Autor: William S. Sadler, Jr.
En este punto de nuestro estudio del universo maestro, sería deseable introducir dos nuevas palabras: «núcleo» y «citoplasma». Si el universo maestro pudiera compararse con un organismo en crecimiento (y lo es de muchas maneras), entonces podríamos pensar que tiene un núcleo rodeado por un citoplasma. Aquí sería apropiado presentar algunas definiciones:
Núcleo se define (en el Webster) como sigue: «Órgano presente en el protoplasma de la mayor parte de las células vegetales y animales, considerado como un agente esencial en su metabolismo constructivo, su crecimiento y reproducción, así como en la transmisión hereditaria de los caracteres».
Citoplasma, en contraste con el núcleo, se define en parte (en el Webster) como sigue: «…el protoplasma de la célula exclusivo del núcleo».
Ilustración: en un huevo, la parte amarilla (la yema) es el núcleo, y la clara que le rodea (o porción translúcida) es el citoplasma.
Este estudio anticipa la teoría de que el universo maestro tiene más de un núcleo. Creemos que tiene dos: uno es existencial, y el otro es una combinación existencial-experiencial. El núcleo de Havona es existencial; el núcleo del gran universo (los siete superuniversos más Havona) es existencial-experiencial. Examinemos las evidencias disponibles para ver si hay algo que apoye esta proposición.
La creación central parece ser el núcleo de la creación actualmente organizada y habitada. La Isla del Paraíso no parece ser un verdadero núcleo, porque en realidad no es parte del universo maestro o de cualquier universo. Pero Havona es una parte real de la creación maestra; el nivel espacial de Havona es el primer nivel espacial del universo maestro, y la era de Havona es la Primera Era del Universo.
Si Havona es realmente un universo nuclear, entonces ¿qué características especiales le identifican como tal? Sugerimos que las siguientes cualidades son características de un universo nuclear, y sirven para identificarlo:
Parece bastante obvio que Havona es el núcleo del gran universo. Esto hace que surja inmediatamente otra pregunta: ¿Es también Havona el núcleo del universo maestro? Respondemos negativamente a esta pregunta. Creemos que el gran universo es el núcleo de la creación maestra porque su evolución completa producirá otra serie de sucesos análogos a los que hemos asociado con Havona al identificarla como creación nuclear.
Lanzamos la propuesta de que el gran universo es el segundo universo nuclear, y que funcionará como núcleo existencial-experiencial del universo maestro. Si esta es una teoría válida, entonces ha de ser posible hacer una comparación entre el gran universo y el universo central respecto a esos sucesos que hemos asociado con la aparición de una creación nuclear. Esa comparación debería hacerse entre el Havona original y el gran universo terminado: el gran universo al final de la era actual, cuando los siete superuniversos estén establecidos en luz y vida y el Ser Supremo haya terminado su crecimiento evolutivo y emergido como una Deidad completamente funcional y accesible.
El gran universo revela las siguientes características, y la consecución de su estatus perfeccionado se asocia con los siguientes acontecimientos:
Los eventos asociados con la finalización del Gran Universo parecen ser bastante análogos a los eventos asociados con la aparición del universo central. Somos, en consecuencia, de la opinión de que ambos son universos nucleares. Havona es el Primer Universo Nuclear, el núcleo del Gran Universo; el Gran Universo es el Segundo Universo Nuclear, el núcleo del Universo Maestro.
Si Havona es el primer núcleo, y el gran universo es el segundo, entonces ¿no se seguiría lógicamente que el desarrollo terminado del primer nivel espacial produciría el tercer universo nuclear? Responderemos negativamente a esta pregunta. Proponemos que el desarrollo terminado del primer nivel del espacio exterior no dará como resultado la formación de un tercer núcleo del universo maestro, más extenso.
Probemos la validez de esta proposición aplicando al primer nivel espacial las mismas medidas que hemos empleado al determinar que el universo central y el gran universo son creaciones nucleares:
Cuando aplicamos estas medidas al primer nivel del espacio exterior, no parece que vaya a asociarse con el gran universo para formar una nueva creación nuclear. Las mismas medidas podrían aplicarse al segundo y tercer nivel de espacio con las mismas conclusiones negativas. Este estudio, por tanto, propone que los cuatro niveles del espacio exterior son una unidad citoplasmática sencilla en relación con el gran universo, que le sirve de núcleo.