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Fue Dionisio el Exiguo, abad de un monasterio romano en el siglo VI, quien estableció en la cristiandad occidental la costumbre de contar la historia, ya no como antaño, desde la fundación de la ciudad de Roma (ab urbe condita) en el 753 a. C., sino desde el nacimiento de Nuestro Señor. Desafortunadamente, al fijar el 25 de diciembre de nuestro año 1 como fecha de ese acontecimiento supremo, se equivocó tanto en el año como en el día.
1. El Año.—Según el testimonio de San Mateo, cuando nuestro Señor nació en Belén, Herodes el Grande aún reinaba sobre Judea; y dado que Herodes murió el 1 de abril del año 4 a. C. (Mt. ii. 1), se deduce que su nacimiento fue anterior a esa fecha. Según San Lucas, nació mientras se realizaba el primer censo imperial (Lc. ii. 1,2 RV), instituido por Augusto, y de los documentos del censo egipcio de diversas fechas recientemente desenterrados en Oxirrinco [1] parece que el censo se realizaba cada catorce años, y el primero cayó en el año 8 a. C. Por lo tanto, se deduciría que este fue el año del nacimiento de nuestro Señor; pero aquí surge una dificultad, ya que San Lucas afirma expresamente que cuando se realizó ese primer censo imperial, Publio Sulpicio Quirino era gobernador de la provincia de Siria; Y dado que fue en el año 6 d. C. que Quirino [ p. x ] asumió la gobernación de Siria, [2] no fue durante el primer censo imperial que nació nuestro Señor, sino durante el segundo. La explicación la proporciona una inscripción mutilada descubierta en Tívoli en 1764, que registra que la gobernación de Quirino en Siria en el año 6 d. C. fue su segundo mandato en ese cargo y que la tarea especial para la que fue designado entonces fue la reducción del reino de Judea a la categoría provincial tras la deposición de Arquelao. [3] Fue durante su anterior gobernación que se realizó el primer censo.
Pero aquí surge una nueva dificultad, ya que el primer censo se realizó en el año 8 a. C. y en ese año no fue Quirino, como afirma San Lucas, sino Cayo Sentio Saturnino el gobernador de Siria. Parece, sin embargo, que el primer cargo de gobernador sirio de Quirino fue un mando militar, y lo ejerció como legado augusto pro pretore en asociación con el gobernador civil. Esto no era inusual dadas las exigencias militares, y la tarea que requería el servicio de Quirino era la supresión de la feroz tribu de los homadenses en la frontera de Cilicia. Fue su éxito en esta difícil campaña lo que le valió el honor de un Triunfo; [4] y, según la inscripción de Tivoli, fue entre su Triunfo y su segundo cargo de gobernador sirio que ejerció el proconsulado de Asia. No hay constancia de la fecha de su proconsulado, pero dado que fue cónsul en el año 12 a. C. y el intervalo normal entre consulado y proconsulado era de cinco o seis años bajo Augusto, es evidente que fue procónsul [ p. xi ] de Asia en el año 5-4 a. C., en sucesión de Asinio Galo. Por lo tanto, la fecha de su gobernación militar de Siria podría ser el año 6-5 a. C., durante la gobernación civil de Publio Quintilio Varo (6-4 a. C.).
Sería en ese año que se realizaría el censo imperial, previsto para el año 8; y había una razón para su retraso. Judea era entonces un reino, y Herodes, aunque vasallo de Roma, conservaba la autoridad soberana dentro de su pequeño dominio. A menudo le resultaba difícil complacer a su soberano sin ofender a sus súbditos judíos, siempre tan celosos de sus costumbres nacionales y religiosas, y en esa coyuntura sus relaciones con Augusto eran muy tensas. Fue en el año 7 a. C. cuando este último, como registra Josefo, [5] le envió una severa carta, amenazándolo con no considerarlo ya «como un amigo, sino como un súbdito», y probablemente el motivo de la disputa fue en parte la reticencia del rey a instituir el censo por temor a que provocara una insurrección (Hechos 5.37), como de hecho ocurrió cuando se realizó el segundo censo en el año 6 d. C.
La evidencia hasta el momento señala el año 5 a. C. como el año del nacimiento de nuestro Señor; y está corroborada por dos testimonios evangélicos. (1) San Lucas afirma (Lc. iii. 1,23) que el Bautista comenzó su ministerio profético durante la gobernación de Judea por Poncio Pilato (25-35 d. C.) en el decimoquinto año, no del reinado, sino del gobierno de Tiberio, es decir, el decimoquinto año después de su asunción por Augusto hacia finales del año 11 d. C. como su colega “con igual autoridad en todas las provincias y ejércitos”. [6] El decimoquinto año del gobierno de Tiberio comenzó hacia finales del año [ p. xii ] 25 d. C., y fue en ese año que Juan comenzó su ministerio. Nuestro Señor fue bautizado a principios del año 26 d. C., poco después del inicio del ministerio de Juan y algún tiempo antes de la Pascua que siguió en el mes de marzo; y puesto que tenía entonces “unos treinta años de edad”, nació en el año 5 a. C. (2) Concuerda con esto que en esta, la primera Pascua en el curso de su ministerio público, el Templo de Herodes había estado construyéndose durante cuarenta y seis años (Cf. Jn. ii. 20); y puesto que fue en el año 20 a. C. que se comenzó la construcción, esa fue la Pascua del 26 d. C. Se puede añadir que, según la evidencia de las narraciones evangélicas, su ministerio duró tres años completos, y fue crucificado, según Tertuliano, durante el consulado de L. Rubelius Geminus y C. Fufius Geminus, es decir, en el año 29 d. C. [7]
2. El Mes. —Ciertamente nació en verano, pues los pastores estaban en el desierto de Judea (Lc. ii. 8) con sus rebaños, y la temporada de pastoreo al aire libre se extendía desde la Pascua hasta octubre. No faltan pruebas más precisas. Zacarías, el padre del Bautista (Lc. 1. 5), pertenecía al grupo de Abías, el octavo de los veinticuatro relevos sacerdotales que ministraban cada uno en turnos de una semana, contados de sábado a sábado (1 Cr. 24. 1-19); y en ese período, los días de ministerio del octavo grupo caían alrededor de la tercera semana de mayo. Fue entonces cuando Zacarías obtuvo (cf. Lc. 1. 24, 26, 36) la promesa de un hijo, e Isabel concibió tras su regreso a casa a principios de junio. Fue en noviembre del año siguiente que María concibió. y así sería [ p. xiii ] en agosto que ella “dio a luz a su Hijo primogénito”.
Por tanto, el progreso de los acontecimientos puede definirse así, tentativamente en lo que respecta a los detalles pero con razonable certeza en lo que respecta a las líneas generales:
5 a. C. | Nacimiento de Juan el Bautista | Marzo. |
Nacimiento de nuestro Señor | Agosto. | |
Huida a Egipto | Octubre. | |
4 a. C. | Regreso a Nazaret | Octubre. |
7 d.C. | Su primera Pascua | 9 de abril. |
26 d.C. | Su bautismo | Enero. |
Bodas de Caná | principios de marzo. |
Primer año de su ministerio
Pascua | 21 de marzo. | |
En Bethabara | Abril y principios de mayo. | |
Arresto del Bautista | a principios de mayo. | |
En Sicar | finales de mayo. | |
Asentamiento en Capernaúm | principios de junio | |
Misión interior | cierre de junio hasta finales de verano. | |
27 d.C. | En el campo de maíz | Marzo. |
Segundo año de su ministerio
Pascua | 9 de abril. | |
Ordenación de los Doce | Mayo. | |
Misión en el sur de Galilea: | Mayo hasta principios de primavera. | |
María Magdalena, | ||
Visita a Nazaret, | ||
comisión de los Doce, | ||
en Naín, | ||
delegación del Bautista, | [ p. xiv ] | |
28 d.C. | La ejecución del Bautista | Enero. |
Retiro a Betsaida Julias: | Febrero, | |
alimentando a los cinco mil, | ||
caminando sobre el agua. |
Tercer año de su ministerio
(Pascua | 29 de marzo.) | |
En Fenicia | Abril-Junio. | |
En Decápolis | Junio. | |
Retiro a Cesarea de Filipo: | fines de junio-mediados de agosto. | |
La confesión de Pedro, | ||
primer anuncio de la Pasión, | ||
la Transfiguración, | ||
curación de niño epiléptico, | ||
segundo anuncio de la Pasión. | ||
De regreso en Capernaum | hasta casi finales de agosto. | |
Revisando el interior de Galilea | hasta mediados de septiembre. | |
Paso por Samaria | 23 de septiembre. | |
En Jericó | 24 de septiembre. | |
En Betania | 25 de septiembre. | |
Llegada a Jerusalén | 26 de septiembre. | |
Ministerio en Jerusalén | hasta finales de diciembre. | |
19 d.C. | En Betabara | Probablemente hasta finales de febrero. |
Resurrección de Lázaro | cierre de febrero. | |
En Efraín | hasta el 10 de abril. | |
En Jericó | durante el sábado 11 de abril. | |
Cena en Betania | Domingo por la noche, 12 de abril. |
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La Semana de la Pasión
Entrada Triunfal | Lunes por la mañana, 13 de abril. | |
Última Cena | tarde del jueves 16 de abril. | |
Crucifixión | Viernes 17 de abril. | |
Resurrección | Domingo por la mañana, 19 de abril. | |
Ascensión | Jueves 29 de mayo. |
Él era el Príncipe de la Gloria
En la tierra del día sin nubes;
Pero sus ojos estaban húmedos con lágrimas.
Y allí no se quedaría.
Porque había oído la historia
De dolor sobre la tierra,
Y su voz de ay estaba en sus oídos.
En medio de la alegría de los ángeles.
Entonces Él bajó compadecido.
Y con los mortales hizo morada;
Y dondequiera que encontraba una puerta abierta.
Él trajo la paz de Dios.
En aldea, campo y ciudad
Él venció la enfermedad y el pecado,
Y anunció buenas nuevas a los pobres.
Si tan solo le dejaran entrar.
Y en su antigua compasión
El Hijo inmortal de Dios
Todavía camina sobre la tierra y toma su posición
Donde el dolor tiene su morada.
En aldea, campo y ciudad
Todavía hay enfermedad y pecado;
Y todavía hay sanidad en Su mano
Para todos los que le dejaron entrar.
Cf. la discusión de Grenfell y Hunt en Oxyrh. Pap. II. págs. 207 y sigs. ↩︎
Cfr. José. Ant. XVIII. ii. I. ↩︎
Cf. Schürer, Hist. del pueblo judío, I. 1, pág. 354; Ramsay, ¿Nació Cristo en Belén?, pp. 227 y sigs., 273. ↩︎
Cfr. Tac. Ann. III. 48; Estrabón, 569. ↩︎
Ant. XVI. ix. 1-3. ↩︎
Cf. Tac. Ann. I. 3; Suet. Tib. xxi. ↩︎
1 Tert. Avanzado. Jue. 8; Tac. Ann. V.1. ↩︎