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Alfarabi es un neoplatónico en la medida en que sus tendencias místicas son numerosas en su metafísica, psicología y pensamiento político. Como neoplatónico, sigue las bases de la doctrina neoplatónica hecha de misticismo religioso y monismo emanatista. Por lo tanto, la filosofía de Alfarabi es completamente teocéntrica en el sentido de que considera a Dios como el centro del universo. Dios es Uno; este Uno es el Absoluto que trasciende todo. Del Uno fluye la pluralidad de cosas que descienden gradualmente en la escala de la perfección hasta la existencia de la materia. El objetivo del hombre es regresar a Dios. Este regreso se debe lograr mediante la virtud y el pensamiento filosófico.
Al igual que los neoplatónicos, Alfarabi sostiene en su tratado sobre El acuerdo entre Platón y Aristóteles que no hay diferencia esencial entre la filosofía de Platón y la de Aristóteles. [1] Por lo tanto, el monismo emanatista, así como la reconciliación de Platón y Aristóteles, pueden considerarse como las características sobresalientes que hacen que la filosofía de Alfarabi dependa [xiv] de la de Plotino. Pero fuera de estas características neoplatónicas, se puede decir que toda la filosofía de Alfarabi está saturada de aristotelismo que, por su método empírico, se adaptaba mejor a su mente científica.
Alfarabi establece varias reglas para los profesores que se esfuerzan honestamente por formar a los jóvenes en filosofía. Ningún joven debería comenzar el estudio de la filosofía antes de estar bien familiarizado con las ciencias naturales. Porque la naturaleza humana requiere un ascenso gradual de lo imperfecto a lo perfecto. Las matemáticas son una materia muy importante en la formación de la mente del joven filósofo porque lo ayudan a pasar fácilmente de lo sensible a lo inteligible, y también porque familiarizan su mente con demostraciones exactas. [2]
El estudio de la lógica, como instrumento para distinguir lo verdadero de lo falso, es de gran valor educativo antes de comenzar el estudio de la filosofía propiamente dicha. [3]
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El entrenamiento del propio carácter, de los instintos y de las tendencias debe venir antes de entrar en la filosofía, pues a menos que eso se haga, lo más probable es que el estudiante nunca comprenda plenamente las verdades más elevadas y sólidas, porque su mente todavía está nublada por la sensibilidad. [4]
La filosofía se estudia principalmente para obtener un conocimiento de Dios como el Creador y Causa Eficiente de todas las cosas, el Uno, Inamovible. [5]
Al estudiante de filosofía se le debe instruir en las fuentes de las que toman sus nombres las diferentes filosofías. Por ejemplo, se le debe decir que algunas filosofías derivan sus nombres de la manera en que se enseñan, como la filosofía del peripatetismo, que se discutió con los estudiantes mientras caminaban por un jardín. Se le debe enseñar que otras filosofías toman sus nombres del autor, como el platonismo de Platón y el aristotelismo de Aristóteles; y que otras toman sus nombres del objetivo que proponen, como el epicureismo, que establece el placer como un fin. [6]
En la enseñanza deben evitarse dos extremos: el maestro no debe ser ni excesivamente estricto ni excesivamente indulgente, pues si es demasiado estricto cometerá un error por exceso, y si es demasiado indulgente cometerá un error por defecto. Si el maestro se vuelve impopular debido a su severidad, su excesiva indulgencia tenderá también a hacerlo indigno de respeto. Por lo tanto, el maestro debe evitar tanto el exceso como el defecto. [7]
Hay que persuadir al joven a perseverar en el estudio de la filosofía llamando su atención de vez en cuando al viejo dicho árabe: «La gota desgasta la piedra», «Gutta cavat lapidem». [8]
El maestro debe procurar que su alumno preste atención [xvi] a una sola cosa a la vez, ya que sólo se puede dominar bien una cosa a la vez. La razón de esta regla es que el alumno concentre su atención en el objeto de estudio y logre el éxito. [9]
Para Alfarabi la filosofía no es otra cosa que el pensamiento, es decir, la ciencia de los conceptos. El fin de la filosofía es conocer a Dios como Creador del cielo y de la tierra.
La filosofía de Alfarabi se puede dividir en lógica, filosofía teórica y filosofía práctica. La filosofía teórica se puede subdividir en metafísica y psicología, mientras que la filosofía práctica en ética y política.
I LÓGICA
II TEÓRICO
III PRÁCTICO
xiii:1 Alfarabi, Sobre el acuerdo entre Platón y Aristóteles, en Colección de varios tratados. Edición árabe. El Cairo 1907. Muhammad Ismail, págs. 1-39.
Las principales teorías de Platón y Aristóteles que necesitan conciliarse son las siguientes:
a) Algunos pensaban que existía un mundo de diferencia entre Platón y Aristóteles, porque Platón, en su Timeo, dice que la sustancia más noble es la más próxima al alma y al intelecto, y por tanto la más alejada de los sentidos. Aristóteles, por el contrario, dice que la sustancia más noble es el individuo (la sustancia primera). Aquí el desacuerdo entre Platón y Aristóteles, en la mente de Alfarabi, no es real, porque ambos hablan de la misma cosa desde un punto de vista diferente. Para Aristóteles el individuo es más noble en la lógica, porque en la lógica ve seres que se encuentran en la región de los sentidos, y de ellos abstrae lo universal, lo racional, lo inteligible. Para Platón, lo universal es más noble en la metafísica, porque allí ve seres que no pueden cambiar y no cambiarán. [op. cit. pp. 8-10]
b) En cuanto a la teoría del conocimiento, Alfarabi interpretó la hipótesis platónica de la reminiscencia en un sentido empírico. Dice en la pág. xiv que Aristóteles demostró en Analíticos que nuestras ideas se adquieren por medio de los sentidos y, por ello, no son en modo alguno una reminiscencia. Su formación, sin embargo, se produce tan rápida e inconscientemente que el alma llega a imaginar que las ha tenido todo el tiempo, de modo que pensar en ellas le parecería al alma como recordarlas o recordarlas. Según Alfarabi, Platón sostenía la misma opinión cuando decía que pensar es recordar, pues la persona que piensa trata de llegar a lo que la experiencia ha escrito en su mente, y una vez que encuentra el objeto de su pensamiento, entonces le parece como si hubiera recordado. [op. cit. pp. 23-25]
c) Alfarabi no está de acuerdo con la opinión de sus contemporáneos, quienes sostienen que Aristóteles creía en la existencia del mundo ab aeterno, mientras que Platón no. Según él, la verdadera enseñanza de Aristóteles era que el tiempo es la medida del movimiento del mundo y, en consecuencia, el producto del movimiento. Eso explica por qué se vio obligado a creer que Dios creó el mundo sin tiempo, y que el tiempo es el resultado del movimiento del mundo. [op. cit. pp. 26-27] ↩︎
xiv:2 Alfarabi, Lo que debe preceder al estudio de la filosofía, en Colección de varios tratados, 1ª edición árabe, El Cairo, 1907, Muhammad Ismail, n. 3, p. 61. ↩︎
xiv:3 Id. op. cit. n. 3, pág. 62. ↩︎
xv:4 Id. op. cit. n. 3, pág. 62. ↩︎
xv:5 Id. op. cit. n. 4, pág. 62. ↩︎
xv:6 Id. op. cit. n. 1, pág. 58. ↩︎
xv:7 Id. op. cit. n. 8, pág. 63. ↩︎
xv:8 Id. op. cit. n. 8, p. 63 ↩︎
xvi:9 Id. op. cit. n. 8, p. 63 ↩︎