La Casa Universal de Justicia, una descripción del Kitab-I-Aqdas por Shoghi Effendi | Página de portada | Algunos textos revelados por Baha'u'Llah complementarios al Kitab-i-Aqdas |
EN EL NOMBRE DE AQUEL QUE
ES EL GOBERNANTE SUPREMO
SOBRE TODO LO QUE HA SIDO
Y TODO LO QUE HA DE SER
1
El primer deber que Dios prescribe a Sus siervos es el reconocimiento de Aquel que es la Aurora de Su Revelación y la Fuente de Sus leyes, que representa a la Divinidad tanto en el Reino de Su Causa como en el mundo de la creación. Quien cumple con este deber ha alcanzado todo lo bueno; y quien se ve privado de él se ha extraviado, aunque sea el autor de toda acción justa. A todo aquel que alcanza esta posición sublime, esta cima de gloria trascendente, le corresponde observar todas las ordenanzas de Aquel que es el Deseo del mundo. Estos deberes gemelos son inseparables. Ninguno es aceptable sin el otro. Así lo ha decretado Aquel que es la Fuente de la inspiración Divina.
2
Aquellos a quienes Dios ha dotado de discernimiento reconocerán fácilmente que los preceptos establecidos por Dios constituyen el medio más elevado para el mantenimiento del orden en el mundo y la seguridad de sus pueblos. Quien se aparte de ellos se contará entre los abyectos y los necios. En verdad, os hemos ordenado que rechacéis los dictados de vuestras malas pasiones y deseos corruptos, y que no transgredáis los límites que ha fijado la Pluma del Altísimo, pues éstos son el aliento de vida para todas las cosas creadas. Los mares de la sabiduría divina y de la expresión divina se han elevado bajo el soplo de la brisa del Todomisericordioso. ¡Apresuraos a beber hasta saciaros, oh hombres de entendimiento! Aquellos que han violado el Pacto de Dios quebrantando Sus mandamientos y han dado marcha atrás, ésos han errado gravemente a la vista de Dios, el Todopoderoso, el Altísimo.
3
¡Oh pueblos del mundo! Sabed con seguridad que Mis mandamientos son las lámparas de Mi amorosa providencia entre Mis siervos y las llaves de Mi misericordia para Mis criaturas. Así ha sido enviado desde el cielo de la Voluntad de vuestro Señor, el Señor de la Revelación. Si algún hombre gustase la dulzura de las palabras que los labios del Todomisericordioso han querido pronunciar, aunque poseyera los tesoros de la tierra, renunciaría a todos ellos para poder reivindicar la verdad de tan solo uno de Sus mandamientos, que brillan sobre la Aurora de Su generoso cuidado y amorosa bondad.
4
Di: De Mis leyes se puede oler el dulce aroma de Mi vestimenta, y con su ayuda los estandartes de la Victoria se plantarán en las cimas más altas. La Lengua de Mi poder ha dirigido, desde el cielo de Mi gloria omnipotente, a Mi creación estas palabras: «Observad Mis mandamientos, por amor a Mi belleza». Feliz el amante que ha inhalado la fragancia divina de su Bienamado de estas palabras, cargadas con el perfume de una gracia que ninguna lengua puede describir. ¡Por Mi vida! Aquel que ha bebido el vino selecto de la justicia de las manos de Mi generoso favor girará alrededor de Mis mandamientos que brillan sobre la Aurora de Mi creación.
5
No penséis que os hemos revelado un mero código de leyes. Más bien, hemos abierto el Vino selecto con los dedos de la fuerza y el poder. De esto da testimonio lo que ha revelado la Pluma de la Revelación. ¡Meditad sobre esto, oh hombres de perspicacia!
6
Os hemos ordenado la oración obligatoria de nueve rak’ahs, que se ofrecerán al mediodía, por la mañana y por la tarde a Dios, el Revelador de los Versos. Os hemos eximido de un número mayor, como un mandato en el Libro de Dios. Él, en verdad, es el Ordenador, el Omnipotente, el Irrestricto. Cuando deseéis realizar esta oración, volveos hacia la Corte de Mi Santísima Presencia, este Lugar Sagrado que Dios ha hecho el Centro alrededor del cual gira el Concurso de lo Alto, y que Él ha decretado que sea el Punto de Adoración para los habitantes de las Ciudades de la Eternidad, y la Fuente de Mando para todos los que están en el cielo y en la tierra; y cuando el Sol de la Verdad y la Expresión se ponga, volved vuestros rostros hacia el Lugar que hemos ordenado para vosotros. Él, en verdad, es Todopoderoso y Omnisciente.
7
Todo lo que existe ha llegado a existir por Su irresistible decreto. Siempre que Mis leyes aparezcan como el sol en el cielo de Mi expresión, todos deben obedecerlas fielmente, aunque Mi decreto sea tal que haga que el cielo de cada religión se parta en dos. Él hace lo que le place. Él elige, y nadie puede cuestionar Su elección. Todo lo que Él, el Bienamado, ordena, eso es, en verdad, amado. De esto Me da testimonio Aquel que es el Señor de toda la creación. Quien haya inhalado la dulce fragancia del Todomisericordioso y haya reconocido la Fuente de esta expresión, acogerá con sus propios ojos las flechas del enemigo, para poder establecer la verdad de las leyes de Dios entre los hombres. Bienaventurado aquel que se haya vuelto hacia ello y haya comprendido el significado de Su decreto decisivo.
8
Hemos expuesto los detalles de la oración obligatoria en otra Tabla. Bienaventurado aquel que observa aquello a lo que le ha sido ordenado por Aquel que gobierna sobre toda la humanidad. En la Oración por los Difuntos, Dios, el Revelador de Versos, ha enviado seis pasajes específicos. Que aquel que sepa leer recite lo que ha sido revelado para preceder a estos pasajes; y en cuanto a aquel que no sepa, Dios lo ha relevado de este requisito. Él, en verdad, es el Poderoso, el Perdonador.
9
El pelo no invalida vuestra oración, ni tampoco nada de lo que el espíritu se haya apartado, como los huesos y cosas por el estilo. Sois libres de llevar la piel de marta cibelina como la del castor, la ardilla y otros animales; la prohibición de su uso no proviene del Corán, sino de los conceptos erróneos de los teólogos. Él, en verdad, es el Glorioso, el Omnisciente.
10
Os hemos ordenado que oréis y ayunéis desde el principio de vuestra madurez; esto ha sido ordenado por Dios, vuestro Señor y el Señor de vuestros antepasados. Ha dispensado de esto a los que están débiles por enfermedad o edad, como un beneficio de Su Presencia, y Él es el Perdonador, el Generoso. Dios os ha concedido permiso para postraros sobre cualquier superficie que esté limpia, pues hemos suprimido a este respecto la limitación que había sido establecida en el Libro; Dios, en verdad, tiene conocimiento de aquello de lo que vosotros no sabéis nada. Que aquel que no encuentre agua para la ablución repita cinco veces las palabras «En el Nombre de Dios, el Más Puro, el Más Puro», y luego proceda a sus devociones. Tal es el mandato del Señor de todos los mundos. En las regiones donde los días y las noches se hacen largos, que los tiempos de oración se midan con relojes y otros instrumentos que marquen el paso de las horas. Él, en verdad, es el Expositor, el Sabio.
11
Os hemos dispensado de la obligación de realizar la Oración de los Signos. Cuando aparezcan acontecimientos terribles de la naturaleza, recordad el poder y la majestad de vuestro Señor, Aquel que todo lo oye y todo lo ve, y decid: «El dominio es de Dios, el Señor de lo visible y lo invisible, el Señor de la creación».
12
Se ha ordenado que la oración obligatoria la realice cada uno de vosotros individualmente. Salvo en la oración por los difuntos, la práctica de la oración en congregación ha sido anulada. Él, en verdad, es el Ordenador, el Omnisapiente.
13
Dios ha dispensado a las mujeres que están en sus clases de la oración obligatoria y del ayuno. Que, en cambio, después de realizar sus abluciones, den gracias a Dios, repitiendo noventa y cinco veces entre el mediodía de un día y el siguiente: «Glorificado sea Dios, el Señor del Esplendor y la Belleza». Así ha sido decretado en el Libro, si sois de los que comprenden.
14
Cuando viajéis, si os detenéis y descansáis en algún lugar seguro, realizad, hombres y mujeres por igual, una sola postración en lugar de cada Oración Obligatoria no dicha, y mientras os postráis decid: «Glorificado sea Dios, el Señor de Poder y Majestad, de Gracia y Munificencia». Quien no pueda hacer esto, que diga solamente: «Glorificado sea Dios»; esto le bastará con seguridad. Él es, en verdad, el Dios que todo lo satisface, el que siempre permanece, el que perdona, el compasivo. Al terminar vuestras postraciones, sentaos con las piernas cruzadas, hombres y mujeres por igual, y repetid dieciocho veces: «Glorificado sea Dios, el Señor de los reinos de la tierra y del cielo». Así el Señor deja claros los caminos de la verdad y la guía, caminos que conducen a un solo camino, que es este Camino Recto. Dad gracias a Dios por este favor tan misericordioso; ofrecedle alabanzas por esta munificencia que ha abarcado los cielos y la tierra; ensalzadle por esta misericordia que ha invadido toda la creación.
15
Di: Dios ha hecho de Mi amor oculto la clave del Tesoro; ¡ojalá pudierais percibirlo! Si no fuera por la clave, el Tesoro habría permanecido oculto por toda la eternidad; ¡ojalá pudierais creerlo! Di: Ésta es la Fuente de la Revelación, el Amanecer del Esplendor, Cuyo brillo ha iluminado los horizontes del mundo. ¡Ojalá pudierais comprenderlo!
Éste es, verdaderamente, el Decreto fijo por medio del cual se ha establecido todo decreto irrevocable.
16
¡Oh Pluma del Altísimo! Di: ¡Oh gente del mundo! Os hemos ordenado que ayunéis durante un breve período, y al final os hemos designado Naw-Ruz como fiesta. Así ha brillado el Sol de la Expresión sobre el horizonte del Libro, tal como lo decretó Aquel que es el Señor del principio y del fin. Que los días que excedan a los meses se coloquen antes del mes de ayuno. Hemos ordenado que éstos, entre todas las noches y días, sean las manifestaciones de la letra Ha, y por lo tanto no han sido limitados por los límites del año y sus meses. Es incumbencia del pueblo de Baha, durante estos días, proporcionar buen ánimo a sí mismos, a sus parientes y, más allá de ellos, a los pobres y necesitados, y con alegría y exultación saludar y glorificar a su Señor, cantar Sus alabanzas y magnificar Su Nombre; y cuando terminen estos días de dar que preceden a la época de la abstinencia, que entren en el Ayuno. Así lo ha dispuesto Aquel que es el Señor de toda la humanidad. El viajero, el enfermo, el que está encinta o amamantando no están obligados a ayunar; Dios los ha eximido como muestra de Su gracia. Él es, en verdad, el Todopoderoso, el Más Generoso.
17
Éstas son las ordenanzas de Dios que han sido escritas en los Libros y Tablas por Su Altísima Pluma. Aférrense a Sus estatutos y mandamientos, y no sean de aquellos que, siguiendo sus ociosas fantasías y vanas imaginaciones, se han aferrado a las normas fijadas por ellos mismos y han dejado atrás las normas establecidas por Dios. Absténganse de comer y beber desde el amanecer hasta el anochecer, y tengan cuidado, no sea que el deseo los prive de esta gracia que está señalada en el Libro.
18
Se ha ordenado que todo creyente en Dios, el Señor del Juicio, se lave las manos y la cara todos los días, se siente y, volviéndose hacia Dios, repita «Allah-u-Abha» noventa y cinco veces. Tal fue el decreto del Creador de los Cielos cuando, con majestad y poder, se estableció en los tronos de Sus Nombres. Realizad también las abluciones para la oración obligatoria; éste es el mandato de Dios, el Incomparable, el Infinito.
19
Se os ha prohibido cometer asesinato o adulterio, o participar en murmuraciones o calumnias; evitad, pues, lo que ha sido prohibido en los Libros y Tablas Sagradas.
20
Hemos repartido la herencia en siete categorías: a los hijos, nueve partes que comprenden quinientas cuarenta acciones; a la esposa, ocho partes que comprenden cuatrocientas ochenta acciones; al padre, siete partes que comprenden cuatrocientas veinte acciones; a la madre, seis partes que comprenden trescientas sesenta acciones; a los hermanos, cinco partes o trescientas acciones; a las hermanas, cuatro partes o doscientas cuarenta acciones; y a los maestros, tres partes o ciento ochenta acciones. Tal fue la ordenanza de Mi Precursor, Aquel que ensalza Mi Nombre en la noche y al amanecer.
Cuando oímos el clamor de los niños que aún no habían nacido, duplicamos su parte y disminuimos la de los demás. En verdad, Él tiene poder para ordenar lo que quiere y hace lo que quiere en virtud de Su poder soberano.
21
Si el difunto no deja descendencia, su parte revertirá a la Casa de Justicia, para que los Fideicomisarios del Todomisericordioso la gasten en los huérfanos y viudas, y en todo lo que traiga beneficio a la generalidad del pueblo, para que todos puedan dar gracias a su Señor, el Todomisericordioso, el Perdonador.
22
Si el difunto deja descendencia, pero no deja herederos de ninguna de las otras categorías que se han especificado en el Libro, recibirán dos tercios de la herencia y el tercio restante revertirá a la Casa de Justicia. Tal es el mandato que ha sido dado, en majestad y gloria, por Aquel que es el Poseedor de Todo, el Altísimo.
23
Si el difunto no deja ninguno de los herederos designados, pero tiene entre sus parientes sobrinos y sobrinas, ya sea por línea de hermano o de hermana, dos tercios de la herencia pasarán a ellos; o, a falta de éstos, a sus tíos y tías tanto por línea paterna como materna, y después a sus hijos e hijas. El tercio restante de la herencia, en todo caso, revertirá al Tribunal de Justicia. Así lo ha establecido en el Libro Aquel que gobierna sobre todos los hombres.
24
Si al difunto no le sobreviven ninguno de aquellos cuyos nombres han sido registrados por la Pluma del Altísimo, su patrimonio revertirá, en su totalidad, al mencionado Asiento para que pueda ser gastado en lo que prescriba Dios. Él, en verdad, es el Ordenador, el Omnipotente.
25
Hemos asignado la residencia y la vestimenta personal del difunto a los hijos varones, no a las mujeres, ni a los demás herederos. Él, en verdad, es el Munificente, el Generoso.
26
Si el hijo del difunto ha fallecido en los días de su padre y ha dejado hijos, éstos heredarán la parte de su padre, tal como está prescrito en el Libro de Dios. Repartid entre ellos su parte con perfecta justicia. Así se han agitado las olas del Océano de la Expresión, arrojando las perlas de las leyes decretadas por el Señor de toda la humanidad.
27
Si el difunto deja hijos menores de edad, la parte que les corresponda de la herencia debe confiarse a una persona de confianza o a una empresa, para que la invierta en su nombre en el comercio y los negocios hasta que alcancen la mayoría de edad. Al fideicomisario se le debe asignar una parte correspondiente de las ganancias que haya obtenido por haber empleado esos bienes.
28
La división de los bienes debe tener lugar sólo después de que se haya pagado el Huqququ’llah, se hayan saldado todas las deudas, se hayan sufragado los gastos del funeral y del entierro, y se hayan tomado las medidas necesarias para que el difunto pueda ser llevado a su lugar de descanso con dignidad y honor. Así lo ha ordenado Aquel que es el Señor del principio y del fin.
29
Di: Éste es el conocimiento oculto que nunca cambiará, pues su comienzo es el nueve, el símbolo que simboliza el Nombre oculto y manifiesto, inviolable e inaccesible. En cuanto a lo que hemos otorgado a los hijos, es un favor que Dios les ha concedido para que den gracias a su Señor, el Compasivo, el Misericordioso. Éstas son, en verdad, las Leyes de Dios; no las quebrantéis por incitación de vuestros deseos bajos y egoístas. Observad los mandatos que os ha impuesto Aquel que es el Punto de Amanecer de la Palabra. Los sinceros de entre Sus siervos considerarán los preceptos establecidos por Dios como el Agua de Vida para los seguidores de cada fe, y la Lámpara de la sabiduría y la providencia amorosa para todos los habitantes de la tierra y del cielo.
30
El Señor ha ordenado que en cada ciudad se establezca una Casa de Justicia en la que se reúnan consejeros en número igual al de Bahá, y si el número excede ese número, no importa. Deben considerarse como si entraran en la Corte de la presencia de Dios, el Exaltado, el Altísimo, y como si contemplaran a Aquel que es el Invisible. Les corresponde ser los hombres de confianza del Misericordioso y considerarse como los guardianes designados por Dios para todos los que habitan en la tierra. Les incumbe deliberar juntos y tener en cuenta los intereses de los siervos de Dios, por amor a Él, así como tienen en cuenta sus propios intereses, y elegir lo que sea apropiado y apropiado. Así os ha ordenado el Señor vuestro Dios. Tened cuidado de no desechar lo que está claramente revelado en Su Tabla. Temed a Dios, oh vosotros que percibís.
31
¡Oh gente del mundo! Construid casas de adoración por todas las tierras en el nombre de Aquel que es el Señor de todas las religiones. Hacedlas tan perfectas como sea posible en el mundo de los seres y adornadlas con lo que les corresponde, no con imágenes y efigies. Luego, con resplandor y alegría, celebrad en ellas la alabanza de vuestro Señor, el Más Compasivo. En verdad, con Su recuerdo la vista se alegra y el corazón se llena de luz.
32
El Señor ha ordenado que aquellos de vosotros que sean capaces hagan la peregrinación a la Casa Sagrada, y ha exceptuado de esto a las mujeres como una misericordia de Su parte. Él, en verdad, es el Todo Generoso, el Más Generoso.
33
¡Oh pueblo de Bahá! A cada uno de vosotros le corresponde ocuparse de alguna ocupación, ya sea un oficio, un oficio o algo similar. Hemos elevado vuestra dedicación a ese trabajo al rango de adoración al único Dios verdadero. Reflexionad, oh pueblo, sobre la gracia y las bendiciones de vuestro Señor, y dadle gracias al atardecer y al amanecer. No malgastéis vuestras horas en la ociosidad y la pereza, sino ocupaos en lo que os beneficiará a vosotros y a los demás. Así ha sido decretado en esta Tabla desde cuyo horizonte ha brillado el sol de la sabiduría y la expresión. Los más despreciados de los hombres a la vista de Dios son los que se sientan a mendigar. Aferraos a la cuerda de los medios y depositad vuestra confianza en Dios, el Proveedor de todos los medios.
34
El beso de manos ha sido prohibido en el Libro. Esta práctica está prohibida por Dios, el Señor de la gloria y el mandato. A nadie se le permite pedir la absolución a otra alma; que el arrepentimiento sea entre vosotros y Dios. Él, en verdad, es el Perdonador, el Generoso, el Misericordioso, Aquel que absuelve al arrepentido.
35
¡Oh, siervos del Misericordioso! Levantaos para servir a la Causa de Dios, de tal manera que las preocupaciones y las penas causadas por quienes no han creído en la Aurora de los Signos de Dios no os aflijan. En el momento en que la Promesa se cumplió y el Prometido se hizo manifiesto, han aparecido diferencias entre las razas de la tierra y cada pueblo ha seguido su propia fantasía y sus vanas imaginaciones.
36
Entre el pueblo hay quien se sienta entre las sandalias junto a la puerta mientras codicia en su corazón el asiento de honor. Di: ¿Qué clase de hombre eres tú, oh vano e insensato, que quieres aparentar ser otro de lo que eres? Y entre el pueblo hay quien se atribuye el conocimiento interior, y un conocimiento aún más profundo oculto en este conocimiento. Di:
¡Hablas mentira! ¡Por Dios! Lo que posees no es más que cáscaras que te hemos dejado como se dejan los huesos a los perros. ¡Por la rectitud del único Dios verdadero! Si alguien lavara los pies de toda la humanidad y adorara a Dios en los bosques, valles y montañas, sobre altas colinas y picos elevados, sin dejar ninguna roca ni árbol, ningún terrón de tierra que no fuera testigo de su adoración, sin embargo, si la fragancia de Mi beneplácito no fuera inhalada de él, sus obras nunca serían aceptables para Dios. Así lo ha decretado Aquel que es el Señor de todo. ¡Cuántos hombres se han recluido en los climas de la India, se han negado a sí mismos las cosas que Dios ha decretado como lícitas, se han impuesto austeridades y mortificaciones, y no han sido recordados por Dios, el Revelador de Versos! No hagáis de vuestras acciones una trampa con la que atrapar al objeto de vuestra aspiración, y no os privéis de este Objetivo Último que siempre han anhelado todos los que se han acercado a Dios. Di: La vida misma de todas las acciones es Mi beneplácito, y todas las cosas dependen de Mi aceptación. Leed las Tablas para que sepáis lo que se ha propuesto en los Libros de Dios, el Todo Glorioso, el Siempre Generoso. Aquel que alcance Mi amor tiene derecho a un trono de oro, para sentarse en él con honor sobre todo el mundo; aquel que se vea privado de él, aunque se siente sobre el polvo, ese polvo buscará refugio en Dios, el Señor de todas las Religiones.
37
Quien pretenda recibir una Revelación directa de Dios antes de que transcurran mil años, es sin duda un impostor mentiroso. Rogamos a Dios que le ayude benignamente a retractarse y repudiar tal afirmación. Si se arrepiente, Dios le perdonará sin duda. Si, por el contrario, persiste en su error, Dios enviará sin duda a alguien que lo tratará sin piedad. ¡Dios es terrible en sus castigos! Quien interprete este versículo de un modo distinto al que indica su significado evidente, está privado del Espíritu de Dios y de Su misericordia, que abarca todas las cosas creadas. Temed a Dios y no sigáis vuestras vanas fantasías. Más bien, seguid el mandato de vuestro Señor, el Todopoderoso, el Sabio. Dentro de poco se alzarán voces clamorosas en la mayoría de los países. Evitadlas, pueblo mío, y no sigáis a los inicuos y de corazón malvado. Esto es lo que os advertimos cuando vivíamos en Irak, luego más tarde mientras estábamos en la Tierra del Misterio, y ahora desde este Lugar Resplandeciente.
38
No os desaniméis, oh pueblos del mundo, cuando el lucero de mi belleza se ponga y el cielo de mi tabernáculo se oculte a vuestros ojos. Levantaos para promover mi Causa y para exaltar mi Palabra entre los hombres. Estamos con vosotros en todo momento y os fortaleceremos mediante el poder de la verdad. Somos verdaderamente todopoderosos. Quien me haya reconocido se levantará y me servirá con tal determinación que los poderes de la tierra y del cielo serán incapaces de derrotar su propósito.
39
Los pueblos del mundo duermen profundamente. Si despertaran de su letargo, se apresurarían con ansia hacia Dios, el Omnisciente, el Sabio. Abandonarían todo lo que poseen, incluso todos los tesoros de la tierra, para que su Señor los recuerde hasta el punto de dirigirles una sola palabra. Tal es la instrucción que os da Aquel que tiene el conocimiento de las cosas ocultas en una Tabla que el ojo de la creación no ha visto, y que no se revela a nadie excepto a Su propio Ser, el Protector omnipotente de todos los mundos. Están tan confundidos en la embriaguez de sus malos deseos, que son incapaces de reconocer al Señor de todo ser, cuya voz llama en voz alta desde todas las direcciones: “No hay otro Dios sino Yo, el Poderoso, el Omnisciente”.
40
Di: No os regocijéis de lo que poseéis; esta noche es vuestro, mañana lo poseerán otros. Así os advierte Aquel que es Omnisciente, Omniinformado. Di: ¿Podéis pretender que lo que poseéis es duradero o seguro? ¡No! Por Mí, el Misericordioso, no podéis, si sois de los que juzgan con equidad. Los días de vuestra vida se desvanecen como un soplo de viento, y toda vuestra pompa y gloria se desvanecerán como lo fueron la pompa y la gloria de quienes os precedieron. ¡Reflexionad, oh gente!
¿Qué ha sido de vuestros días pasados, de vuestros siglos perdidos? Felices los días que han sido consagrados al recuerdo de Dios, y benditas las horas que han sido pasadas en alabanza de Aquel que es el Omnisapiente. ¡Por Mi vida! Ni la pompa de los poderosos, ni la riqueza de los ricos, ni siquiera la ascendencia de los impíos perdurarán. Todo perecerá con una palabra de Él. Él, en verdad, es el Todopoderoso, el Todopoderoso, el Todopoderoso. ¿Qué ventaja hay en las cosas terrenales que poseen los hombres? Lo que les beneficiará, lo han descuidado por completo. Dentro de poco, despertarán de su letargo y se encontrarán incapaces de obtener lo que se les ha escapado en los días de su Señor, el Todopoderoso, el Todoalabado. Si tan sólo lo supieran, renunciarían a todo para que sus nombres sean mencionados ante Su trono.
Ellos, en verdad, son contados entre los muertos.
41
Entre el pueblo hay quien, por su erudición, se ha enorgullecido y, por ello, no ha podido reconocer Mi Nombre, el que subsiste por Sí mismo; quien, cuando oye el ruido de unas sandalias que le siguen, se hace más grande en su propia estima que Nimrod. Di: ¡Oh, rechazado! ¿Dónde está ahora su morada? Por Dios, es el fuego más profundo. Di: ¡Oh, concurso de teólogos! ¿No oís la voz estridente de Mi Más Exaltada Pluma? ¿No veis este Sol que brilla con esplendor refulgente sobre el Horizonte Todo Glorioso? ¿Hasta cuándo adoraréis a los ídolos de vuestras malas pasiones? Abandonad vuestras vanas imaginaciones y volveos a Dios, vuestro Señor Eterno.
42
Las dotes dedicadas a la caridad revierten a Dios, el Revelador de los Signos. Nadie tiene derecho a disponer de ellas sin permiso de Aquel que es el Punto de Amanecer de la Revelación. Después de Él, esta autoridad pasará al Aghsan, y después de ellos a la Casa de Justicia -si es que para entonces está establecida en el mundo- para que puedan usar estas dotes en beneficio de los Lugares que han sido exaltados en esta Causa, y para todo lo que les ha sido ordenado por Aquel que es el Dios de fuerza y poder. De lo contrario, las dotes revertirán al pueblo de Bahá, que no habla sino con Su permiso y no juzga sino de acuerdo con lo que Dios ha decretado en esta Tabla -he aquí, ellos son los campeones de la victoria entre el cielo y la tierra- para que puedan usarlas en la forma que ha sido establecida en el Libro por Dios, el Poderoso, el Generoso.
43
No os lamentéis en vuestras horas de prueba, ni os regocijéis en ellas; buscad el Camino Medio que es el recuerdo de Mí en vuestras aflicciones y la reflexión sobre lo que os pueda sobrevenir en el futuro. Así os informa Aquel que es el Omnisciente, Aquel que está al tanto.
44
No os afeitéis la cabeza, pues Dios os la ha adornado con pelo, y en ello hay signos del Señor de la creación para quienes reflexionan sobre las exigencias de la naturaleza. Él, en verdad, es el Dios de la fuerza y la sabiduría. Sin embargo, no es conveniente dejar que el pelo pase más allá de las orejas, pues así lo ha decretado Aquel que es el Señor de todos los mundos.
45
El destierro y la prisión están decretados para el ladrón, y, a la tercera ofensa, colocad una marca en su frente para que, así identificado, no sea aceptado en las ciudades de Dios y Sus países. Tened cuidado, no sea que, por compasión, descuidéis el cumplimiento de los estatutos de la religión de Dios; haced lo que os ha ordenado Aquel que es compasivo y misericordioso. Os instruimos con la vara de la sabiduría y las leyes, como el padre que educa a su hijo, y esto por nada más que la protección de vosotros mismos y la elevación de vuestra posición. Por Mi vida, si descubriéseis lo que hemos deseado para vosotros al revelar Nuestras santas leyes, ofreceríais vuestras propias almas por esta sagrada, esta poderosa y exaltada Fe.
46
Quien desee hacer uso de vasos de plata y oro, tiene libertad de hacerlo. Tened cuidado de no sumergir vuestras manos en el contenido de cuencos y platos cuando compartáis la comida. Adoptad los hábitos que sean más acordes con el refinamiento. Él, en verdad, desea ver en vosotros las costumbres de los moradores del Paraíso en Su poderoso y sublime Reino. Aferraos al refinamiento en todas las condiciones, para que vuestros ojos se preserven de contemplar lo que es repugnante tanto para vosotros mismos como para los moradores del Paraíso. Si alguien se aparta de ello, su acción se considerará en ese momento en vano; sin embargo, si tiene buenas razones, Dios lo excusará. Él, en verdad, es el Misericordioso, el Más Generoso.
47
Aquel que es el punto de amanecer de la Causa de Dios no tiene ningún compañero en la Más Grande Infalibilidad. Él es Quien, en el reino de la creación, es la Manifestación de «Él hace todo lo que quiere». Dios ha reservado esta distinción para Su propio Ser, y ha ordenado que nadie participe en una posición tan sublime y trascendente. Éste es el Decreto de Dios, oculto hasta ahora dentro del velo del misterio impenetrable. Lo hemos revelado en esta Revelación, y con ello hemos rasgado los velos de aquellos que no han sabido reconocer lo que el Libro de Dios exponía y que eran contados entre los negligentes.
48
A cada padre se le ha ordenado que instruya a su hijo y a su hija en el arte de leer y escribir y en todo lo que ha sido establecido en la Tabla Sagrada. Aquel que deje de hacer lo que se le ha ordenado, los Síndicos deben entonces tomar de él lo que sea necesario para su instrucción si es rico y, si no, el asunto recae sobre la Casa de Justicia. En verdad, hemos hecho de ella un refugio para los pobres y necesitados. Quien cría a su hijo o al hijo de otro, es como si hubiera criado a un hijo Mío; sobre él descansen Mi gloria, Mi bondad, Mi misericordia, que han rodeado el mundo.
49
Dios ha impuesto a todo adúltero y adúltera una multa que deberá ser pagada a la Casa de Justicia: nueve mitzkales de oro, que se duplicarán si reinciden en la ofensa. Tal es el castigo que Él, que es el Señor de los Nombres, les ha asignado en este mundo; y en el mundo venidero Él les ha ordenado un castigo humillante. Si alguien es afligido por un pecado, le corresponde arrepentirse de ello y regresar a su Señor. Él, en verdad, concede el perdón a quien Él quiere, y nadie puede cuestionar lo que le plazca ordenar. Él es, en verdad, el Indulgente, el Todopoderoso, el Alabado.
50
Tened cuidado de que los velos de la gloria no os impidan participar de las aguas cristalinas de esta Fuente viviente. Tomad el cáliz de la salvación en este amanecer en el nombre de Aquel que hace que amanezca el día, y bebed hasta saciaros en alabanza a Aquel que es el Todo Glorioso, el Incomparable.
51
Os hemos permitido escuchar música y cantos. Pero tened cuidado, no sea que escucharlos os haga sobrepasar los límites de la propiedad y la dignidad. Que vuestra alegría sea la alegría nacida de Mi Más Grande Nombre, un Nombre que trae éxtasis al corazón y llena de éxtasis las mentes de todos los que se han acercado a Dios. En verdad, hemos hecho de la música una escalera para vuestras almas, un medio por el cual puedan elevarse al reino de lo alto; no hagáis, por tanto, que sea como alas para el yo y la pasión. En verdad, nos disgusta veros contados entre los necios.
52
Hemos decretado que una tercera parte de todas las multas se destine a la Sede de la Justicia, y exhortamos a sus hombres a observar la justicia pura, para que puedan gastar lo así acumulado en los fines que les ha ordenado Aquel que es el Omnisciente, el Sabio. ¡Oh, vosotros, hombres de justicia! Sed, en el reino de Dios, pastores de Sus ovejas y guardadlas de los lobos rapaces que han aparecido disfrazados, tal como protegeríais a vuestros propios hijos. Así os exhorta el Consejero, el Fiel.
53
Si surgen diferencias entre vosotros sobre cualquier asunto, remitidlo a Dios mientras el Sol aún brilla sobre el horizonte de este Cielo y, cuando se haya puesto, remitidlo a lo que Él ha enviado. Esto, en verdad, es suficiente para los pueblos del mundo. Di:
No se perturben vuestros corazones, oh pueblo, cuando la gloria de Mi Presencia se retire y el océano de Mi expresión se aquiete. En Mi presencia entre vosotros hay una sabiduría, y en Mi ausencia hay otra más, inescrutable para todos excepto Dios, el Incomparable, el Omnisciente. En verdad, os contemplamos desde Nuestro reino de gloria, y ayudaremos a quienquiera que se levante para el triunfo de Nuestra Causa con las huestes del Concurso de lo alto y una compañía de Nuestros ángeles predilectos.
54
¡Oh pueblos de la tierra! Dios, la Verdad Eterna, es Mi testigo de que corrientes de aguas frescas y suaves han brotado de las rocas por la dulzura de las palabras pronunciadas por vuestro Señor, el Libre; y vosotros todavía dormitáis. Abandonad lo que poseéis y, con las alas del desapego, remontaos por encima de todas las cosas creadas. Así os ordena el Señor de la creación, el movimiento de Cuya Pluma ha revolucionado el alma de la humanidad.
55
¿Sabéis desde qué alturas os llama vuestro Señor, el Todoglorioso? ¿Creéis que habéis reconocido la Pluma con la que vuestro Señor, el Señor de todos los nombres, os manda? ¡No, por Mi vida! Si lo supieseis, renunciaríais al mundo y os apresuraríais con todo vuestro corazón a la presencia del Bienamado.
Sus espíritus se sentirían tan transportados por Su Palabra que conmocionarían al Mundo Mayor, ¡cuánto más a este pequeño y mezquino! Así, las lluvias de Mi generosidad han sido derramadas desde el cielo de Mi amorosa bondad, como una muestra de Mi gracia, para que seáis de los agradecidos.
56
Las penas por herir o golpear a una persona dependen de la gravedad de la lesión; para cada grado el Señor del Juicio ha prescrito una cierta indemnización. Él es, en verdad, el Ordenador, el Poderoso, el Más Exaltado. Si es Nuestra Voluntad, estableceremos estos pagos en sus grados justos; ésta es una promesa de Nuestra parte, y Él, en verdad, es el Custodio de Su promesa, el Conocedor de todas las cosas.
57
En verdad, se os ha ordenado ofrecer un banquete una vez al mes, aunque sólo se sirva agua, pues Dios se ha propuesto unir los corazones, aunque sea por medios tanto terrenales como celestiales.
58
Tened cuidado de que los deseos de la carne y de una inclinación corrupta no provoquen divisiones entre vosotros. Sed como los dedos de una mano, miembros de un solo cuerpo. Así os aconseja la Pluma del Apocalipsis, si sois de los creyentes.
59
Considerad la misericordia de Dios y sus dones. Él os ordena lo que os beneficiará, aunque Él mismo puede prescindir perfectamente de todas las criaturas. Vuestras malas acciones nunca pueden perjudicarnos, ni vuestras buenas obras pueden beneficiarnos. Os convocamos totalmente por amor a Dios. De esto dará testimonio todo hombre de entendimiento y perspicacia.
60
Si debéis cazar animales o aves de rapiña, invocad el Nombre de Dios cuando los enviéis a perseguir a su presa; pues entonces todo lo que capturen os será lícito, incluso si descubrís que está muerto. Él, en verdad, es el Omnisciente, el Informado de todo. Tened cuidado, sin embargo, de no cazar en exceso. Sed justos y equitativos en todas las cosas. Así os lo ordena Aquel que es el Punto de Amanecer de la Revelación, ojalá lo comprendáis.
61
Dios os ha ordenado que mostréis bondad hacia mis parientes, pero no les ha concedido ningún derecho sobre la propiedad de los demás. En verdad, Él es autosuficiente, por encima de cualquier necesidad de Sus criaturas.
62
Si alguien destruye intencionalmente una casa con fuego, a él también lo quemaréis; si alguien toma deliberadamente la vida de otro, a él también lo mataréis. Aferraos a los preceptos de Dios con toda vuestra fuerza y poder, y abandonad los caminos de los ignorantes. Si condenáis al pirómano y al asesino a cadena perpetua, sería permisible según las disposiciones del Libro. En verdad, Él tiene poder para ordenar lo que le plazca.
63
Dios os ha prescrito el matrimonio. ¡Cuidado con tomar más de dos esposas! Quien se contente con una sola compañera de entre las siervas de Dios, tanto él como ella vivirán en tranquilidad. Y quien quiera tomar a una sierva a su servicio, puede hacerlo con decoro. Tal es la ordenanza que, en verdad y justicia, ha sido escrita por la Pluma del Apocalipsis. ¡Oh pueblo, casaos, para que podáis tener a alguien que haga mención de Mí entre Mis siervos! Éste es Mi mandato para vosotros; aferraos a él como una ayuda para vosotros mismos.
64
¡Oh gente del mundo! No sigáis los impulsos del yo, pues éste os llama insistentemente a la maldad y a la lujuria; seguid, más bien, a Aquel que es el Dueño de todas las cosas creadas, que os ordena mostrar piedad y manifestar temor de Dios. Él, en verdad, es independiente de todas Sus criaturas. Tened cuidado de no provocar el mal en la tierra después de que se haya puesto en orden. Quien así actúe no es de Nosotros, y Nosotros estamos libres de él. Tal es el mandato que, mediante el poder de la verdad, se ha manifestado desde el cielo de la Revelación.
65
En el Bayan se ha establecido que el matrimonio depende del consentimiento de ambas partes. Deseando establecer el amor, la unidad y la armonía entre Nuestros servidores, lo hemos condicionado, una vez que se conoce el deseo de la pareja, al permiso de sus padres, para que no surja enemistad y rencor entre ellos. Y en esto tenemos otros propósitos. Así ha sido ordenado Nuestro mandamiento.
66
No se puede contraer matrimonio sin el pago de una dote, que se ha fijado en diecinueve mitzkals de oro puro para los habitantes de las ciudades y en la misma cantidad en plata para los habitantes de las aldeas. A quien quiera aumentar esta suma le está prohibido superar el límite de noventa y cinco mitzkals. Así ha sido escrito el mandato con majestad y poder. Sin embargo, si se contenta con un pago de la cantidad más baja, será mejor para él según el Libro. En verdad, Dios enriquece a quien Él quiere por medios tanto celestiales como terrenales, y Él, en verdad, tiene poder sobre todas las cosas.
67
Dios ha decretado que, si alguno de sus siervos tiene intención de viajar, debe fijar para su esposa un momento de regreso a casa. Si regresa en el tiempo prometido, habrá obedecido el mandato de su Señor y será contado por la Pluma de Su mandato entre los justos; de lo contrario, si hay una buena razón para la demora, debe informar a su esposa y hacer el máximo esfuerzo para regresar a ella. Si no ocurre ninguna de estas eventualidades, le corresponde a ella esperar un período de nueve meses, después del cual no hay impedimento para que tome otro esposo; pero si espera más tiempo, Dios, en verdad, ama a las mujeres y hombres que muestran paciencia. Obedeced Mis mandamientos y no sigáis a los impíos, a los que han sido contados como pecadores en la Santa Tabla de Dios. Si, durante el período de espera, le llegase un mensaje de su esposo, debe elegir el camino que sea digno de elogio. Él, en verdad, desea que sus siervos y sus siervas estén en paz entre sí; tengan cuidado de no hacer nada que pueda provocar intransigencia entre ustedes. Así se ha fijado el decreto y la promesa se ha cumplido. Sin embargo, si la noticia de la muerte o asesinato de su esposo llega a ella y se confirma por informe general o por el testimonio de dos testigos justos, le corresponde permanecer soltera; luego, al completarse el número determinado de meses, es libre de adoptar el curso de acción que elija. Tal es el mandato de Aquel que es poderoso y poderoso en Su mando.
68
Si surge resentimiento o antipatía entre marido y mujer, no debe divorciarse de ella, sino que debe tener paciencia durante un año entero, para que tal vez se renueve la fragancia del afecto entre ellos. Si, al completarse este período, su amor no ha regresado, es permisible que se lleve a cabo el divorcio. La sabiduría de Dios, en verdad, ha abarcado todas las cosas. El Señor ha prohibido, en una Tabla inscrita por la Pluma de Su mandato, la práctica a la que recurríais anteriormente cuando os habíais divorciado tres veces de una mujer. Esto lo ha hecho como un favor de Su parte, para que seáis contados entre los agradecidos. El que se ha divorciado de su esposa puede elegir, al pasar cada mes, volver a casarse con ella cuando haya afecto y consentimiento mutuos, siempre que ella no haya tomado otro marido. Si se ha casado nuevamente, entonces, por esta otra unión, la separación se confirma y el asunto queda concluido a menos que, claramente, sus circunstancias cambien. Así ha sido inscrito el decreto con majestad en esta gloriosa Tabla por Aquel que es el Lugar del Amanecer de la Belleza.
69
Si la esposa acompaña a su marido en un viaje y surgen diferencias entre ellos durante el camino, él está obligado a proveerle de sus gastos durante un año entero y, o bien a devolverla al lugar de donde vino, o bien a confiarla, junto con lo necesario para su viaje, a una persona de confianza que la acompañe a su casa. Tu Señor, en verdad, ordena lo que Le place, en virtud de una soberanía que cubre a los pueblos de la tierra.
70
Si una mujer se divorcia como consecuencia de un acto probado de infidelidad, no recibirá manutención durante su período de espera. Así ha brillado resplandeciente el lucero de Nuestro mandamiento desde el firmamento de la justicia. En verdad, el Señor ama la unión y la armonía y aborrece la separación y el divorcio. Vivid los unos con los otros, oh pueblo, en resplandor y alegría. ¡Por Mi vida! Todos los que están en la tierra pasarán, mientras que sólo las buenas obras perdurarán; Dios mismo da testimonio de la verdad de Mis palabras. Reconciliad vuestras diferencias, oh Mis siervos; luego prestad atención a la admonición de Nuestra Pluma de Gloria y no sigáis a los arrogantes y desobedientes.
71
¡Tened cuidado de que el mundo no os engañe como engañó a los pueblos que os precedieron! Observad los estatutos y preceptos de vuestro Señor y seguid este Camino que se os ha trazado con rectitud y verdad. Quienes se apartan de la iniquidad y el error y se adhieren a la virtud se cuentan, a los ojos del único Dios verdadero, entre las más selectas de Sus criaturas; sus nombres son ensalzados por el Concurso de los reinos de lo alto y por quienes moran en este Tabernáculo que se ha erigido en nombre de Dios.
72
Os está prohibido comerciar con esclavos, sean hombres o mujeres. No le corresponde a quien es siervo comprar a otro siervo de Dios, y esto ha sido prohibido en Su Tabla Sagrada. Así, por Su misericordia, el mandamiento ha sido registrado por la Pluma de la justicia. Que nadie se enaltezca por encima de otro; todos son esclavos ante el Señor, y todos ejemplifican la verdad de que no hay otro Dios excepto Él. Él, en verdad, es el Omnisapiente, cuya sabiduría abarca todas las cosas.
73
Adornaos con el ropaje de las buenas obras. Aquel cuyas obras alcanzan el beneplácito de Dios pertenece, sin duda, al pueblo de Bahá y es recordado ante Su trono. Ayudad al Señor de toda la creación con obras de rectitud, y también mediante la sabiduría y la palabra. Así, en verdad, se os ha ordenado en la mayoría de las Tablas Aquel que es el Todomisericordioso.
Él, en verdad, es consciente de lo que digo. Que nadie contienda con otro, y que ninguna alma mate a otra; esto, en verdad, es lo que se os ha prohibido en un Libro que ha permanecido oculto dentro del Tabernáculo de gloria. ¡Cómo! ¿Queréis matar a aquel a quien Dios ha vivificado, a quien ha dotado de espíritu mediante un soplo de Él? ¡Grave sería entonces vuestra transgresión ante Su trono! Temed a Dios, y no levantéis la mano de la injusticia y la opresión para destruir lo que Él mismo ha levantado; no, caminad por el camino de Dios, el Verdadero. Tan pronto como aparecieron las huestes del verdadero conocimiento, portando los estandartes de la expresión divina, las tribus de las religiones fueron puestas en fuga, salvo sólo aquellos que quisieron beber de la corriente de vida eterna en un Paraíso creado por el aliento del Todoglorioso.
74
Dios ha decretado, en señal de Su misericordia hacia Sus criaturas, que el semen no es impuro. Dadle gracias con alegría y resplandor, y no sigáis a quienes están alejados del Lugar del Amanecer de Su cercanía. Levantaos, bajo todas las condiciones, para prestar servicio a la Causa, pues Dios os ayudará con seguridad mediante el poder de Su soberanía que eclipsa los mundos. Aferraos a la cuerda del refinamiento con tal tenacidad que no permitáis que se vea rastro alguno de suciedad en vuestras vestiduras. Tal es el mandato de Aquel que está santificado por encima de todo refinamiento. Quien no alcance esta norma con buenas razones no incurrirá en culpa. Dios, en verdad, es el Perdonador, el Misericordioso. Lavad toda cosa sucia con agua que no haya sufrido alteración alguna en ninguno de los tres aspectos; cuidaos de no utilizar agua que haya sido alterada por la exposición al aire o a algún otro agente. Sed la esencia misma de la limpieza entre la humanidad. Esto es, en verdad, lo que vuestro Señor, el Incomparable, el Sabio, desea para vosotros.
75
Dios, como un favor de Su presencia, ha abolido el concepto de «impureza», por el cual diversas cosas y pueblos han sido considerados impuros. Él, sin duda, es el Perdonador, el Más Generoso. En verdad, todas las cosas creadas fueron sumergidas en el mar de la purificación cuando, en ese primer día de Ridván, derramamos sobre toda la creación los esplendores de Nuestros Nombres más excelentes y Nuestros Atributos más exaltados. Esto, en verdad, es una muestra de Mi amorosa providencia, que ha abarcado todos los mundos. Asociaos, pues, con los seguidores de todas las religiones y proclamad la Causa de vuestro Señor, el Más Compasivo; ésta es la verdadera corona de las obras, si sois de los que entienden.
76
Dios os ha ordenado que observéis la máxima limpieza, hasta el punto de lavaros lo que esté manchado de polvo, y no digamos ya de suciedad endurecida o impurezas similares. Temedle y sed de los puros. Si la vestimenta de alguien está visiblemente manchada, sus oraciones no ascenderán a Dios y el Concurso celestial se apartará de él. Utilizad agua de rosas y perfume puro; esto es, en verdad, lo que Dios ha amado desde el principio que no tiene principio, para que se difunda de vosotros lo que vuestro Señor, el Incomparable, el Sabio, desea.
77
Dios os ha liberado de la ordenanza establecida en el Bayan sobre la destrucción de los libros. Os hemos permitido leer las ciencias que os sean útiles, no las que terminen en disputas vanas; mejor es esto para vosotros, si sois de los que comprenden.
78
¡Oh reyes de la tierra! Aquel que es el soberano Señor de todo ha llegado. El Reino es de Dios, el Protector omnipotente, el que subsiste por Sí mismo. No adoréis a nadie sino a Dios y, con corazones radiantes, elevad vuestros rostros hacia vuestro Señor, el Señor de todos los nombres. Ésta es una Revelación con la que nada de lo que poseáis podrá compararse, si tan sólo pudierais saberlo.
79
Os vemos regocijándoos por lo que habéis acumulado para los demás y apartándoos de los mundos que sólo Mi Tabla guardada puede comprender. Los tesoros que habéis acumulado os han alejado de vuestro objetivo último. Esto no os conviene, si tan sólo lo comprendierais. Limpiad de vuestros corazones todas las impurezas terrenales y apresuraos a entrar en el Reino de vuestro Señor, el Creador de la tierra y del cielo, que hizo temblar al mundo y a todos sus pueblos gemir, excepto a los que han renunciado a todas las cosas y se han aferrado a lo que la Tabla Oculta ha ordenado.
80
Éste es el Día en el que Aquel que mantuvo conversación con Dios ha alcanzado la luz del Anciano de los Días y ha bebido las aguas puras de la reunión de esta Copa que ha hecho que los mares se hinchen. Di: ¡Por el único Dios verdadero! El Sinaí está girando alrededor de la Aurora de la Revelación, mientras que desde las alturas del Reino se oye la Voz del Espíritu de Dios que proclama: «¡Moviéndoos, vosotros los orgullosos de la tierra, y apresuraos hacia Él!». El Carmelo, en este Día, se ha apresurado en anhelante adoración para llegar a Su corte, mientras que desde el corazón de Sión llega el grito: «La promesa se ha cumplido. Lo que había sido anunciado en la Sagrada Escritura de Dios, el Más Exaltado, el Todopoderoso, el Más Amado, se ha hecho manifiesto».
81
¡Oh reyes de la tierra! La Más Grande Ley ha sido revelada en este Lugar, en esta escena de esplendor trascendente. Todo lo oculto ha sido sacado a la luz en virtud de la Voluntad del Supremo Ordenador, Aquel que ha inaugurado la Última Hora, por medio de Quien se ha hendido la Luna y se ha expuesto todo decreto irrevocable.
82
¡No sois más que vasallos, oh reyes de la tierra! El que es el Rey de Reyes ha aparecido, ataviado con Su más maravillosa gloria, y os está llamando hacia Sí, el que ayuda en el peligro, el que subsiste por Sí mismo. Tened cuidado de que el orgullo no os impida reconocer la Fuente de la Revelación, de que las cosas de este mundo no os alejen como por un velo de Aquel que es el Creador del cielo. Levantaos y servid a Aquel que es el Deseo de todas las naciones, que os ha creado mediante una palabra suya y os ha ordenado que seáis, para siempre, los emblemas de Su soberanía.
83
¡Por la rectitud de Dios! No es Nuestro deseo poner las manos sobre vuestros reinos. Nuestra misión es apoderarnos de los corazones de los hombres y poseerlos. Bahá tiene los ojos puestos en ellos. Esto lo atestigua el Reino de los Nombres, si pudierais comprenderlo. Quien siga a su Señor renunciará al mundo y a todo lo que hay en él;
¡Cuánto mayor debe ser, entonces, el desapego de Aquel que ocupa tan augusta posición! Abandonad vuestros palacios y apresuraos a ganar la admisión en Su Reino. Esto, en verdad, os beneficiará tanto en este mundo como en el venidero. Esto atestigua el Señor del reino en lo alto, si tan sólo lo supierais.
84
¡Cuán grande es la bienaventuranza que aguarda al rey que se levantará para ayudar a Mi Causa en Mi reino, que se desprenderá de todo lo demás excepto de Mí! Un rey así se cuenta entre los compañeros del Arca Carmesí, el Arca que Dios ha preparado para el pueblo de Bahá. Todos deben glorificar su nombre, deben reverenciar su posición y ayudarlo a abrir las ciudades con las llaves de Mi Nombre, el Protector omnipotente de todos los que habitan los reinos visibles e invisibles. Un rey así es el ojo mismo de la humanidad, el ornamento luminoso en la frente de la creación, la fuente de bendiciones para todo el mundo. Ofrezcan, oh pueblo de Bahá, sus bienes, es más, sus propias vidas, para su ayuda.
85
¡Oh Emperador de Austria! Aquel que es la Aurora de la Luz de Dios vivía en la prisión de Akka cuando tú te preparaste para visitar la Mezquita de Al-Aqsa. Pasaste de largo y no preguntaste acerca de Aquel por Quien toda casa es exaltada y toda puerta alta abierta. En verdad, Nosotros hicimos de ella un lugar al que el mundo debería volverse, para que pudieran recordarme, y sin embargo, tú has rechazado a Aquel que es el Objeto de este recuerdo, cuando apareció con el Reino de Dios, tu Señor y el Señor de los mundos. Hemos estado contigo en todo momento y te hemos encontrado aferrado a la Rama y desatento a la Raíz. Tu Señor, en verdad, es testigo de lo que digo. Nos apenó verte girar alrededor de Nuestro Nombre sin darte cuenta de Nosotros, aunque estábamos ante tu rostro. Abre tus ojos, para que puedas contemplar esta gloriosa Visión, y reconocer a Aquel a quien invocas de día y de noche, y contemplar la Luz que brilla sobre este luminoso Horizonte.
86
Di: ¡Oh Rey de Berlín! Escucha la Voz que llama desde este Templo manifiesto: «En verdad, no hay otro Dios sino Yo, el Eterno, el Inigualable, el Anciano de Días». Ten cuidado de que el orgullo no te impida reconocer la Aurora de la Revelación Divina, de que los deseos mundanos no te alejen, como por un velo, del Señor del Trono de arriba y de la tierra de abajo. Así te aconseja la Pluma del Altísimo. Él, en verdad, es el Más Misericordioso, el Todo Generoso. ¿Recuerdas a aquel (Napoleón III) cuyo poder trascendió tu poder, y cuya posición superó tu posición? ¿Dónde está? ¿Adónde se han ido las cosas que poseía? Ten cuidado y no seas de los que están profundamente dormidos. Él fue quien arrojó la Tabla de Dios detrás de él cuando le hicimos saber lo que las huestes de la tiranía Nos habían hecho sufrir. Por tanto, la desgracia le asaltó por todos lados y se convirtió en polvo con gran pérdida. Piensa profundamente, oh Rey, en él y en aquellos que, como tú, han conquistado ciudades y gobernado a los hombres. El Todomisericordioso los hizo descender de sus palacios a sus tumbas. Ten cuidado, sé de aquellos que reflexionan.
87
No os hemos pedido nada. Os exhortamos, en verdad, por Dios, y seremos pacientes, como lo hemos sido con lo que nos ha sucedido por vuestras manos, ¡oh concurso de reyes!
88
Escuchad, oh gobernantes de América y presidentes de las repúblicas que allí habitan, lo que la paloma gorjea en la rama de la eternidad: «No hay otro Dios sino Yo, el que perdura, el indulgente, el generoso». Adornad el templo del dominio con el ornamento de la justicia y del temor de Dios, y su cabeza con la corona del recuerdo de vuestro Señor, el Creador de los cielos.
Así os aconseja Aquel que es la Aurora de los Nombres, tal como lo ordenó Aquel que es el Omnisciente, el Omnisciente. El Prometido ha aparecido en esta gloriosa Estación, en la que todos los seres, tanto visibles como invisibles, se han regocijado. Aprovechad el Día de Dios. En verdad, encontraros con Él es mejor para vosotros que todo aquello sobre lo que brilla el sol, si tan solo lo supieseis. ¡Oh concurso de gobernantes! Prestad atención a lo que ha sido elevado desde la Aurora de la Grandeza: «En verdad, no hay otro Dios sino Yo, el Señor de la Expresión, el Omnisciente». Atad a los quebrantados con las manos de la justicia, y aplastad al opresor que florece con la vara de los mandamientos de vuestro Señor, el Ordenador, el Omnisciente.
89
¡Oh, habitantes de Constantinopla! He aquí que, de entre vosotros, oímos el funesto ulular del búho. ¿Os ha dominado la embriaguez de la pasión o es que estáis sumidos en la indiferencia? ¡Oh, lugar que estás situado en las orillas de los dos mares! El trono de la tiranía se ha establecido, en verdad, sobre ti, y la llama del odio se ha encendido en tu seno, de tal manera que el Concurso de lo alto y los que giran alrededor del Trono Exaltado han gemido y se han lamentado. Vemos en ti al necio gobernando a los sabios, y a la oscuridad alardeando contra la luz. Estás, en verdad, lleno de orgullo manifiesto. ¿Tu esplendor exterior te ha hecho vanidoso? ¡Por Aquel que es el Señor de la humanidad! Pronto perecerá, y tus hijas, tus viudas y todos los linajes que habitan en ti se lamentarán. Así te informa el Omnisciente, el Sabio.
90
¡Oh orillas del Rin! Os hemos visto cubiertos de sangre, pues las espadas del castigo se desenvainaron contra vosotros; y os tocará otra vez. Y oímos los lamentos de Berlín, aunque hoy se encuentre en conspicua gloria.
91
Que nada te aflija, oh Tierra de Ta, pues Dios te ha elegido para ser la fuente de alegría de toda la humanidad. Si es Su Voluntad, Él bendecirá tu trono con alguien que gobernará con justicia, que reunirá al rebaño de Dios que los lobos han dispersado. Un gobernante así, con alegría y regocijo, volverá su rostro hacia el pueblo de Bahá y extenderá sus favores hacia él. En verdad, a los ojos de Dios se le considera como una joya entre los hombres. Sobre él descanse por siempre la gloria de Dios y la gloria de todos los que moran en el reino de Su revelación.
92
Alégrate con gran alegría, porque Dios te ha hecho, Teherán, «la Aurora de Su luz», puesto que en ti nació la Manifestación de Su Gloria. Alégrate por este nombre que te ha sido conferido, un nombre a través del cual el Sol de la gracia ha derramado su esplendor, a través del cual tanto la tierra como el cielo han sido iluminados.
93
Dentro de poco cambiará el estado de cosas en tu interior y las riendas del poder caerán en manos del pueblo. En verdad, tu Señor es el Omnisciente. Su autoridad abarca todas las cosas. Descansa seguro en el favor misericordioso de tu Señor. La mirada de Su amorosa bondad estará dirigida eternamente hacia ti.
Se acerca el día en que tu agitación se habrá transmutado en paz y tranquilidad. Así ha sido decretado en el maravilloso Libro.
94
¡Oh, Tierra de Kha! De ti oímos la voz de los héroes, que se alzan en glorificación de tu Señor, el Todopoderoso, el Más Exaltado. Bendito el día en que los estandartes de los Nombres divinos se izarán en el reino de la creación en Mi Nombre, el Todoglorioso.
Ese día los fieles se alegrarán por la victoria de Dios, y los incrédulos se lamentarán.
95
Nadie debe contender con aquellos que ejercen autoridad sobre el pueblo; dejadles lo que es suyo y dirigid vuestra atención a los corazones de los hombres.
96
¡Oh Poderoso Océano! Rocía sobre las naciones aquello con lo que has sido encomendado por Aquel que es el Soberano de la Eternidad, y adorna los templos de todos los habitantes de la tierra con la vestidura de Sus leyes +F1 Khurasan por las cuales todos los corazones se regocijarán y todos los ojos se iluminarán.
97
Si alguien adquiere cien miticales de oro, diecinueve miticales pertenecen a Dios y deben serle entregados a Él, el Creador de la tierra y del cielo. ¡Oh, pueblos! ¡Tened cuidado de no privaros de tan gran favor! Os hemos ordenado esto, aunque podemos prescindir de vosotros y de todos los que están en los cielos y en la tierra; en ello hay beneficios y sabidurías que nadie puede comprender excepto Dios, el Omnisciente, el Informado. Di: Por este medio Él ha querido purificar lo que poseéis y permitiros acercaros a posiciones que nadie puede comprender excepto aquellos a quienes Dios ha querido. En verdad, Él es el Compasivo, el Misericordioso, el Generoso. ¡Oh, pueblos! No tratéis infidelidad al Derecho de Dios ni dispongáis de él sin Su permiso. Así ha sido establecido Su mandamiento en las Tablas sagradas y en este Libro exaltado. Quien no obra con fe en Dios, se enfrentará a la misma fe; pero quien actúe de acuerdo con el mandato de Dios recibirá una bendición del cielo por la bondad de su Señor, el Compasivo, el Dador, el Generoso, el Anciano de Días. Él, en verdad, ha querido para vosotros lo que todavía está más allá de vuestro conocimiento, pero que conoceréis cuando, después de esta vida fugaz, vuestras almas se eleven hacia los cielos y los adornos de vuestros goces terrenales se hayan plegado. Así os advierte Aquel en Cuya posesión está la Tabla Guardada.
98
Los creyentes han presentado ante Nuestro trono diversas peticiones acerca de las leyes de Dios, Señor de lo visible y lo invisible, Señor de todos los mundos. Por eso hemos revelado esta Tabla Sagrada y la hemos revestido con el manto de Su Ley, para que la gente pueda cumplir los mandamientos de su Señor.
Se Nos habían hecho peticiones similares durante varios años anteriores, pero, en Nuestra sabiduría, habíamos retenido Nuestra Pluma hasta que, en días recientes, llegaron cartas de varios amigos, y por lo tanto hemos respondido, a través del poder de la verdad, con aquello que acelerará los corazones de los hombres.
99
Di: ¡Oh, líderes de las religiones! No pesen el Libro de Dios con los criterios y las ciencias que se usan entre ustedes, pues el Libro mismo es la Balanza infalible establecida entre los hombres. En esta Balanza más perfecta debe pesarse todo lo que poseen los pueblos y las razas de la tierra, mientras que la medida de su peso debe comprobarse de acuerdo con su propio criterio, si lo supieran.
100
El ojo de Mi amorosa bondad llora dolorosamente por vosotros, puesto que no habéis sabido reconocer a Aquel a Quien habéis estado invocando de día y de noche, al atardecer y al amanecer. ¡Avanzad, oh pueblo, con rostros blancos como la nieve y corazones radiantes, hacia el bendito y carmesí Punto, donde el Sadratu’l-Muntaha está invocando: «En verdad, no hay otro Dios aparte de Mí, el Protector Omnipotente, el que Subsiste por Sí Mismo!».
101
¡Oh, vosotros, líderes de las religiones! ¿Quién es el hombre entre vosotros que pueda rivalizar conmigo en visión o perspicacia? ¿Dónde se puede encontrar a alguien que se atreva a afirmar que es Mi igual en palabra o sabiduría? ¡No, por Mi Señor, el Todo Misericordioso! Todo lo que hay en la tierra pasará; y éste es el rostro de vuestro Señor, el Todopoderoso, el Bienamado.
102
Hemos decretado, oh pueblo, que el fin último y más elevado de todo conocimiento sea el reconocimiento de Aquel que es el Objeto de todo conocimiento; y, sin embargo, observad cómo habéis permitido que vuestro conocimiento os excluyera, como por un velo, de Aquel que es la Aurora de esta Luz, por medio de Quien se ha revelado todo lo oculto. Si pudierais descubrir la fuente de donde se difunde el esplendor de esta expresión, desecharíais a los pueblos del mundo y todo lo que poseen, y os acercaríais a este bendito Trono de gloria.
103
Di: Éste es, en verdad, el cielo en el que se guarda el Libro Madre, si pudierais comprenderlo. Él es Quien ha hecho que la Roca grite y que la Zarza Ardiente eleve su voz sobre el Monte que se eleva sobre la Tierra Santa y proclame: «¡El Reino es de Dios, el Soberano Señor de todo, el Todopoderoso, el Amoroso!».
104
No hemos entrado en ninguna escuela ni hemos leído ninguna de vuestras disertaciones. Prestad oído a las palabras de este iletrado, con las que os llama hacia Dios, el Eterno. Esto es mejor para vosotros que todos los tesoros de la tierra, si pudierais comprenderlo.
105
Quien interprete lo que ha sido enviado desde el cielo de la Revelación y altere su significado evidente, ése, verdaderamente, es de aquellos que han pervertido la Sublime Palabra de Dios y es de los perdidos en el Libro Lúcido.
106
Se os ha ordenado que os cortéis las uñas, que os bañéis cada semana con agua que cubra vuestro cuerpo y que os limpiéis con lo que hayáis usado anteriormente. Tened cuidado de que por negligencia no dejéis de observar lo que os ha prescrito Aquel que es el Incomparable, el Misericordioso. Sumergios en agua limpia; no está permitido bañaros con agua que ya ha sido utilizada. Procurad no acercaros a las piscinas públicas de los baños persas; quien se dirija hacia ellos olerá su fétido olor antes de entrar en ellos. Evitadlos, oh pueblo, y no seáis de los que aceptan ignominiosamente tal vileza. En verdad, son como sumideros de suciedad y contaminación, si sois de los que comprenden. Evitad asimismo las piscinas malolientes de los patios de las casas persas y sed puros y santificados. En verdad, deseamos veros como manifestaciones del paraíso en la tierra, para que de vosotros se difunda una fragancia que alegre los corazones de los favorecidos de Dios. Si el bañista, en lugar de entrar en el agua, se lava vertiéndola sobre su cuerpo, será mejor para él y le absolverá de la necesidad de la inmersión corporal. El Señor, en verdad, ha querido, como un regalo de Su presencia, haceros la vida más fácil para que seáis de los verdaderamente agradecidos.
107
Os está prohibido casaros con las mujeres de vuestros padres. Nos avergonzamos de tratar el tema de los muchachos. ¡Temed al Misericordioso, pueblos del mundo! No cometáis lo que se os prohíbe en Nuestra Sagrada Tabla, y no seáis de los que vagan distraídos por el desierto de sus deseos.
108
A nadie se le permite murmurar versos sagrados ante la mirada del público mientras camina por la calle o por el mercado; más bien, si desea magnificar al Señor, le corresponde hacerlo en los lugares erigidos para este propósito, o en su propia casa. Esto es más acorde con la sinceridad y la piedad. Así ha brillado el sol de Nuestro mandamiento sobre el horizonte de Nuestras palabras. Bienaventurados, entonces, los que cumplen Nuestras órdenes.
109
A todos se les ha ordenado que redacten un testamento. El testador debe encabezar este documento con el adorno del Más Grande Nombre, dar testimonio en él de la Unicidad de Dios en la Aurora de Su Revelación y hacer mención, como quiera, de lo que es digno de alabanza, para que sea un testimonio para él en los reinos de la Revelación y la Creación y un tesoro para su Señor, el Supremo Protector, el Fiel.
110
Todas las Fiestas han alcanzado su consumación en las dos Más Grandes Fiestas, y en las otras dos Fiestas que caen en los días gemelos: la primera de las Más Grandes Fiestas es aquellos días en los que el Todomisericordioso derramó sobre toda la creación la gloria refulgente de Sus más excelentes Nombres y Sus más exaltados Atributos, y la segunda es aquel día en el que resucitamos a Aquel que anunció a la humanidad las buenas nuevas de este Nombre, a través del cual los muertos han resucitado y todos los que están en los cielos y en la tierra han sido reunidos.
Así lo ha decretado Aquel que es el Ordenador, el Omnisciente.
111
Feliz aquel que entra en el primer día del mes de Baha, el día que Dios ha consagrado a este Gran Nombre. Y bendito sea aquel que en este día muestre las bondades que Dios le ha concedido; él, en verdad, es de aquellos que dan gracias a Dios mediante acciones que demuestran la munificencia del Señor que ha abarcado todos los mundos. Di: Este día, en verdad, es la corona de todos los meses y la fuente de ellos, el día en el que el aliento de vida se extiende sobre todas las cosas creadas. Grande es la bienaventuranza de aquel que lo saluda con resplandor y alegría. Nosotros testificamos que él está, en verdad, entre aquellos que son bienaventurados.
112
Di: La Más Grande Fiesta es, en verdad, la Reina de las Fiestas. Recordad, oh gente, la gracia que Dios os ha concedido. Estabais sumidos en el sueño, y he aquí que Él os despertó con las brisas vivificantes de Su Revelación y os hizo conocer Su Sendero manifiesto e inmutable.
113
Recurrid, en tiempos de enfermedad, a médicos competentes; no hemos dejado de lado el uso de medios materiales, sino que lo hemos confirmado a través de esta Pluma, que Dios ha hecho el Punto de Amanecer de Su Causa brillante y gloriosa.
114
Dios había impuesto a cada uno de los creyentes la obligación de ofrecer ante Nuestro Trono dones inestimables de entre sus bienes. Ahora, en señal de Nuestro favor, los hemos absuelto de esta obligación. Él, en verdad, es el Más Generoso, el Generoso.
115
Bendito sea aquel que, a la hora del alba, centrando sus pensamientos en Dios, ocupado en Su recuerdo y suplicando Su perdón, dirige sus pasos hacia el Mashriqu’l-Adhkar y, entrando allí, se sienta en silencio para escuchar los versos de Dios, el Soberano, el Poderoso, el Alabado. Di: El Mashriqu’l-Adhkar es cada edificio que ha sido erigido en ciudades y pueblos para la celebración de Mi alabanza. Tal es el nombre con el que ha sido designado ante el trono de gloria, si sois de los que entendéis.
116
Quienes reciten los versos del Todomisericordioso en los tonos más melodiosos percibirán en ellos aquello con lo que la soberanía de la tierra y del cielo jamás podrá compararse. De ellos inhalarán la fragancia divina de Mis mundos, mundos que hoy nadie puede discernir salvo aquellos que han sido dotados de visión a través de esta sublime, esta hermosa Revelación. Di: Estos versos atraen corazones puros hacia esos mundos espirituales que no pueden expresarse con palabras ni insinuarse con alusiones. Benditos sean aquellos que escuchan.
117
Ayúdenme, oh pueblo Mío, Mis siervos escogidos que se han levantado para hacer mención de Mí entre Mis criaturas y para exaltar Mi Palabra en todo Mi reino. Éstos, en verdad, son las estrellas del cielo de Mi amorosa providencia y las lámparas de Mi guía para toda la humanidad. Pero aquel cuyas palabras están en conflicto con lo que ha sido enviado en Mis Tablas Sagradas no es Mío. Tengan cuidado de no seguir a ningún impío pretendiente. Estas Tablas están embellecidas con el sello de Aquel que hace aparecer el amanecer, Quien eleva Su voz entre los cielos y la tierra. Aférrense a este Mango Seguro y al Cordón de Mi Causa poderosa e inexpugnable.
118
El Señor ha concedido permiso a quien lo desee para que sea instruido en las diversas lenguas del mundo, para que pueda difundir el Mensaje de la Causa de Dios por todo Oriente y por todo Occidente, y para que haga mención de Él entre las tribus y pueblos del mundo, de tal manera que los corazones puedan reavivar y los huesos enmohecidos sean vivificados.
119
No es admisible que el hombre dotado de razón consuma aquello que se la roba. Antes bien, le corresponde comportarse de una manera digna de su condición humana y no de acuerdo con las malas acciones de cualquier alma negligente y vacilante.
120
Adornad vuestras cabezas con las guirnaldas de la honradez y la fidelidad, vuestros corazones con el atavío del temor de Dios, vuestras lenguas con la veracidad absoluta, vuestros cuerpos con la vestidura de la cortesía. Éstos son, en verdad, adornos apropiados para el templo del hombre, si sois de los que reflexionan. Aferraos, oh pueblo de Baha, al cordón de la servidumbre a Dios, el Verdadero, pues de ese modo vuestras posiciones se harán manifiestas, vuestros nombres se escribirán y preservarán, vuestros rangos se elevarán y vuestra memoria se exaltará en la Tabla Preservada. Tened cuidado, no sea que los moradores de la tierra os impidan alcanzar esta gloriosa y exaltada posición. Así os hemos exhortado en la mayoría de Nuestras Epístolas y ahora en ésta, Nuestra Tabla Sagrada, sobre la que ha brillado el Sol de las Leyes del Señor, vuestro Dios, el Poderoso, el Omnisciente.
121
Cuando el océano de Mi presencia haya menguado y el Libro de Mi Revelación haya terminado, volved vuestros rostros hacia Aquel a quien Dios ha designado, Quien ha brotado de esta Antigua Raíz.
122
Consideremos la mezquindad de las mentes de los hombres. Piden lo que les hace daño y desechan lo que les beneficia. Son, en verdad, de los que están muy extraviados. Vemos que algunos hombres desean la libertad y se enorgullecen de ella. Tales hombres están en las profundidades de la ignorancia.
123
La libertad, al final, debe conducir a la sedición, cuyas llamas nadie puede apagar. Así os advierte Aquel que es el Calculador, el Omnisciente. Sabed que la encarnación de la libertad y su símbolo es el animal. Lo que conviene al hombre es la sumisión a restricciones que le protejan de su propia ignorancia y le guarden del daño del malhechor. La libertad hace que el hombre traspase los límites de la propiedad y que infrinja la dignidad de su posición. Lo degrada al nivel de la depravación y la maldad extremas.
124
Considerad a los hombres como un rebaño de ovejas que necesitan un pastor que las proteja. Ésta es, en verdad, la verdad, la verdad ineludible. Aprobamos la libertad en ciertas circunstancias y nos negamos a sancionarla en otras. En verdad, Nosotros somos Omniscientes.
125
Di: La verdadera libertad consiste en la sumisión del hombre a Mis mandamientos, por poco que lo conozcáis. Si los hombres observasen lo que les hemos enviado desde el Cielo de la Revelación, alcanzarían, con toda seguridad, la libertad perfecta. Feliz el hombre que ha comprendido el Propósito de Dios en todo lo que Él ha revelado desde el Cielo de Su Voluntad que impregna todas las cosas creadas. Di: La libertad que os aprovecha no se encuentra en ninguna parte sino en la completa servidumbre a Dios, la Verdad Eterna. Quien haya probado su dulzura se negará a cambiarla por todo el dominio de la tierra y del cielo.
126
En el Bayan se os había prohibido hacernos preguntas. El Señor os ha liberado ahora de esta prohibición, para que seáis libres de preguntar lo que necesitéis preguntar, pero no preguntas tan vanas como las que solían plantearse los hombres de tiempos pasados. ¡Temed a Dios y sed de los justos! Preguntad lo que os sea de provecho en la Causa de Dios y en Su dominio, pues los portales de Su tierna compasión se han abierto ante todos los que moran en el cielo y en la tierra.
127
El número de meses del año, señalado en el Libro de Dios, es diecinueve. De ellos, el primero ha sido adornado con este Nombre que cubre toda la creación.
128
El Señor ha decretado que los muertos sean enterrados en ataúdes hechos de cristal, de piedra dura y resistente, o de madera fina y duradera, y que se les coloquen anillos grabados en los dedos. Él, en verdad, es el Ordenador Supremo, el Único informado de todo.
129
La inscripción en estos anillos debe decir, para los hombres: «A Dios pertenece todo lo que está en los cielos y en la tierra y todo lo que está entre ellos, y Él, en verdad, tiene conocimiento de todas las cosas»; y para las mujeres: «A Dios pertenece el dominio de los cielos y la tierra y todo lo que está entre ellos, y Él, en verdad, es poderoso sobre todas las cosas». Estos son los versos que fueron revelados anteriormente, pero he aquí que el Punto del Bayan ahora llama, exclamando: «¡Oh, el Más Amado de los mundos! Revela en su lugar palabras tales que hagan volar la fragancia de Tus favores graciosos sobre toda la humanidad. Hemos anunciado a todos que una sola palabra Tuya supera todo lo que ha sido enviado en el Bayan. Tú, en verdad, tienes poder para hacer lo que Te agrada. ¡No prives a Tus siervos de las bondades desbordantes del océano de Tu misericordia! Tú, en verdad, eres Aquel Cuya gracia es infinita». He aquí que hemos escuchado Su llamado y ahora cumplimos Su deseo. Él, en verdad, es el Más Amado, el Respondedor de las oraciones. Si el siguiente verso, que en este momento ha sido enviado por Dios, se grabase en los anillos de entierro tanto de hombres como de mujeres, sería mejor para ellos; Nosotros, con certeza, somos el Ordenador Supremo: «Salí de Dios y vuelvo a Él, desprendido de todo excepto de Él, aferrándome a Su Nombre, el Misericordioso, el Compasivo». Así es como el Señor escoge a quien Él desea para recibir un favor de Su presencia. Él es, en verdad, el Dios de fuerza y poder.
130
El Señor ha decretado, además, que el difunto sea envuelto en cinco sábanas de seda o algodón. Para aquellos cuyos medios son limitados, una sola sábana de cualquiera de las dos telas será suficiente. Así lo ha ordenado Aquel que es el Omnisciente, el Omniinformado.
Se prohíbe transportar el cuerpo del difunto a distancia mayor de una hora de viaje de la ciudad, sino que debe ser enterrado, con resplandor y serenidad, en un lugar cercano.
131
Dios ha eliminado las restricciones a los viajes que se habían impuesto en el Bayan. Él, en verdad, es el Libre; hace lo que quiere y ordena lo que quiere.
132
¡Oh pueblos del mundo! Escuchad el llamado de Aquel que es el Señor de los Nombres, que os proclama desde Su morada en la Más Grande Prisión: «En verdad, no hay más Dios que Yo, el Poderoso, el Poderoso, el que Todo lo Subyuga, el Más Exaltado, el Omnisciente, el Sabio». En verdad, no hay más Dios que Él, el Gobernante Omnipotente de los mundos. Si fuera Su Voluntad, Él, con una sola palabra procedente de Su presencia, se apoderaría de toda la humanidad. Tened cuidado de no dudar en aceptar esta Causa, una Causa ante la cual se han inclinado el Concurso de lo Alto y los moradores de las Ciudades de los Nombres. Temed a Dios y no seáis de aquellos que están excluidos como por un velo. Quemad los velos con el fuego de Mi amor y disipad las nieblas de las vanas imaginaciones mediante el poder de este Nombre a través del cual hemos subyugado a toda la creación.
133
Elevad y exaltad las dos Casas en los Dos Lugares Sagrados y los demás sitios en los que se ha establecido el trono de vuestro Señor, el Misericordioso. Así os ordena el Señor de todo corazón comprensivo.
134
Estad alerta, no sea que las preocupaciones y afanes de este mundo os impidan observar lo que os ha sido ordenado por Aquel que es el Poderoso, el Fiel. Sed la encarnación de tal firmeza en medio de la humanidad que no seáis apartados de Dios por las dudas de aquellos que no creyeron en Él cuando se manifestó, investido de una poderosa soberanía. Prestad atención, no sea que nada de lo que ha sido registrado en el Libro os impida escuchar a este, el Libro Viviente, que proclama la verdad: «En verdad, no hay más Dios que Yo, el Más Excelente, el Alabado». Mirad con el ojo de la equidad a Aquel que ha descendido del cielo de la voluntad y el poder Divinos, y no seáis de aquellos que actúan injustamente.
135
Recordad, pues, estas palabras que han brotado, en homenaje a esta Revelación, de la Pluma de Aquel que fue Mi Heraldo, y considerad lo que las manos de los opresores han obrado a lo largo de Mis días. En verdad, se cuentan entre los perdidos. Él dijo: «Si alcanzáis la presencia de Aquel a Quien haremos manifiesto, rogad a Dios, en Su generosidad, que os conceda que se digne sentarse en vuestros lechos, pues ese acto en sí mismo os conferiría un honor incomparable y sobrepasaría todas las expectativas. Si Él bebiera un vaso de agua en vuestros hogares, esto sería de mayor importancia para vosotros que ofrecer a cada alma, más aún, a cada cosa creada, el agua de su propia vida. Sabed esto, oh vosotros Mis siervos».
136
Tales son las palabras con las que Mi Precursor ha ensalzado Mi Ser, si pudierais comprenderlo. Quien reflexione sobre estos versículos y se dé cuenta de las perlas ocultas que se encuentran en ellos, percibirá, por la rectitud de Dios, la fragancia del Todomisericordioso que emana de esta Prisión y se precipitará hacia Él con todo su corazón con un anhelo tan ardiente que las huestes de la tierra y del cielo no podrían disuadirlo. Di: Ésta es una Revelación en torno a la cual giran todas las pruebas y testimonios. Así ha sido enviada por vuestro Señor, el Dios de la Misericordia, si sois de los que juzgan correctamente. Di: Ésta es el alma misma de todas las Escrituras que ha sido insuflada en la Pluma del Altísimo, dejando atónitos a todos los seres creados, salvo sólo a aquellos que han sido extasiados por las suaves brisas de Mi amorosa bondad y los dulces aromas de Mis dádivas que han impregnado toda la creación.
137
¡Oh, pueblo del Bayán! Temed al Misericordioso y considerad lo que ha revelado en otro pasaje. Dijo: «La Alquimia es en verdad Aquel a quien Dios hará manifiesto; siempre que se mueve, se mueve, hasta que se detenga». Así lo estableció el Ordenador Supremo cuando quiso hacer mención de esta Más Grande Belleza. Meditad sobre esto, oh pueblo, y no seáis de los que vagan extraviados en el desierto del error. Si Lo rechazáis por orden de vuestras vanas fantasías, ¿dónde está entonces la Alquimia a la que os volveréis, oh asamblea de los negligentes? Meditad sobre este versículo y juzgad con equidad ante Dios, para que tal vez podáis recoger las perlas de los misterios del océano que se agita en Mi Nombre, el Todo Glorioso, el Altísimo.
138
Que nadie, en este Día, se aferre a nada que no sea lo que ha sido manifestado en esta Revelación. Tal es el decreto de Dios, en el pasado y en el futuro, un decreto con el que se han adornado las Escrituras de los Mensajeros de antaño. Tal es la admonición del Señor, en el pasado y en el futuro, una admonición con la que se ha embellecido el preámbulo del Libro de la Vida, si tan solo lo percibierais. Tal es el mandamiento del Señor, en el pasado y en el futuro; cuidaos de no elegir en su lugar la parte de la ignominia y la humillación. Nada os servirá en este Día excepto Dios, ni hay ningún refugio al que huir para salvarlo a Él, el Omnisciente, el Sabio. Quien Me ha conocido ha conocido la Meta de todo deseo, y quien se ha vuelto hacia Mí se ha vuelto hacia el Objeto de toda adoración. Así ha sido expuesto en el Libro, y así ha sido decretado por Dios, el Señor de todos los mundos. Leer tan sólo uno de los versículos de Mi Revelación es mejor que examinar las Escrituras de las generaciones pasadas y posteriores. Ésta es la Palabra del Misericordioso, ¡ojalá tuvierais oídos para oír! Di: Ésta es la esencia del conocimiento, si comprendierais.
139
Y ahora considerad lo que se ha revelado en otro pasaje, para que tal vez abandonéis vuestros propios conceptos y volváis vuestros rostros hacia Dios, el Señor del ser. Él ha dicho: «Es ilícito contraer matrimonio salvo con un creyente en el Bayan. Si sólo uno de los contrayentes abraza esta Causa, sus posesiones serán ilícitas para el otro, hasta que éste se haya convertido. Esta ley, sin embargo, el Báb, sólo entrará en vigor después de la exaltación de la Causa de Aquel a Quien manifestaremos en verdad, o de lo que ya se ha manifestado en justicia. Antes de esto, sois libres de contraer matrimonio como deseéis, para que tal vez por este medio podáis exaltar la Causa de Dios». Así ha cantado el ruiseñor con dulce melodía sobre la rama celestial, en alabanza de su Señor, el Todomisericordioso. Bienaventurados los que escuchan.
140
Oh, pueblo del Bayan, os conjuro por vuestro Señor, el Dios de la misericordia, a que miréis con ojos de justicia esta declaración que ha sido enviada mediante el poder de la verdad, y a que no seáis de aquellos que ven el testimonio de Dios, pero lo rechazan y lo niegan. Ellos, en verdad, son de aquellos que perecerán con seguridad. El Punto del Bayan ha mencionado explícitamente en este verso la exaltación de Mi Causa ante Su propia Causa; de esto dará testimonio toda mente justa y comprensiva. Como podéis atestiguar fácilmente en este día, su exaltación es tal que nadie puede negarla, salvo aquellos cuyos ojos están ebrios en esta vida mortal y a quienes les espera un castigo humillante en la vida venidera.
141
Di: ¡Por la justicia de Dios! Yo, en verdad, soy Su Amado. En este momento, Él escucha estos versículos que descienden del Cielo de la Revelación y lamenta las injusticias que habéis cometido en estos días. ¡Temed a Dios y no os unáis al agresor! Di: ¡Oh, gente! Si decidís no creer en Él, absteneos al menos de alzaros contra Él. ¡Por Dios! ¡Basta con las huestes de la tiranía que se han aliado contra Él!
142
En verdad, Él reveló ciertas leyes para que, en esta Dispensación, la Pluma del Altísimo no tuviera necesidad de moverse en nada más que la glorificación de Su propia Estación trascendente y Su Belleza más refulgente. Sin embargo, puesto que hemos querido demostraros Nuestra generosidad, mediante el poder de la verdad hemos expuesto estas leyes con claridad y hemos mitigado lo que deseamos que observéis. Él, en verdad, es el Munificente, el Generoso.
143
Él os ha dado a conocer previamente lo que sería expresado por esta Aurora de la sabiduría Divina. Él dijo, y dice la verdad: "Él es Aquel que en todas las circunstancias proclamará:
“En verdad, no hay otro Dios además de Mí, el Único, el Incomparable, el Omnisciente, el Informado de Todo.” Ésta es una posición que Dios ha asignado exclusivamente a esta sublime, única y maravillosa Revelación. Ésta es una muestra de Su generoso favor, si sois de los que comprenden, y una señal de Su irresistible decreto. Éste es Su Más Grande Nombre, Su Más Exaltada Palabra y la Aurora de Sus Más Excelentes Títulos, si pudierais comprender. Más aún, a través de Él se manifiesta cada Manantial, cada Amanecer de guía Divina. Reflexionad, oh pueblo, sobre lo que ha sido enviado con verdad; meditad sobre ello, y no seáis de los transgresores.
144
Asociaos con todas las religiones con amistad y concordia, para que puedan inhalar de vosotros la dulce fragancia de Dios. Tened cuidado de que entre los hombres la llama de la ignorancia necia os domine. Todas las cosas proceden de Dios y a Él vuelven. Él es la fuente de todas las cosas y en Él todas las cosas tienen su fin.
145
Tened cuidado de no entrar en ninguna casa en ausencia de su dueño, salvo con su permiso. Comportaos con decoro en todas las circunstancias y no seáis contados entre los desobedientes.
146
Se os ha ordenado purificar vuestros medios de subsistencia y otras cosas similares mediante el pago del Zakat. Así lo ha prescrito en esta Tabla exaltada Aquel que es el Revelador de los versículos.
Si es la voluntad y el propósito de Dios, pronto expondremos la medida de su evaluación. Él, en verdad, expone todo lo que desea en virtud de Su propio conocimiento, y Él, en verdad, es Omnisciente y Sabio.
147
Está prohibido pedir limosna y dar a quien pide. A todos se les ha ordenado que se ganen la vida, y en cuanto a quienes no son capaces de hacerlo, corresponde a los Diputados de Dios y a los ricos proveerles lo necesario. Guardad los estatutos y mandamientos de Dios; es más, guardadlos como lo haríais con vuestros propios ojos, y no seáis de los que sufren pérdidas dolorosas.
148
En el Libro de Dios se os ha prohibido participar en contiendas y conflictos, golpear a otro o cometer actos similares que puedan entristecer corazones y almas. Anteriormente, Aquel que es el Señor de toda la humanidad había prescrito una multa de diecinueve mitzvales de oro para quien fuera causa de tristeza para otro; sin embargo, en esta Dispensación os ha absuelto de ello y os exhorta a mostrar rectitud y piedad. Tal es el mandamiento que os ha impuesto en esta Tabla resplandeciente. No deseéis para los demás lo que no deseáis para vosotros mismos; temed a Dios y no seáis de los orgullosos. Todos vosotros sois creados de agua y al polvo volveréis. Reflexionad sobre el fin que os espera y no andéis por los caminos del opresor. Prestad atención a los versos de Dios que Aquel que es el sagrado Árbol del Loto os recita. Ellos son, sin duda, el equilibrio infalible establecido por Dios, el Señor de este mundo y del venidero. Por medio de ellos, el alma del hombre emprende el vuelo hacia la Aurora de la Revelación y el corazón de todo creyente verdadero se llena de luz. Tales son las leyes que Dios os ha impuesto, tales son Sus mandamientos prescritos para vosotros en Su Santa Tabla; obedecedlos con gozo y alegría, pues esto es lo mejor para vosotros, si tan sólo lo supierais.
149
Recitad los versículos de Dios cada mañana y cada tarde. Quien no los recite no ha sido fiel al Pacto de Dios y a Su Testamento, y quien se aparte de estos versículos sagrados en este Día es de aquellos que a lo largo de la eternidad se han apartado de Dios. Temed a Dios, oh Mis siervos, todos y cada uno. No os enorgullezcáis de leer mucho los versículos ni de realizar una multitud de actos piadosos de noche y de día; pues si un hombre leyera un solo versículo con alegría y resplandor sería mejor para él que leer con lasitud todos los Libros Sagrados de Dios, el que ayuda en el peligro, el que subsiste por Sí mismo. Leed los versículos sagrados en tal medida que no os dejéis vencer por la languidez y el desaliento. No impongáis sobre vuestras almas aquello que las canse y las agobie, sino más bien aquello que las alivie y las eleve, para que puedan remontarse en las alas de los versículos Divinos hacia el Lugar del Amanecer de Sus signos manifiestos; Esto os acercará más a Dios, si comprendierais.
150
Enseñad a vuestros hijos los versos revelados desde el cielo de la majestad y el poder, para que, en los tonos más melodiosos, puedan recitar las Tablas del Todo Misericordioso en los nichos dentro de los Mashriqu’l-Adhkars.
Quienquiera que haya sido transportado por el éxtasis nacido de la adoración a Mi Nombre, el Compasivo, recitará los versos de Dios de tal manera que cautivarán los corazones de aquellos que aún están envueltos en el sueño. Bienaventurado aquel que ha bebido el Vino Místico de la vida eterna de la expresión de su Señor misericordioso en Mi Nombre, un Nombre a través del cual toda montaña alta y majestuosa ha sido reducida a polvo.
151
Se os ha ordenado renovar el mobiliario de vuestros hogares cada diecinueve años; así lo ha ordenado Aquel que es Omnisciente y Percibe Todo. Él, en verdad, desea el refinamiento, tanto para vosotros mismos como para todo lo que poseéis; no dejéis de lado el temor de Dios y no seáis de los negligentes. Quien considere que sus medios son insuficientes para este propósito ha sido excusado por Dios, el Siempre Perdonador, el Más Generoso.
152
Lávese los pies una vez al día en verano y una vez cada tres días durante el invierno.
153
Si alguien se enoja contigo, respóndele con gentileza; y si alguien te reprende, no le respondas con reprimenda, sino déjalo solo y pon tu confianza en Dios, el vengador omnipotente, el Señor de la fuerza y la justicia.
154
Se os ha prohibido hacer uso de los púlpitos. Quien quiera recitaros los versos de su Señor, que se siente en una silla colocada sobre un estrado, para que pueda hacer mención de Dios, su Señor y el Señor de toda la humanidad. Es grato a Dios que os sentéis en sillas y bancos como señal de honor por el amor que tenéis por Él y por la Manifestación de Su gloriosa y resplandeciente Causa.
155
Se os ha prohibido el juego y el consumo de opio. Absteneos de ambos, oh pueblo, y no seáis de los que transgreden. Tened cuidado de no utilizar ninguna sustancia que induzca a la pereza y al letargo en el templo humano y que inflija daño al cuerpo. En verdad, no deseamos para vosotros nada que no os beneficie, y de esto dan testimonio todas las cosas creadas, si tuvierais oídos para oír.
156
Cuando seáis invitados a un banquete o a una ocasión festiva, responded con alegría y regocijo, y quien cumpla su promesa quedará a salvo de toda reprensión. Éste es un día en el que se han expuesto todos los sabios decretos de Dios.
157
He aquí que el «misterio de la Gran Inversión en el Signo del Soberano» se ha manifestado ahora. Bienaventurado aquel a quien Dios ha ayudado a reconocer a los «Seis» levantados en virtud de este «Alif Recto»; él, en verdad, es de aquellos cuya fe es verdadera. Cuántos de los aparentemente piadosos se han alejado, y cuántos de los descarriados se han acercado, exclamando:
«¡Toda la alabanza sea para Ti, oh Tú, el Deseo de los mundos!» En verdad, está en la mano de Dios dar lo que Él quiere a quien Él quiere, y negar lo que Él quiere a quien Él quiere. Él conoce los secretos internos de los corazones y el significado oculto en el guiño de un burlón. A cuántas encarnaciones de la negligencia que vinieron a Nosotros con pureza de corazón hemos establecido en el trono de Nuestra aceptación; y a cuántos exponentes de la sabiduría hemos enviado al fuego con toda justicia. En verdad, Nosotros somos los que debemos juzgar. Él es la manifestación de «Dios hace lo que quiere», y habita en el trono de «Él ordena lo que quiere».
158
Bendito sea aquel que descubre la fragancia de los significados internos en las huellas de esta Pluma a través de cuyo movimiento las brisas de Dios se extienden sobre toda la creación, y a través de cuya quietud la esencia misma de la tranquilidad aparece en el reino del ser. Glorificado sea el Todomisericordioso, el Revelador de tan inestimable generosidad. Di: Porque Él soportó la injusticia, la justicia ha aparecido en la tierra, y porque Él aceptó la humillación, la majestad de Dios ha brillado en medio de la humanidad.
159
Se os ha prohibido llevar armas a menos que sea imprescindible, y se os ha permitido vestiros de seda. El Señor os ha liberado, como un favor de Su parte, de las restricciones que antes se aplicaban a la vestimenta y al arreglo de la barba. Él, en verdad, es el Ordenador, el Omnisciente. Que no haya nada en vuestra conducta que las mentes sanas y rectas desaprueben, y no os convirtáis en el juguete de los ignorantes. Bienaventurado aquel que se ha adornado con la vestidura de la conducta decorosa y un carácter digno de elogio. Sin duda, se le cuenta entre aquellos que ayudan a su Señor con hechos distintivos y sobresalientes.
160
Promoved el desarrollo de las ciudades de Dios y de Sus países, y glorifícalo en ello con los alegres acentos de Sus bien favorecidos. En verdad, los corazones de los hombres se edifican mediante el poder de la lengua, así como las casas y las ciudades se construyen con las manos y otros medios. Hemos asignado a cada fin un medio para su realización; aprovechadlo y depositad vuestra confianza en Dios, el Omnisciente, el Sabio.
161
Bendito el hombre que ha reconocido su fe en Dios y en Sus signos, y ha reconocido que «no se le preguntará por Sus acciones». Dios ha hecho de este reconocimiento el ornamento de toda creencia y su fundamento mismo. De él debe depender la aceptación de toda buena acción. Fijad vuestra mirada en él, para que tal vez los susurros de los rebeldes no os hagan resbalar.
162
Si Él decretara como lícito lo que desde tiempo inmemorial había estado prohibido, y prohibiera lo que, en todos los tiempos, había sido considerado como lícito, a nadie le daría derecho a cuestionar Su autoridad.
Quien dude, aunque sea por menos de un momento, debe ser considerado un transgresor.
Quien no haya reconocido esta verdad sublime y fundamental y no haya logrado alcanzar esta posición tan exaltada, los vientos de la duda lo agitarán y los dichos de los infieles distraerán su alma. Quien haya reconocido este principio estará dotado de la más perfecta constancia. Todo el honor a esta posición gloriosa, cuyo recuerdo adorna cada Tabla exaltada. Tal es la enseñanza que Dios os otorga, una enseñanza que os liberará de toda clase de dudas y perplejidades y os permitirá alcanzar la salvación tanto en este mundo como en el próximo. Él, en verdad, es el Siempre Perdonador, el Más Generoso. Él es Quien ha enviado a los Mensajeros y ha hecho descender los Libros para proclamar: «No hay otro Dios sino Yo, el Todopoderoso, el Omnisciente».
164
¡Oh, Tierra de Kaf y Ra!+F1 Nosotros, en verdad, te contemplamos en un estado que desagrada a Dios, y vemos que procede de ti lo que es inescrutable para cualquiera excepto Él, el Omnisciente, el Informado de todo; y percibimos lo que secreta y sigilosamente se difunde de ti. Con Nosotros está el conocimiento de todas las cosas, inscrito en una Tabla lúcida. No te aflijas por lo que te ha sucedido. Dentro de poco Dios suscitará en ti hombres dotados de poderoso valor, que magnificarán Mi Nombre con tal constancia que ni se dejarán disuadir por las malas sugerencias de los teólogos, ni se dejarán detener por las insinuaciones de los sembradores de dudas. Con sus propios ojos contemplarán a Dios, y con sus propias vidas Lo harán victorioso. Ésos, en verdad, son de los que son firmes.
165
¡Oh concurso de teólogos! Cuando Mis versos fueron enviados y Mis señales claras fueron reveladas, os encontramos tras los velos. Esto, en verdad, es algo extraño. Vosotros os gloriáis en Mi Nombre, pero no Me reconocisteis en el momento en que vuestro Señor, el Todomisericordioso, apareció entre vosotros con pruebas y testimonios. Hemos rasgado los velos. Tened cuidado de no excluir a la gente con otro velo más. Arrancad las cadenas de las vanas imaginaciones, en el nombre del Señor de todos los hombres, y no seáis de los engañosos. Si os volvéis a Dios y abrazáis Su Causa, no sembréis el desorden en ella y no midáis el Libro de Dios con vuestros deseos egoístas. Éste, en verdad, es el consejo de Dios en el pasado y en el futuro, y los testigos y los elegidos de Dios, sí, todos y cada uno de Nosotros, damos solemne testimonio de ello.
166
Recordad al shaykh cuyo nombre era Muhammad-Hasan, que figuraba entre los teólogos más eruditos de su época. Cuando el Verdadero se manifestó, este shaykh, junto con otros de su vocación, lo rechazaron, mientras que un tamizador de trigo y cebada lo aceptó y se volvió hacia el Señor.
Aunque se dedicaba día y noche a establecer lo que él consideraba las leyes y ordenanzas de Dios, cuando Aquel que es Libre apareció, ni una sola letra de ello le sirvió, o no se habría apartado de un Rostro que iluminó los rostros de los favorecidos del Señor. Si hubierais creído en Dios cuando se reveló, el pueblo no se habría apartado de Él, ni nos habrían sucedido las cosas que presenciáis hoy. Temed a Dios y no seáis de los negligentes.
167
¡Cuidado que ningún nombre os aleje de Aquel que es el Dueño de todos los nombres, o ninguna palabra os excluya de este Recuerdo de Dios, esta Fuente de Sabiduría entre vosotros! Volveos a Dios y buscad Su protección, ¡oh concurso de teólogos!, y no hagáis de vosotros mismos un velo entre Yo y Mis criaturas. Así os amonesta vuestro Señor y os ordena que seáis justos, para que vuestras obras no se conviertan en nada y vosotros mismos os olvidéis de vuestra situación. ¿Acaso aquel que niega esta Causa podrá vindicar la verdad de alguna causa en toda la creación? ¡No, por Aquel que es el Formador del universo! Sin embargo, los hombres están envueltos en un velo palpable. Di: Por esta Causa ha amanecido el sol del testimonio, y la lumbrera de la prueba ha derramado su resplandor sobre todos los que habitan en la tierra. Temed a Dios, oh hombres de discernimiento, y no seáis de los que no creen en Mí. Tened cuidado de que la palabra «Profeta» no os impida conocer este Gran Anuncio, ni que ninguna referencia a la «Vicegerencia» os impida conocer la soberanía de Aquel que es el Vicegerente de Dios, que eclipsa a todos los mundos. Todo nombre ha sido creado por Su Palabra, y toda causa depende de Su irresistible, Su poderosa y maravillosa Causa. Di: Éste es el Día de Dios, el Día en el que nada será mencionado excepto Su propio Ser, el Protector omnipotente de todos los mundos. Ésta es la Causa que ha hecho temblar todas vuestras supersticiones e ídolos.
168
En verdad, vemos entre vosotros a quien se aferra al Libro de Dios y cita en él pruebas y argumentos con los que repudiar a su Señor, de la misma manera que los seguidores de todas las demás religiones buscaron razones en sus Libros Sagrados para refutar a Aquel que es Quien ayuda en el peligro, Quien subsiste por Sí mismo. Di: Dios, el Verdadero, es Mi testigo de que ni las Escrituras del mundo ni todos los libros y escritos existentes os servirán de nada en este Día sin éste, el Libro Viviente, Quien proclama en el corazón mismo de la creación: «En verdad, no hay otro Dios sino Yo, el Omnisciente, el Sabio».
169
¡Oh concurso de teólogos! Tened cuidado de no ser causa de contienda en la tierra, así como fuisteis causa del repudio de la Fe en sus primeros días. Reunid al pueblo en torno a esta Palabra que ha hecho que los guijarros griten: «¡El Reino es de Dios, el punto de amanecer de todos los signos!» Así os amonesta vuestro Señor, como una merced de Su parte; Él, en verdad, es el Perdonador, el Más Generoso.
170
Recordad a Karim y cómo, cuando lo llamamos ante Dios, se mostró desdeñoso, impulsado por sus propios deseos; sin embargo, le habíamos enviado lo que era un consuelo para los ojos de la prueba en el mundo de los seres y el cumplimiento del testimonio de Dios a todos los habitantes de la tierra y del cielo. Como muestra de la gracia de Aquel que es el Todopoderoso, el Altísimo, le pedimos que abrazara la Verdad. Pero se apartó hasta que, como un acto de justicia de Dios, los ángeles de la ira lo atraparon. De esto, en verdad, fuimos testigos.
171
Rasgad los velos de tal manera que los moradores del Reino oigan cómo se rasgan. Éste es el mandato de Dios, en días pasados y para los que vendrán. Bendito el hombre que observa aquello a lo que se le ha ordenado, y ¡ay del negligente!
172
Nosotros, con certeza, no hemos tenido otro propósito en este reino terrenal que el de manifestar a Dios y revelar Su soberanía; a Mí me basta Dios como testigo. Nosotros, con certeza, no hemos tenido otra intención en el Reino celestial que exaltar Su Causa y glorificar Su alabanza; a Mí me basta Dios como protector. Nosotros, con certeza, no hemos tenido otro deseo en el Dominio de lo alto que el de ensalzar a Dios y lo que Él ha enviado; a Mí me basta Dios como ayudador.
173
Felices sois vosotros, oh vosotros los eruditos en Baha. ¡Por el Señor! Vosotros sois las olas del Poderoso Océano, las estrellas del firmamento de Gloria, los estandartes del triunfo que ondean entre la tierra y el cielo. Vosotros sois las manifestaciones de la firmeza entre los hombres y las auroras de la Palabra Divina para todos los que moran en la tierra. Bienaventurado aquel que se vuelva hacia vosotros, y ¡ay de los perversos! En este día, corresponde a quien haya bebido el Vino Místico de la vida eterna de las Manos de la amorosa bondad del Señor su Dios, el Misericordioso, latir como la arteria palpitante en el cuerpo de la humanidad, para que a través de él pueda ser vivificado el mundo y cada hueso desmoronado.
174
¡Oh gente del mundo! Cuando la Paloma Mística haya emprendido su vuelo desde su Santuario de Alabanza y haya buscado su lejana meta, su morada oculta, remitid todo lo que no entendáis del Libro a Aquel que ha brotado de este poderoso Tronco.
175
¡Oh Pluma del Altísimo! Mueve la Tabla por orden de Tu Señor, el Creador de los Cielos, y habla del tiempo en que Aquel que es la Aurora de la Unidad Divina se propuso dirigir Sus pasos hacia la Escuela de la Unicidad Trascendente; tal vez los puros de corazón puedan obtener así un vislumbre, aunque sea tan pequeño como el ojo de una aguja, de los misterios de Tu Señor, el Todopoderoso, el Omnisciente, que yacen ocultos tras los velos. Di: Nosotros, en verdad, entramos en la Escuela del significado y la explicación internos cuando todas las cosas creadas eran inconscientes. Vimos las palabras enviadas por Aquel que es el Todomisericordioso, y aceptamos los versos de Dios, el que ayuda en el peligro, el que subsiste por Sí mismo, que Él+F1 nos presentó, y escuchamos lo que Él había afirmado solemnemente en la Tabla. Esto es lo que ciertamente contemplamos. Y asentimos a Su deseo por Nuestra orden, pues verdaderamente Somos poderosos para mandar.
176
¡Oh, pueblo del Bayan! En verdad, Nosotros entramos en la Escuela de Dios cuando vosotros dormíais; y examinamos la Tabla mientras dormíais profundamente. ¡Por el único Dios verdadero! Leímos la Tabla antes de que fuera revelada, mientras vosotros no lo sabíais, y teníamos un conocimiento perfecto del Libro cuando aún no habíais nacido. Estas palabras son para vuestra medida, no para la de Dios. De esto da testimonio lo que está atesorado en Su conocimiento, si sois de los que comprenden; y de esto da testimonio la lengua del Todopoderoso, si sois de los que entienden. Juro por Dios que si Nosotros levantáramos el velo, os quedaríais atónitos.
177
¡Tened cuidado de no disputar ociosamente acerca del Todopoderoso y Su Causa, pues he aquí que Él ha aparecido entre vosotros investido de una Revelación tan grande como para abarcar todas las cosas, ya sean del pasado o del futuro! Si tuviéramos que abordar Nuestro tema hablando en el lenguaje de los moradores del Reino, diríamos: «En verdad, Dios creó esa Escuela antes de crear el cielo y la tierra, y Nosotros entramos en ella antes de que las letras B y E se unieran y se unieran». Tal es el lenguaje de Nuestros siervos en Nuestro Reino; considerad lo que pronunciaría la lengua de los moradores de Nuestro exaltado Dominio, pues les hemos enseñado Nuestro conocimiento y les hemos revelado todo lo que había estado oculto en la sabiduría de Dios. ¡Imaginad entonces lo que pronunciaría la Lengua del Poder y la Grandeza en Su Morada Todo Gloriosa!
178
Ésta no es una Causa que pueda ser convertida en un juego para vuestras ociosas fantasías, ni es un campo para los necios y los débiles de corazón. Por Dios, éste es el campo de la comprensión y el desapego, de la visión y la elevación, donde nadie puede espolear a sus corceles, salvo los valientes jinetes del Misericordioso, que han cortado todo apego al mundo del ser. Éstos, en verdad, son los que hacen que Dios sea victorioso en la tierra, y son los lugares donde nace Su poder soberano en medio de la humanidad.
179
¡Cuidado, no sea que algo de lo que ha sido revelado en el Bayan os aleje de vuestro Señor, el Compasivo! Dios es Mi testigo de que el Bayan no fue enviado con otro propósito que el de celebrar Mi alabanza, ¡si lo supierais! En él, los puros de corazón sólo encontrarán la fragancia de Mi amor, sólo Mi Nombre que eclipsa todo lo que ve y es visto. Di: Volveos, oh gente, a lo que ha procedido de Mi Más Alta Pluma. Si inhaláis de allí la fragancia de Dios, no os volváis contra Él ni os negéis una parte de Su gracia y de Sus múltiples dádivas. Así os amonesta vuestro Señor; Él, en verdad, es el Consejero, el Omnisciente.
180
Todo lo que no entendáis del Bayan, preguntádselo a Dios, vuestro Señor y el Señor de vuestros antepasados. Si Él así lo desea, os explicará lo que allí se revela y os revelará las perlas del conocimiento y la sabiduría Divinos que yacen ocultas en el océano de sus palabras. Él, en verdad, es supremo sobre todos los nombres; no hay otro Dios que Él, el que ayuda en el peligro, el que subsiste por Sí mismo.
181
El equilibrio del mundo ha sido alterado por la influencia vibratoria de este grandioso y nuevo Orden Mundial. La vida ordenada de la humanidad ha sido revolucionada por la acción de este Sistema único y maravilloso, como nunca antes habían presenciado los ojos mortales.
182
Sumérjanse en el océano de Mis palabras, para que puedan desentrañar sus secretos y descubrir todas las perlas de sabiduría que yacen ocultas en sus profundidades. Tengan cuidado de no vacilar en su determinación de abrazar la verdad de esta Causa, una Causa a través de la cual se han revelado las potencialidades del poder de Dios y se ha establecido Su soberanía. Con rostros radiantes de alegría, apresurense a llegar a Él. Ésta es la Fe inmutable de Dios, eterna en el pasado, eterna en el futuro.
Que quien lo busque, lo consiga; y quien se haya negado a buscarlo, en verdad, Dios es Autosuficiente, por encima de cualquier necesidad de Sus criaturas.
183
Di: Ésta es la balanza infalible que sostiene la mano de Dios, en la que se pesan todos los que están en los cielos y todos los que están en la tierra, y se determina su destino, si sois de los que creen y reconocen esta verdad. Di: Éste es el Más Grande Testimonio, por el que se ha establecido la validez de toda prueba a lo largo de los siglos, ojalá que pudierais estar seguros de ello. Di: Por medio de ella se han enriquecido los pobres, se han iluminado los eruditos y se ha permitido a los buscadores ascender a la presencia de Dios. Tened cuidado de no convertirla en causa de disensión entre vosotros. Estad tan firmemente establecidos como la montaña inamovible en la Causa de vuestro Señor, el Poderoso, el Amoroso.
184
Di: ¡Oh, fuente de perversión! Abandona tu ceguera voluntaria y habla la verdad entre la gente. Juro por Dios que he llorado por ti al verte seguir tus pasiones egoístas y renunciar a Aquel que te formó y te dio la existencia. Recuerda la tierna misericordia de tu Señor y cómo te criamos de día y de noche para el servicio a la Causa. Teme a Dios y sé de los verdaderamente arrepentidos. Si la gente estaba confundida acerca de tu posición, ¿es concebible que tú mismo estés igualmente confundido? Tiembla ante tu Señor y recuerda los días en que estabas ante Nuestro trono y escribías los versículos que te dictamos.
Tú eres el Dios omnipotente, el Señor de la fuerza y el poder. Ten cuidado, no sea que el fuego de tu presunción te impida llegar a la Santa Corte de Dios. Vuélvete hacia Él y no temas por tus acciones. Él, en verdad, perdona a quien Él desea como una merced de Su parte; no hay otro Dios excepto Él, el Siempre Perdonador, el Todo Generoso.
Te amonestamos únicamente por amor a Dios. Si aceptas este consejo, habrás actuado en tu propio beneficio; y si lo rechazas, tu Señor, en verdad, puede prescindir de ti y de todos aquellos que, en un manifiesto engaño, te han seguido. ¡Mira! Dios ha agarrado a quien te extravió. Vuelve a Dios, humilde, sumiso y humilde; en verdad, Él apartará de ti tus pecados, pues tu Señor, sin duda, es el Perdonador, el Poderoso, el Misericordioso.
185
Éste es el consejo de Dios; ¡ojalá pudieras prestarle atención! Éste es el don de Dios; ¡ojalá pudieras recibirlo! Éste es el mensaje de Dios; ¡ojalá pudieras comprenderlo! Éste es el tesoro de Dios; ¡ojalá pudieras comprenderlo!
186
Éste es un Libro que se ha convertido en la Lámpara del Eterno para el mundo y Su Sendero recto y sin desviaciones entre los pueblos de la tierra. Di: Éste es el amanecer del conocimiento divino, si sois de los que entendéis, y el amanecer de los mandamientos de Dios, si sois de los que comprendéis.
187
No carguéis a un animal con más de lo que puede soportar. Nosotros, en verdad, hemos prohibido ese trato mediante una prohibición muy vinculante en el Libro. Sed vosotros los representantes de la justicia y la equidad en medio de toda la creación.
188
Si alguien, sin querer, mata a otra persona, tiene la obligación de pagar a la familia del fallecido una indemnización de cien mitzkals de oro. Observad lo que se os ha ordenado en esta Tabla y no seáis de los que sobrepasan sus límites.
189
¡Oh, miembros de los parlamentos de todo el mundo! Elegid un solo idioma para uso de todos en la Tierra y adoptad también una escritura común. Dios, en verdad, os aclara lo que os beneficiará y os permitirá ser independientes de los demás. Él, en verdad, es el Más Generoso, el Omnisciente, el Omniinformado.
Ésta será la causa de la unidad, si pudierais comprenderla, y el mayor instrumento para promover la armonía y la civilización, ¡ojalá pudierais comprenderlo! Hemos señalado dos signos para la llegada de la mayoría de edad de la raza humana: el primero, que es el fundamento más firme, lo hemos establecido en otras de Nuestras Tablas, mientras que el segundo ha sido revelado en este maravilloso Libro.
190
Os está prohibido fumar opio. En verdad, hemos prohibido esta práctica mediante una prohibición muy estricta en el Libro. Si alguien participa de ello, con seguridad no es Mío. ¡Temed a Dios, vosotros los dotados de entendimiento!
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