© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
(como nivel de realidad) El deber —el ámbito de la realidad relacionado con la moral en el terreno filosófico, el campo de la razón, el reconocimiento del bien y del mal relativos. Es la forma juiciosa del discernimiento cósmico. LU 16:6.7
LA DEIDAD puede personalizarse como Dios; es prepersonal y superpersonal de maneras no del todo comprensibles para el hombre. La Deidad se caracteriza por la cualidad de la unidad —actual o potencial— en todos los niveles supermateriales de la realidad, y las criaturas comprenden mejor esta cualidad unificadora con el apelativo de divinidad. LU 0:1.2
La Deidad es la fuente de todo lo que es divino. La Deidad es característica e invariablemente divina, pero todo lo que es divino no es necesariamente la Deidad, aunque estará coordinado con ella y tenderá hacia alguna fase de unidad —espiritual, mental o personal— con la Deidad. LU 0:1.15
Los hombres han hecho también un fetiche de la democracia, la exaltación y adoración de las ideas del hombre de la calle, cuando son calificadas colectivamente de «opinión pública». La opinión aislada de un hombre solo no se considera que tenga mucho valor, pero cuando muchos hombres actúan colectivamente en democracia, este mismo juicio mediocre es considerado como el árbitro de la justicia y el modelo de la rectitud. LU 88:3.4
El «demonio» no es otro que Caligastia, el Príncipe Planetario depuesto de Urantia e Hijo de la orden secundaria de los Lanonandeks. En la época en que Miguel estaba encarnado en Urantia, Lucifer, Satanás y Caligastia se unieron para hacer abortar su misión de donación. Pero fracasaron rotundamente. LU 53:1.4
Cuando los derechos son tan antiguos que no se conocen sus orígenes, a menudo se denominan derechos naturales. Pero los derechos humanos no son realmente naturales; son enteramente sociales. Son relativos y cambian continuamente, pues no son más que las reglas del juego —los ajustes admitidos en las relaciones que gobiernan los fenómenos siempre cambiantes de la competitividad humana.
Aquello que se puede considerar como un derecho en una época, puede que no lo sea en otra.
[…]
Los débiles y los inferiores siempre han luchado por tener los mismos derechos que los demás; siempre han insistido para que el Estado obligue a los fuertes y superiores a satisfacer sus necesidades y a compensar de otras maneras aquellas carencias que son muy a menudo el resultado natural de su propia indiferencia e indolencia. LU 70:9.13-16
La derrota es el verdadero espejo donde podéis contemplar honradamente vuestro yo real. LU 156:5.17
El descanso es de naturaleza séptuple: Existe el descanso del sueño y de la diversión en las órdenes inferiores de vida, el del descubrimiento en los seres superiores y el de la adoración en los tipos más elevados de personalidades espirituales. También existe el descanso normal de la absorción de energía, el de la recarga de los seres en energía física o espiritual. Y luego existe el sueño de transición, el sueño inconsciente cuando un ser está enserafinado, cuando está de paso de una esfera a otra. Completamente diferente a todos los anteriores es el sueño profundo de la metamorfosis, el descanso de transición entre una fase del ser y otra, entre una vida y otra, entre un estado de existencia y otro, el sueño que acompaña siempre a la transición desde un estado universal concreto, en contraste con la evolución a través de las diversas fases de un estado determinado. LU 27:1.2
La desconfianza es la reacción inherente de los hombres primitivos; las luchas por la supervivencia durante los primeros tiempos no engendran de forma natural la confianza. LU 39:5.7
El desinterés —el espíritu del olvido de sí mismo— LU 3:5.13
El destino espiritual depende de la fe, el amor y la devoción a la verdad —el hambre y la sed de rectitud— el deseo entusiasta de encontrar a Dios y parecerse a él. LU 156:5.7
El día de Satania equivale a tres días del tiempo de Urantia, menos una hora, cuatro minutos y quince segundos, siendo ésta la duración de la rotación axial de Jerusem. LU 46:1.2
El día de Satania, tal como se calcula en Jerusem, es un poco menos (en 1 hora, 4 minutos y 15 segundos) de tres días del tiempo de Urantia. Estos tiempos se conocen generalmente como el tiempo de Salvington o universal, y el tiempo de Satania o del sistema. El tiempo oficial es el tiempo del universo. LU 33:6.9
DIOS es un símbolo verbal con el que se designan todas las personalizaciones de la Deidad. Este vocablo necesita una definición diferente en cada nivel personal donde actúa la Deidad, y debe ser redefinido posteriormente dentro de cada uno de dichos niveles, porque esta palabra se puede utilizar para designar las diversas personalizaciones coordinadas y subordinadas de la Deidad, como por ejemplo los Hijos Creadores Paradisiacos —los padres de los universos locales.
La palabra Dios, tal como la utilizamos, puede entenderse:
Por designación —como Dios Padre.
Por el contexto —como cuando se utiliza para hablar de algún nivel o asociación de la deidad. Cuando se tengan dudas sobre la interpretación exacta de la palabra Dios, sería aconsejable aplicarla a la persona del Padre Universal.
La palabra Dios siempre indica la personalidad. La palabra Deidad puede referirse o no a las personalidades de la divinidad. La palabra DIOS se utiliza en estos documentos con los siguientes significados:
- Dios Padre —Creador, Controlador y Sostén. El Padre Universal, la Primera Persona de la Deidad.
- Dios Hijo —Creador Coordinado, Controlador del Espíritu y Administrador Espiritual. El Hijo Eterno, la Segunda Persona de la Deidad.
- Dios Espíritu —Actor Conjunto, Integrador Universal y Donador de la Mente. El Espíritu Infinito, la Tercera Persona de la Deidad.
- Dios Supremo
- Dios Séptuple
- Dios Último
- Dios Absoluto LU 0:2.6-18
Dios —el Padre Universal— es la personalidad de la Fuente-Centro Primera, LU 0:3.10
Dios, como Fuente y Centro Primera, es primordial —de manera incondicional— en relación con la realidad total. La Fuente-Centro Primera es infinita así como eterna, y por lo tanto sólo está limitada o condicionada por su volición. LU 0:3.9
Dios es personalidad. A pesar de que Dios es un poder eterno, una presencia majestuosa, un ideal trascendente y un espíritu glorioso, aunque es todo esto e infinitamente más, sin embargo es verdadera y eternamente una personalidad perfecta de Creador, una persona que puede «conocer y ser conocida», que puede «amar y ser amada», alguien que puede manifestarnos amistad; y a vosotros se os puede conocer, como a otros humanos les ha sucedido, como amigos de Dios. Él es un espíritu real y una realidad espiritual. LU 1:5.8
Para la ciencia, Dios es una causa; para la filosofía, una idea; para la religión, una persona e incluso el Padre amoroso y celestial. Para los científicos, Dios es una fuerza primordial; para los filósofos, una hipótesis de unidad; para las personas religiosas, una experiencia espiritual viviente. LU 1:6.2
Dios es espíritu —una personalidad espiritual; LU 1:6.8
Dios no es un accidente cósmico ni un experimentador de universos. LU 2:1.4
Ninguna cosa es nueva para Dios, y ningún acontecimiento cósmico se produce nunca por sorpresa; él habita el círculo de la eternidad. Sus días no tienen principio ni fin. Para Dios no existe el pasado, el presente o el futuro; todo el tiempo está presente en cualquier momento dado. Él es el gran y único YO SOY. LU 2:1.5
Dios es eterna e infinitamente perfecto, no puede conocer personalmente la imperfección como experiencia propia, pero sí comparte la conciencia de toda la experiencia con la imperfección que tienen todas las criaturas que luchan en los universos evolutivos de todos los Hijos Creadores Paradisiacos. LU 2:2.6
Dios es amor, pero el amor no es Dios. LU 2:5.10
Dios es inherentemente bondadoso, compasivo por naturaleza y perpetuamente misericordioso. LU 2:4.2
Es falso pensar que los sacrificios de sus Hijos o la intercesión de sus criaturas subordinadas convenzan a Dios para que ame a sus hijos, «porque el Padre mismo os ama». En respuesta a este afecto paternal, Dios envía a los maravillosos Ajustadores para que residan en la mente de los hombres. El amor de Dios es universal; «cualquiera que lo desee puede venir». Él querría «que todos los hombres se salvaran por medio del conocimiento de la verdad». «No desea que ninguno perezca». LU 2:5.2
Dios nunca es vengativo, ni está colérico ni enojado. Es verdad que la sabiduría refrena a menudo su amor, a la vez que la justicia condiciona su misericordia cuando ésta es rechazada. Su amor por la rectitud no puede evitar manifestarse como un odio equivalente por el pecado. El Padre no es una personalidad contradictoria; la unidad divina es perfecta. LU 2:6.7
Dios tiene un poder ilimitado, una naturaleza divina, una voluntad final, unos atributos infinitos, una sabiduría eterna y es una realidad absoluta. LU 3:2.15
Si Dios se retirara como sostén actual de toda la creación, se produciría inmediatamente un derrumbamiento universal. Exceptuando a Dios, no existiría nada que pudiera calificarse de realidad. En este mismo momento, así como durante las épocas lejanas del pasado y en el eterno futuro, Dios continúa sosteniendo. LU 4:1.6
Dios no se arrepiente de nada de lo que ha hecho antes, de lo que hace ahora, o de lo que hará en el futuro. Es omnisapiente así como omnipotente. LU 4:3.4
Dios es el único ser estacionario, autosuficiente e invariable en todo el universo de universos, y no tiene exterior, ni más allá, ni pasado ni futuro. Dios es energía intencional (espíritu creador) y voluntad absoluta, y estos atributos existen por sí mismos y son universales.
Puesto que Dios existe por sí mismo, es absolutamente independiente. La identidad misma de Dios es contraria al cambio. LU 4:4.1-2
En la ciencia, Dios es la Causa Primera; en la religión, el Padre universal y amoroso; en la filosofía, el único ser que existe por sí mismo, no dependiendo de ningún otro ser para existir, pero que confiere benéficamente la realidad de la existencia a todas las cosas y a todos los demás seres. LU 4:4.7
Es una afrenta a Dios creer, sostener o enseñar que hace falta derramar sangre inocente para ganar su favor o desviar una cólera divina ficticia. LU 4:5.4
La enseñanza de que el corazón paternal de Dios, en toda su frialdad y dureza austeras, era tan insensible a las desgracias y tristezas de sus criaturas que su tierna misericordia no podía manifestarse hasta que viera a su Hijo irreprochable sangrar y morir en la cruz del Calvario, ¡qué parodia del carácter infinito de Dios! LU 4:5.6
Dios no es solamente el que determina el destino; él es el destino eterno del hombre. Todas las actividades humanas no religiosas intentan doblegar el universo al servicio deformante del yo; el individuo verdaderamente religioso intenta identificar su yo con el universo, y luego dedicar las actividades de ese yo unificado al servicio de la familia universal de sus semejantes, humanos y superhumanos. LU 5:4.3
Dios es la personalidad paternal —la fuente de la personalidad, el donador de la personalidad, la causa de la personalidad. LU 6:7.1
Jesús empleó la palabra Dios para designar la idea de la Deidad, y la palabra Padre para designar la experiencia de conocer a Dios. Cuando la palabra Padre se emplea para designar a Dios, se debería entender en su significado más amplio posible. La palabra Dios no se puede definir y representa por tanto el concepto infinito del Padre, pero como la palabra Padre se puede definir parcialmente, puede ser empleada para representar el concepto humano del Padre divino, tal como éste está asociado con el hombre en el transcurso de la existencia mortal. LU 169:4.7
Dios no es una simple invención del idealismo del hombre; él es la fuente misma de todas estas perspicacias y valores superanimales. Dios no es una hipótesis formulada para unificar los conceptos humanos de la verdad, la belleza y la bondad; él es la personalidad de amor de la que proceden todas estas manifestaciones universales. LU 196:3.24
Dios Supremo en Havona es el reflejo espiritual personal de la Deidad trina del Paraíso. LU 0:7.7
El Todopoderoso Supremo, que evoluciona en el nivel de valor de las actividades no personales, y la persona espiritual de Dios Supremo, son una sola realidad —el Ser Supremo. LU 0:8.10
Dios Último designa a la Deidad personal que actúa en los niveles de divinidad de lo absonito y en las esferas universales del supertiempo y del espacio trascendido. El Último es una existenciación supersuprema de la Deidad. El Supremo es la unificación de la Trinidad tal como la comprenden los seres finitos; el Último es la unificación de la Trinidad del Paraíso tal como la comprenden los seres absonitos. LU 0:9.2
La DIVINIDAD es la cualidad característica, unificadora y coordinadora de la Deidad. … La divinidad es comprensible para las criaturas como verdad, belleza y bondad; está correlacionada en la personalidad como amor, misericordia y ministerio; y se revela en los niveles impersonales como justicia, poder y soberanía.
La Divinidad puede ser perfecta —completa—, como en los niveles existenciales y de los creadores, los niveles de la perfección del Paraíso; puede ser imperfecta, como en los niveles experienciales y de las criaturas, los niveles de la evolución espacio-temporal; o puede ser relativa, ni perfecta ni imperfecta, como sucede en ciertos niveles de Havona donde se relacionan lo existencial y lo experiencial. LU 0:1.16-18
También es lamentable que ciertos grupos de mortales hayan imaginado que el matrimonio era consumado por un acto divino. Estas creencias conducen directamente al concepto de la indisolubilidad del estado matrimonial, sin tener en cuenta las circunstancias o los deseos de las partes contrayentes. Pero el hecho mismo de que el matrimonio pueda disolverse indica que la Deidad no es una parte conjunta de estas uniones. Una vez que Dios ha unido dos cosas o dos personas cualquiera, éstas permanecerán unidas así hasta el momento en que la voluntad divina decrete su separación. Pero en lo que se refiere al matrimonio, que es una institución humana, ¿quién se atreverá a juzgarlo para decir cuáles son las uniones que pueden ser aprobadas por los supervisores del universo, en contraste con aquellas cuya naturaleza y origen son puramente humanos? LU 83:8.4
En los tiempos antiguos, la palabra de autoridad fetiche era una doctrina que inspiraba temor, el más terrible de todos los tiranos que esclavizan al hombre. Un fetiche doctrinal conducirá al hombre mortal a echarse en las garras de la mojigatería, el fanatismo, la superstición, la intolerancia y las crueldades bárbaras más atroces. El respeto moderno por la sabiduría y la verdad no es más que una huida reciente de la tendencia a crear fetiches hacia unos niveles más elevados de pensamiento y razonamiento. En lo que concierne a los escritos fetiches acumulados que diversos practicantes de la religión consideran como libros sagrados, no solamente creen que lo que figura en el libro es verdad, sino que el libro contiene toda la verdad. Si uno de estos libros sagrados dice por casualidad que la Tierra es plana, entonces, durante largas generaciones, los hombres y las mujeres por otra parte sensatos se negarán a aceptar las pruebas positivas de que el planeta es redondo. LU 88:2.7
El sectarismo es una enfermedad de la religión institucional, y el dogmatismo es una esclavitud de la naturaleza espiritual. Es mucho mejor tener una religión sin iglesia que una iglesia sin religión. LU 99:6.1
la dulzura es el aroma de la amistad que emana de un alma saturada de amor. LU 171:7.1