© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
«Somos todos parte de la familia de Dios, y por lo tanto a veces debemos participar de la disciplina de la familia. Muchas de las acciones de Dios que tanto nos perturban y confunden son el resultado de las decisiones y dictámenes finales de la omnisapiencia, que facultan al Actor Conjunto a ejecutar la elección de la voluntad infalible de la mente infinita, a hacer cumplir las decisiones de la personalidad de perfección, cuyo examen, visión, y solicitud abarcan el bienestar más elevado y eterno de toda su vasta y extendida creación.» LU 3:2.9
«Ocurre pues que vuestro punto de vista, aislado, seccional, finito, burdo y altamente materialista, y las limitaciones inherentes a la naturaleza de vuestro ser constituyen tal impedimento que sois incapaces de ver, comprender o conocer la sabiduría y bondad de muchos de los actos divinos que os parecen cargados de una crueldad tan aplastante y caracterizados por la indiferencia tan extrema para el consuelo y bienestar, la felicidad planetaria y la prosperidad personal de vuestros semejantes. Es a causa de las limitaciones de la visión humana, es debido a vuestro entendimiento restringido y a vuestra comprensión finita, que equivocáis los motivos de Dios y pervertís sus propósitos. Pero muchas cosas ocurren en los mundos evolutivos que no corresponden a las acciones personales del Padre Universal.» LU 3:2.10
«Por muchas épocas los habitantes de Urantia han interpretado erróneamente la providencia de Dios. Hay una providencia divina trabajando en vuestro mundo, pero no se trata del ministerio infantil, arbitrario y material que muchos mortales han concebido. La providencia de Dios consiste en las actividades entrelazadas de los seres celestiales y de los espíritus divinos que, de acuerdo con las leyes cósmicas, laboran incesantemente por el honor de Dios y para el desarrollo espiritual de sus hijos en el universo.» LU 4:1.1
«¿No podéis vosotros acaso desarrollar vuestro concepto sobre el trato de Dios con el hombre hasta el punto de reconocer que la consigna del universo es progreso? A través de prolongadas edades la raza humana ha luchado para llegar a su estado actual. A lo largo de todos estos milenios la Providencia ha estado laborando en el plan de la evolución progresiva. Estas dos ideas no son opuestas en la práctica, sino tan sólo en los conceptos erróneos del hombre. La providencia divina no se enlista jamás en oposición al verdadero progreso humano, tanto temporal como espiritual. La providencia está siempre de acuerdo con la naturaleza inmutable y perfecta del supremo Legislador.» LU 4:1.2
«Cuando imaginéis al Padre como creador original y al Hijo como administrador espiritual, debéis pensar en la Tercera Fuente y Centro como coordinador universal, un ministro de cooperación ilimitada. El Actor Conjunto es el correlacionador de toda realidad actual; es el depositario divino del pensamiento del Padre y de la palabra del Hijo, y en acción es eternamente respetuoso de la absolutez material de la Isla central. La Trinidad del Paraíso ha establecido el orden universal del progreso, y la providencia de Dios está bajo el dominio del Creador Conjunto y del Ser Supremo en evolución. Ninguna realidad actual o en vías de actualización puede escapar a la relación final con la Tercera Fuente y Centro.» LU 9:1.3
«Moisés creía en la Providencia; estaba profundamente influido por las doctrinas de Egipto sobre el control sobrenatural del Nilo y de los demás elementos de la naturaleza. Tenía una gran visión de Dios, pero era totalmente sincero al enseñar a los hebreos que, si obedecían a Dios, «te amará, te bendecirá y te multiplicará. Multiplicará el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra —tu grano, tu vino, tu aceite y tus rebaños. Prosperarás por sobre todos los pueblos, y el Señor tu Dios te quitará toda enfermedad y no te dará ninguna de las malas plagas de Egipto». Incluso dijo: «Acuérdate del Señor tu Dios, porque él es quien te da el poder para hacer las riquezas». «Prestarás a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado. Tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio».» LU 96:5.4 Dt 7:12-15.
«La providencia no significa que Dios ha decidido todo para nosotros y por adelantado. Dios nos ama demasiado como para hacer eso, porque eso sería prácticamente tiranía cósmica. El hombre tiene poderes relativos de elección. Tampoco es el amor divino, ese afecto miope que mimaría y consentiría a los hijos del hombre.» LU 118:10.1
«Los Dioses tienen atributos pero la Trinidad tiene funciones, y como la Trinidad, la providencia es una función, el compuesto del supercontrol distinto de personal del universo de los universos, que se extiende de los niveles evolucionarios del Séptuple, sintetizándose en poder del Todopoderoso hasta los dominios trascendentales de la Ultimidad de la Deidad.» LU 118:10.4
«Dios ama a cada criatura como a un hijo, y ese amor acompaña a cada criatura a lo largo de todo el tiempo y de la eternidad. La providencia funciona respecto al total y trata de la función de cualquier criatura en cuanto tal función esté relacionada con el total. La intervención providencial respecto de un ser específico es indicativa de la importancia de la función de ese ser en cuanto al crecimiento evolucionario de algún total; dicho total puede ser la raza total, la nación total, el planeta total o aun un total más elevado. Es la importancia de la función de la criatura la que ocasiona la intervención providencial, no la importancia de la criatura como persona.» LU 118:10.5
«Sin embargo, el Padre como persona puede en cualquier momento interponer una mano paterna en la corriente de los acontecimientos cósmicos, todo de acuerdo con la voluntad de Dios y en consonancia con la sabiduría de Dios y motivado por el amor de Dios.
«Lo que el hombre llama providencia es demasiado frecuentemente el producto de su propia imaginación, la yuxtaposición fortuita de las circunstancias del azar. Existe sin embargo una providencia real y emergente en el reino finito de la existencia universal, una correlación verdadera y actualizante de las energías del espacio, los movimientos del tiempo, los pensamientos del intelecto, los ideales del carácter, los deseos de las naturalezas espirituales y las acciones volitivas determinadas de las personalidades en evolución. Las circunstancias de los mundos materiales encuentran integración finita final en las presencias entrelazadas del Supremo y del Último.» LU 118:10.6
«Algunas de las condiciones sorprendentemente fortuitas que ocasionalmente prevalecen en los mundos evolucionarios pueden ser debidas a la presencia en gradual emergencia del Supremo, la anticipación de sus actividades universales futuras. La mayor parte de lo que un mortal llamaría providencial no lo es; su juicio en estos asuntos está muy dificultado por la falta de visión perspicaz en los verdaderos significados de las circunstancias de la vida. Mucho de lo que un mortal llamaría buena suerte puede ser en realidad mala suerte; la sonrisa de la fortuna, que dona tiempo libre no ganado y riqueza no merecida puede ser la mayor de las aflicciones humanas; la crueldad aparente del hado perverso que acumula tribulaciones sobre un mortal sufriente puede ser en realidad un fuego templador que está transmutando el hierro blando de la personalidad inmadura en el acero duro del verdadero carácter.» LU 118:10.9
«Existe una providencia en los universos en evolución, y las criaturas pueden descubrirla hasta el punto en que ellas hayan alcanzado la capacidad de percibir el propósito de los universos en evolución. La capacidad completa de discernir los propósitos universales equivale a haber completado la evolución de la criatura y se puede expresar de otra manera como el logro del Supremo dentro de los límites del estado presente de los universos incompletos.
«El amor del Padre actúa directamente en el corazón del individuo, independientemente de las acciones o reacciones de todos los demás individuos; la relación es personal —hombre y Dios. La presencia impersonal de la Deidad (el Supremo Todopoderoso y la Trinidad del Paraíso) manifiesta respeto por el todo y no por la parte. La providencia del supercontrol de la Supremacía se vuelve cada vez más aparente a medida que las sucesivas partes del universo progresan en el logro de los destinos finitos. A medida que los sistemas, constelaciones, universos y superuniversos se establecen en luz y vida, el Supremo emerge cada vez más como correlativo significativo de todo lo que ocurre, mientras que el Último emerge gradualmente como unificador trascendental de todas las cosas.» LU 118:10.10
«En un planeta de este orden avanzado, la providencia se ha vuelto una actualidad, las circunstancias de la vida están correlacionadas, pero esto no se debe solamente a que el hombre ha llegado a dominar los problemas materiales de su mundo; es también porque ha comenzado a vivir de acuerdo con la tendencia de los universos; está siguiendo el camino de la Supremacía para el logro del Padre Universal.» LU 118:10.16
«El reino de Dios está en el corazón de los hombres; y cuando este reino se vuelve actual en el corazón de cada individuo de un mundo, la regla de Dios se ha vuelto actual en el planeta; ésta es la soberanía lograda del Ser Supremo.
«Para realizar la providencia en el tiempo el hombre debe cumplir la tarea de alcanzar la perfección. Pero el hombre aun ahora puede saborear por adelantado esta providencia en sus significados eternos cuando discurre en el hecho universal de que todas las cosas, ya sean buenas o malas, cooperan para el avance de los mortales que conocen a Dios en su búsqueda del Padre de todo.» LU 118:10.17
«La providencia se vuelve cada vez más discernible a medida que los hombres se dirigen hacia arriba desde lo material a lo espiritual. El logro del discernimiento espiritual completado permite que la personalidad ascendente detecte armonía en lo que hasta ese momento era caos. Aun la mota morontial representa un avance real en esta dirección.» LU 118:10.19
«La providencia es en parte el supercontrol del Supremo incompleto manifestada en los universos incompletos, y por lo tanto por siempre debe ser:
«1. Parcial — debido a la condición incompleta de la actualización del Ser Supremo;
«2. Imprevisible — debido a las fluctuaciones de la actitud de la criatura, que por siempre varía de un nivel a otro, causando así aparentemente una respuesta variable recíproca en el Supremo.» LU 118:10.20
«Cuando los hombres oran para requerir la intervención providencial en las circunstancias de la vida, muchas veces la respuesta a sus oraciones es su propia actitud cambiada hacia la vida. Pero la providencia no es caprichosa, tampoco es fantástica ni mágica. Es la emergencia lenta y segura del soberano poderoso de los universos finitos, cuya presencia majestuosa detectan ocasionalmente las criaturas en evolución en sus progresiones universales. La providencia es la marcha segura y certera de las galaxias del espacio y de las personalidades del tiempo hacia las metas de la eternidad, primero en el Supremo, luego en el Último y tal vez en el Absoluto. Y en la infinidad creemos que existe la misma providencia y que ésta es la voluntad, las acciones, el propósito de la Trinidad del Paraíso que motiva así el panorama cósmico de universos tras universos.» LU 118:10.23
«A medida que los sistemas, constelaciones, universos y superuniversos se establecen en luz y vida, el Supremo emerge cada vez más como correlativo significativo de todo lo que ocurre, mientras que el Último emerge gradualmente como unificador trascendental de todas las cosas.» LU 118:10.11
«Cuando Jesús se mezclaba con la gente, todos lo encontraban enteramente libre de las supersticiones de esa época. Estaba libre de todo prejuicio religioso; no fue nunca intolerante. No había en su corazón nada que se asemejara al antagonismo social. Aunque cumplía con lo que había de bueno en la religión de sus padres, no vacilaba en hacer caso omiso de las tradiciones supersticiosas y esclavizantes inventadas por el hombre. Se atrevió a enseñar que las catástrofes de la naturaleza, los accidentes del tiempo y otros acontecimientos calamitosos no son resultado del juicio divino ni dispensaciones misteriosas de la Providencia. Denunció la devoción esclavizante a los ceremoniales vacíos y desenmascaró la falacia de la adoración materialista. Proclamó valientemente la libertad espiritual del hombre y se atrevió a enseñar que los mortales son, real y verdaderamente, hijos del Dios viviente.» LU 149:2.10
Aunque la palabra «providencia» no aparece en el Viejo Testamento, a lo largo de estos escritos la idea predomina como el concepto del «pueblo elegido».
«Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien.» Gn 50:20.
«Aquel día yo apartaré la tierra de Gosén…para que no haya en ella ninguna clase de moscas.» Ex 8:22.
«Ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti.» Ex 15:26.
«Y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.» Hag 2:9.
«Mirad a Abraham…porque cuando no era más que uno solo…lo bendije y lo multipliqué.» Is 51:2.
«Mas para vosotros,los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación.» Mal 4:2.
En el Nuevo Testamento la palabra «providencia» aparece una vez—en la versión King James—Hch 24:2. «Viendo que por ti disfrutamos de gran paz, y muchas buenas obras se han hecho a esta nación por tu providencia.» (en la versión revisada, «providencia» se sustituye por «provisión»)
«Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta.» Mt 6:26.
«¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el permiso de vuestro Padre.» Mt 10:29.
«Jesús les respondió: ‘Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.’» Jn 5:17.
«Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.» Ro 8:28.