Me he beneficiado enormemente de las sugerencias, generosamente prodigadas en el curso de la correspondencia, de los profesores D.B. MACDONALD, R. NICHOLSON y LOUIS MASSIGNON, además de los trabajos recientes de los dos últimos. Mi más cordial agradecimiento a ellos; y también al profesor D.S. MARGOLIOUTH por discutir conmigo algunos de los puntos difíciles de la traducción.