XXXV. San Nien Wan o Preguntas sobre el duelo de tres años | Página de portada | XXXVII. Thâu Hû o el juego del brea |
LIBRO XXXVI. SHAN Í O EL VESTIDO LARGO DE UNA SOLA PIEZA[1].
1. Antiguamente, el vestido largo tenía medidas definidas para cumplir con los requisitos del compás, la escuadra, la regla, la balanza y la romana. No se hacía tan corto que dejara ver la piel, ni tan largo que tocara el suelo. Las piezas exteriores de la falda se unían y se enganchaban en el lateral; el ancho de la costura en la cintura era la mitad que el de la parte inferior de la falda.
2. La manga se unía al cuerpo del vestido en la axila para permitir la máxima libertad de movimiento del codo; el largo de la parte inferior permitía que los puños se doblaran hasta el codo. La faja se colocaba donde no había varillas para no interferir con la acción de los muslos por debajo ni de las costillas por encima.
3. Para la confección de la prenda se utilizaron doce tiras de tela, correspondientes a los doce meses. La manga era redonda, como si estuviera hecha con un disco. La abertura del cuello era cuadrada, como si se hubiera hecho con ese instrumento. La costura en la espalda, similar a un cordón, descendía hasta los tobillos, como si fuera una línea recta. El borde inferior era como la regla de una balanza, perfectamente equilibrado.
4. De esta manera, a través de las mangas redondeadas, los brazos podían levantarse al caminar (para saludar) con la mayor elegancia. La costura acordonada de la espalda y el cuello cuadrado alrededor del cuello servían para advertir al portador sobre la corrección en su gobierno y la rectitud en la escuadra. Dice el Yî: «El movimiento indicado por la segunda línea en Khwan, dividida, es «de la línea recta a la escuadra [1:1]»». El borde uniforme en la parte inferior, como la báscula, le advertía que mantuviera la voluntad en reposo y el corazón sereno y sereno.
5. Observando estas cinco reglas al confeccionar el vestido, los sabios lo usaban. En su forma cuadrada y redondeada veían una advertencia contra el egoísmo; en su rectitud, como una línea, veían una advertencia a la corrección, y en su equilibrio, como una uniformidad, veían una lección de imparcialidad. Por lo tanto, los antiguos reyes lo valoraban mucho; podía usarse en el desempeño de sus deberes tanto civiles como militares; con él podían recibir visitas y dirigir las cohortes de sus ejércitos. Era completo, pero no extravagante; ocupaba el segundo lugar entre los buenos vestidos[^2].
6. Como adorno, mientras vivían sus padres y abuelos, un hijo usaba el vestido con el borde bordado. Si vivían sus padres, el borde era azul. En el caso de un hijo huérfano[^3], el borde era blanco. El borde alrededor de la boca de las mangas y todos los bordes del vestido medía una pulgada y media de ancho.
2. Es decir, después de las vestiduras del tribunal y de los sacrificios.
XXXV. San Nien Wan o Preguntas sobre el duelo de tres años | Página de portada | XXXVII. Thâu Hû o el juego del brea |