1. El sabio preguntó al espíritu de sabiduría (2) así: «¿Puede haber paz y afecto alguno entre Aharman, el malvado, y sus demonios y deformaciones, con Aûharmazd y los arcángeles, uno con el otro, o no?»
3. El espíritu de sabiduría respondió (4) así: 'No puede haber, bajo ningún concepto; (5) porque Aharman medita sobre la maldad y sus actos, la ira, la malicia y la discordia, (6) y Aûharmazd medita sobre la rectitud y sus actos, las buenas obras [ p. 37 ], la bondad y la verdad. 7. Y todo puede cambiar, excepto la naturaleza buena y mala. 8. Una naturaleza buena no puede cambiar al mal bajo ningún concepto, ni una naturaleza mala al bien bajo ningún concepto. 9. Aûharmazd, debido a su buena naturaleza, no aprueba el mal ni la falsedad; (10) y Aharman, debido a su mala naturaleza, no acepta la bondad ni la verdad; (11) y, por esta razón, no puede haber para ellos paz ni afecto alguno, el uno con el otro.