispuestos en siete circuitos concéntricos que rodean directamente los tres circuitos de satélites del Paraíso. Hay más de treinta y cinco millones de mundos en el circuito más interior de Havona y más de doscientos cuarenta y cinco millones en el más exterior, con cantidades proporcionales entre ambos. Cada circuito difiere, pero todos están perfectamente equilibrados y exquisitamente organizados, y cada uno está saturado por una representación especializada del Espíritu Infinito, uno de los Siete Espíritus de los Circuitos. Además de otras funciones, este Espíritu impersonal coordina la conducta de los asuntos celestiales en todas partes de cada uno de los circuitos.
«Los circuitos planetarios de Havona no están sobrepuestos; sus mundos se suceden en una procesión lineal ordenada. El universo central gira alrededor de la Isla estacionaria del Paraíso en un vasto plano, que consta de diez unidades concéntricas estabilizadas: los tres circuitos de las esferas del Paraíso y los siete circuitos de los mundos de Havona. Desde el punto de vista físico, los circuitos de Havona y del Paraíso constituyen un solo sistema; su separación responde al reconocimiento de la segregación funcional y administrativa.» LU 14:1.9
El tiempo de Havona—día estándar del Paraíso-Havona: un día es igual a mil años del tiempo de Urantia.
«En el Paraíso no se computa el tiempo; la secuencia de los acontecimientos sucesivos está implícita en el concepto de aquéllos que son oriundos de la Isla central. Pero el tiempo es propio de los circuitos de Havona y de numerosos de los seres de origen así celestial como terrestre que habitan en ellos. Cada mundo de Havona tiene su propio tiempo local, determinado por su circuito. Todos los mundos de un circuito dado tienen años de la misma longitud, puesto que giran uniformemente alrededor del Paraíso, y la duración de estos años planetarios decrece según se va del circuito más exterior al más interior.» LU 14:1.11
«Además del tiempo del circuito de Havona, existe el día estándar y otras designaciones temporales del Paraíso-Havona, determinadas por los siete satélites del Espíritu Infinito del Paraíso, y que de allí proceden. El día estándar del Paraíso-Havona se basa en el tiempo requerido por las moradas planetarias del primer circuito de Havona, el más interior, para completar una revolución alrededor de la Isla del Paraíso; y aunque su velocidad es enorme, debido a su ubicación entre los cuerpos oscuros de gravedad y el gigantesco Paraíso, les lleva casi mil años a estas esferas completar su circuito. Vosotros habéis leído inadvertidamente la verdad, cuando vuestros ojos se posaron sobre la frase «un día es como mil años para con Dios, no más que una vigilia en la noche». Un día del Paraíso-Havona dura tan sólo siete minutos, tres y un octavo de segundos menos que mil años del presente calendario bisiesto de Urantia.
«Este día del Paraíso-Havona es la medida estándar de tiempo de los siete superuniversos, aunque cada uno mantiene sus propios patrones internos del tiempo.» LU 14:1.12
«En la periferia de este vasto universo central, allá lejos, más allá del séptimo cinturón de los mundos de Havona, gira un increíble número de oscuros cuerpos de gravedad enormes. Estas numerosas masas oscuras son totalmente distintas de otros cuerpos espaciales en muchos aspectos; aun en cuanto a su forma son muy diferentes. Estos cuerpos oscuros de gravedad no reflejan ni absorben la luz; no reaccionan a la luz de la energía física, y rodean y envuelven tan completamente a Havona como para ocultarla de la vista de incluso los universos habitados cercanos del tiempo y el espacio.
«El gran cinturón de cuerpos oscuros se divide en dos circuitos elípticos iguales por una intrusión espacial única. El cinturón interior gira en sentido contrario a las manecillas del reloj; el exterior, en el sentido de las manecillas. Estas direcciones alternadas de movimiento, combinadas con la extraordinaria masa de los cuerpos oscuros, equilibran tan eficazmente las líneas de la gravedad de Havona como para convertir el universo central en una creación físicamente equilibrada y perfectamente estabilizada.
«La procesión interior de los cuerpos oscuros de gravedad tiene una disposición tubular, consistente de tres conjuntos circulares. Una sección transversal de este circuito mostraría tres círculos concéntricos de densidad aproximadamente igual. El círculo exterior de los cuerpos oscuros de enorme gravedad está dispuesto perpendicularmente, siendo diez mil veces más alto que el circuito interior. El diámetro vertical del circuito exterior es cincuenta mil veces el del diámetro transversal.
«El espacio intermedio que existe entre estos dos circuitos de los cuerpos de gravedad es único puesto que no se encuentra nada que se le asemeje en ninguna otra parte del vasto universo. Esta zona se caracteriza por enormes movimientos en onda en sentido vertical y está llena de gran actividad energética de orden desconocido.
«En nuestra opinión, nada igual a los cuerpos oscuros de gravedad del universo central caracterizará la evolución futura de los niveles del espacio exterior; consideramos estas procesiones alternadas de maravillosos cuerpos que equilibran la gravedad, como únicos en el universo maestro.» LU 14:1.14-18
El gran universo abarca la creación central y los siete superuniversos, que tienen un potencial de siete billones de mundos habitados.
«El gran universo es la actual creación organizada y habitada. Consiste en los siete superuniversos, con un potencial evolucionario total de alrededor de siete billones de planetas habitados, sin mencionar las esferas eternas de la creación central. Pero este cálculo aproximado no toma en cuenta las esferas arquitectónicas administrativas, ni tampoco incluye los grupos exteriores de universos no organizados. La actual frontera irregular del gran universo, su periferia desigual y no acabada, juntamente con el estado enormemente inestable del entero plan astronómico, sugieren a nuestros astrónomos que aun los siete superuniversos todavía no están completos. A medida que procedemos desde adentro, desde el centro divino hacia afuera en cualquier dirección, llegamos finalmente a los límites exteriores de la creación organizada y habitada; llegamos a los límites exteriores del gran universo. Y es cerca de esta frontera exterior, en un rincón remoto de tan espléndida creación, que vuestro universo local tiene su existencia pletórica.» LU 12:1.13
«Los siete superuniversos no son organizaciones físicas primarias; en ningún lugar dividen sus fronteras una familia nebular, ni tampoco cruzan ellas un universo local, una unidad creativa principal. Cada superuniverso es simplemente una agrupación geográfica en el espacio de aproximadamente una séptima parte de la creación organizada post-Havona y parcialmente habitada, y cada uno es aproximadamente equivalente a los otros en el número de universos locales que comprende y en el espacio que le corresponde. Nebadon, vuestro universo local, es una de las creaciones más nuevas en Orvonton, el séptimo superuniverso.» LU 12:1.12
Recorrido elíptico en dirección contraria a las manecillas del reloj alrededor del universo central.
«Dentro de la gama limitada de los registros, las observaciones y los recuerdos de las generaciones de un millón o de mil millones de vuestros cortos años, para todos los fines prácticos, Urantia y el universo a que pertenecen están experimentando la aventura de un prolongado lanzamiento desconocido a un espacio nuevo; pero de acuerdo con los registros de Uversa, según observaciones más antiguas, en armonía con la experiencia y los cálculos más amplios de nuestra orden, y como resultado de las conclusiones basadas en estos y otros hallazgos, sabemos que los universos forman parte de una procesión ordenada, bien comprendida y perfectamente controlada, que gira en magnitud majestuosa alrededor de la Primera Gran Fuente y Centro y su universo residencial.» LU 15:1.1
«Hace mucho tiempo que hemos descubierto que los siete superuniversos atraviesan una gran elipse, un gigantesco círculo alargado. Vuestro sistema solar y otros mundos del tiempo no se sumergen, sin mapas ni brújulas, en un espacio desconocido. El universo local al cual pertenece vuestro sistema sigue un curso definido y bien comprendido, en sentido contrario a las manecillas del reloj, alrededor del vasto giro que rodea el universo central. Este camino cósmico está bien trazado y los observadores estelares del superuniverso lo conocen tan bien como los astrónomos urantianos conocen las órbitas de los planetas que constituyen vuestro sistema solar.» LU 15:1.2
El order de la procesión de los superuniversos alrededor del Paraíso.
«En esta edad y según se considera la dirección en Urantia, el superuniverso número uno gira casi en dirección norte, aproximadamente en posición opuesta, hacia el este, a la residencia paradisiaca de las Grandes Fuentes y Centros y del universo central de Havona. Esta posición, con la que le corresponde en el oeste, representa el acercamiento físico más cercano de las esferas del tiempo a la Isla eterna. El superuniverso número dos está en el norte, preparándose para girar hacia el oeste, mientras que el número tres en estos momentos ocupa el segmento más septentrional del gran camino espacial, habiendo ya doblado la curva que conduce a la vía hacia el sur. El número cuatro está en un vuelo comparativamente recto hacia el sur, con las regiones de avanzada a punto de situarse en oposición a los Grandes Centros. El número cinco prácticamente ha abandonado su posición frente al Centro de los Centros, siguiendo un curso directo hacia el sur antes de girar hacia el este; el número seis ocupa la mayor parte de la curva meridional, el segmento que vuestro superuniverso casi ha franqueado.» LU 15:1.4
Posición de Urantia y ubicación de nuestro sistema solar en el superuniverso, que gira alrededor del Paraíso.
«Vuestro universo local de Nebadon pertenece a Orvonton, el séptimo superuniverso que gira entre los superuniversos uno y seis, habiendo doblado desde no hace mucho (según calculamos el tiempo) la curva meridional del nivel espacial superuniversal. Ahora el sistema solar al que pertenece Urantia ha pasado unos cuantos miles de millones de años atrás la oscilación alrededor de la curva meridional, de manera que en este momento vosotros estáis avanzando más allá de la curva meridional y desplazándoos rápidamente a través del camino largo y comparativamente recto del norte. Durante edades incontables Orvonton seguirá este curso septentrional casi directo.
«Urantia pertenece a un sistema que está bien afuera hacia los límites de vuestro universo local; y vuestro universo local está actualmente atravesando la periferia de Orvonton. Más allá de vosotros aún hay otros, pero vosotros estáis muy alejados en el espacio de aquellos sistemas físicos que oscilan alrededor del gran círculo en proximidad comparativa a la Gran Fuente y Centro.» LU 15:1.5
«Aunque cada gobierno superuniversal preside cerca del centro de los universos evolucionarios de su segmento espacial, éste ocupa un mundo hecho a medida y poblado por personalidades acreditadas. Estos mundos sede central son esferas arquitectónicas, cuerpos espaciales específicamente construidos para su propósito especial. Aunque comparten la luz de los soles cercanos, estas esferas están iluminadas y calentadas independientemente. Cada una tiene un sol que emite luz sin calor, como los satélites del Paraíso, y se calientan por la circulación de ciertas corrientes de energía cerca de la superficie de la esfera. Estos mundos de sede central pertenecen a uno de los sistemas más grandes situados cerca del centro astronómico de sus superuniversos respectivos.» LU 15:7.1
«Los mundos sede central de los siete superuniversos comparten la naturaleza y grandeza del Paraíso, su modelo original central de perfección. En realidad, todos los mundos sede central son paradisiacos. Son, en efecto, moradas celestiales, y van aumentando en tamaño material, belleza morontial, y gloria espiritual desde Jerusem hasta la Isla central. Y todos los satélites de estos mundos sede central también son esferas arquitectónicas.
«Los distintos mundos sede central gozan de toda fase de la creación material y espiritual. Todo tipo de ser material, morontial y espiritual está en su casa en estos mundos de encuentro de los universos. A medida que las criaturas mortales ascienden en el universo, pasando desde los mundos materiales a los mundos espirituales, no pierden jamás su apreciación de los niveles anteriores de existencia ni el disfrute de éstos.» LU 15:7.3
- Cada superuniverso contiene diez sectores mayores.
- Cada sector mayor contiene cien sectores menores.
- Cada sector menor contiene cien universos locales.
- Cada universo local contiene cien constelaciones.
- Cada constelación contiene cien sistemas.
- Cada sistema contiene mil mundos habitados o habitables. LU 15:2.1
Una zona de quietud de cuatrocientos mil años-luz de ancho separa los siete superuniversos de un cinturón exterior gigantesco de acción energética increíble.
«Las zonas relativamente quietas entre los niveles del espacio, tal como la que separa a los siete superuniversos del primer nivel del espacio exterior, son enormes regiones elípticas de actividades espaciales quiescentes. Estas zonas separan las vastas galaxias que giran velozmente alrededor del Paraíso en ordenada procesión. Vosotros podéis concebir el primer nivel del espacio exterior, donde incalculables universos están ahora en proceso de formación, como una vasta procesión de galaxias que giran alrededor del Paraíso, limitadas hacia arriba y hacia abajo por las zonas en reposo del espacio intermedio y limitadas en los márgenes interior y exterior por zonas de espacio relativamente quietas.
«Un nivel espacial funciona pues como una región elíptica de movimiento rodeada por todas partes por la inmovilidad relativa. Tales relaciones de movimiento y reposo constituyen una senda espacial curva de menor resistencia a la moción, senda universalmente seguida por la fuerza cósmica y la energía emergente mientras giran eternamente alrededor de la Isla del Paraíso.
«Esta zonificación alternada del universo maestro, asociada con el flujo alternado de las galaxias, en el sentido de las manecillas del reloj y en sentido contrario, es un factor en la estabilización de la gravedad física, concebido para prevenir el aumento de la presión de la gravedad hasta el punto de producirse actividades disruptivas o de dispersión. Este mecanismo ejerce influencia antigravitacional y actúa como un freno sobre velocidades que de otro modo serían peligrosas.» LU 11:7.7
Las transacciones poderosas de este vasto reino del espacio exterior constituyen los dominios del Absoluto No Cualificado.
«Cuando los astrónomos de Urantia escudriñan los misterios del espacio exterior a través de sus telescopios cada vez más poderosos y contemplan la sorprendente evolución de universos físicos casi incontables, deberían darse cuenta de que están contemplando la obra poderosa de los planes inescrutables de los Arquitectos del Universo Maestro. Es verdad que poseemos pruebas que sugieren la presencia de ciertas influencias de la personalidad paradisiaca aquí y allá a través de las vastas manifestaciones de energía que caracterizan ahora a estas regiones exteriores, pero desde un punto de vista más amplio las regiones espaciales que se extienden más allá de los límites exteriores de los siete superuniversos se reconocen generalmente como constituyendo los dominios del Absoluto No Cualificado.» LU 12:2.1
Nuestros telescopios revelan millones de universos.
«Aunque a simple vista el ser humano tan sólo puede ver dos o tres nebulosas más allá de las fronteras del superuniverso de Orvonton, vuestros telescopios literalmente revelan millones y millones de estos universos físicos en proceso de formación. La mayoría de los dominios estelares visualmente expuestos a la investigación de vuestros telescopios modernos están en Orvonton, pero mediante la técnica fotográfica, los telescopios más poderosos penetran mucho más allá de las fronteras del gran universo, hasta los dominios del espacio exterior, allí donde incontables universos están en proceso de organización. También existen otros millones de universos fuera del alcance de vuestros instrumentos presentes.» LU 12:2.2
«En un futuro no lejano, los nuevos telescopios revelarán a la mirada sorprendida de los astrónomos urantianos no menos de 375 millones de nuevas galaxias en los tramos remotos del espacio exterior. Al mismo tiempo, estos telescopios más poderosos revelarán que muchos universos aislados que anteriormente se creía que estaban en el espacio exterior, son en realidad parte del sistema galáctico de Orvonton. Los siete superuniversos aún están creciendo; la periferia de cada uno de ellos se está expandiendo gradualmente; nuevas nebulosas se están estabilizando y organizando constantemente; y algunas de las nebulosas que los astrónomos de Urantia consideran extragalácticas están en realidad junto a la frontera de Orvonton y viajan con nosotros.» LU 12:2.3
«Los niveles del espacio exterior. Lejos en el espacio, a una distancia enorme de los siete superuniversos habitados, se están acumulando vastos e increíblemente maravillosos circuitos de fuerza y energías en vías de materialización. Entre los circuitos de energía de los siete superuniversos y este gigantesco cinturón exterior de la actividad de fuerza, hay una zona espacial de relativa calma, que varía en anchura pero con un promedio de aproximadamente cuatrocientos mil años-luz. Estas zonas espaciales están libres de polvo estelar— niebla cósmica. Nuestros estudiosos de estos fenómenos están en duda en cuanto a la condición exacta de las fuerzas espaciales que existen en esta zona de calma relativa que rodea los siete superuniversos. Pero alrededor de medio millón de años-luz más allá de la periferia del gran universo presente, observamos los comienzos de una zona de increíble acción energética que aumenta en volumen e intensidad por más de veinticinco millones de años-luz. Estas enormes ruedas de fuerzas energizantes están ubicadas en el primer nivel del espacio exterior, un cinturón continuo de actividad cósmica que rodea toda la creación conocida, organizada y habitada.» LU 12:1.14
«Actividades aún más grandes están teniendo lugar más allá de estas regiones, pues los físicos de Uversa han detectado indicios iniciales de manifestaciones de fuerza a más de cincuenta millones de años-luz más allá de la parte más exterior de los fenómenos en el primer nivel del espacio exterior. Estas actividades presagian indudablemente la organización de las creaciones materiales del segundo nivel del espacio exterior del universo maestro.» LU 12:1.15
«Pero la más grande de las distorsiones surge porque los vastos universos del espacio exterior en los reinos próximos a los dominios de los siete superuniversos parecen estar girando en dirección opuesta a la del gran universo. Es decir, estas miríadas de nebulosas y sus soles y esferas acompañantes están presentemente girando en el sentido de las manecillas del reloj alrededor de la creación central. Los siete superuniversos giran alrededor del Paraíso en dirección opuesta a las manecillas del reloj. Parece que el segundo universo exterior de galaxias, al igual que los siete superuniversos, gira en dirección contraria a las manecillas del reloj alrededor del Paraíso. Y los observadores astronómicos de Uversa piensan que detectan pruebas de movimientos revolutivos en un tercer cinturón exterior de remotísimo espacio que está comenzando a mostrar tendencias direccionales en el sentido de las manecillas del reloj.» LU 12:4.15
«Los astrónomos uversanos observan que el gran universo está rodeado por los antepasados de una serie de conjuntos estelares o planetarios que rodean completamente la presente creación habitada como anillos concéntricos de múltiples universos exteriores. Los físicos de Uversa calculan que la energía y la materia de estas regiones exteriores no cartografiadas equivalen ya a muchas veces la totalidad de la masa material y la carga de energía de los siete superuniversos. Se nos informa que la metamorfosis de la fuerza cósmica en estos niveles del espacio exterior es función de los organizadores de la fuerza del Paraíso. Sabemos también que estas fuerzas son ancestrales a aquellas energías físicas que presentemente activan el gran universo. Los directores de poder de Orvonton, sin embargo, no tienen nada que ver con estos dominios ultrarremotos, ni tampoco están los movimientos de la energía que allí ocurren discerniblemente conectados con los circuitos de poder de las creaciones organizadas y habitadas.» LU 12:2.4
«Poco sabemos sobre la significación de estos extraordinarios fenómenos del espacio exterior. Una mayor creación del futuro está en proceso de formación. Podemos observar su inmensidad, discernir su extensión y percibir sus dimensiones majestuosas, pero por lo demás conocemos poco más de lo que conocen los astrónomos de Urantia acerca de estos ámbitos. A nuestro entender, en este anillo exterior de nebulosas, soles y planetas no existen seres materiales del orden de los humanos, ni ángeles ni otras criaturas espirituales. Este dominio distante está más allá de la jurisdicción y administración de los gobiernos de los superuniversos.» LU 12:2.5
«Cuando se recluta excesivamente para el cuerpo de reservas de los Mensajeros Solitarios, se produce un llamado de uno de los Siete Directores Supremos del Poder solicitando voluntarios para la exploración; no faltan jamás voluntarios, puesto que les encanta ser enviados como exploradores libres y sin limitaciones, para experimentar la emoción de encontrar núcleos, en proceso de organizarse, de nuevos mundos y universos.» LU 23:2.19
«Salen para investigar los indicios proporcionados por los contempladores del espacio de los reinos. Indudablemente las Deidades Paradisiacas saben de la existencia de estos sistemas de energía no descubiertos del espacio, pero jamás divulgan dicha información. Si los Mensajeros Solitarios no exploraran y trazaran estos nuevos centros de energía que están en proceso de organizarse, dichos fenómenos permanecerían ignorados durante mucho tiempo aun por parte de las inteligencias de los reinos adyacentes. Los Mensajeros Solitarios, como clase, son altamente sensibles a la gravedad; por lo tanto a veces pueden detectar la presencia probable de planetas oscuros muy pequeños, los mundos mismos que se adaptan mejor a los experimentos de vida.» LU 23:2.20
«Estos exploradores mensajeros de asignación no dirigida patrullan el universo maestro. Salen constantemente en expediciones de exploración hacia regiones desconocidas de todo el espacio exterior. Mucho de la información que poseemos sobre las transacciones de los reinos en el espacio exterior, se la debemos a las exploraciones de los Mensajeros Solitarios, puesto que frecuentemente trabajan y estudian con los astrónomos celestiales.» LU 23:2.21
«Los Mensajeros Solitarios son capaces de funcionar como líneas de comunicación de urgencia en todas las regiones remotas del espacio, en los reinos no comprendidos dentro de los circuitos establecidos del gran universo. Se desprende que un mensajero, al operar así, puede transmitir un mensaje o enviar un impulso a través del espacio a otro mensajero que esté alrededor de cien años luz de distancia, según miden las distancias estelares los astrónomos de Urantia.» LU 23:3.5
Los Arquitectos Maestros son, en esencia, los modelos vivientes de los siete niveles del universo maestro. El número de arquitectos implicados en cada nivel puede indicar el tamaño físico definitivo de cada nivel. LU 31:9.1
«Todo esto confirma nuestra creencia en un universo de universos circular, un tanto limitado, pero vasto y ordenado. Si esto no fuese verdad, entonces aparecería tarde o temprano la evidencia del agotamiento de la energía en algún momento. Todas las leyes, organizaciones, administración y testimonio de los exploradores del universo —todo indica la existencia de un Dios infinito pero, hasta ahora, de un universo finito, una circularidad de existencia sin fin, casi ilimitada pero, sin embargo, finita en contraste con la infinidad.» LU 42:1.9
«En cuanto se refiere al Padre Universal —como Padre— los universos son virtualmente inexistentes; trata con personalidades; es el Padre de las personalidades. En cuanto se refiere al Hijo Eterno y al Espíritu Infinito —como socios creadores— los universos están localizados y son individuales bajo el gobierno conjunto de los Hijos Creadores y de los Espíritus Creativos Maternos. En cuanto se refiere a la Trinidad del Paraíso, fuera de Havona existen tan sólo siete universos habitados, los siete superuniversos que tienen su jurisdicción en el círculo del primer nivel espacial post-Havona. Los siete Espíritus Rectores irradian su influencia hacia afuera desde la Isla central, constituyendo así la vasta creación de una rueda gigantesca, siendo su núcleo central la Isla eterna del Paraíso, los siete rayos, las radiaciones de los Siete Espíritus Rectores, el perímetro las regiones exteriores del gran universo.» LU 15:0.1
«Al comienzo de la materialización de la creación universal se formuló el esquema séptuple de la organización y gobierno superuniversales. La primera creación post-Havona fue dividida en siete segmentos estupendos, y se diseñaron y se construyeron los mundos sede central de estos gobiernos superuniversales. El actual esquema de administración ha existido desde cerca de la eternidad, y los gobernantes de estos siete superuniversos se llaman justamente los Ancianos de los Días.» LU 15:0.2
Diez sectores mayores (aproximadamente 1.000.000.000.000 de planetas habitables) constituyen un superuniverso. Cada superuniverso tiene un mundo sede central enorme y glorioso y está gobernado por tres Ancianos de los Días.» LU 15:2.8
«El sistema Satania de mundos habitados está considerablemente alejado de Uversa y de ese gran grupo de soles que funciona como centro físico o astronómico del séptimo superuniverso. Desde Jerusem, la sede central de Satania, hay más de doscientos mil años luz hasta el centro físico del superuniverso de Orvonton, lejos, muy lejos en el denso diámetro de la Vía Láctea. Satania está en la periferia del universo local, y Nebadon está ahora bien afuera, hacia los límites de Orvonton. Desde el sistema más alejado de mundos habitados hasta el centro del superuniverso hay un poco menos de doscientos cincuenta mil años luz.» LU 32:2.11
«Prácticamente todos los reinos estelares visibles a simple vista desde Urantia pertenecen a la séptima sección del gran universo, el superuniverso de Orvonton. El vasto sistema estelar de la Vía Láctea representa el núcleo central de Orvonton, en gran parte más allá de los límites de vuestro universo local. Esta gran agregación de soles, islas oscuras del espacio, estrellas dobles, grupos globulares, nubes estelares, espirales y otras nebulosas, juntamente con miríadas de planetas individuales, forma un grupo como un reloj circular alargado, de aproximadamente un séptimo de los universos habitados evolucionarios.
«Desde la posición astronómica de Urantia, al mirar a través de un corte transversal de los sistemas cercanos a la gran Vía Láctea, observáis que las esferas de Orvonton viajan en un vasto plano elongado, siendo la anchura mucho más grande que el espesor y la longitud mayor que la anchura.» LU 15:3.1
«La observación de la así llamada Vía Láctea revela el aumento comparativo de la densidad estelar en Orvonton cuando los cielos se observan en una dirección, mientras que a los lados la densidad disminuye; el número de estrellas y otras esferas disminuye al alejarse del plano principal de nuestro superuniverso material. Cuando el ángulo de observación es propicio, mirando a través del cuerpo principal de este reino de máxima densidad, estáis mirando hacia el universo residencial y el centro de todas las cosas.» LU 15:3.3
«Uversa, la sede central de Orvonton, vuestro superuniverso, está inmediatamente rodeada de siete altas universidades de capacitación espiritual avanzada para las criaturas volitivas ascendentes. Cada uno de estos siete grupos de esferas maravillosas consiste en setenta mundos especializados que contienen miles y miles de instituciones y organizaciones pletóricas dedicadas a la capacitación universal y a la cultura espiritual en las que nuevamente se educan y examinan los peregrinos del tiempo en preparación para su largo viaje a Havona. Los peregrinos del tiempo que llegan son recibidos siempre en estos mundos asociados, pero los graduados que parten siempre se envían a Havona directamente desde las orillas de Uversa.
«Uversa es la sede central espiritual y administrativa de aproximadamente un billón de mundos habitados o habitables. La gloria, grandeza y perfección de la capital de Orvonton sobrepasa todas las maravillas de las creaciones del tiempo y del espacio.
«Si todos los proyectados universos locales y sus partes componentes estuvieran establecidos, habría en los siete superuniversos ligeramente menos de quinientos mil millones de mundos arquitectónicos.» LU 15:7.10
«El tiempo está estandarizado en las sedes de los superuniversos. El día estándar del superuniverso de Orvonton equivale a casi treinta días del tiempo de Urantia y el año de Orvonton equivale a cien días estándares. Este año de Uversa es estándar en el séptimo superuniverso, y corresponde a tres mil días menos veintidós minutos del tiempo de Urantia, alrededor de ocho y un quinto de vuestros años.» LU 15:7.2
«Los astrónomos de Urantia han identificado aproximadamente ocho de las diez divisiones mayores de Orvonton. Es difícil reconocer separadamente las otras dos porque estáis obligados a visualizar estos fenómenos desde el interior. Si pudierais observar el superuniverso de Orvonton desde una ubicación vastamente distante en el espacio, inmediatamente reconoceríais los diez sectores principales de la séptima galaxia.» LU 15:3.4
«… Mejores métodos de medición del espacio y una técnica telescópica perfeccionada revelarán en el futuro más plenamente las diez grandes divisiones del superuniverso de Orvonton; vosotros reconoceréis por lo menos ocho de estos inmensos sectores como grupos estelares enormes y relativamente simétricos.» LU 41:3.10
«Un sector mayor comprende aproximadamente un décimo de un superuniverso y consiste en cien sectores menores, diez mil universos locales, alrededor de cien mil millones de mundos habitables. Tres Perfecciones de los Días, Personalidades Supremas de la Trinidad, administran a estos sectores mayores.» LU 15:13.1
«El centro de rotación de vuestro sector menor está ubicado lejos, en la enorme y densa nube estelar de Sagitario, alrededor de la cual vuestro universo local y sus creaciones asociadas giran, y desde los lados opuestos del vasto sistema subgaláctico Sagitario podéis observar dos grandes corrientes de nubes estelares que surgen en estupendas espirales estelares.» LU 15:3.5
«Los gobiernos del sector menor son presididos por tres Recientes de los Días. Su administración se ocupa principalmente del control físico, unificación, estabilización y coordinación rutinaria de la administración de los universos locales componentes. Cada sector menor comprende hasta cien universos locales, diez mil constelaciones, un millón de sistemas o alrededor de mil millones de mundos habitables.
«Los mundos sede central del sector menor son el gran lugar de reunión de los Controladores Físicos Decanos. Estos mundos sede central están rodeados de siete esferas de instrucción que constituyen las escuelas de admisión del superuniverso y son los centros de capacitación para el conocimiento físico y administrativo relativo al universo de los universos.» LU 15:13.4
«El universo local. Cien constelaciones (unos 10.000.000 de planetas habitables) constituyen un universo local. Cada universo local tiene un magnífico mundo sede central arquitectónico y lo gobierna uno de los Hijos Creadores coordinados de Dios de la orden de Micael. Cada universo está bendecido por la presencia de un Unión de los Días, el representante de la Trinidad del Paraíso.» LU 15:2.5
«Salvingtón, la capital de Nebadon, vuestro universo local, está rodeada de diez grupos universitarios de cuarenta y nueve esferas cada uno. Aquí el hombre es espiritualizado después de su socialización en la constelación.» LU 15:7.7
«La constelación. Cien sistemas (unos 100.000. planetas habitables) forman una constelación. Cada constelación tiene una esfera sede central arquitectónica y es presidida por tres Hijos Vorondadek, los Altísimos. Cada constelación también tiene un Fiel de los Días como observador, el embajador de la Trinidad del Paraíso.» LU 15:2.4
«Edentia, la sede central de vuestra constelación de Norlatiadek, tiene sus setenta satélites de socialización cultural y capacitación, en los cuales los seres ascendentes se detienen después de completar el régimen de Jerusem de comprensión de la personalidad, unificación y realización.» LU 15:7.6
«El sistema. La unidad básica del supergobierno consiste en aproximadamente mil mundos habitados o habitables. Los soles llameantes, los mundos fríos, los planetas demasiado cercanos a los soles calientes, y otras esferas que no son adecuados para que lo habiten criaturas, no se han incluido en este grupo. Estos mil mundos adaptados para mantener la vida se denominan un sistema, pero en los sistemas más jóvenes tan sólo un número comparativamente pequeño de estos mundos puede estar habitado. Cada planeta habitado está dirigido por un Príncipe Planetario, y cada sistema local tiene una esfera arquitectónica como su sede central y está gobernada por un Soberano del Sistema.» LU 15:2.3
«Satania tiene un mundo sede central denominado Jerusem, y es el sistema número veinticuatro en la constelación de Norlatiadek. Vuestra constelación, Norlatiadek, consiste en cien sistemas locales y tiene un mundo sede central denominado Edentia. Norlatiadek es el número setenta en el universo de Nebadon. El universo local de Nebadon consiste en cien constelaciones y tiene una capital conocida como Salvington. El universo de Nebadon es el número ochenta y cuatro en el sector menor de Ensa.» LU 15:14.6
«Jerusem, la sede central de vuestro sistema local de Satania, tiene sus siete mundos de cultura de transición, cada uno de los cuales está dentro de un circuito de siete satélites, entre los que están los siete mundos de estancia de detención morontial, la primera residencia postmortal del hombre. La palabra cielo tal como a veces se la ha utilizado en Urantia, significa en ocasiones estos siete mundos de estancia, siendo el primer mundo de estancia denominado primer cielo, y así sucesivamente hasta el séptimo.» LU 15:7.5
«El sector de Sagitario y todos los demás sectores y divisiones de Orvonton están rotando alrededor de Uversa, y parte de la confusión de los astrónomos urantianos surge de las ilusiones y distorsiones relativas producidas por los siguientes movimientos revolutivos múltiples:
«1. La revolución de Urantia alrededor de su sol.
«2. El circuito de vuestro sistema solar alrededor del núcleo de la nebulosa Andrónover anterior.
«3. La rotación de la familia estelar Andrónover y los grupos asociados alrededor del centro compuesto de rotación y gravedad de la nube estelar de Nebadon.
«4. La oscilación de la nube estelar local de Nebadon y de sus creaciones asociadas alrededor del centro Sagitario de su sector menor.
«5. La rotación alrededor de su sector mayor de los cien sectores menores, incluyendo Sagitario.
«6. El giro de los diez sectores mayores, el así llamado flujo estelar, alrededor de la sede central de Uversa en Orvonton.
«7. El movimiento de Orvonton y de los seis superuniversos asociados alrededor del Paraíso y de Havona, la procesión en sentido contrario a las manecillas del reloj del nivel espacial superuniversal.
«Estos movimientos múltiples son de distintas órdenes: los caminos espaciales de vuestro planeta y de vuestro sistema solar son genéticos, inherentes a su origen. El movimiento absoluto en sentido contrario a las manecillas del reloj de Orvonton también es genético, inherente a los planes arquitectónicos del universo maestro. Pero los movimientos intermedios son de origen compuesto, siendo derivados en parte de la segmentación constitutiva de la materia y energía en los superuniversos y en parte producido por la acción inteligente y con un gran propósito de los organizadores de la fuerza paradisiacos.» LU 15:3.7
«LOS Hijos Creadores son los hacedores y gobernantes de los universos locales del tiempo y del espacio. Estos creadores y soberanos universales son de origen dual, incorporando las características de Dios el Padre y Dios el Hijo. Pero cada Hijo Creador es distinto a todos los demás; cada uno es único en su naturaleza así como también en su personalidad; cada uno es el «Hijo unigénito» del perfecto ideal divino de su origen.» LU 21:0.1
«La orden primaria de los Hijos del Paraíso son los diseñadores, creadores, constructores y administradores de sus respectivos dominios, los universos locales del tiempo y del espacio, las unidades básicas creadoras de los siete superuniversos evolucionarios. Se le permite a un Hijo Creador seleccionar la ubicación espacial de su actividad cósmica futura, pero antes de que pueda comenzar siquiera la organización física de su universo, debe pasar un largo período de observación dedicado al estudio de los esfuerzos de sus hermanos mayores en varias creaciones ubicadas en el superuniverso de su acción proyectada. Y antes de todo esto, el Hijo Micael habrá completado su prolongada y singular experiencia de observación en el Paraíso y de capacitación en Havona.» LU 21:2.1
«Cuando tal Hijo perfecto y divino ha tomado posesión de la ubicación espacial de su universo de selección; cuando se han resuelto los problemas iniciales de materialización del universo y del equilibrio bruto; cuando ha formado una unión de trabajo eficaz y cooperativa con la Hija complementaria del Espíritu Infinito, entonces este Hijo Universal y su Espíritu Universal inician ese enlace que está diseñado a dar origen a las innumerables huestes de sus hijos del universo local. En relación con este acontecimiento el enfoque del Espíritu Creativo del Espíritu Infinito Paradisiaco obtiene un cambio de naturaleza, adquiriendo las cualidades personales del Espíritu Materno de un universo local.» LU 21:2.9
Universos locales
«Un universo local es la obra individual de un Hijo Creador de la orden paradisiaca de los Micaeles. Reúne cien constelaciones, cada una de ellas compuesta por cien sistemas de mundos habitados. Con el tiempo, cada sistema contendrá aproximadamente mil esferas habitadas.» LU 32:0.1
«Las manipulaciones preuniversales de fuerza espacial y las energías primordiales son obra de los Organizadores de la Fuerza Decanos Paradisiacos; pero en los dominios del superuniverso, cuando la energía emergente reacciona ante la gravedad local o lineal, se retiran a favor de los directores del poder del superuniverso correspondiente.
«En la creación de un universo local estos directores del poder funcionan solos en la fase prematerial y en las fases posteriores a la fuerza. Para un Hijo Creador no existe ninguna oportunidad de comenzar la organización del universo hasta que los directores del poder hayan efectuado la movilización de las energías espaciales suficientemente como para proveer un cimiento material —soles verdaderos y esferas materiales— para el universo emergente.
«Todos los universos locales son aproximadamente del mismo potencial energético, aunque se diferencien muchísimo en sus dimensiones físicas y puedan variar, de vez en cuando, en el contenido de la materia visible. La carga de poder y la dote de mate-ria potencial de un universo local están determinadas por las manipulaciones de los directores del poder y sus predecesores, así como por las actividades del Hijo Creador y por el don del control inherente físico poseído por su asociada creativa. LU 32:1.1
Hijos Creadores
Los Hijos Creadores materializan materia visible a partir de energía preexistente. El primer acto de creación física que se completará es la organización del mundo sede y sus 490 satélites. A esto le sigue inmediatamente la creación de los mundos sede de las constelaciones. En Nebadon esto requirió casi un millón de años. LU 32:2.1
Un universo local no se compone de un sistema astronómico simple sino de diversos ancestros nebulares que tienen suficientes puntos en común de movimiento como para ajustarse a una unidad contigua.
«El fenómeno espacial característico que diferencia a una creación local de todas las demás es la presencia del Espíritu Creativo. Todo Nebadon está impregnado de la presencia espacial de la Ministra Divina de Salvington, y dicha presencia termina en los límites exteriores de nuestro universo local. Lo que impregna nuestro Espíritu Materno del universo local es Nebadon; lo que se extiende más allá de su presencia espacial está fuera de Nebadon, siendo éstas las regiones espaciales extra-Nebadon del superuniverso de Orvonton —otros universos locales.» LU 41:0.1
«Una o más —aun muchas— de estas nebulosas pueden estar comprendidas dentro del dominio de un universo local, así como Nebadon fue formado físicamente a partir de la progenie estelar y planetaria de Andrónover y de otras nebulosas. Las esferas de Nebadon son de ancestro nebular diverso, pero todas tuvieron cierta uniformidad mínima de movimiento espacial que fue ajustada de esta manera por los esfuerzos inteligentes de los directores del poder, con el objeto de producir nuestra agregación presente de cuerpos espaciales, que viajan juntos como unidad en las órbitas del superuniverso.» LU 41:0.3
«Tal es la constitución de la nube estelar local de Nebadon, que hoy oscila en una órbita cada vez más estable alrededor del centro de Sagitario de ese sector menor de Orvonton al que pertenece nuestra creación local.» LU 41:0.3-4
«Salvington, la sede central de Nebadon, está situada en el centro exacto de la masa-energía del universo local. Pero vuestro universo local no es un único sistema astronómico, pues existe un sistema de gran tamaño en su centro físico.» LU 32:2.4
Los comienzos de la nebulosa de Andronover.
«Hace 987.000.000.000 de años, el organizador asociado de la fuerza que, a la sazón, era el inspector interino número 811.307 de la serie Orvonton, que venía de Uversa, informó a los Ancianos de los Días que las condiciones espaciales eran favorables para la iniciación de los fenómenos de materialización en cierto sector del segmento, en aquel entonces, oriental de Orvonton.
«Hace 900.000.000.000 de años, atestiguan los archivos de Uversa, quedó asentado un permiso expedido por el Consejo uversano de Equilibrio al gobierno del superuniverso, autorizando el envío de un organizador de la fuerza y su séquito a la región anteriormente designada por el inspector número 811.307. Las autoridades de Orvonton encomendaron al descubridor original de este universo potencial la ejecución del mandato de organizar una nueva creación material, emitido por los Ancianos de los Días.» LU 57:1.3
Los organizadores de la fuerza inician la nebulosa de Andronover.
«Hace 875.000.000.000 de años se inició debidamente la enorme nebulosa de Andronóver número 876.926. Sólo se requirió la presencia del organizador de la fuerza y el cuerpo de enlace para inaugurar el remolino de energía que llegó a ser con el tiempo este vasto ciclón del espacio. Posteriormente a la iniciación de tales revoluciones nebulares, los organizadores vivientes de la fuerza se retiran sencillamente en ángulos rectos respecto al plano del disco en revolución, y desde ese momento en adelante, las cualidades inherentes de la energía aseguran la evolución progresiva y ordenada de tal nuevo sistema físico.» LU 57:1.6
Andronover quedó bien establecida hace 800.000.000.000 años.
«Hace 800.000.000.000 de años la creación de Andronóver quedó bien establecida como una de las magníficas nebulosas primarias de Orvonton. Al contemplar los astrónomos de universos cercanos este fenómeno del espacio, vieron muy poco que les llamara la atención. Los cálculos de gravedad realizados en creaciones adyacentes indicaban que se estaban produciendo materializaciones espaciales dentro de las regiones de Andronóver, mas eso era todo.» LU 57:2.2
Hace 600.000.000.000 años, Andronover logró el punto más alto de movilización de energía y de masa.
«Hace 600.000.000.000 de años se alcanzó el apogeo del período de movilizaciones de energía del sistema Andronóver; la nebulosa había adquirido su masa máxima. A la sazón era una gigantesca nube circular de gas cuya forma se asemejaba un tanto a un esferoide aplanado. Éste fue el período inicial de formación de la masa diferencial y de velocidad revolutiva variable. La gravedad y otras influencias estaban a punto de comenzar su labor de conversión de los gases del espacio en materia organizada.» LU 57:2.4
La nebulosa se convierte en espiral y aparecen vastos sistemas de materia sólida en la nube gaseosa.
«Por la época en que se logró la masa máxima, el control de la gravedad del contenido gaseoso comenzó a debilitarse, y sobrevino la etapa de fuga de gas. El gas manaba cual dos colosales brazos distintos, originados en los lados opuestos de la masa materna. Las revoluciones aceleradas de este enorme núcleo central pronto impartieron un aspecto helicoidal a estos dos chorros de gas proyectados al espacio. El enfriamiento y subsiguiente condensación de algunas porciones de estos brazos protuberantes produjeron a la larga su apariencia nudosa. Estas porciones más densas eran vastos sistemas y subsistemas de materia física que iban revoloteando por el espacio en medio de la nube gaseosa de la nebulosa, en tanto que quedaban firmemente encerrados dentro del abrazo de la gravedad de la rueda materna. LU 57:3.3
A continuación, viene la era de escape de gas en aumento y la etapa centrífuga crítica que precede a la formación de soles.
«Sin embargo, la nebulosa había empezado a contraerse, y el aumento de la velocidad de las revoluciones aminoró aún más el control gravitacionario; y al poco tiempo, las regiones gaseosas exteriores, empezaron en efecto, a escaparse del abrazo inmediato del núcleo nebular, pasando al espacio en circuitos de trazado irregular, retornando a las regiones nucleares para cerrar sus circuitos, y así sucesivamente. Mas lo anterior no fue sino una etapa temporal de la progresión nebular. La velocidad de revoloteo fue incrementando en forma constante, hasta arrojar poco tiempo después unos enormes soles al espacio en circuitos independientes.
«Y así le sucedió a Andronóver hace millones de millones de años. La rueda de energía se iba haciendo cada vez más grande hasta que consiguió su expansión máxima, y luego, tras el comienzo de la contracción, pasó revoloteando cada vez más rápidamente hasta que, con el tiempo, alcanzó la crítica etapa centrífuga y comenzó la gran desintegración.» LU 57:3.4
El primer sol de Andronover nació hace 500.000.000.000 años y comenzó su aventura en el cosmos.
«Hace 500.000.000.000 de años nació el primer sol de Andronóver. Este rayo llameante se desprendió de golpe del abrazo de la gravedad materna y se precipitó con violencia hacia el espacio en una aventura independiente por el cosmos de la creación. Su trayectoria de escape determinó su órbita. Los soles tan jóvenes tardan muy poco en hacerse esféricos y en emprender la marcha de sus largas y azarosas carreras como estrellas del espacio. Con la excepción de los núcleos nebulares terminales, la gran mayoría de los soles de Orvonton nacieron de modo análogo. Estos soles en fuga atraviesan variados períodos de evolución y posterior servicio al universo.» LU 57:3.6
Andronover entró después en el periodo acaparador de su historia.
«Hace 400.000.000.000 de años principió el período de recobro de la nebulosa Andronóver. Muchos de los soles más cercanos y pequeños fueron recobrados como resultado de la paulatina ampliación y ulterior condensación del núcleo materno. Dentro de muy poco tiempo se inauguró la fase terminal de la condensación nebular, el período que siempre precede a la segregación final de estas inmensas agregaciones espaciales de energía y materia.» LU 57:3.7
Poco después de esta era, Miguel comenzó la creación del universo de Nebadon. Los mundos arquitectónicos se terminaron hace unos cinco mil millones de años.
«Apenas un millón de años después de esta época, Micael de Nebadon, un Hijo Creador Paradisiaco, seleccionó esta nebulosa en desintegración como emplazamiento de su aventura en la formación de un universo. Casi de inmediato fueron iniciados los mundos arquitectónicos de Salvington y los cien grupos de mundos que forman las sedes centrales de las constelaciones. Se requirió cerca de un millón de años para llevar a término estas agrupaciones de mundos especialmente creados. Los planetas sedes centrales de los sistemas locales se construyeron a lo largo de un plazo que comprendía desde aquel momento hasta hace alrededor de cinco mil millones de años.» LU 57:3.8
Hace 300.000.000.000 años, Andronover estaba estabilizada temporalmente y el equipo de Miguel llegó a Salvington.
«Hace 300.000.000.000 de años ya estaban bien establecidos los circuitos solares de Andronóver, y el sistema nebular atravesaba un período transitorio de relativa estabilidad física. Más o menos por esta época el cuerpo de personal de Micael arribó a Salvington, y el gobierno de Uversa en Orvonton le concedió reconocimiento físico al universo local de Nebadon.» LU 57:3.9
Hace 100.000.000.000 años, se alcanzó la cima de la tensión—el calor estaba ganando a la gravedad—y se preparó la etapa para la dispersión final de soles.
«Hace 100.000.000.000 de años se alcanzó el ápice nebular de la tensión condensadora; se llegó al punto máximo de tensión calorífica. Esta etapa crucial de contención de la gravedad y el calor a veces dura muchas edades, pero, tarde o temprano, el calor triunfa en la lucha con la gravedad, y comienza el período espectacular de la dispersión solar. Esto pone punto final a la carrera secudaria de una nebulosa espacial.» LU 57:3.12
Compleción del primer periodo de pérdida de soles—el ciclo terciaro de la nebulosa.
«Hace 75.000.000.000 de años, esta nebulosa había alcanzado el apogeo de la etapa de familia solar. Esto fue el ápice del primer período de pérdidas solares. La mayoría de estos soles se han apoderado desde entonces de vastos sistemas planetarios, satélites, islas oscuras, cometas, meteoros, y nubes de polvo cósmico.
«Hace 50.000.000.000 de años se consumó este primer período de dispersión de soles; la nebulosa iba terminando velozmente su ciclo terciario de existencia, durante el cual dio origen a 876.926 sistemas solares.» LU 57:4.2
La compleción del ciclo terciario de 25.000.000.000 de años trajo una estabilización relativa.
«Hace 25.000.000.000 de años se presenció el cumplimiento del ciclo terciario de vida nebular lo cual ocasionó la organización y estabilización relativa de los remotos sistemas repletos de estrellas que se derivaron de esta nebulosa matriz. Pero el proceso de contracción física y producción incrementada de calor prosiguió en la masa central del remanente nebular.» LU 57:4.4
Hace 8.000.000.000 años, comenzó la erupción terminal—el final de la nebulosa.
«Hace 8.000.000.000 de años comenzó la formidable erupción terminal. Únicamente los sistemas exteriores quedan a salvo en momentos de semejante cataclismo cósmico. Esto constituyó el principio del final de la nebulosa. La fase final de descarga de soles abarcó un período de cerca de dos mil millones de años.» LU 57:4.6
«Hace 7.000.000.000 de años se pudo presenciar el punto culminante de la desintegración final de Andronover. Éste fue el período en que nacieron los soles terminales más grandes y el apogeo de las perturbaciones físicas locales.» LU 57:4.6-7
Hace 6.000.000.000 años se produjo el nacimiento de nuestro sol—el cincuenta y seis antes del último sol de la segunda familia solar de Andronover.
«Hace 6.000.000.000 de años finalizó la desintegración terminal y el nacimiento de vuestro sol, el cincuenta y seisavo sol antes del último sol de la segunda familia solar de Andronóver. Esta erupción final del núcleo nebular dio a luz 136.702 soles, la mayoría de los cuales eran orbes solitarios. La cifra total de soles y sistemas solares que se originaron en la nebulosa Andronóver es de 1.013.628. El número del sol del sistema solar es 1.013.572.» LU 57:4.8
«Ya no existe la gran nebulosa Andronóver, mas aún vive en los muchos soles y sus familias planetarias que se originaron en esta nube materna del espacio. El remanente nuclear final de esta magnífica nebulosa aún arde con un resplandor rojizo y continúa despidiendo luz y calor moderados a su familia planetaria residual de ciento sesenta y cinco mundos, los cuales ahora giran en torno a esta venerable madre de dos poderosas generaciones de monarcas de la luz.» LU 57:4.9
«En Nebadon la organización de las residencias planetarias sigue su curso. Este universo es en realidad un grupo joven entre los reinos estelares y planetarios de Orvonton. Según el último registro había 3.840.101 planetas habitados en Nebadon; y Satania, que es el sistema local de vuestro mundo, es relativamente típico respecto a otros sistemas.» LU 32:2.9
«Satania misma se compone de más de siete mil grupos astronómicos, o sistemas físicos, muy pocos de los cuales tuvieron un origen similar al de vuestro sistema solar. El centro astronómico de Satania es una enorme isla oscura del espacio que, con sus esferas conjuntas, está situada no lejos de la sede central del gobierno del sistema.» LU 41:2.2
«Satania no es un sistema físico uniforme, una unidad u organización astronómica única. Sus 619 mundos habitados están ubicados en más de quinientos sistemas físicos diferentes. Sólo cinco tienen más de dos mundos habitados, y de ellos solamente uno tiene cuatro planetas habitados, mientras que hay cuarenta y seis con dos mundos habitados.» LU 32:2.10
«Hay más de dos mil soles brillantes que arrojan luz y energía en Satania, y vuestro sol es un llameante globo normal. De los treinta soles más cercanos al vuestro, sólo tres son más brillantes. Los Directores del Poder Universal inician las corrientes especializadas de energía que funcionan entre cada estrella y sus respectivos sistemas. Estos hornos solares, juntamente con los gigantes oscuros del espacio, sirven a los centros de fuerza y a los controladores físicos como estaciones de paso para la concentración y direccionalización eficaz de los circuitos de energía de las creaciones materiales.» LU 41:3.1
«Hace 5.000.000.000 de años vuestro sol era un llameante orbe comparativamente aislado, tras haber atraído para sí el grueso de la materia cercana que circulaba por el espacio, residuo del cataclismo reciente que acompañara su nacimiento.»
«Vuestro Sol ha alcanzado hoy una estabilidad relativa, pero los ciclos de once años y medio de las manchas solares demuestran que era, en su juventud, una estrella variable. Durante los primeros tiempos de vuestro Sol, la contracción continua y el consiguiente aumento gradual de la temperatura iniciaron unas enormes convulsiones en su superficie. Estos levantamientos titánicos necesitaban tres días y medio para completar un ciclo de resplandor variable. Este estado variable, esta pulsación periódica, hicieron a vuestro Sol sumamente sensible a ciertas influencias externas que pronto iba a encontrar.
«El escenario del espacio local estaba así preparado para el origen excepcional de Monmatia, nombre de la familia planetaria de vuestro Sol, el sistema solar al que pertenece vuestro mundo. Menos del uno por ciento de los sistemas planetarios de Orvonton han tenido un origen semejante.
«Hace 4.500.000.000 de años, el enorme sistema de Angona empezó a aproximarse a los alrededores de este Sol solitario. El centro de este gran sistema era un gigante oscuro del espacio, sólido, muy cargado y con una enorme atracción gravitatoria.» LU 57:5.1-4
«A medida que Angona se iba acercando más al sol, en los momentos de máxima expansión durante las pulsaciones solares, se precipitaban al espacio chorros de material gaseoso, a manera de gigantescas lenguas solares. En un principio estas llameantes lenguas de gas invariablemente volvían a caer en el sol; sin embargo, al acercarse Angona cada vez más, la atracción de la gravedad del descomunal visitante se hizo tan fuerte que estas lenguas de gas se desprendían en ciertos puntos. Las raices volvían a caer en el sol, en tanto que las secciones exteriores se separaban para formar cuerpos independientes de materia, meteoritos solares, los cuales de inmediato comenzaban a girar en torno al sol en sus propias órbitas elípticas.» LU 57:5.5
«Mientras el sistema Angona se acercaba, las expulsiones solares se hacían cada vez más grandes; el sol arrojaba cada vez más materia, que se convertía en cuerpos independientes que circulaban por el espacio circundante. Esta situación se desarrolló durante quinientos mil años, hasta que Angona realizó su acercamiento más próximo al sol; después de lo cual el sol, conjuntamente con una de sus convulsiones internas periódicas, experimentó un quebrantamiento parcial; y en ese momento enormes volúmenes de materia se vertieron simultáneamente y desde lados opuestos. Del lado de Angona iba siendo atraída una vasta columna de gases solares, más bien puntiaguda hacia los dos extremos y marcadamente protuberante por el centro, que se desprendió permanentemente del control inmediato de la gravedad del sol.
«Esta gran columna de gases solares que de este modo se separó del sol posteriormente evolucionó para convertirse en los doce planetas del sistema solar. Los gases expulsados repercusionalmente del lado opuesto del sol en una compatibilidad mareomotriz con la extrusión de este gigantesco antepasado del sistema solar, se han condensado desde entonces para formar los meteoros y el polvo espacial del sistema solar; si bien buena parte de esta materia fue recobrada posteriormente por la gravedad solar a medida que el sistema Angona retrocedía al espacio remoto.» LU 57:5.6
«Aunque Angona acertó en alejar el material atávico de los planetas del sistema solar y el enorme volumen de materia que actualmente anda circulando alrededor del sol, como asteroides y meteoros, no captó para sí nada de esta materia solar. El sistema visitante no llegó a acercarse lo bastante como para robar efectivamente nada de la sustancia del sol, pero sí pasó suficientemente cerca para atraer al espacio intermedio todo el material que hoy en día comprende el sistema solar.» LU 57:5.8
«Los cinco planetas interiores y los cinco exteriores muy pronto se formaron en miniatura a partir de los núcleos que se enfriaban y condensaban en los extremos menos masivos y de forma ahusada de la inmensa protuberancia producida por la gravedad, la cual Angona había acertado en separar del sol; mientras que Saturno y Júpiter se formaron de las porciones centrales más masivas y protuberantes. La potente atracción de gravedad de Júpiter y Saturno desde un principio capturó la mayor parte del material que se le había robado a Angona tal como de ello da fe el movimiento retrógrado de ciertos satélites suyos.» LU 57:5.9
«Júpiter y Saturno, siendo derivados del mismo centro de la enorme columna de gases solares sobrecalentados, contenían tanto material solar altamente recalentado que relucían con luz brillante y emitían enormes volúmenes de calor; fueron en realidad, por un corto plazo tras su formación como cuerpos espaciales separados, soles secundarios. Estos dos, los más grandes de los planetas del sistema solar, hasta la fecha siguen siendo en gran parte gaseosos, no habiendo llegado siquiera a enfriarse aún hasta el punto de la condensación o solidificación totales.» LU 57:5.10
«Los núcleos gaseosos en contracción de los otros diez planetas pronto alcanzaron la etapa de solidificación y así empezaron a atraer hacia sí cantidades cada vez mayores de materia meteórica que circulaba por el espacio cercano. Los mundos del sistema solar, por ende, tuvieron un origen doble: núcleos de condensación de gases, incrementados más adelante por la captura de enormes cantidades de meteoros. De hecho, aún continúan capturando meteoros, pero en cantidades mucho menores.» LU 57:5.11
«Los planetas no giran alrededor del sol por el plano ecuatorial de su madre solar, lo cual harían si hubieran sido arrojados por la revolución solar. Más bien, se desplazan por el plano de la extrusión solar de Angona, que existió a un ángulo apreciable respecto del plano del ecuador solar.» LU 57:5.12
«Aunque Angona no pudo captar nada de la masa solar, vuestro sol sí le agregó a su familia planetaria en metamorfosis, material que iba circulando por el espacio del sistema visitante. Debido al intenso campo de gravedad de Angona, su familia planetaria tributaria seguía las órbitas a considerable distancia del gigante negro; y poco después de la extrusión de la masa atávica del sistema solar, mientras que Angona aún se hallaba en las inmediaciones del sol, tres de los planetas mayores del sistema Angona pasaron tan cerca del masivo antepasado del sistema solar que su atracción de gravedad, aumentada por la del sol, bastó para contrarrestar el abrazo de la gravedad de Angona y para separar permanentemente estos tres tributarios del viajero celestial.» LU 57:5.13
«Todo el material celestial del sistema solar derivado del sol estuvo originalmente dotado de un sentido homogéneo de paso orbital, y de no haber sido por la intromisión de estos tres cuerpos espaciales foráneos, todo el material del sistema solar seguiría manteniendo el mismo sentido de movimiento orbital. Sin embargo, el impacto de los tres tributarios de Angona interpuso nuevas y foráneas fuerzas direccionales en el sistema solar naciente con la aparición resultante del movimiento retrógrado. El movimiento retrógrado de todo sistema astronómico es siempre fortuito y aparece siempre como resultado del impacto de una colisión de cuerpos extraños del espacio. Puede que tales colisiones no siempre produzcan movimiento retrógrado; sin embargo, el movimiento retrógrado sólo aparece en sistemas que contienen masas de diversos origenes.» LU 57:5.14
«Después del nacimiento del sistema solar sobrevino un período de derrame solar menguante. En escala decreciente, durante otros quinientos mil años, el sol continuó vertiendo volúmenes cada vez menores de materia al espacio circundante. Mas durante estos tiempos primitivos de órbitas erráticas, cuando los cuerpos circundantes efectuaban su acercamiento más próximo al sol, la madre solar conseguía recobrar una gran porción de este material meteórico.» LU 57:6.1
«Los planetas más cercanos al sol fueron los primeros en sufrir una disminución de su velocidad giratoria, debido a la fricción mareomotriz. Tales influencias de la gravedad además contribuyen a la estabilización de las órbitas planetarias, y mientras que sirven de freno a la velocidad de la revolución axial del planeta, haciendo que un planeta vaya girando cada vez más lentamente hasta cesar la revolución axial, quedando un hemisferio del planeta siempre proyectado hacia el sol o algún cuerpo mayor, tal como lo demuestran el planeta Mercurio y la luna, que siempre da la misma cara hacia Urantia.» LU 57:6.2
«Cuando las fricciones mareomotrices de la luna y la tierra se igualen, la tierra siempre proyectará el mismo hemisferio hacia la luna, y el día y el mes serán análogos —con una duración de aproximadamente cuarenta y siete días. Cuando se alcance tal estabilidad de órbitas, las fricciones mareomotrices entrarán en acción inversa; ya no impulsarán la luna para que se aleje más de la tierra sino que acercarán paulatinamente este satélite al planeta. Luego, en aquel futuro lejano, cuando la luna se acerque hasta unos diez y siete mil seiscientos kilómetros de la tierra, la acción de la gravedad de ésta, hará que la luna se fracture y esta explosión ocasionada por la gravedad mareomotriz la hará añicos convirtiéndola en pequeñas partículas, que tal vez se arremolinen en torno al mundo a manera de anillos de materia, semejantes a los de Saturno, o bien, sean atraídos paulatinamente a la tierra como meteoros.» LU 57:6.3
«Si los cuerpos espaciales son similares en tamaño y densidad, pueden entrar en colisión. En cambio, si dos cuerpos espaciales de densidad similar son de una desigualdad relativa en cuanto al tamaño, y si el menor se va acercando progresivamente al mayor, el menor se fracturará cuando el radio de su órbita se vuelva menos de dos veces y media en comparación con el radio del cuerpo mayor. Las colisiones entre los gigantes del espacio son, en efecto, escasas; pero, las explosiones ocasionadas por la gravedad mareomotriz de cuerpos menores son bastante comunes.» LU 57:6.4
«Hace 4.000.000.000 de años se presenció la organización de los sistemas de Júpiter y Saturno con aspecto muy parecido a como hoy día se observan con la excepción de sus lunas, las cuales continuaron aumentando en tamaño durante varios miles de millones de años. De hecho, todos los planetas y satélites del sistema solar siguen creciendo como resultado de continuas capturas de meteoros.» LU 57:6.6
«Hace 3.500.000.000 de años los núcleos de condensación de los otros diez planetas quedaron bien formados, y los núcleos de la mayoría de las lunas quedaron intactos, aunque algunos de los satélites menores se unieron más adelante para formar las lunas mayores de hoy en día. Esta edad se puede considerar como la era de formación planetaria.
«Hace 3.000.000.000 de años el sistema solar funcionaba de forma muy parecida a la de hoy. Sus integrantes continuaban creciendo en tamaño a medida que los meteoros del espacio continuaban lloviéndoles a los planetas y a sus satélites a un ritmo prodigioso.
«Más o menos por estos tiempos vuestro sistema solar quedó asentado en el registro físico de Nebadon y se le dió el nombre de Monmatia.
«Hace 2.500.000.000 de años, los planetas habían aumentado inmensamente. Urantia era una esfera bien desarrollada como de una décima parte de su masa presente e iba creciendo a ritmo acelerado mediante el acrecentamiento meteórico.» LU 57:6.7
«El núcleo del sistema físico al que pertenecen vuestro sol y sus planetas asociados es el centro de la entonces nebulosa Andrónover. Esta nebulosa espiral anterior fue ligeramente distorsionada por las interrupciones de la gravedad asociadas con los acontecimientos que se relacionaban con el nacimiento de vuestro sistema solar, y que se ocasionaron por el acercamiento peligroso de una nebulosa grande vecina. Este casi choque transformó Andrónover en una agregación bastante globular pero no destruyó totalmente la procesión de doble dirección de los soles y de sus grupos físicos asociados. Vuestro sistema solar ocupa actualmente una posición relativamente central en uno de los brazos de esta espiral distorsionada, ubicada cerca de un punto intermedio desde el centro hacia afuera hacia los límites de la corriente estelar.» LU 15:3.6
«La mayoría de los sistemas solares, sin embargo, tuvieron un origen completamente diferente al vuestro, y esto se aplica también a aquellos que fueron producidos por la técnica de la gravedad mareomotriz. Pero cualquiera que sea la técnica que se aplique para la construcción de mundos, la gravedad siempre produce la creación del tipo de sistema solar, o sea un sol central o isla oscura con planetas, satélites, subsatélites y meteoros.» LU 41:10.2
«Aunque la creación y la organización de los universos corresponden por siempre al control de los Creadores infinitos y sus asociados, el entero fenómeno procede de acuerdo con una técnica ordenada y en conformidad con las leyes gravitatorias de la fuerza, energía y materia. Pero hay algo misterioso asociado con la carga de fuerza universal del espacio; nosotros comprendemos plenamente la organización de las creaciones materiales desde la etapa ultimatónica en adelante, pero no comprendemos plenamente el antepasado cósmico de los ultimatones. Confiamos en que estas fuerzas ancestrales tienen su origen en el Paraíso porque ellas oscilan por siempre a través del espacio ocupado en los contornos exactos y gigantescos del Paraíso. Aunque no responde a la gravedad del Paraíso, esta carga de fuerza del espacio, el antepasado de toda materialización, siempre responde a la presencia del Paraíso bajo, estando aparentemente dentro del circuito de entrada y salida del centro del Paraíso bajo.» LU 15:4.1
«Los organizadores de la fuerza paradisiacos transmutan la potencia espacial en fuerza primordial y evolucionan este potencial prematerial en manifestaciones primarias y secundarias de la energía de la realidad física. Cuando esta energía logra niveles donde responde a la gravedad, los directores de poder y sus asociados del régimen del superuniverso aparecen en la escena y comienzan sus manipulaciones interminables, diseñadas para establecer los múltiples circuitos de poder y los canales de energía de los universos del tiempo y del espacio. Así aparece la materia física en el espacio, y así se establece la escena para la inauguración de la organización del universo.» LU 15:4.2
«Esta segmentación de la energía es un fenómeno que jamás ha sido solucionado por los físicos de Nebadon. Su dificultad principal estriba en la inaccesibilidad relativa de los organizadores de la fuerza paradisiacos, ya que los directores vivientes del poder, aunque son competentes para ocuparse de la energía del espacio, no tienen el menor concepto del origen de las energías que manipulan tan inteligente y hábilmente.» LU 15:4.3
«Los organizadores de la fuerza paradisiacos son los originadores de las nebulosas; son capaces de iniciar alrededor de su presencia espacial los tremendos ciclones de fuerza que, una vez que se inician, no se pueden detener ni limitar jamás hasta que todas las fuerzas que todo lo saturan son movilizadas para la aparición final de las unidades ultimatónicas de la materia universal. Así entran a la existencia las nebulosas espirales y otras, las ruedas matrices de los soles de origen directo y de sus sistemas distintos. En el espacio exterior se pueden ver diez formas diferentes de nebulosas, fases de la evolución universal primaria, y estas vastas ruedas de energía tienen el mismo origen que tuvieron las de los siete superuniversos.» LU 15:4.4
«Las nebulosas varían grandemente en tamaño y en el número resultante y la masa agregada de sus vástagos estelares y planetarios. Al norte de los límites de Orvonton, pero todavía dentro del nivel espacial de este superuniverso, una nebulosa, que forma soles dentro del nivel espacial superuniversal, ya ha dado origen a aproximadamente cuarenta mil soles, y la rueda matriz sigue arrojando soles, la mayoría de los cuales son muchas veces más grandes que el vuestro. Algunas de las nebulosas más grandes del espacio exterior están originando hasta cien millones de soles.» LU 15:4.5
«Las nebulosas no están directamente relacionadas con ninguna de las unidades administrativas, tales como los sectores menores o los universos locales, aunque algunos universos locales han sido organizados a partir de los productos de una sola nebulosa. Cada universo local comprende exactamente una cien milésima parte de la carga total de energía de un superuniverso sea cual fuere su relación con las nebulosas, porque la energía no la organizan las nebulosas —está distribuida universalmente.» LU 15:4.6
«No todas las nebulosas espirales se ocupan de producir soles. Algunas han retenido el control de muchos de sus vástagos estelares segregados, y su apariencia espiral resulta por el hecho de que sus soles salen del brazo nebular en formación estrecha pero retornan por diversos caminos, facilitando así la observación en cierto punto pero haciendo más difícil su visualización cuando están vastamente separados en sus diferentes caminos de retorno, mucho más alejados del brazo de la nebulosa. No existen en este momento muchas nebulosas formadoras de soles activas en Orvonton, aunque es muy activa Andrómeda, la que está fuera del superuniverso habitado. Esta nebulosa vastamente distante es visible a simple vista, y cuando la visualicéis, considerad que la luz que de ella contempláis abandonó aquellos distantes soles casi un millón de años atrás.» LU 15:4.7
«La galaxia de la Vía Láctea está compuesta de vastos números de antiguas nebulosas espirales y de otras formas, muchas aún retienen su configuración original. Pero como resultado de las catástrofes interiores y de la atracción exterior, muchas de ellas han sufrido considerable distorsión y cambio de forma hasta el punto de que estas enormes agregaciones aparecen como gigantescas masas luminosas de soles flameantes, tales como la nube de Magallanes, el grupo estelar del tipo globular que predomina cerca de los límites exteriores de Orvonton.» LU 15:4.8
«Las vastas nubes estelares de Orvonton deben ser consideradas como agregaciones individuales de materia, comparables a las nebulosas separadas observables en las regiones espaciales fuera de la galaxia de la Vía Láctea. Muchas de las así llamadas nubes estelares del espacio, sin embargo, consisten únicamente en material gaseoso. El potencial de energía de estas nubes estelares gaseosas es increíblemente enorme, y parte de ésta es tomada por los soles cercanos y vuelta a enviar al espacio en forma de emanaciones solares.» LU 15:4.9
«Durante los tiempos más primitivos de la materialización del universo las regiones espaciales están salpicadas de vastas nubes de hidrógeno, precisamente tales como los cúmulos de polvo astronómico que actualmente caracterizan muchas regiones por todo el espacio remoto. Gran parte de la materia organizada que desintegran y dispersan los llameantes soles en forma de energía radiante originalmente se acumulaba en estas nubes primordiales de hidrógeno. Bajo ciertas condiciones insólitas la perturbación atómica también se da en el núcleo de las masas de hidrógeno mayores. Y todos estos fenómenos de formación y disolución de átomos, como ocurre en las nebulosas altamente recalentadas, van acompañados del surgimiento de una cantidad abrumadora de rayos espaciales cortos de energía radiante. Junto con estas diversas radiaciones hay una forma de energía espacial desconocida en Urantia.» LU 58:3.1
«La mayor parte de la masa contenida en los soles y planetas de un superuniverso se origina en las ruedas nebulosas; muy poco de la masa superuniversal está organizada por acción directa de los directores de poder (tal como en la construcción de las esferas arquitectónicas), aunque se origina una cantidad constantemente variable de materia en el espacio abierto.
«En cuanto al origen, la mayoría de los soles, planetas y otras esferas se pueden clasificar dentro de los siguientes diez grupos:
«1. Anillos concéntricos de contracción. No todas las nebulosas son espirales. Muchas inmensas nebulosas, en vez de partirse en un sistema estelar doble o evolucionar como espiral, se condensan por formación de anillos múltiples. Durante largos períodos tal nebulosa aparece como un enorme sol central, circundado por numerosas nubes gigantescas de formaciones de materia de apariencia anular que lo rodean.
«2. Las estrellas remolinadas. Comprenden aquellos soles que son arrojados de las grandes ruedas matrices de gases altamente recalentados. No se arrojan como anillos sino en progresiones hacia la derecha y hacia la izquierda. Las estrellas remolinadas también se originan en nebulosas que no son espirales.
«3. Planetas de explosión de la gravedad. Cuando nace un sol de una espiral o de una nebulosa en barras, frecuentemente es arrojado a una distancia considerable. Dicho sol es altamente gaseoso, posteriormente, después de haberse enfriado un poco y condensado, puede encontrarse por casualidad girando cerca de alguna masa enorme de energía, ya sea un sol gigantesco o una isla oscura del espacio; tal acercamiento puede no ser tan extremo como para ocasionar un choque, pero sí ser suficientemente estrecho como para permitir que la atracción de la gravedad del cuerpo más grande dé inicio a convulsiones mareomotrices en el más pequeño, iniciando así una serie de solevantamientos de marea que ocurren simultáneamente en los lados opuestos del sol convulsionando. En su máximo punto, estas erupciones explosivas producen una serie de agregaciones de materia de tamaño variado que pueden ser proyectadas más allá de la zona dominada por la gravedad del sol en erupción, estabilizándose así en órbitas propias alrededor de uno de los dos cuerpos que participan en este episodio. Más adelante, las agregaciones más grandes de mate-ria se unen y gradualmente atraen hacia ellas a los cuerpos más pequeños. De esta manera entran a la existencia muchos de los planetas sólidos de los sistemas menores. Vuestro propio sistema solar tuvo precisamente tal origen.
«4. Hijas planetarias centrífugas. Los soles enormes, cuando se encuentran en ciertas etapas de desarrollo, y si su velocidad de revolución se acelera grandemente, comienzan a arrojar grandes cantidades de materia que posteriormente puede reunirse para formar pequeños mundos que continúan girando alrededor del sol progenitor.
«5. Esferas con deficiencia de gravedad. Existe un límite crítico para el tamaño de las estrellas individuales. Cuando un sol alcanza ese límite, a menos que desacelere su velocidad de revolución, está destinado a partirse; ocurre la fisura del sol, y se origina una nueva estrella doble de esta variedad. Posteriormente se pueden formar numerosos planetas pequeños como producto colateral de esta gigantesca revolución.
«6. Estrellas de contracción. En los sistemas más pequeños el planeta exterior más grande a veces atrae a sí mismo a los mundos vecinos, mientras que aquellos planetas cercanos al sol comienzan su lanzamiento terminal. En vuestro sistema solar, tal fin significaría que los cuatro planetas más interiores serían atraídos por el sol, mientras que el planeta más grande, Júpiter, se agrandaría considerablemente porque captaría a los mundos restantes. Tal fin de un sistema solar daría como resultado la producción de dos soles adyacentes desiguales, un tipo de formación de estrella doble. Dichas catástrofes son poco frecuentes excepto en los límites de las agregaciones estelares del superuniverso.
«7. Esferas cumulativas. De la vasta cantidad de materia que circula en el espacio, se pueden acumular lentamente pequeños planetas. Estos crecen por agregado meteórico y por choques menores. En algunos sectores del espacio, las condiciones favorecen dicha forma de nacimiento planetario. Muchos de los mundos habitados han tenido dicho origen.
«Algunas islas oscuras densas son el resultado directo del agregado de energía de transmutación en el espacio. Otro grupo de estas islas oscuras se ha originado por la acumulación de enormes cantidades de materia fría, meros fragmentos y meteoros, que circulan por el espacio. Dichas agregaciones de materia nunca han sido calientes y, excepto por su densidad, su composición es muy similar a la de Urantia.
«8. Soles quemados. Algunas de las islas oscuras del espacio son soles aislados quemados, habiendo emitido toda su energía espacial disponible. Las unidades organizadas de la materia aproximan la condensación plena, una virtual consolidación completa; y se requieren edades tras edades para que dichas enormes masas de mate-ria altamente condensada se vuelvan a cargar en los circuitos del espacio y por lo tanto se preparen para nuevos ciclos de función universal después de un choque o de algún acontecimiento cósmico igualmente revivificador.
«9. Esferas de impacto. En aquellas regiones de agrupaciones más densas, los choques no son raros. Tremendos cambios de energía y transmutaciones de materia acompañan dicho reajuste astronómico. Los choques que comprenden soles muertos son peculiarmente influyentes en la creación de amplias fluctuaciones de energía. Los desechos del impacto frecuentemente constituyen los núcleos materiales para la formación subsiguiente de cuerpos planetarios adaptados a la habitación mortal.
«10. Mundos arquitectónicos. Éstos son los mundos que se construyen de acuerdo con planes y especificaciones para un propósito específico, tal como por ejemplo Salvington, la sede central de vuestro universo local, y Uversa, el asiento del gobierno de nuestro superuniverso.
«Existen numerosas otras técnicas para evolucionar soles y segregar planetas, pero los procedimientos antedichos sugieren los métodos por los cuales la vasta mayoría de los sistemas estelares y de las familias planetarias surgen a la existencia. Intentar describir todas las distintas técnicas que corresponden a las metamorfosis estelares y a la evolución planetaria requeriría la narración de casi cien modos distintos de formación solar y de origen planetario. A medida que vuestros astrónomos estudian los cielos, observarán fenómenos que indican todos estos modos de evolución estelar, pero raramente detectarán pruebas de la formación de aquellos grupos pequeños, no luminosos, de materia que sirven como planetas habitados, las más importantes de las vastas creaciones materiales.»LU 15:5.1
«Sea cual fuere el origen, las distintas esferas del espacio se pueden clasificar en las siguentes divisiones principales:
«1. Los soles: las estrellas del espacio.
«2. Las islas oscuras del espacio.
«3. Los cuerpos espaciales menores —cometas, meteoros y planetesimales.
«4. Los planetas, incluyendo los mundos habitados.
«5. Las esferas arquitectónicas —mundos hechos a medida.» LU 15:6.1
«Con la excepción de las esferas arquitectónicas, todos los cuerpos espaciales han tenido un origen evolucionario, evolucionario en el sentido de que no han sido traídos a la existencia por fíat de la Deidad, evolucionario en el sentido de que las acciones creadoras de Dios se han desarrollado mediante una técnica espacio-temporal a través de la operación de muchas de las inteligencias creadas y eventuadas por la Deidad.» LU 15:6.7
«Los soles. Éstas son las estrellas del espacio en sus distintas fases de existencia. Algunos son sistemas espaciales solitarios en evolución; otros son estrellas dobles, sistemas planetarios en contracción o en desaparición. Las estrellas del espacio existen en no menos de mil distintos estados y etapas. Vosotros estáis familiarizados con los soles que emiten luz acompañada de calor; pero también hay soles que brillan sin calor.» LU 15:6.8
«El superuniverso de Orvonton está iluminado y calentado por más de diez billones de soles flameantes. Estos soles son estrellas observables en vuestro sistema astronómico. Más de dos billones están demasiado distantes y son demasiado pequeños como para ser vistos desde Urantia. Pero en el universo maestro existen tantos soles como vasos de agua hay en los océanos de vuestro mundo.» LU 15:6.10
«Hay más de dos mil soles brillantes que arrojan luz y energía en Satania, y vuestro sol es un llameante globo normal. De los treinta soles más cercanos al vuestro, sólo tres son más brillantes. Los Directores del Poder Universal inician las corrientes especializadas de energía que funcionan entre cada estrella y sus respectivos sistemas. Estos hornos solares, juntamente con los gigantes oscuros del espacio, sirven a los centros de fuerza y a los controladores físicos como estaciones de paso para la concentración y direccionalización eficaz de los circuitos de energía de las creaciones materiales.» LU 41:3.1
«Cuando una rueda matriz nebular arroja soles demasiado grandes, éstos pronto se deshacen o forman estrellas dobles. Todos los soles son en un principio auténticamente gaseosos, aunque más tarde puedan existir, transitoriamente, en estado semilíquido. Cuando vuestro sol alcanzó este estado casi líquido de presión de supergás, no era lo suficientemente grande para partirse en forma ecuatorial, siendo éste un tipo de formación de estrellas dobles.» LU 41:3.3
«Cuando son menos de un décimo del tamaño de vuestro sol, estas esferas llameantes se contraen, se condensan y se enfrían rápidamente. Cuando son más de treinta veces su tamaño —más bien treinta veces el contenido bruto de materia real— los soles se dividen rápidamente en dos cuerpos separados, volviéndose centros de nuevos sistemas o bien permaneciendo cada uno dentro de la atracción de la gravedad del otro y girando alrededor de un centro común como un tipo de estrella doble.» LU 41:3.4
«La más reciente de las erupciones cósmicas principales en Orvonton fue la extraordinaria explosión estelar doble, la luz de la cual llegó a Urantia en el año 1572. Esta conflagración fue tan intensa que la explosión fue claramente visible a la luz del día.» LU 41:3.5
«Los soles de Nebadon no son distintos de los de otros universos. La composición material de todos los soles, islas oscuras, planetas y satélites, aún los meteoros, es muy idéntica. Estos soles tienen un diámetro medio de alrededor de un millón setecientos mil kilómetros, siendo el de vuestro propio globo solar ligeramente más corto. La estrella más grande en el universo, la nube estelar Antares, tiene un diámetro cuatrocientas cincuenta veces mayor que el de vuestro sol y su volumen es sesenta millones de veces mayor. Pero hay abundante espacio para albergar a todos estos enormes soles. Tienen tanto espacio, comparativamente, como el que tendría una docena de naranjas circulando a través del interior de Urantia, si el planeta fuera un globo vacío.» LU 41:3.2
«No todas las estrellas son sólidas, pero muchas de las más antiguas lo son. Algunas de las estrellas rojizas, que brillan ligeramente, han adquirido una densidad en el centro de sus enormes masas que podría ser expresada diciendo que un centímetro cúbico de dicha estrella, si estuviesen en Urantia, pesaría ciento setenta y seis kilos. La enorme presión, acompañada por pérdida de calor y de energía circulante, ha dado como resultado un acercamiento cada vez mayor de las órbitas de las unidades materiales básicas, que ahora están muy cerca de un estado de condensación electrónica. Este proceso de enfriamiento y contracción puede continuar hasta el punto limitante y crítico de explosión de condensación ultimatónica.» LU 41:3.6
«La mayor parte de los soles gigantes son relativamente jóvenes; la mayoría de las estrellas enanas, aunque no todas, son antiguas. Las estrellas enanas de choque pueden ser muy jóvenes y pueden brillar con una intensa luz blanca, sin haber pasado por una etapa roja inicial de brillo juvenil. Generalmente tanto los soles muy jóvenes como los muy viejos brillan con un brillo rojizo. El brillo amarillento indica juventud moderada o ancianidad próxima, pero la luz blanca brillante significa vida adulta, robusta y prolongada.» LU 41:3.7
«Aunque los soles adolescentes no pasan por una etapa de pulsación, por lo menos no visiblemente, al mirar al espacio tal vez podáis observar muchas de estas estrellas más jóvenes, cuyas gigantescas olas respiratorias requieren de dos a siete días para completar un ciclo. Vuestro propio sol aún lleva una herencia en disminución de las poderosas exhalaciones de sus días más jóvenes, pero el ritmo se ha prolongado, de las anteriores pulsaciones de tres días y medio, a ciclos de manchas solares de once años y medio cada uno.» LU 41:3.8
«Algunas de las estrellas variables, en el estado de máxima pulsación, o cerca del mismo, están a punto de dar origen a sistemas subsidiarios, muchos de los cuales serán finalmente como vuestro propio sol y sus planetas giratorios. Vuestro sol estaba en igual estado de pulsación vigorosa cuando se acercó el masivo sistema de Angona, y la superficie exterior del sol comenzó a expeler verdaderas corrientes —capas continuas— de materia. Esto prosiguió con una violencia constantemente en aumento hasta la aposición más cercana, momento en el cual se alcanzaron los límites de la cohesión solar y un vasto pináculo de materia, el ancestro del sistema solar, fue expulsado. En circunstancias similares la aproximación más cercana del cuerpo de atracción a veces despega planetas enteros, hasta un cuarto o un tercio de un sol. Estas grandes efusiones forman ciertos tipos peculiares de mundos con nubes, esferas muy parecidas a Júpiter y Saturno.» LU 41:10.1
«Las variables estelares tienen numerosos orígenes. En algunas estrellas dobles, las mareas causadas por las distancias en rápido cambio a medida que los dos cuerpos giran alrededor de sus órbitas también ocasionan fluctuaciones periódicas de la luz. Estas variaciones de la gravedad producen fulgores regulares y recurrentes, del mismo modo que la captación de los meteoros por acrecentamiento de material de energía en la superficie darían como resultado un fulgor de luz comparativamente repentino que velozmente volvería al brillo normal de ese sol. A veces un sol capta una corriente de meteoros en una línea de oposición disminuida a la gravedad, y ocasionalmente los choques producen estallidos estelares, pero la mayoría de dichos fenómenos se debe totalmente a las fluctuaciones internas.»
«El período de fluctuación de la luz, en un grupo de estrellas variables, depende directamente de la luminosidad, y el conocimiento de este hecho permite a los astrónomos utilizar estos soles como faros universales, o puntos de medición precisos, para explorar ulteriormente los enjambres distantes de estrellas. Con esta técnica es posible medir las distancias estelares con mayor precisión hasta más allá de un millón de años luz de distancia.» LU 41:3.9
Aunque gaseoso, la gravedad específica de nuestro sol es de uno y medio.
«La masa de vuestro sol es ligeramente mayor que la estimación de vuestros físicos, quienes la han calculado como alrededor de 1,8 mil cuadrillones (1,8 x 1027) de toneladas. Ahora se encuentra más o menos a medio camino entre las estrellas de mayor densidad y las más difusas, teniendo alrededor de una vez y media la densidad del agua. Pero vuestro sol no es ni líquido ni sólido —es gaseoso— y esto es verdad a pesar de la dificultad de explicar cómo la materia gaseosa puede alcanzar esta densidad y aun densidades mucho mayores.» LU 41:4.1
Estado físico y densidad—supergases.
«Los estados gaseoso, líquido y sólido son asuntos de relaciones atómico-moleculares, pero la densidad es una relación del espacio y la masa. La densidad varía directamente con la cantidad de masa en el espacio e inversamente con la cantidad de espacio en la masa, el espacio entre los núcleos centrales de la materia y las partículas que giran alrededor de estos centros, así como también el espacio dentro de estas partículas materiales.» LU 41:4.2
«Las estrellas que se están enfriando pueden ser físicamente gaseosas y tremendamente densas al mismo tiempo. Vosotros no estáis familiarizados con los supergases solares, pero estas y otras formas poco comunes de la materia explican cómo aun los soles no sólidos pueden alcanzar una densidad igual al hierro —aproximadamente la misma que Urantia— y sin embargo estar en un estado gaseoso altamente recalentado y continuar funcionando como soles. Los átomos en estos supergases densos son excepcionalmente pequeños; contienen pocos electrones. Dichos soles también han perdido en gran parte sus ultimatones libres de almacenamiento de energía.» LU 41:4.3
Densidad comparativa de los soles.
«Uno de los soles cercanos a vosotros, que comenzó la vida aproximadamente con la misma masa que el vuestro, se ha contraído actualmente a un tamaño como el de Urantia, habiéndose vuelto cuarenta mil veces más denso que vuestro sol. El peso de este sólido-gaseoso, caliente-frío, es aproximadamente de cincuenta y cinco kilogramos por centímetro cúbico. Y aun este sol brilla con un brillo leve rojizo, el resplandor senil de un moribundo monarca de luz.» LU 41:4.4
«El masivo sol de Veluntia, uno de los más grandes en Orvonton, tiene una densidad que tan sólo es una milésima parte de la de la atmósfera de Urantia. Si su composición fuese similar a la de vuestra atmósfera y no estuviese supercalentada, sería tan vacío que los seres humanos se sofocarían rápidamente si estuviesen en él o dentro de él.» LU 41:4.6
«Otro de los gigantes de Orvonton ahora tiene una temperatura en la superficie aproximadamente de mil seiscientos grados ©. Su diámetro es de más de cuatrocientos ochenta millones de kilómetros —amplio lugar para acomodar vuestro sol y la órbita actual de la tierra. Y sin embargo, a pesar de su enorme tamaño, más de cuarenta millones de veces el de vuestro sol, su masa es tan sólo treinta veces mayor. Estos enormes soles tienen un reborde de exceso que alcanza casi de uno al otro.» LU 41:4.7
Función energética de los soles.
«Existen numerosas otras técnicas para evolucionar soles y segregar planetas, pero los procedimientos antedichos sugieren los métodos por los cuales la vasta mayoría de los sistemas estelares y de las familias planetarias surgen a la existencia. Intentar describir todas las distintas técnicas que corresponden a las metamorfosis estelares y a la evolución planetaria requeriría la narración de casi cien modos distintos de formación solar y de origen planetario. A medida que vuestros astrónomos estudian los cielos, observarán fenómenos que indican todos estos modos de evolución estelar, pero raramente detectarán pruebas de la formación de aquellos grupos pequeños, no luminosos, de materia que sirven como planetas habitados, las más importantes de las vastas creaciones materiales.» LU 15:5.14
«Sólo los soles que funcionan en los canales directos de las corrientes principales de la energía universal pueden brillar por siempre. Dichos hornos solares arden indefinidamente, siendo capaces de reponer sus pérdidas materiales tomando energía de la fuerza espacial y de otras energías análogas circulantes. Pero las estrellas muy alejadas de estos canales principales de carga están destinadas a sufrir un agotamiento de energía —enfriarse gradualmente y finalmente apagarse.» LU 41:7.14
«Estos soles muertos o moribundos pueden ser rejuvenecidos por el impacto de un choque o pueden recargarse por ciertas no luminosas islas de energía del espacio o a través de la atracción de la gravedad, ‘roban’ a los soles o sistemas más pequeños cercanos. La mayoría de los soles muertos serán revivificados mediante estas u otras técnicas evolucionarias. Los que finalmente no se así recarguen están destinados a sufrir la desintegración por explosión de la masa, cuando la condensación gravitacionaria llegue al nivel crítico de la condensación ultimatónica de la presión energética. Dichos soles que desaparecen se convierten de este modo en energía de la forma más rara, admirablemente adaptada a energizar a otros soles más favorablemente ubicados.» LU 41:7.15
Temperatura de los soles.
«La temperatura interior de muchos de los soles, aun el vuestro, es mucho más alta de lo que se cree comúnmente. En el interior de un sol prácticamente no existen átomos enteros; están todos más o menos desintegrados por el bombardeo intenso de los rayos X que es característico a tales temperaturas elevadas. Sean cuales fueran los elementos materiales que puedan aparecer en las capas exteriores de un sol, los que están en el interior se vuelven muy similares por la asociación disociativa de los rayos X destructores. Los rayos X son grandes niveladores de la existencia atómica.
«La temperatura de la superficie de vuestro sol es casi 3.300 grados ©, pero aumenta rápidamente al penetrar en el interior hasta llegar a una elevación increíble de alrededor de 19.400.000 de grados © en las regiones centrales. (Todas estas temperaturas se refieren a vuestra escala Celsius).» LU 41:7.1
«Existe un manto regulador de gases calientes (a veces con millones de grados de temperatura) que envuelve los soles, y que actúa para estabilizar la pérdida de calor y prevenir de otra manera las fluctuaciones peligrosas de la disipación del calor. Durante la vida activa de un sol, la temperatura interior de 19.400.000 de grados © permanece aproximadamente la misma sin relación alguna con la caída progresiva de la temperatura exterior.» LU 41:7.11
Fuentes de energía solar.
«Todos estos fenómenos son indicativos de un enorme gasto de energía, y las fuentes de energía solar, enumeradas en orden de importancia, son:
«1. Aniquilación de los átomos y eventualmente de los electrones.
«2. Transmutación de los elementos, incluyendo el grupo radioactivo de energías así liberadas.
«3. La acumulación y transmisión de ciertas energías espaciales universales.
«4. Materia espacial y meteoros que incesantemente se precipitan en los soles ardientes.
«5. La contracción solar; el enfriamiento y contracción consecuente de un sol, produce energía y calor a veces mayores que los que son proporcionados por la materia espacial.
«6. La acción de la gravedad a altas temperaturas transforma cierto poder circuitizado, en energías radioactivas.
«7. La luz y otra materia recaptada que son atraídas de vuelta al sol después de haberlo dejado, juntamente con otras energías que tienen origen extrasolar.» LU 41:7.3
19 millones de grados ©—el punto de ebullición electrónico.
«Podríais tratar de visualizar 19.400.000 de grados © de calor, en asociación con ciertas presiones de la gravedad, como el punto de ebullición electrónico. Bajo dicha presión y a esa temperatura todos los átomos están degradados y desintegrados en sus componentes electrónicos y otros componentes ancestrales; aun los electrones y otras asociaciones de ultimatones pueden desintegrarse, pero los soles no son capaces de degradar los ultimatones.
«Estas temperaturas solares operan para acelerar enormemente los ultimatones y los electrones, por lo menos aquellos que continúan existiendo bajo estas condiciones. Os apercibiréis de lo que significa la temperatura elevada en el sentido de la aceleración de las actividades ultimatónicas y electrónicas cuando consideréis que una gota de agua común contiene más de mil trillones [1021] de átomos. Esto equivale a la energía de más de cien caballos de vapor ejercida continuamente durante dos años. El calor total emitido ahora por el sol del sistema solar cada segundo es suficiente para hervir toda el agua de todos los océanos de Urantia en tan sólo un segundo de tiempo.» LU 41:7.12
«La estabilidad del sol es completamente dependiente del equilibrio entre la gravedad y el calor —tremendas presiones contrabalanceadas por temperaturas inimaginables. La elasticidad del gas interior de los soles mantiene las capas superpuestas de materiales varios, y cuando la gravedad y el calor están en equilibrio, el peso de los materiales exteriores iguala exactamente la presión de la temperatura de los gases subyacentes e interiores. En muchas de las estrellas más jóvenes la condensación gravitacionaria continuada produce temperaturas internas en constante aumento y a medida que aumenta el calor interior, la presión interior de los rayos X de los vientos del supergás pasa a ser tan grande que, en conexión con el movimiento centrífugo, un sol comienza a arrojar sus capas exteriores hacia el espacio, compensando así la falta de equilibrio entre la gravedad y el calor.» LU 41:9.4
«Vuestro propio sol ha alcanzado desde hace mucho tiempo un equilibrio relativo entre sus ciclos de expansión y contracción, aquellas alteraciones que producen las gigantescas pulsaciones de muchas de las estrellas más jóvenes. Vuestro sol está ahora saliendo de su seis mil millonésimo año. En el momento presente está funcionando a través del período de economía más grande. Brillará con la eficiencia actual por más de veinticinco mil millones de años. Probablemente experimentará un período de declinación parcialmente eficiente que será tan largo como la combinación de los dos períodos, el de su juventud y el de su funcionamiento estabilizado.» LU 41:9.5
«Los soles más grandes mantienen un control de la gravedad tal sobre sus electrones que la luz escapa solamente con la ayuda de los poderosos rayos X. Estos rayos ayudantes penetran todo el espacio y se involucran en el mantenimiento de las asociaciones básicas ultimatónicas de energía. Las grandes pérdidas de energía en los primeros días de un sol, después de alcanzar su máxima temperatura, hasta 19.400.000 de grados ©, no se deben tanto al escape de luz como a las pérdidas de ultimatones. Estas energías ultimatónicas escapan hacia el espacio, para participar en la aventura de la asociación electrónica y la materialización de la energía, como una verdadera explosión de energía durante las épocas adolescentes de los soles.» LU 41:9.1
«En grandes soles —pequeñas nebulosas circulares— cuando se agota el hidrógeno y sobreviene la contracción gravitacionaria, si dicho cuerpo no es suficientemente opaco como para retener la presión interna de apoyo para las regiones gaseosas exteriores, se produce un colapso repentino. Los cambios de gravedad eléctrica dan origen a vastas cantidades de pequeñas partículas sin potencial eléctrico, y tales partículas rápidamente escapan del interior solar, desencadenando así la desintegración de un sol gigantesco en unos pocos días. Fue una emigración de estas «partículas fugitivas» la que ocasionó la desintegración de la nova gigantesca en la nebulosa Andrómeda hace unos cincuenta años. Este vasto cuerpo estelar se desintegró en cuarenta minutos del tiempo de Urantia.» LU 41:8.3
«Las islas oscuras del espacio. Éstos son los soles muertos y otras agregaciones grandes de materia carentes de luz y calor. Las islas oscuras a veces son enormes en cuanto a su masa y ejercen una influencia poderosa en el equilibrio y en la manipulación de la energía en el universo. La densidad de algunas de estas grandes masas es casi increíble. Y esta gran concentración de masa permite que estas islas oscuras funcionen como poderosas ruedas de equilibrio, controlando eficazmente grandes sistemas vecinos. Mantienen el equilibrio gravitacionario del poder en muchas constelaciones; muchos sistemas físicos que de otro modo irían rápidamente hacia su destrucción en los soles vecinos son mantenidos certeramente dentro de la atracción de la gravedad de estas islas oscuras guardianas. Es por esta función por que podemos ubicarlas con precisión. Hemos medido la atracción de la gravedad de los cuerpos luminosos, y por lo tanto podemos calcular el tamaño y ubicación exacta de las islas oscuras del espacio que tan eficazmente funcionan para mantener en su curso un sistema determinado.» LU 15:6.11
«Cuerpos espaciales menores. Los meteoros y otras pequeñas partículas de materia que circulan y evolucionan en el espacio constituyen un enorme agregado de energía y sustancia material.»
«Muchos cometas son los descendientes salvajes y no estabilizados de las ruedas madres solares, que se van poniendo gradualmente bajo el control del sol central dominante. Los cometas tienen también otros numerosos orígenes. La cola de un cometa se dirige en sentido contrario al cuerpo o al sol que lo atrae debido a la reacción eléctrica de sus gases extremadamente extendidos y a causa de la presión real de la luz y de otras energías que emanan del sol. Este fenómeno constituye una de las pruebas evidentes de la realidad de la luz y de sus energías asociadas; demuestra que la luz tiene peso. La luz es una sustancia real, y no simplemente las ondulaciones de un éter hipotético.» LU 15:6.12-13
«Los planetas. Éstas son las agregaciones más grandes de materia que siguen una órbita alrededor de un sol o de algún otro cuerpo espacial; oscilan en su tamaño desde lo planetesimal hasta enormes esferas gaseosas, líquidas o sólidas. Los mundos fríos que se han agregado por la recolección de material espacial flotante, cuando están en relación apropiada con un sol cercano, son los planetas más ideales para cobijar a habitantes inteligentes. Los soles muertos no son, en general, adaptables a la vida; están generalmente demasiado lejos de un sol vivo flameante y además son generalmente demasiado masivos; la gravedad es tremenda a nivel de la superficie.
«En vuestro superuniverso no existe un planeta frío en cuarenta que sea habitable por seres de vuestra orden. Y, naturalmente, los soles supercalentados y los mundos exteriores frígidos no son adecuados para cobijar una vida elevada. En vuestro sistema solar, en el presente existen sólo tres planetas que pueden cobijar la vida. Urantia, por su tamaño, densidad y ubicación, es en muchos respectos, ideal para la habitación humana.» LU 15:6.14
«Las leyes de la conducta de la energía física son básicamente universales, pero las influencias locales tienen mucho que ver con las condiciones físicas que prevalecen en los planetas individuales y en los sistemas locales. Una variedad casi infinita de criaturas y otras manifestaciones vivientes caracteriza los incontables mundos del espacio. Existen sin embargo ciertos puntos de similaridad en un grupo de mundos asociados de un sistema específico, mientras que también existe un modelo universal de vida inteligente. Hay relaciones físicas entre aquellos sistemas planetarios que pertenecen al mismo circuito físico, y que se siguen estrechamente unos a otros en la oscilación sin fin alrededor del círculo de los universos.» LU 15:6.16
«Las miríadas de sistemas planetarios se formaron para que finalmente las habitaran muchos tipos diferentes de criaturas inteligentes, seres que pudieran conocer a Dios, recibir el afecto divino, y amarle a su vez. El universo de universos es la obra de Dios y la morada de sus diversas criaturas. «Dios creó los cielos y formó la tierra; estableció el universo y no creó este mundo en vano; para que fuera habitado lo creó».» LU 1:0.2
«El número granuniversal de vuestro mundo, Urantia, es 5.342.482.337.666. Ése es el número de registro en Uversa y en el Paraíso, vuestro número en el catálogo de los mundos habitados. Conozco el número de registro de las esferas físicas, pero es de tamaño tan extraordinario que tendría muy poco significado práctico para la mente mortal.» LU 15:14.8
«Urantia está comparativamente aislada en las afueras de Satania, vuestro sistema solar, siendo, con una excepción, el más alejado de Jerusem, mientras que Satania misma está próxima al sistema más alejado en Norlatiadek, y esta constelación está atravesando ahora el límite exterior de Nebadon. Os contabais verdaderamente entre las más humildes de todas las creaciones, hasta el momento en que el autootorgamiento de Micael elevó vuestro planeta a una posición de honor y gran atención universal. A veces el último será el primero, así como verdaderamente el más humilde se torna el más grande.» LU 41:10.5
«Aunque cada gobierno superuniversal preside cerca del centro de los universos evolucionarios de su segmento espacial, éste ocupa un mundo hecho a medida y poblado por personalidades acreditadas. Estos mundos sede central son esferas arquitectónicas, cuerpos espaciales específicamente construidos para su propósito especial. Aunque comparten la luz de los soles cercanos, estas esferas están iluminadas y calentadas independientemente. Cada una tiene un sol que emite luz sin calor, como los satélites del Paraíso, y se calientan por la circulación de ciertas corrientes de energía cerca de la superficie de la esfera. Estos mundos de sede central pertenecen a uno de los sistemas más grandes situados cerca del centro astronómico de sus superuniversos respectivos.»LU 15:7.1
«Los mundos sede central de los siete superuniversos comparten la naturaleza y grandeza del Paraíso, su modelo original central de perfección. En realidad, todos los mundos sede central son paradisiacos. Son, en efecto, moradas celestiales, y van aumentando en tamaño material, belleza morontial, y gloria espiritual desde Jerusem hasta la Isla central. Y todos los satélites de estos mundos sede central también son esferas arquitectónicas.» LU 15:7.3
«La creación de la energía y el otorgamiento de vida son prerrogativas del Padre Universal y de sus personalidades Creadoras asociadas. El río de la energía y de la vida es un manantial continuo que proviene de las Deidades, el caudal universal y unido de la fuerza paradisiaca que sale hacia todo el espacio. Esta energía divina impregna toda la creación. Los organizadores de la fuerza inician aquellos cambios e instituyen aquellas modificaciones de la fuerza espacial que resultan en energía; los directores del poder transmutan la energía en materia; de este modo nacen los mundos materiales. Los Portadores de Vida inician aquellos procesos en la materia muerta que llamamos vida, vida material. Los Supervisores de Poder Morontial del mismo modo actúan en todos los reinos de transición entre los mundos materiales y los espirituales. Los Creadores espirituales más elevados inauguran procesos similares en las formas divinas de energía, y de allí nacen las formas espirituales más elevadas de la vida inteligente." LU 42:1.5