1. El tema cuadragésimo séptimo es este, que, cuando un niño de siete años muere, es necesaria una orden que exige realizar una ceremonia (yast) para Srôsh [1] a causa de ello, y consagrar el pastel sagrado de la cuarta noche [2].
2. Porque dice en el Apocalipsis que las almas de los hijos van con las almas de sus padres y madres; si el padre es apto para el cielo, el hijo va al cielo con él; si es apto para el infierno, llega al infierno; si la madre es apta para el cielo, llega al cielo con ella; si es apta para el infierno, llega al infierno con ella [3].
3. Por lo tanto, cada vez que se realiza la ceremonia para Srôsh, el alma de ese niño se separa de las almas de su padre y madre, y va al cielo, e implora intercesión (sifâ’hat) por su padre y madre en presencia de los seres sagrados en ese otro mundo.