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CAPÍTULO II, Versículo 256.—Dios, no hay más dios que Él, el viviente, el que subsiste por sí mismo. No le alcanza el sueño ni el letargo. Suyo es lo que está en los cielos y lo que está en la tierra. ¿Quién es el que intercede ante Él, sino con Su permiso? Él sabe lo que está delante de ellos y lo que está detrás de ellos, y ellos no comprenden nada de Su conocimiento, sino lo que a Él le place. Su trono se extiende sobre los cielos y la tierra, y no le cansa guardarlos a ambos, porque Él es alto y grandioso.
Capítulo IV, Versículo 51.—En verdad, Dios no perdona asociar nada con Él, pero perdona cualquier cosa menos que eso a quien Él quiere: pero quien asocia algo con Dios, ha ideado un pecado poderoso.
Capítulo VII, Versículo 190.—¿Se asociarán con Él aquellos que no pueden crear nada, sino que son ellos mismos creados, que no tienen poder para ayudarlos, y ni siquiera pueden ayudarse a sí mismos?
Pero si los llamáis para que les guíéis, no os seguirán. Les da lo mismo que los llaméis o que os quedéis callados.
Aquellos a quienes invocáis en lugar de a Dios son siervos como vosotros. ¡Invocadlos, pues, [p. 31] y dejad que os respondan, si es que decís la verdad! ¿Tienen pies para caminar? ¿Tienen manos para sostener? ¿Tienen ojos para ver? ¿Tienen oídos para oír? Invocad a vuestros compañeros; entonces tramad contra mí, y no os demoréis.
(195).—En verdad, mi protector es Dios, que ha revelado el Libro, y Él es el protector de los justos. Pero aquellos a quienes invocáis además de Él no pueden ayudaros, ni siquiera pueden ayudarse a sí mismos. Pero si los invocáis a la guía, no oirán, puedes ver que te miran, pero no ven. Esforzaos por perdonar, ordenad lo que es bueno y evitad a los ignorantes; y si una incitación del demonio os incita, buscad entonces refugio en Dios; en verdad, Él oye y sabe.
Capítulo XIII, Versículo 15.—Sobre Él está el llamado de la verdad, y aquellos que invocan a otros que no sean Él no serán respondidos en absoluto, excepto como uno que extiende su mano hacia el agua para que llegue a su boca, pero no la alcanza. El llamado de los incrédulos es sólo un error.
Y a Dios adoran los que están en los cielos y en la tierra, quieran o no, como también lo hacen sus sombras mañana y tarde.
Di: «¿Quién es el Señor de los cielos y de la tierra?» Di: «Dios». Di: «¿Tomáis en lugar de Dios a patronos que no pueden controlar su beneficio o su daño?» Di: «¿Acaso los ciegos y los que ven serán considerados iguales? ¿O las tinieblas y la luz serán consideradas iguales? ¿O han asociado a Dios a quienes pueden crear como Él crea, de modo que la creación les parezca familiar?»
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Diga: «Dios es el creador de todo, y Él es el único, el dominante».
Capítulo XVII, Versículo 23.—No pongas junto a Dios otros dioses, para que no te sientes despreciado y abandonado.
Capítulo XIX, Versículo 91.—Dicen: «El Misericordioso ha tomado para Sí un hijo»: ¡Habéis traído una cosa monstruosa! Los cielos casi estallan en pedazos, y la tierra se desgarra, y las montañas se derrumban, ¡porque atribuyen al Misericordioso un hijo! Pero no le corresponde al Misericordioso tomar para Sí un hijo. No hay nadie en los cielos ni en la tierra que no venga al Misericordioso como siervo; Él los cuenta y los enumera por número, (95) y todos ellos vienen a Él en el día de la resurrección individualmente.
Capítulo XXVII, Versículo 60.—Di: «¡La alabanza pertenece a Dios y la paz sea con Sus siervos que Él ha elegido! ¿Qué es lo mejor de Dios o lo que Le asocian?» Él, que creó los cielos y la tierra, y os hace descender del cielo agua, y con ella hacemos crecer jardines llenos de belleza; vosotros no podríais hacer crecer sus árboles. ¿Hay un dios junto a Dios? ¡No, sino que son un pueblo que se iguala a Él! Él, que hizo la tierra, la pobló y puso entre ella ríos, y puso sobre ella firmes montañas, y puso entre los dos mares una barrera, ¿hay un dios junto a Dios? ¡No, sino que la mayoría de ellos no lo saben! Él, que responde al afligido cuando lo invoca, y aleja el mal, y os hace sucesores en la tierra, ¿hay un dios junto a Dios? Poco es lo que tenéis en cuenta. Él, que os guía en la oscuridad, de la tierra [p. 33] y del mar; ¿Y quién envía vientos como buenas nuevas antes de Su misericordia? ¿Hay un dios junto a Dios? ¡Exaltado sea Dios por encima de lo que le asocian! (65) Él, que inició la creación y luego la hará volver de nuevo; y quién os provee de los cielos y de la tierra; ¿Hay un dios junto a Dios? Así que traed vuestras pruebas si decís la verdad.
Capítulo CXII., Versículo 1.—En el nombre del Dios Misericordioso y Compasivo
Di: “Él es ¡Dios solo!
“Dios el Eterno!
“Él no engendra y no es engendrado!
«Ni hay nadie como Él!»