1 ¿De qué se preguntan entre sí?
2 (Es) de la terrible noticia,
3 Sobre lo cual están en desacuerdo.
4 No, pero ellos vendrán a saber!
5 No, otra vez, pero ellos vendrán a saber!
6 ¿No hemos hecho la tierra una expansión,
7 ¿Y los altos cerros baluartes?
8 Y os hemos creado en pares,
9 Y has designado tu sueño para el reposo,
10 Y han designado la noche como manto,
11 Y han señalado el día para el sustento.
12 Y hemos construido sobre ti siete fuertes (cielos),
13 Y han designado una lámpara deslumbrante,
14 Y han enviado desde las nubes lluviosas abundante agua,
15 De esta manera producir grano y planta,
16 Y jardines de espeso follaje.
17 ¡He aquí! El Día de la Decisión es un tiempo fijo,
18 Un día cuando se toque la trompeta y vengáis en multitudes,
19 Y el cielo se abre y se convierte en como puertas,
20 Y las colinas se ponen en movimiento y se convierten en un espejismo.
21 ¡Mira! El infierno acecha al acecho,
22 Un hogar para los rebeldes.
23 Ellos permanecerán allí por siglos.
24 Allí no saben ni frescura ni bebida alguna
25 Ahorra agua hirviendo y un resfriado paralizante:
26 Recompensa proporcionada (a sus malas acciones).
27 Porque he aquí que no esperaban un ajuste de cuentas;
28 Llamaron falsas nuestras revelaciones con fuerte negación.
29 Todo lo tenemos registrado en un Libro.
30 Así que gustad (de lo que habéis ganado). No os damos ningún aumento salvo el castigo.
31 ¡Mira! para los obedientes es el logro -
32 Jardines cerrados y viñedos,
33 Y doncellas para compañeras,
34 Y una taza llena.
35 Allí oyen nunca discursos vanos, ni mentiras -
36 Retribución de tu Señor - un regalo en pago -
37 Señor de los cielos y la tierra, y (todo) lo que está entre ellos, el Compasivo; con Quien nadie puede conversar.
38 El día en que los ángeles y el Espíritu están en orden de batalla, no hablan, salvo aquel a quien el Compasivo permite y quien habla correctamente.
39 Ese es el Día Verdadero. Así que quien quiera debe recurrir a su Señor.
40 ¡He aquí que os advertimos de un castigo inminente, un día en el que el hombre verá lo que sus propias manos han enviado antes, y el incrédulo exclamará: «¡Ojalá fuese polvo!»