EN el nombre del Dios misericordioso y compasivo.
Cuando el sol se dobla hacia arriba,
Y cuando las estrellas caen,
Y cuando las montañas se mueven,
Y cuando las camellas llevaban diez meses con
Los jóvenes serán desatendidos [1],
[5] Y cuando las bestias se amontonen [2],
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Y cuando los mares se agitarán,
Y cuando las almas se emparejarán con los cuerpos,
Y cuando el niño que fue enterrado vivo será
preguntó por qué pecado fue asesinada [3],
[10] Y cuando las páginas se extiendan,
Y cuando el cielo será desollado.
Y cuando el infierno se encienda,
Y cuando el Paraíso se acercará,
El alma sabrá lo que ha producido!
[15] No necesito jurar por las estrellas que se escabullen hacia atrás,
moviéndose rápidamente, deslizándose hacia sus guaridas!
Ni por la noche cuando la oscuridad se acerca!
Ni por la mañana cuando ¡Primero respira!
En verdad, es el discurso de un noble apóstol, [20]
poderoso, firme con el Señor del trono,
¡Obedecido y confiable también!
Tu camarada no está loco; lo vio [4] en la llanura
horizonte [5], ni se escatima en comunicar lo invisible [6].
[25] Tampoco es el habla de un demonio apedreado [7].
Entonces ¿Adónde vas?
No es más que un recordatorio para los mundos, para quien sea
A alguno de vosotros le agrada ir derecho, pero no queréis
Por favor, excepto Dios, el Señor del mundo, debería por favor.
321:1 Como estos camellos se encuentran entre las posesiones más valiosas de un árabe, descuidarlos debe implicar una terrible calamidad. ↩︎
321:2 Los terrores del día del juicio conducirán a todas las bestias salvajes juntas para refugiarse mutuamente. ↩︎
322:1 Véase Parte I, pág. 132, nota 3, y pág. 256, nota 2. Véase también Introducción, pág. x. ↩︎
322:2 Gabriel. ↩︎
322:3 Véase el Capítulo LIII, versículos 1-19, págs. 251, 252. ↩︎
322:4 Algunas copias tienen una lectura variada, ‘sospechoso de.’ ↩︎
322:5 Véase Parte I, nota 2, págs. 50, 51. ↩︎