El mundo durará seis mil años. Dos mil de estos se denominan el período de desorden, dos mil corresponden a la dispensación de la ley, y dos mil son los días del Mesías; pero debido a nuestras iniquidades, gran parte de este último período ya ha transcurrido sin que el Mesías dé señales de su venida.
Sanedrín, fol. 97, col. 1.
Así como la tierra de Canaán tuvo un año de liberación en siete, el mundo tiene un milenio de liberación en siete mil años; pues se dice (Isaías 2:17): «Y solo el Señor será exaltado en aquel día»; y también (Salmo 12:1): «Salmo o cántico para el día de reposo», que significa un largo período sabático; y también (Salmo 100:4): «Porque mil años a tus ojos son como el día de ayer».
Ibídem.
La tradición registra que la escalera (mencionada en Génesis 28:12) tenía ocho mil millas de ancho, pues está escrito: «Y he aquí los ángeles de Dios subiendo y bajando por ella». Los ángeles que suben, en plural, no pueden ser menos de dos a la vez, y lo mismo debe ser el caso de los que bajan, de modo que al pasar eran al menos cuatro en fila. En Daniel 10:6 se dice del ángel:
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«Su cuerpo era como Tarsis», y hay una historia que dice que Tarsis se extendía dos mil millas.
Chullin, fol. 91, columna. 2.