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EN el nombre del Dios misericordioso y compasivo.
Frunció el ceño y le dio la espalda, porque allí se le acercó un ciego [1]!
Pero ¿qué te hará saber si tal vez él puede ser purificado? ¿O puede ser consciente y el recordatorio le beneficia?
[5] Pero en cuanto al que es rico, tú lo atiendes; y no te preocupas de que no esté purificado; pero en cuanto al que viene a ti temiendo ardientemente el tiempo, [10] ¡de él te desvías!
¡No! En verdad, es un memorial; y quien quiera lo recordará.
En páginas honradas exaltadas, purificadas, [15] en las manos de nobles, justos ¡escribas!
¡Que el hombre sea asesinado! ¡Qué ingrato es!
¿De qué lo creó? De un coágulo. Lo creó y le dio un destino; [20] luego le facilitó el camino; luego lo mató y lo puso en el sepulcro; luego, cuando quiera, lo resucitará.
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No, él no ha cumplido su orden!
Pero que el hombre se ocupe de sus alimentos. [25] En verdad, hemos derramado el agua a raudales; luego hemos hendido la tierra, y hemos hecho crecer de ella el trigo, y la vid, y el heno, y el olivo, y la palmera, [30], y jardines densamente plantados, y frutas, y hierba, ¡un sustento para vosotros y para vuestros ganados!
Pero cuando venga el estruendo estruendoso, el día en que el hombre huya de su hermano [35] y de su madre y de su padre y de su esposa y de sus hijos, cada hombre de entre ellos tendrá en aquel día un trabajo en que ocuparse.
Los rostros en ese día serán brillantes, ¡risueños, alegres! [40] y los rostros tendrán polvo sobre ellos, ¡la oscuridad los cubrirá! ¡Esos son los malvados incrédulos!
320:1 Un tal Abdallah ibn Umm Maktûm, un pobre ciego, interrumpió una vez a Mahoma mientras éste conversaba con Walîd ibn Mu_g_hâirah y otros jefes de los Qurais. El profeta no le hizo caso, el ciego alzó la voz y rogó fervientemente que le enseñara religión, pero Mahoma, molesto por la interrupción, frunció el ceño y se dio la vuelta. Este pasaje es una reprimenda al profeta por su conducta en aquella ocasión. Después, siempre que veía al ciego Abdallah, Mahoma solía decir: «¡Bienvenido a aquel por cuya causa mi Señor me reprendió!» y posteriormente lo nombró gobernador de Medina. ↩︎