© 1976 William S. Sadler, Jr.
© 1976 The Urantia Book Fellowship (anteriormente Urantia Brotherhood)
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«¿Qué es la Hermandad URANTIA? ¿Otra secta? Esta pregunta se la han formulado más de una vez al redactor de este informe. A esta pregunta siempre se ha dado una respuesta negativa: «No, la Hermandad Urantia no es ni una iglesia ni una secta. Es simplemente un grupo social que tiene un objetivo religioso».
Hay un lugar real en la civilización moderna para un grupo de personas religiosas que están «…dispuestas a despojarse por completo de toda autoridad eclesiástica, y a abandonar plenamente todo concepto de soberanía espiritual. Sólo Dios es el soberano espiritual.» (LU 134:4.4). El mundo moderno apenas necesita otra iglesia, otra secta. En la actualidad, sufrimos una plétora de iglesias y una multiplicación de sectas.
Pero, si no somos una iglesia, ¿en qué nos diferenciamos de una iglesia? Si podemos ver claramente en qué nos diferenciamos, entonces tal vez podamos mantener dichas diferencias. Y, si podemos mantener estas diferencias, entonces podremos preservar nuestra organización como una Hermandad distintiva; tal vez podamos evitar una posible evolución en dirección a una iglesia.
Bueno, a primera vista, hay tres diferencias principales entre la Hermandad y una iglesia típica: no reclamamos soberanía espiritual; no reclamamos ningún camino exclusivo hacia la salvación; No reclamamos ninguna autoridad eclesiástica. Mientras no reivindiquemos estas cosas, difícilmente podremos convertirnos en una iglesia.
Pero, incluso si no somos una iglesia, incluso si nunca llegamos a ser una iglesia, ¿es también cierto que no somos una secta? Un urantiano podría ser un religioso sectario; podría ser un religioso que se dedica principalmente a la propagación del Libro de URANTIA. Sin embargo, ¿sería válida esa dedicación, a la luz de todo lo que sabemos? El autor sostiene que tal dedicatoria no es válida como dedicatoria primaria. Semejante exaltación de una dedicación secundaria muy digna a un estatus primario bien podría transformar a un urantiano religioso en un urantiano sectario, un urantiano que ha permitido que la importancia del Libro de URANTIA tenga prioridad sobre la importancia de Dios.
¿Cómo podemos entonces nosotros, como urantianos, evitar no sólo la iglesificación sino también la sectarización? El autor cree que ambos desafortunados acontecimientos pueden evitarse si tenemos cuidado al distinguir entre medios y fines. Esta es otra forma de decir que debemos tener cuidado de no confundir nuestras lealtades secundarias con nuestras lealtades primarias. En consecuencia, el autor someterá a la cuidadosa consideración de la Hermandad la siguiente filosofía de acción:
Si podemos separar claramente los medios y los fines, si siempre podemos subordinar los medios al verdadero fin, entonces continuaremos siendo una verdadera Hermandad durante mucho tiempo. Y evitaremos convertirnos simplemente en otra iglesia u otra secta en el mundo del siglo XX, un mundo que no necesita ni una nueva iglesia ni una nueva secta.
—William S. Sadler, Jr.
(Nota: William S. Sadler, Jr., fue Presidente de la Hermandad URANTIA durante los primeros tres años de su existencia, 1955-1957. Este es un extracto de su primer informe a la Asamblea Trienal de Delegados.)
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